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NACIONALES

La Suprema Corte frente al TRIFE: Elección judicial avante, culminó la guerra y la reforma va

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Opinión, por Pedro Vargas Ávalos //

No se puede decir que fue un enfrentamiento de tribunales o juzgadores, pero para muchos observadores de eso se trató. Todo con motivo de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al conocer de la controversia que se presentó con motivo de las suspensiones concedidas dentro de diversos juicios de amparo por jueces y juezas de distrito en contra de la implementación de la Reforma Judicial, en su sesión plenaria del 13 del corriente febrero, prácticamente hizo a un lado sus resiliencias al tema, y en especie de solución salomónica, sin pronunciarse palmariamente, dejó claro que ni los jueces de distrito deben andar metiéndose en temas que nos les corresponden, ni el Tribunal Federal Electoral (TRIFE) tiene facultades para que sus resoluciones puedan invalidar órdenes de suspensión en juicios de amparo.

Poco antes de tratar el tema central, definieron los ministros de la Corte, que los cuatro miembros de ella impugnados por el TRIFE el pasado lunes 10, para que se excusaran de votar un proyecto relacionado con la elección de junio próximo, no deberían ser excluidos, pues ellos mismos alegaron que no se consideraban en tal tesitura: Jorge Mario Pardo Rebolledo, se confesó purísimo de toda inclinación anti reforma judicial pues, aseguró, a lo más que llegó fue acudir a un paro para saludar a muchos compañeros que se encontraban acampados en protesta contra la susodicha reforma y les deseó suerte, mostrándoles sus simpatías.

Eso para el togado, no es tener inclinación. El más peripatético fue Javier Laynez Potisek, quien amante de la comunicación, cada que pudo anduvo de entrevista en entrevista en los medios y con los comentócratas más críticos de la Cuarta Transformación para desvirtuarla, y sin embargo ahora, imitando al gran Cantinflas atinó a decir que como se trata de que no vaya a quedar sin quorum la Corte, él no debía dejar de estar presente.

El otro de los ministros señalados por el TRIFE de parcialidad porque ya se habían pronunciado contra las elecciones y reformas judiciales, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, resulta que era el ponente del tema central que se discutiría; pero además recordemos que este personaje insípido, es quien, en un paseo por Harvard, hizo reír a sus oyentes al mofarse de la reforma constitucional auspiciada por la 4T.

Finalmente, la presidenta Norma Piña Hernández, quien alegó que no se trataba de decidir un tema constitucional sino si el TRIFE debía acatar los amparos contra la elección, de allí que no se consideraba inhabilitada y no se excusaba. El tema se puso a votación, y por mayoría de seis votos, las y los ministros consideraron improcedente la solicitud del TRIFE, que pretendía se declarara estar impedidos para discutir y votar el proyecto, los ministros citados.

Los dos casos antedichos fueron interpretados como se les dio su gana por los simpatizadores del feneciente actual Poder Judicial, los cuales vieron los dos desenlaces como derrotas del TRIFE y por su parte, los sostenedores de la Constitución Federal y partidarios de la elección de juzgadores, quienes ponderaron un triunfo, admitiendo que en el caso de las impugnaciones para que 4 ministros no participaran en la discusión del asunto central, saldrían sin ser escuchados favorablemente, y por tanto recibiendo un revés, pero en el fondo, resultaban vencedores pues como lo comunicó el mismo TRIFE: este organismo “es la máxima autoridad en materia electoral y así fue reconocido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación” al confirmar “que el amparo no procede en materia electoral, tal como ha sostenido este órgano jurisdiccional.”

Y siguió el comunicado explicando: “Cabe destacar que las sentencias del TRIFE son definitivas e inatacables, por lo que el proceso electoral en ningún momento ha sido suspendido y se mantendrá como está previsto en la Constitución.” Para rematar contundente: “Es necesario señalar que la SCJN ordenó a los jueces de distrito corregir sus propias sentencias, tomando en cuenta lo razonado en la sesión de su pleno; es decir, que las suspensiones no proceden en materia electoral”. (TRIFE, Comunicado, 13-II-2025).

