NACIONALES
Los motivos de la contramarcha

Opinión, por Iván Arrazola //
Cuando ganó en el 2018 López Obrador pensó que la gente votó por él, por su personalidad, por su larga lucha en la izquierda, por su perseverancia, pero nada más alejado de la realidad, el voto del 2018 fue un voto de hartazgo y de castigo en contra de los partidos que hasta ese momento habían gobernado México.
El anhelo de la ciudadanía de tener gobiernos más eficientes, más transparentes, más incluyentes, más honestos, eran parte de las demandas que la ciudadanía planteó en el 2018 y por eso depositó su confianza en la izquierda.
Hoy esa expectativa y esperanza ha quedado en el olvido, ante las recientes movilizaciones en torno a la defensa del INE el presidente ha decidido responder y lo ha hecho convocando a una marcha para medir el nivel de fuerza, lo hará utilizando todos los recursos públicos y humanos que desde el poder el mandatario puede utilizar.
El presidente creyó que por la votación que obtuvo y su alta popularidad podía hacer lo que quisiera, por eso planteó desde un inicio que él y nada más que él representaba un movimiento transformador, solo que su transformación la ha centrado en imponer, destruir y dañar.
Canceló la construcción de un aeropuerto y construyó uno que nadie utiliza, impone una Guardia Nacional que él cree es la mejor opción en materia de seguridad, desaparece las escuelas de tiempo completo, las estancias infantiles, el seguro popular, todo sin dar una explicación más allá del lugar común que había corrupción, lo hace porque es el presidente y tiene una mayoría en el Congreso que hace ciegamente lo que él dice.
Sin embargo, con su iniciativa de reforma al INE las cosas no han funcionado como él esperaba, en su afán transformador ha dañado a la institución limitándola presupuestalmente, el cambio que propone no tiene fundamento, alega que los consejeros actúan facciosamente pero el desempeño electoral de su partido ha sido altamente exitoso, sin ninguna interferencia por parte de la autoridad electoral.
El presidente considera que el mandato que le dio la ciudadanía le da el derecho a destruir todo lo que considera un obstáculo, pero la marcha del 13 de noviembre le dejó en claro que la ciudadanía no está dispuesta a seguir tolerando esa política de destrucción. Eso también provocó que fueran las clases medias las que principalmente se volcaran a las calles, un presidente que todos los días las critica, las tacha de hipócritas, conservadores y corruptos, tarde o temprano tenía que responder y lo hizo. Las clases medias encontraron en la iniciativa sobre el INE un punto de quiebre y una ruptura con el proyecto político que representa López Obrador.
La gente salió a manifestarse, no en la defensa de un individuo, ni de la defensa de algún privilegio de clase, ni de un partido político, como lo quiere hacer ver el presidente, las personas salieron a marchar para defender sus derechos políticos, para defender aún y con todos los problemas que puede tener el sistema electoral mexicano, el que siga funcionando con la imparcialidad que hasta el día de hoy lo ha hecho.
La movilización en las calles a favor del INE es legítima y surgió de una preocupación genuina de la ciudadanía. La reacción del presidente fue convocar a una marcha en la que estará acompañado de distintos grupos de personas: las personas que marcharán porque apoyan ciegamente al presidente y creen en sus buenas intenciones, las personas que apoyan la destrucción del régimen y están convencidos que la destrucción de las instituciones es lo que le conviene al país y los que estarán ahí por conveniencia, para mantener los privilegios obtenidos de su apoyo al régimen o para seguir recibiendo los apoyos sociales, todas esas personas marcharán a favor de una persona no de una causa.
Una marcha organizada desde el poder solo es un fiel reflejo de la desesperación que comienza a percibir el régimen, sabe que en el ánimo del país el voto de confianza depositado en el presidente se ha terminado, la demostración de fuerza que intentará dar en unas semanas solo reflejará su debilidad, que el presidente ya no tiene el control de la narrativa y que la gente ya no es ajena a lo que opina o hace el presidente y se moviliza.
