NACIONALES
Las mejoras salariales
Luchas Sociales, por Mónica Ortiz //
Ante escenarios políticos adversos, como los que se viven a nivel nacional y estatal, fruto del miedo, la violencia y la polarización política, los derechos laborales de las personas en el país deben ser un tema de prioridad expositiva y de certeza para la clase trabajadora.
Actualmente ostentamos cambios trascendentales en la situación laboral de las personas que implican significativos ajustes para la parte patronal y beneficios a la trabajadora, como la aprobación de la reforma en materia de vacaciones, el aumento del 20 % del salario mínimo y la culminación de la entrada del sistema de justicia laboral en todo el territorio nacional, sin duda, un año de importantísimos cambios para la clase productiva en México.
En materia de derechos laborales, el poder legislativo de la nación aprobó la reforma a los artículos 76 y 78 de la Ley Federal del Trabajo, cuya consecuencia será el aumento a los días de descanso obligatorios para un trabajador, pagados por la empresa y con motivo de vacaciones, incrementado de 6 días a 12 días a partir del primer año laborado, aumentando cada dos años, hasta topar con la cantidad máxima de 31 a 35 años, donde las vacaciones serán de 32 días pagados por cada año; justificado en las necesidades de contar con vacaciones dignas que permitan la convivencia familiar, el descanso de las actividades laborales y el cuidado personal, como social, familiar y de salud mental, se sabe que reducir el estrés que producen las responsabilidades laborales, también resultan en un aumento de productividad en las personas, por lo que esta reforma, es una gran noticia para la clase trabajadora.
En el mismo sentido, aumenta el salario mínimo en México por quinto año consecutivo y cambia de $172.87 al salario mínimo general de $207.44 pesos diarios y $312.41 pesos por día en la Zona Libre de la Frontera Norte, a partir del 1 de enero de 2023., refleja un incremento considerable del 20 % comparado con el año 2022 que está por terminar.
Implica para la clase trabajadora, un incremento en su poder adquisitivo, sin asegurar que sea lo justo o necesario para contener las necesidades de una familia en realidad, debido a que los costos efectivamente se han incrementado excesivamente en la canasta básica, es probable que sea necesario continuar con un aumento anual que nivele a quiénes dedican sus días a laborar, hasta su retiro o jubilación para mantener una vida digna personal y familiar.
La clase trabajadora del país, ha sido la más olvidada y golpeada, por los malos gobiernos que se han sufrido, las políticas de grupos de intereses contrarios a la dignidad de las clases obreras en México, ocasionaron sin piedad, en los estándares laborales un retraso y abuso de la clase obrera durante décadas.
Las políticas públicas de re dignificación a las personas, deben ser tomadas como una necesidad de prioridad urgente, no como la mano salvadora de los gobiernos actuales, aunque éste sea producto del gobierno morenista federal, son efectos residuales de la reforma laboral del 2019, donde coexistió una evidente presión internacional, acordada en materia comercial, generando una gran reestructura de la justicia laboral y que por razones de operatividad de la misma, debe tener estándares de salario digno y de vacaciones restaurativas de la actividad laboral, la razón por la que en realidad se producen estos ajustes reformativos, son los temas de justicia laboral que se tratarán ya en juzgados y estos tiene la obligación máxima constitucional de respetar los derechos humanos, incluso de tratados y convenios internacionales, en ese sentido nuestro país, no cumplía con esos conceptos merecedores.
Las políticas públicas de beneficio a la sociedad, no surgen del populismo ocurrente, sino de una estructura de congruencia que algunas veces, no tienen mucho que ver con la buena intención de los gobernantes, sino con la continuación de la lógica sistemática de lo que empezaron gobiernos anteriores que, sin distinción de color partidista, engendraron un efecto domino, sin embargo, es una parte de la globalización y del avance de criterios estandarizados en el respeto a la dignidad de las personas.
Celebremos los nuevos cambios a la actividad laboral, son producto del apuntalamiento internacional de los derechos humanos en el mundo, de las negociaciones internacionales en materia comercial proporcionados y fundadores de obligaciones gubernamentales con parámetros de dignidad humana y de justicia efectiva para la clase que mueve y le da vida a nuestra nación; esperemos que los efectos de estas reformas mantenga una constante lucha contra la corrupción y la impunidad que han imperado durante décadas, apaleando a la clase trabajadora.