Los comentócratas rabiosos reaccionaron diciendo: Ganó la imposición y los desacatos. Perdió el Estado de derecho. “La SCJN ya no resistió. Dio 24 horas para revocar las suspensiones que jueces de amparo concedieron para frenar la elección de juzgadores. El oficialismo tiene vía libre para asumir el control de los tres Poderes de la Unión. El Judicial fue el único poder que actuó con autonomía frente al Ejecutivo desde la elección de Norma Piña como presidenta de la SCJN”. (Francisco Garfias, Arsenal, Excelsior, 14-02-2025).

Otro escribidor rabioso, Carlos Marín, afirma que “una de las patrañas cacareadas por el oficialismo es que la reforma del obradorato al Poder Judicial se limita al ámbito electoral, pues los cambios constitucionales que aprobaron sus antidemocráticas mayorías legislativas afectan otros derechos elementales tan importantes o más que el político de votar y ser votado.” Y luego lanza ponzoña al TRIFE, Morena, y solidarios, en tanto que prodiga halagos a los ministros seguidores de Norma Piña y desde luego a ésta. (Milenio, II-14-025).

El efecto tocó a los jueces y magistrados que durante 4 meses sostenían una “anti mañanera” para tratar de impedir la elección judicial: “Con esto, argumentaron, la SCJN dejó camino libre a la elección de juzgadores.” Y capitularon acabando con tales sesiones. (Mag. Juan José Olvera,14/febrero/ 2025-El Sol de Méx.).

En los otros medios se lucieron como siempre, Ciro Gómez Leyva, llamando al senador Gerardo Fernández Noroña el “senador sol” en parangón al rey sol de Francia, y afirmando, – radiofónicamente- que triunfó el desacato y no el derecho. Luego culminó, ahora por escrito en una colaboración que intitula “Al final Noroña tuvo razón” que el senador declaró ufano “la elección se hará sin importar lo que diga La Corte, porque en lo decisivo de este capítulo de la historia de México, La Corte fue intrascendente.” (Excelsior, 14-feb.25).

Culminando el tema, la presidenta Norma Piña, declaró a un periodista crítico de la 4T, que la resolución aún no está cabal porque el ponente – Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena- se llevó las observaciones de los demás ministros para presentar una resolución final que precise cuándo un asunto es materia electoral o cuando se trata de auténtica protección de algún derecho humano que si puede ser amparado; en pocas palabras, según la señora Piña, pudiera haber alguna sorpresa. Empero, los periodistas y comentaristas, ya se rasgaron las vestiduras de túnica fina, atenidos porque son de vela y cera, “lo demás Dios lo dirá”.

En fin, desde Héctor Aguilar Camín, el intelectual que necesita ser apapachado, hasta la rejega panista Kenia López Rabadán, obsesionada como el 99 por ciento de blanquiazules y adláteres contra lo que huela a 4T, sostienen que todo este asunto de la elección de juzgadores será finalmente aprovechado por Donald Trump para actuar contra México, como si el furibundo mandamás gringo ocupara nada para actuar como siempre lo hace, por sus pistolas, su ambición y su petulancia.

La prensa del día siguiente -día de San Valentín, símbolo del amor y la amistad- fue muy explícita: “Claudica oposición en la Corte y abre paso a la elección judicial” (Milenio). Por su parte La Jornada, más explicativa, a grandes letras dice: “Terminó la guerra judicial; la Reforma va, ordena la Corte”. En el cintillo, complementa: “Instruye a jueces de distrito revocar suspensiones”. El Heraldo de México, particulariza su nota principal: “Revoca Amparos. Quita Corte trabas a la Reforma Judicial” explicando que en 24 horas los jueces que dictaron suspensiones deberán revocarlas”. En los demás periódicos editados en la capital azteca, unos más otros menos, dan la noticia con cierta notoriedad.

En nuestra ciudad tapatía, nuestros diarios no consideraron fuese de tanta importancia el impasse de la Corte al TRIFE, así es que, para El Informador, el centro de la ciudad y sus festejos del 483 aniversario, resultaron más trascendentes, por lo que el tema se fue a otro lado. En el Mural, pasó similar manejo del hecho. Solo Milenio-Jalisco, repitiendo a su matriz, trató el asunto.