El día 27 de noviembre el presidente podrá proclamarse el rey de las marchas y de la movilización, pero esa marcha carecerá de legitimidad, no surge de una demanda ciudadana, es organizada desde el poder para curar el ego herido de un líder. Los actores políticos que marchen a su lado formarán parte de una representación grotesca, del capricho y resentimiento de una persona.
Cuando se muestre la imagen del presidente ante un Zócalo repleto levantando la mano en señal de triunfo, será una imagen similar al día en que se declaró presidente legítimo, la de una persona que es incapaz de aceptar el resultado de una elección o que intenta negar una realidad, esa realidad muestra que una parte importante de la población no está de acuerdo en la forma de gobernar del presidente.
CARTÓN POLÍTICO
Edición 806: Segundo piso en López Mateos: ¿Solución rápida o error costoso?
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LAS CINCO PRINCIPALES:
Segundo piso en López Mateos: ¿Solución rápida o error costoso?
Colomos III: La batalla por el patrimonio ecológico de Jalisco
Convención Estatal de MC: Asume Mirza Flores dirigencia estatal del partido naranja
Primer informe de labores legislativas de Claudia Salas: «La gente quiere resultados, no pleitos»
ENTREVISTAS
Análisis del Primer Informe de Gobierno: «Hay rumbo en el país, pero no podemos confiarnos», Martín Romero Morett

-Por Mario Ávila
“Podemos o no estar de acuerdo con el rumbo del país, pero hay rumbo”, así lo expuso el director de la División de Economía y Sociedad del CUCEA, Martín Romero Morett, al hacer un análisis en el terreno económico, del contenido del Primer Informe de Gobierno de la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo.
Yo personalmente -dijo-, si estoy de acuerdo con ese rumbo, es decir, me gusta que se quiera, que el país siga buscando crecer con estabilidad macroeconómica y con prosperidad compartida; me gusta que se tenga un Plan de Desarrollo con una política de fomento en el que el gobierno se encargue de asegurarle al país, la alimentación, la energía y la infraestructura necesaria.
Sin embargo, planteó el investigador y académico de la Universidad de Guadalajara, que el hecho de que la presidenta haya definido el rumbo y se hayan hecho las reformas para avanzar en esa dirección, “no significa que ‘ya la hicimos’, todavía hay muchos pendientes, porque los rezagos que nos heredó el neoliberalismo son inmensos”.
A manera de ejemplo, se refirió a la política de los salarios, que, a pesar de los aumentos, siguen siendo precarios. “Los empleos, a pesar de que el desempleo sea bajo, tenemos a muchos millones trabajando en la economía informal”, expuso.
Hizo alusión también al hecho de que, pese a que los ingresos del gobierno, aunque hayan aumentado, “seguimos recaudando poco en relación con otras economías similares y requerimos una Reforma Fiscal para abatir el déficit y para seguir sosteniendo el gasto social, ayudas, mejorar la educación, la salud, y la inversión en infraestructura, en comunicaciones físicas y electrónicas y para seguir financiando el desarrollo tecnológico, producción de microcircuitos y autos eléctricos.
“Junto con la reforma fiscal, está pendiente una reforma al sector financiero, para bajarle costos al crédito y para que éste sirva a la inversión privada y pública, y se refleje en el desarrollo y en el bienestar”, planteó el académico e investigador.
En su análisis, pidió no perder de vista que vivimos momentos de incertidumbre, de cambio, de transición, a lo cual México se está tratando de ajustar lo mejor posible, “pero no es fácil con un gobierno como el de Donald Trump que presiona a México por el lado de los aranceles, pero también militarmente”.
