NACIONALES
La falsa «elección» del Poder Judicial
Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //
¡No votaré… te lo digo llorando de rabia! ¡No votaré! Parodia de la canción de Esperón y Cortázar que se adapta al momento histórico que vivimos. La rabia es de impotencia, llorar por lo que estamos tirando los mexicanos.
En mi persona no hay duda ni controversia. No voté (tomando en cuenta que Conciencia aparece los lunes) porque no creo en la burda forma de apoderarse de otro poder público por parte de la 4T y del daño que- indefectiblemente- hará a la vida institucional de nuestro país.
Para algunos, la elección “saneará” el Poder Judicial, pero su diseño burdo, ilegal y manipulador, impulsado por Morena, busca eliminar obstáculos para sus fines dictatoriales, insultando a la ciudadanía.
Ha llegado a tal grado el cinismo sobre las verdaderas intenciones gubernamentales de dominar al Poder Judicial que, sin el menor recato ni rubor, idearon otra ilegalidad que se suma a la de la confección de la “elección” al repartir, en físico o digital, -entre sus fanáticos- listas por las cuales se debería votar, con los nombres de los “palomeados”.
A eso no se atrevió ni siquiera el PRI. Y vaya que este partido creó una manera de controlar las elecciones para imponer arteramente a quienes propuso por más de 70 años para los puestos públicos. La aplanadora tricolor, le decían.
Pero se le terminó el festín al partidazo al crearse el INE que costó, sin exageración, sangre, sudor y lágrimas a mexicanos bien nacidos y que, hoy por hoy, mediante el clásico dedazo y las malas artes priistas, los del PRIETA desaparecieron al “elegir” descaradamente, a la vista de todos, a jueces y magistrados.
No son sólo consejas: hay evidencias tangibles de los “acordeones” que el gobierno federal y Morena repartieron para que, a su vez, los “convencidos” repartieran entre sus conocidos para abultar el número de votantes.
¿Y para qué quieren los perpetradores de esta marranada dedocrática que la gente vaya a votar? Fácil, para volver a engañar a los menos favorecidos… de sesos y conservar su estatus “democrático” ante la opinión pública del extranjero; porque les preocupa la imagen ante el mundo. Bueno, no tanto. Si de verdad les inquietara, no hubieran hecho tan desaseado el proceso.
Para conminar a votar se recurrió desde los “acordeones” tarea para los peones, pero también hubo eruditos de kermés y pseudo intelectuales que alertaron contra “el peligro de otros decidan por ti” …Ja, ja, ja. En esa elección ya estaban los “elegidos”, solo montaron el show de las elecciones para no verse tan trumpudos.
No hay truco. En cuanto “cuenten” los votos, se verá que son los allegados, los alfiles del partido en el poder los que “ganaron”. Sus currículums importarán poco; algunos tienen, incluso, cuentas pendientes con la ley; ligas conocidas con el crimen organizado (el privado) e incluso mala fama, por no ser personas probas.
Sin embargo, pareciera que son esos antecedentes los que Morena buscó para armar su Suprema Cortesana de la Nación, con toda la carga que este apodo conlleva.
La Suprema Cortesana de la Nación se ha ganado su mote. Ya lo ostentaba, hay que decirlo claramente, pero a partir de estas “elecciones” se verá la verdadera función que desempeñará en la maquinaria de la 4T. Y no será muy decente ni equilibrada, legal y mucho menos justiciera.
La votación, seguramente, no fue masiva. Porque crearon un verdadero galimatías para ejercer el voto en favor de tal o cual candidato o candidata. Porque fueron tantos los puestos a cubrir que no se sabía a ciencia cierta quien o quienes estaban luchando por un hueso en el Poder Judicial.
Millones de mexicanos no creen en cuentos y ven tras la fachada de cambio un lobo que destruye todo a su paso para cumplir sus verdaderos y oscuros propósitos.
El sistema electoral, al no destruir boletas no usadas y contar en secreto, multiplicará “votos” a conveniencia, generando cifras poco creíbles, imposibles de verificar y carentes de transparencia.
Por eso, millones de mexicanos que percibimos la manera fraudulenta de manejar las “elecciones” no fuimos a legitimar lo ilícito, lo vergonzoso, descarado y perverso, de una democracia que está llegando a sus últimos días en nuestro país. Está agonizando, si es que no está muerta ya.
Con esta “elección” el INE ya debe estar poniendo su barba a remojar. Se dejó manipular, manejar y agandallar. Con ello está firmando su certificado de defunción.
Con INE, sin él o a pesar de él, el gobierno de la 4T manejará las elecciones a su antojo. El presupuesto del susodicho organismo es otro botín que no dejarán de atacar los morenistas. Será conforme al deseo de “ya sabemos quién” que Gobernación, regrese a “organizar, administrar y legitimar” todo lo que el gobierno indique en materia de elecciones.