Creyeron que a los jaliscienses no nos interesa tanto el proceso de elegir juzgadores, lo cual como quiera que sea lo tenemos enfrente, aparte de estar ya involucrados en la adaptación de la Constitución y sus modificaciones, a la Carta Política local, misión que el gobernador le encargó al avezado político y notario, Arturo Zamora Jiménez, quien tiene enorme tarea, pero posee facultades de sobra para salir avante.

Precisamente, en esta urbe de occidente acudió el mencionado abogado tapatío, a un evento que organizó el líder obrero Juan Huerta; la oradora fue la ministra de la Corte y presidenta de la primera Sala, Loretta Ortiz Ahlf, quien con claridad lanzó el reto a los ciudadanos: “Si tenemos capacidad de elegir a nuestros presidentes, gobernadores, legisladores y presidentes municipales, ¿qué no la tendríamos para elegir jueces?”. Y terminó su conferencia aseverando que “Esta reforma es de gran trascendencia y calado, lo que busca es hacer justicia que demanda la ciudadanía”.

Y esta justicia implica que los ciudadanos sientan tener garantizado el acceso a ella; que tan vital servicio ya no será denegado por la tardanza en administrarla, y cuando se busque saber el juez que resolverá su asunto, resulte una persona capaz a quien le puedan tener confianza, y no como ahora, que el justiciable no conoce origen ni rostro, e ignora las funciones que realiza, ese juez que resolverá su caso, lo cual lógicamente ocasiona irritante suspicacia.

Así pues quedó con claridad asentado: El TRIFE es la última instancia en materia electoral; el amparo no procede en materia electoral; las sentencias del TRIFE son definitivas e inatacables; los procesos electorales no pueden suspenderse con un amparo; la SCJN conoce solo de acciones de inconstitucionalidad en materia de leyes electorales; no existe disputa competencial con autoridades jurisdiccionales; todo proceso electoral se integra por etapas, iniciadas no puede suspenderse, porque rige la definitividad; el TRIFE no está subordinado a ninguna autoridad jurisdiccional; su competencia y facultades está fija en la Constitución, y el sistema electoral mexicano avala comicios libres y el TRIFE, “no gana, garantiza que se cumpla la ley». (Mónica Soto, el decálogo del TRIFE, con Joaquín López Dóriga, 13-II-2025.)

Nuestra Ley Suprema en su artículo 17, establece que: “Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito”. Tan excelente planteamiento de la impartición de la justicia mexicana ha sido un ideal no alcanzado. Ahora, la integración del nuevo poder judicial habrá de subsanar, es el proyecto, todas las fallas que impiden sea realidad tan elevado principio constitucional.

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NACIONALES

Elecciones del Poder Judicial: Abstención del 86 por ciento; votaron 13 millones, es decir, entre el 12.57 y 13.32%

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Por Mario Ávila //

En un ejercicio sin precedentes en la historia de México y del mundo, alrededor de 13 millones de ciudadanos salieron a las urnas este domingo para elegir por voto popular a jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial Federal.

La jornada electoral, que transcurrió sin incidentes graves en el país, marcó un hito en la democracia mexicana, aunque también dejó al descubierto los retos de un proceso inédito que busca transformar una de las instituciones más importantes del Estado.

Participación ciudadana: Un 13% acude a las urnas

A las 23:00 horas de este domingo, la presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE), Guadalupe Taddei Zavala, ofreció un corte informativo sobre la jornada electoral. Según las estimaciones del INE, la participación ciudadana osciló entre el 12.57% y el 13.32%, lo que equivale a un rango de 12.5 a 13.3 millones de votantes de un padrón de 99.7 millones de ciudadanos registrados en el Listado Nominal del Electorado.

Para obtener esta cifra, el INE recurrió a una muestra representativa de 1,644 casillas seccionales, equivalente al 2% de las más de 83 mil instaladas en todo el país. La muestra fue diseñada por expertos en estadística y matemática, garantizando su representatividad. Aunque la participación fue baja comparada con otros procesos electorales, Taddei celebró el ejercicio como “una etapa histórica para el INE, como organizador y depositario de la confianza ciudadana, que ha hecho todo para garantizar una elección transparente”.

Para contextualizar, la participación en la elección presidencial de 2024, que llevó a Claudia Sheinbaum a la presidencia, alcanzó el 61%, mientras que en la Revocación de Mandato de 2022, durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, votaron 16.5 millones de mexicanos (un 17.7%).