POLÍTICA ECONÓMICA CON RESULTADOS
En su análisis sobre el manejo económico y el rumbo que lleva el país, el doctor Martín Romero Morett, aseguró que Sheinbaum Pardo presentó en el Informe, logros alineados al rumbo hacia el cual lleva al país, y enlistó algunos de ellos:
“Tenemos estabilidad macroeconómica; nuestra moneda se mantiene por debajo de los 19 pesos por dólar; la inflación anual, en julio, fue de 3.5 por ciento, la menor desde enero de 2021; los ingresos del gobierno Federal, al 31 de agosto, alcanzaron una cifra de 5 billones 952 mil millones de pesos, 8.5 por ciento mayor en términos reales que en 2024, y por encima de lo previsto en la Ley de Ingresos; los impuestos han superado en 88,165 millones lo previsto, impulsados por IVA, ISR y aranceles a importaciones; el déficit fiscal se ha reducido en más de 36% y se busca bajarlo del 5.7% del PIB en 2024 al 4% para 2026 y así se reflejará en el paquete fiscal para 2026 y la deuda pública se mantiene, al cierre de agosto, en 50 por ciento del PIB.
PROSPERIDAD COMPARTIDA CON DIVIDENDOS
Algunos de los mejores logros en el terreno de la economía, en opinión del doctor Romero Morett, están relacionados con su idea de impulsar la prosperidad compartida y por ello se tomaron decisiones importantes como el aumento al salario mínimo en el año 2025, en 12 por ciento, “lo que significa un incremento histórico en términos reales, desde el 2018, de 135 por ciento”.
Recordó que muchas de las políticas sociales iniciadas por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, han sido continuadas con Sheinbaum Pardo y han sacado de la pobreza a más de 13.5 millones de personas. De acuerdo con los datos oficiales del INEGI, del 2018 al 2024, la población en pobreza pasó de representar el 41.9 por ciento de la población, a 29.5 por ciento, el nivel más bajo desde hace por lo menos 40 años.
En el terreno de la desigualdad, también se redujo significativamente, según el análisis del catedrático de la UdeG, quien expuso que “el coeficiente de Gini, la forma de medir desigualdad pasó de 0.426 a 0.391, colocándonos, a México, como el segundo país con menor desigualdad de América, después de Canadá”.
En el análisis del contenido del Primer Informe de Gobierno de la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, Romero Morett expuso que el país se encuentra estable, “un crecimiento anual estimado de 1.2 por ciento, frente a las expectativas catastróficas; la inversión extranjera directa récord de 36 mil millones de dólares; el desempleo se ubica en 2.7 por ciento, uno de los niveles más bajos del mundo, pero los salarios siguen siendo precarios”.
LAS PROPUESTAS DE REFORMA A LAS LEYES Y CONSTITUCIÓN
En un momento específico, el entrevistado se refirió a los anuncios de presentar propuesta de reformas constitucionales y a leyes secundarias, para facilitar la conducción que se requiere del país hacia el modelo que quiere la presidenta, un país con estabilidad y con prosperidad compartida.
En concreto, el economista se refirió con mucho optimismo a las propuestas de reformas a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, que tienen como propósito, revertir una buena parte de las reformas de 2013, y recuperar a Pemex y CFE como empresas del pueblo de México.
En tanto que, en las leyes secundarias, destacó también la reforma a todas las leyes de la industria eléctrica y petrolera, para fortalecer a Pemex y a la CFE como empresas públicas, vertical y horizontalmente integradas, al servicio de la Nación y del pueblo de México.
No obstante, el doctor Romero Morett, también hizo alusión a propuestas legales, que en su opinión serán de gran trascendencia para los mexicanos, como la reforma al artículo 123 para reconocer el derecho a la vivienda a todas las personas trabajadoras; la reforma al artículo 28 para permitir servicios de internet públicos de manera directa; las reformas a los artículos 4º, 21, 41, 73, 116, 122 y 123 en favor de la igualdad sustantiva de las mujeres, el derecho a una vida libre de violencias y la eliminación de la brecha salarial y la modificación al artículo 28 para garantizar los trenes, también, operados por empresas públicas.
Se dijo optimista por el resultado que podrían dar las propuestas de reforma a los artículos 4º y 27 para garantizar los programas de Bienestar como derechos sociales constitucionales; la protección de los maíces nativos y prohibición de la siembra de maíz transgénico; la nueva Ley de Telecomunicaciones que, entre otros logros, reconoce el derecho de las audiencias y el acceso a internet y finalmente la reforma a la Ley del Infonavit, que garantiza el derecho a la vivienda.
Todas estas reformas -dijo-, se han hecho para hacer posible el nuevo modelo de país que para la presidenta sea uno, en el que sea el estado el que garantice al país la seguridad energética, alimenticia, tecnológica (internet para todos), en comunicaciones rápidas (trenes), bienestar social (vivienda y salud con 31 hospitales, 12 clínicas y 256 quirófanos a concluirse este año).
Y remató diciendo: “Se tiene un plan para impulsar un nuevo modelo de desarrollo, el Plan México, el cual tiene el objetivo de producir más para el consumo interno, sustituir importaciones, fortalecer y diversificar el comercio exterior, y fomentar la inversión pública y privada nacional y extranjera en el marco del desarrollo regional. El Estado desarrollará la infraestructura atractiva a la inversión privada como Polos de Desarrollo Económico, a la fecha, ya están en marcha 5 de los 15 polos iniciales, y 8 del Corredor Interoceánico, así como 18 de los 100 nuevos parques industriales”.
Me gusta -sentenció-, que ese Plan de Desarrollo busque reducir las importaciones chinas y bajarle al déficit comercial que tenemos con China. Podemos afirmar que la presidenta tiene claridad hacia donde quiere llevar al país, pues en su informe define el rumbo con exactitud, ella está consolidando un nuevo modelo económico que garantiza la estabilidad macroeconómica, pero impulsa la prosperidad compartida con salarios justos y programas de Bienestar, fortalece la educación, la salud y el acceso a la vivienda, promueve el desarrollo regional con inversión pública y privada nacional y extranjera, al tiempo que se gobierna con honestidad y austeridad republicana y se consolida la soberanía, la democracia y las libertades.
LA INSEGURIDAD, ASIGNATURA PENDIENTE
“Para poder evaluar objetivamente a un determinado gobierno, sea municipal, estatal o federal, tenemos que tomar en cuenta al menos cuatro diferentes formas de evaluación, expresó el doctor Andrés Valdés Zepeda, sobre el Primer Informe de Gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo.
Uno tiene que ver con lo que se prometió en campaña y lo que se está haciendo o dejando de hacer es decir resultados en el ejercicio de gobierno que para el caso del Gobierno Federal lo que se establece en el plan Nacional de desarrollo puede ser un elemento considerar.
Segundo lo que se ha hecho en anteriores administraciones ya sea administraciones del mismo partido o de partidos diferentes que gobiernan el país. Tercero lo que se hace con respecto a lo que están haciendo otras naciones otros gobiernos otros países. Y finalmente por cómo evalúa la población a partir de como la ciudadanía evalúa el desempeño de gobierno.
Si tomamos esas cuatro variables en cuenta, para evaluar un gobierno, creo que podemos encontrar en el gobierno del actual presidente, cosas positivas y cosas no tan positivas en materia económica; la situación es estable con una moneda fuerte y con pocos problemas de desempleo, con recuperación del poder económico y en el poder adquisitivo sobre todo de la clase media.
La asignatura pendiente indudablemente es el tema de la inseguridad pública, el tema de la corrupción queda no solventado, pero por una política pública creo más contundente para reducir y sobre todo castigar excesos en el ejercicio del poder público.
También podemos decir que una de las asignaturas pendientes, está en relación con el manejo más responsable de la cuestión ambiental, en muchos lugares se ha documentado excesos de destrucción de ecosistemas y daño a la naturaleza, algunas veces por obras de carácter privado, pero también incluso en algunos casos de carácter público.
La movilidad y la contaminación en las grandes ciudades, es un tema que no necesariamente corresponde de manera directa al gobierno Federal, como a los gobiernos estatales y municipales; tiene que ver con la movilidad en las macro ciudades, que es un tema no resuelto, que cada día se agrava y finalmente genera trastornos, no solo en el sentido del movimiento, de la movilidad, sino también en la contaminación en la salud de los ciudadanos.