En la consulta para juzgar a expresidentes de 2021, otro proceso inédito, la participación fue aún menor, con un 7.4%. Si bien la elección del Poder Judicial no puede compararse directamente con estos ejercicios, la cifra del 13% refleja los desafíos de involucrar a la ciudadanía en un proceso complejo y poco familiar.

Un proceso de conteo escalonado y transparente

El cierre de casillas marcó el inicio de un arduo proceso de cómputo que se lleva a cabo en los 300 Consejos Distritales del INE, donde miles de funcionarios y ciudadanos trabajan para dar certeza a los resultados. Taddei explicó que, a diferencia de elecciones anteriores, el conteo comenzó a las 18:00 horas del mismo domingo, transmitiéndose en vivo a través de los canales del INE y bajo la supervisión de observadores electorales para garantizar máxima publicidad.

En esta elección se renovaron 881 cargos del Poder Judicial: 9 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), 2 magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), 5 magistraturas del Tribunal de Disciplina Judicial, 15 magistraturas de Salas Regionales del TEPJF, 464 magistraturas de Tribunales de Circuito y 386 jueces de Distrito. La magnitud del proceso obligó al INE a diseñar un calendario escalonado para el cómputo de votos.

Del 1 al 3 de junio se contarán los votos para la SCJN, y entre el 3 y el 4 se computarán los del Tribunal de Disciplina Judicial. Los días 4 y 5 se dedicarán a la Sala Superior del TEPJF, mientras que del 5 al 6 se contarán los votos de las Salas Regionales.

Entre el 6 y el 8 de junio se procesarán los votos para Tribunales de Circuito, y del 7 al 10 los de jueces de Distrito. El 12 de junio se validarán los resultados, y el 15 se realizarán los cómputos nacionales, declarando la validez de la elección y entregando constancias de mayoría a los ganadores.

López Obrador reaparece y respalda la reforma

Un momento que captó la atención nacional ocurrió a las 9:50 de la mañana en Palenque, Chiapas, cuando el expresidente Andrés Manuel López Obrador, principal impulsor de esta reforma durante su sexenio, reapareció para votar en una casilla especial.

Visiblemente más delgado, con el cabello corto y vestido con una guayabera blanca con vivos guinda, López Obrador habló con los medios tras emitir su voto: “Nunca en la historia de nuestro país el pueblo había tenido el derecho de elegir directamente a jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial. Es la primera vez, por eso quise participar en esta elección histórica”.

El expresidente aprovechó para elogiar a la presidenta Claudia Sheinbaum, a quien calificó como “la mejor del mundo”, y reveló que está trabajando en un nuevo libro sobre la grandeza cultural de México. “Es la tercera vez que salgo de la quinta, porque estoy escribiendo algo que les va a gustar mucho”, adelantó, generando expectativa entre sus seguidores.

Protestas y elecciones concurrentes

Mientras López Obrador celebraba el proceso, en la Ciudad de México y otras capitales estatales se registraron marchas de protesta contra la elección, lideradas por miembros del Partido Acción Nacional (PAN), exfuncionarios del Poder Judicial y comunicadores opositores a Morena. Las críticas señalaron la falta de información, la confusión en las boletas y las irregularidades reportadas, como el uso de “acordeones” para orientar el voto, lo que algunos consideran una forma de manipulación.

Este domingo también se eligieron cargos del Poder Judicial en 19 estados de la República, además de elecciones municipales en Veracruz y Durango. En:Jalisco, Luis Zamora Cobián, vocal de la Junta Local del INE, aseguró que la jornada transcurrió sin incidentes relevantes. “Fue una buena elección, no hubo hechos que lamentar en el estado”, afirmó, destacando el esfuerzo de organización en un contexto de procesos concurrentes.

Un hito con retos pendientes

La elección del Poder Judicial Federal marcó un antes y un después en la democracia mexicana al permitir que la ciudadanía participe directamente en la renovación de una institución clave. Sin embargo, la participación del 13% evidencia los retos de un proceso complejo, con miles de candidatos y cargos poco conocidos para la población. La desinformación, la falta de campañas efectivas y las irregularidades reportadas, como el uso de “acordeones”, subrayan la necesidad de ajustes para futuros ejercicios de este tipo.