MUNDO
El dilema mexicano: Entre Caracas, Pekín y Washington

– Opinión, por Miguel Anaya
México tiene la mala costumbre de creer que los conflictos internacionales son películas que se ven desde la butaca, con palomitas en mano y distancia segura. Pero lo que hoy ocurre en el Caribe, con barcos estadounidenses hundiendo lanchas venezolanas y un Nicolás Maduro agitando la bandera de resistencia, no es un espectáculo ajeno: es una tormenta que, tarde o temprano, alcanzará nuestras costas.
La posible intervención de Estados Unidos en Venezuela —sea directa o disfrazada de “operativo contra el narcotráfico”— nos recuerda varias cosas incómodas. La primera: que Washington sigue viendo a América como su jardín trasero, y que cuando la Casa Blanca mueve barcos y marines hacia el sur, México queda automáticamente dentro del perímetro de seguridad. No se nos pregunta si queremos, se nos asume dentro del esquema.
La segunda: que cada bomba que caiga en el Caribe traerá repercusiones en nuestras fronteras. No se necesita ser un experto en migración para imaginar lo que significaría una oleada de venezolanos huyendo de un conflicto bélico. Ya con los flujos actuales, el Estado mexicano colapsa en recursos y paciencia social; con una guerra en Sudamérica, el caos migratorio se multiplicaría. Y, como siempre, la presión no llegaría solo de los migrantes, sino de Estados Unidos exigiendo que México sea muro, policía y albergue al mismo tiempo.
El aspecto económico tampoco es menor. Si Venezuela, el país con las mayores reservas probadas de petróleo en el mundo, se incendia, el mercado energético se agita. Podría ser una oportunidad para que México venda más crudo, pero también un riesgo de volatilidad y chantaje. Estados Unidos exigiría “solidaridad energética” a cambio de no apretarnos más en otros frentes. Y mientras tanto, China, Rusia y Corea del Norte —muy juntos, muy sonrientes en el reciente desfile de Pekín— lanzarían el mensaje de que existe un bloque alternativo para quienes no se sometan al viejo orden. Un coqueteo tentador, pero peligroso, porque México no puede darse el lujo de enemistarse con su principal socio comercial y cultural.
¿Y qué papel debe jugar la presidenta Sheinbaum? Aquí es donde la película se vuelve mexicana. Sheinbaum no puede limitarse al guion tradicional de “neutralidad” y “no intervención”, fórmulas diplomáticas que sirven en conferencias de prensa, pero no en medio de una crisis migratoria, militar y energética.
México debe anticiparse: diseñar políticas de contención migratoria con dignidad y sin colapso; blindar su economía para resistir turbulencias externas; y, sobre todo, plantear una estrategia clara frente a Washington. Porque la historia nos dice que, cuando el imperio se pone nervioso, México no es invitado a opinar: es arrastrado.
El dilema es cruel, pero inevitable: si nos alineamos ciegamente con Estados Unidos, perdemos margen de soberanía; si coqueteamos demasiado con Pekín y Moscú, arriesgamos represalias inmediatas. Lo que no podemos hacer es fingir que nada pasa. Porque cuando los cañones apuntan hacia el sur y las banderas ondean en Pekín, lo que está en juego no es la geopolítica abstracta, sino nuestra seguridad, nuestras fronteras y nuestra estabilidad interna. Una situación geopolítica muy complicada que deberá resolverse.
En suma, México no tiene opción de hacerse el distraído: lo que se juega en el Caribe no es un pleito lejano entre Maduro y Trump, sino un recordatorio brutal de que la geopolítica siempre cobra factura. El estado mexicano deberá decidir si quiere ser jugador con estrategia o simple ficha movida por inercia.
Y aunque la tentación nacional sea encogerse de hombros y decir “eso es problema de ellos”, lo cierto es que cuando los cañones rugen en el sur, los migrantes caminan hacia el norte y entre tanto, el centro tiembla. Lo irónico es que México siempre quiso ser neutral; lo triste es que, en este tablero, la neutralidad es el nombre elegante de la indefensión.