A pesar de estos desafíos, el INE reafirmó su compromiso con la transparencia y la legalidad, asegurando que cada voto será contado con certeza. Esta elección, aunque perfectible, sienta un precedente para la democratización de instituciones tradicionalmente alejadas de la participación ciudadana. Ahora, el país espera los resultados que definirán el rumbo del Poder Judicial, mientras la sociedad reflexiona sobre el impacto de este proceso en el equilibrio de poderes y la consolidación de la democracia mexicana.

LOS NÚMEROS

Los ciudadanos salieron a las urnas para elegir mil 800 puestos en los poderes judiciales locales y federales:

9 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)

2 Magistraturas de la Sala Superior y 15 de las Salas Regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)

5 integrantes del Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ)

464 Magistraturas de Circuito

386 personas Juzgadoras de Distrito

Se registraron 1,700 incidentes durante la jornada

De acuerdo con el corte de caja que dio el INE a las 18:00 horas, se instalaron en el país 83 mil 974 casillas, lo que representa el 99.98%. Las casillas cerraron alrededor de las 18:00 horas luego de su apertura a las 08:00 horas, después de la tradicional ceremonia de honores a la Bandera en la explanada del INE.

En tanto, el INE reportó 1770 incidentes; de los más relevantes, 500 fueron incidentes relacionados con la interferencia para impedir la realización de la jornada «sin causa justificada». Las incidencias fueron desde riesgo en casillas hasta el mal tiempo por el clima. De todas las incidencias reportadas, el 80.4% fueron atendidas.

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JALISCO

¿Por qué el rechazo ciudadano a la reforma judicial en Jalisco?

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Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

La participación del 7.07% en las elecciones judiciales del pasado domingo en Jalisco, la segunda más baja del país (detrás de Guanajuato que fue del 6.5), es un mensaje contundente de la ciudadanía: un rechazo claro a la reforma judicial impulsada por Morena y una señal de desconfianza hacia las instituciones. Este resultado no solo expone las fracturas internas del partido en el estado, sino que también pone en duda la legitimidad del proceso y plantea serios desafíos para el futuro político de Morena y la presidenta Claudia Sheinbaum en una región clave.

Un abstencionismo que habla

El 7.07% de participación –equivalente al 92.93 de abstención– no puede interpretarse de otra manera que como un fracaso estrepitoso de los operadores y liderazgos de Morena en Jalisco. Figuras como Carlos Lomelí, Claudia Delgadillo, Erika Pérez, Chema Martínez y Laura Imelda Pérez, así como la Universidad de Guadalajara, mostraron una incapacidad evidente para movilizar al electorado.

¿Dónde quedó el morenismo que prometía transformar el estado? El abstencionismo no solo refleja la falta de articulación del partido, sino también un rechazo público a lo que muchos perciben como un intento de Morena por controlar el Poder Judicial y socavar su independencia.

En mi columna del lunes, titulada “¿Democratización o control político?”, planteé si este proceso realmente democratiza la justicia o si es un mecanismo para consolidar el poder de Morena. Los números de Jalisco responden con claridad: los ciudadanos ven más allá de la narrativa oficial de “democratización” y perciben la reforma como una toma de poder, especialmente en un contexto donde Morena domina el Congreso de la Unión.

Líderes sociales como el arzobispo de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, han criticado el proceso como un ejercicio que favorece la agenda de Morena en lugar de mejorar el sistema judicial. Su descripción de un proceso “planchado” resuena con un electorado jalisciense históricamente receloso del control centralizado, lo que explica su decisión de abstenerse.

Fragmentación y divisionismo en Morena

Otro factor detrás de esta baja participación es la fragmentación interna de Morena en Jalisco. El partido carece de unidad y de una visión compartida; en su lugar, prevalece una lucha de intereses por el control y el poder. Los liderazgos locales, más preocupados por sus agendas individuales que por un proyecto colectivo, se comportan como “perros y gatos en disputa”, cada uno aferrado a su hueso. Desde la Ciudad de México, figuras como Leonel Cota Montaño y Alfonso Ramírez Cuéllar intentaron, sin éxito, alinear a los grupos locales. A pesar de sus declaraciones públicas de unidad y de promesas de duplicar la participación, el morenismo jalisciense quedó en evidencia.

La Universidad de Guadalajara, que se involucró en el proceso, tampoco logró movilizar al electorado. Su incapacidad para mantener el registro del partido Hagamos en elecciones pasadas ya había mostrado sus limitaciones, y esta elección judicial lo confirmó. Morena le falló a la presidenta Sheinbaum al no conectar con los jaliscienses, un estado donde el partido ha enfrentado dificultades históricas para consolidarse. Si en la elección federal de 2024 Morena obtuvo resultados en Jalisco, el mérito fue del liderazgo de Sheinbaum, no de las figuras locales, marcadas por el divisionismo, el egocentrismo y el individualismo.

Desconfianza institucional y desencanto ciudadano

El 92.93% de abstención no solo es un rechazo a la reforma judicial, sino también un reflejo del desencanto con el sistema político en general. La percepción de que estas elecciones carecen de legitimidad o de un impacto real en la justicia ha exacerbado la crisis de confianza en las instituciones. Los ciudadanos jaliscienses, conocidos por su tradición de autonomía y resistencia al poder central, ven en esta reforma un intento de Morena por imponer su agenda, más que una solución genuina a los problemas del Poder Judicial, como la corrupción, el nepotismo y la falta de acceso a la justicia.

Esta desconfianza se suma a la falta de información y a la complejidad del proceso electoral. Con miles de candidatos y cargos poco conocidos, muchos ciudadanos optaron por no participar, percibiendo el ejercicio como una farsa diseñada para favorecer a Morena. La baja participación en Jalisco, comparada con el promedio nacional del 13%, refleja un sentimiento anti-morenista que podría fortalecerse en el futuro, especialmente si el partido no ajusta su estrategia.

Implicaciones para el futuro político de Jalisco

El fracaso de Morena en movilizar a los ciudadanos en un proceso tan publicitado como las elecciones judiciales expone su vulnerabilidad en Jalisco, un estado donde ha luchado por consolidarse frente a fuerzas como Movimiento Ciudadano. Esta baja participación podría fortalecer a la oposición y al sentimiento anti-morenista, abriendo la puerta a que partidos locales capitalicen el descontento ciudadano. Además, el divisionismo interno de Morena podría llevar a una reconfiguración de sus liderazgos en el estado, un proceso que será crucial para su futuro político.

¿Quiénes podrían emerger como nuevos líderes? Esa es una pregunta que aún no tiene respuesta, pero lo que sí está claro es que Morena necesita un liderazgo más inclusivo y una comunicación efectiva para reconectar con los jaliscienses. Sin estos cambios, el partido seguirá enfrentando reveses en un estado estratégico para el panorama nacional. La presidenta Sheinbaum, quien ha apostado por esta reforma como un pilar de la 4T, también enfrenta un desafío: demostrar que puede unificar a su partido y ganar la confianza de regiones tradicionalmente reticentes al proyecto morenista.

Un mensaje claro para Morena

El 7.07% de participación en Jalisco es una combinación de factores: un rechazo a la reforma judicial, una profunda desconfianza en las instituciones, una división interna de Morena y un fortalecimiento del anti-morenismo local.

Este resultado plantea un reto significativo para el partido y para Sheinbaum, quien deberá replantear su estrategia en el estado si busca consolidar su proyecto político a nivel nacional. La ciudadanía jalisciense ha hablado con su abstención, y su mensaje es claro: no basta con discursos de democratización; se necesitan acciones que realmente.

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NACIONALES

Elección judicial en México: ¿Democratización o control político?

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Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

La elección para renovar el Poder Judicial Federal, celebrada este domingo 1 de junio de 2025, fue presentada por Morena y la 4T como un hito de democracia directa. Sin embargo, el proceso, justificado con el discurso de un Poder Judicial corrupto y elitista, ha generado más dudas que certezas.

La baja participación ciudadana y las múltiples irregularidades sugieren que el objetivo real podría ser el control político de una institución clave para el equilibrio de poderes en México.

BAJA PARTICIPACIÓN: DESCONFIANZA Y DESINFORMACIÓN

Las encuestas de Infobae y El Economista anticipaban una participación de entre el 8% y el 23%, y el INE confirmó un 12% (unos 12.06 millones de votantes de un padrón de 100 millones). Esta abstención histórica no respalda la narrativa de Morena de un apoyo popular, sino que refleja desconfianza y falta de legitimidad. Una encuesta de Enkoll mostró que el 77% de los mexicanos no conocía a ningún candidato, evidenciando una desinformación generalizada.

La complejidad de las boletas, con 3,400 candidatos para 881 cargos y 60 distritos electorales (según la Universidad Iberoamericana), dificultó el voto informado, especialmente en zonas rurales con acceso limitado a información.

El diseño del proceso también parece haber sido opaco. La ausencia de debates públicos y la distribución de «acordeones» –listas de candidatos oficialistas– sugieren manipulación para favorecer a Morena. Estas prácticas, denunciadas por analistas, minaron el voto libre y desincentivaron la participación. La abstención masiva no es apatía, sino una protesta silenciosa contra un sistema que no garantiza transparencia ni equidad.

IRREGULARIDADES: UN PROCESO VICIADO

La jornada electoral estuvo marcada por irregularidades que refuerzan la percepción de un proceso diseñado para beneficiar a Morena. Reportes de El Universal e Infobae documentaron acarreo de votantes, compra de votos y distribución de «acordeones» por los «servidores de la nación». Estas acciones, lejos de ser aisladas, parecen coordinadas para controlar el Poder Judicial.

Además, hubo cargos «sin competencia», con candidaturas únicas en 51 posiciones federales, como en Durango (49 candidaturas para 49 cargos, según Integralia), lo que reduce la elección a una formalidad y cuestiona su pluralidad.

La complejidad del conteo, con casillas atendiendo hasta 2,250 electores (el triple que en elecciones ordinarias), generó dudas sobre la integridad del proceso. El INE enfrentó un desafío logístico sin precedentes, y la tardanza en los resultados —estimaciones para el 3 de junio en el caso de la Suprema Corte y el 5 de junio para el Tribunal Electoral— alimentan especulaciones sobre posibles manipulaciones.

EL DISCURSO DE LA CORRUPCIÓN

Morena justificó la elección señalando corrupción y nepotismo en el Poder Judicial, un discurso que resuena con una ciudadanía harta de la impunidad. Sin embargo, el análisis no resiste un escrutinio crítico. El Índice Global de Impunidad 2025 coloca a México en el último lugar de 69 países, y problemas como la falta de juzgados, la sobrecarga de casos (un juez mercantil en Monterrey maneja 15 mil casos, según Rubén Moreira) y la necesidad de capacitación persisten. Pero la solución propuesta no ataca estas raíces, sino que politiza el Poder Judicial. La presencia de candidatos alineados con la 4T, según El País, sugiere una captura institucional disfrazada de participación popular, más que una verdadera democratización.

IMPACTO EN LA DEMOCRACIA MEXICANA

La baja participación y las irregularidades tienen graves implicaciones. La abstención masiva refuerza la percepción de que las elecciones no son confiables para el cambio institucional. La manipulación del proceso amenaza la independencia judicial, pilar del equilibrio de poderes.

Si el Poder Judicial queda subordinado al Ejecutivo y Legislativo, ambos dominados por Morena, México podría deslizarse hacia un sistema de partido hegemónico, similar al viejo PRI, como advirtió PortalGuanajuato.mx.

La polarización también se ha profundizado. Mientras Claudia Sheinbaum defiende la elección como un hito democrático, críticos como Enrique Krauze y Javier Laynez Potisek la califican de «farsa» y «golpe de Estado». Esta división debilita la confianza en las instituciones y dificulta los consensos necesarios para abordar los problemas reales del sistema judicial.

UN EXPERIMENTO FALLIDO CON COSTOS ALTOS

La elección judicial del 1 de junio de 2025 no democratizó el Poder Judicial ni combatió la corrupción. Se convirtió en un ejercicio de control político que deja al sistema judicial más vulnerable. La baja participación y las irregularidades no son fallas accidentales, sino síntomas de un proceso diseñado para favorecer a Morena sobre los principios democráticos.

México necesita una reforma judicial que fortalezca la independencia, la capacitación y los recursos, no que lo someta al poder político. La factura será alta: un Poder Judicial debilitado, una democracia erosionada y una ciudadanía desencantada. La pregunta es si la sociedad mexicana exigirá una transformación real o si este episodio marcará un retroceso autoritario más profundo.

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