MUNDO
No hay cargos por delincuencia organizada contra César Duarte, dice Eduardo Buscaglia: Podría destapar red de corrupción en mandato de EPN

(Sputnik Mundo). La detención de César Horacio Duarte Jáquez, exgobernador de Chihuahua, en Miami podría destapar una red de corrupción que involucra a exfuncionarios cercanos al Gobierno de Enrique Peña Nieto, opina el investigador Edgardo Buscaglia.
De acuerdo con el comunicado de la Oficina de Asuntos Internacionales del Departamento de Justicia de Estados Unidos, César Duarte fue detenido el 8 de julio en el estado de Florida por el Servicio de Alguaciles Federales (US Marshals Service). Los delitos que se le imputan son asociación delictuosa y peculado.
Sin embargo, en una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), que se dio a conocer en noviembre de 2018, se indica que Duarte también habría participado en el desvío de 246 millones de pesos — 11 millones de dólares — para campañas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante el año 2016.
Con lo cual, Edgardo Buscaglia, investigador de la Universidad de Columbia y presidente del Instituto de Acción Ciudadana para la Justicia y la Democracia en México, hace un llamado a amplificar los delitos que se le imputan al exgobernador de Chihuahua.
Pues según explicó, las acusaciones contra Duarte son insuficientes para impulsar un proceso jurídico por delincuencia organizada a través del cual se pueda señalar la participación de otras personas en estos actos de corrupción.
«Los MP [Ministerios Públicos], la Fiscalía General de la República [FGR] y la Fiscalía de Chihuahua deberían coordinar (…) e impulsar las causas por delitos del fuero común (…) de la vida federativa de Chihuahua y, el Gobierno Federal debería tipificar delincuencia organizada y los delitos precedentes», detalló para Sputnik.
Por otro lado, expresó que, en caso de que se lleve a cabo un proceso que coordine a las diferentes instancias de seguridad del país, las investigaciones podrían apuntar hacia delitos más graves como: lavado de dinero y delincuencia organizada.
«Entonces a través de la causa por lavado de dinero que se le imputaría a la red que rodeaba a César Duarte (…) porque estos son delitos en red, no son delitos individuales. Una causa por lavado de dinero investiga todos los vínculos entre los miembros de una organización criminal para acreditar estas relaciones y conocer la estructura, el organigrama de esa red criminal que está formada por políticos, empresas privadas y a veces pantallas de sociedad civil que usan para canalizar dinero», indicó.
LOS OTROS ACTORES EN LOS DELITOS DE DUARTE
El expediente delictivo de Duarte data de 2017, cuando el actual gobernador de Chihuahua, Javier Corral diera a conocer que se había girado una orden de aprehensión contra el exgobernador de la entidad por el delito de peculado.
Días después, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) solicitó a la Organización Internacional de Policía Criminal, la emisión de una ficha roja contra César Duarte Jáquez por delitos asociados a actos de corrupción.
No obstante, el reporte elaborado por MCCI habla de un desvío de alrededor de 650 millones de pesos (29 millones de dólares) en el que no solo participó Duarte Jáquez, sino también autoridades de otros seis estados y doce empresas fantasma.
Ante este panorama, Buscaglia insiste en que el sistema de justicia mexicana tiene que transitar hacia la ampliación del rango de tipificaciones penales que trasciendan la condena a un solo individuo por actos de corrupción como enriquecimiento ilícito.
«Tiene que ir mucho más allá de eso porque si uno individualiza la tipificación penal en una sola persona física —César Duarte—, te pierdes a toda la red de empresas, de personas físicas y morales, que lucraron a través de esta red criminal. Entonces, por eso te tienes que ir al mismo tiempo por toda la red criminal a través de la tipificación federal por delincuencia organizada», indicó.
En tanto, el expediente de MCCI evidencia que en el desvío de los 650 millones de pesos participaron autoridades de Chihuahua (246 millones), Durango (230,4 millones), Sonora (140,5 millones), Morelos (16,4 millones), Colima (15,14 millones), Estado de México (488.900) y Ciudad de México (300.000).
A la investigación también se agregó la declaración de Ricardo Yáñez, exsecretario de educación de Chihuahua, quien manifestó que en el desvío de recursos públicos también participaron la Secretaría de Hacienda federal —que estaba a cargo de Luis Videgaray— y Manlio Fabio Beltrones —miembro del PRI—.
Por lo cual, el investigador senior de la Universidad de Columbia apunta que una línea de investigación en el caso Duarte podría ir orientada a inspeccionar la red de distribución de «dineros sucios» que circuló en las campañas del PRI durante el mandato de Enrique Peña Nieto.
«Entonces, no me llamaría la atención que, si hay una investigación bien hecha por primera vez en la historia de México, lleguemos a esa red criminal que por ahí toca al círculo presidencial de Peña Nieto. Quizá no, habría que ver», opinó.
Pero por el momento, hizo hincapié en que las imputaciones a César Duarte tienen que ir dirigidas hacia la red de personas y empresas que participaron en el desvío de recursos. Pues de no ser así, «lamentablemente va a terminar como el caso de Elba Esther Gordillo y se les va a caer».
JALISCO
Lleva Ballet Folclórico de Guadalajara cultura y tradición a Estados Unidos

– Por Mario Ávila
El Ballet Folclórico de Guadalajara se presentó en el Rosemont Theatre de Chicago, en el evento estelar de la Segunda Ruta de la Gira Internacional 2025, México en el Corazón.
Los bailarines tapatíos compartieron escenario con el Mariachi Estelar de México en el Corazón y la Banda Orquesta Colores, y presentaron estampas, música y canciones de Guanajuato, Yucatán y Jalisco ante los más de 4 mil 400 asistentes.
Este espectáculo se realiza anualmente e incluye al Mariachi Estelar como uno de sus principales artistas, junto con el Ballet Folclórico Guadalajara y la Banda Orquesta Colores.
Participaron en el evento Sergio Suárez, presidente de NAIMA (North American Institute for Mexican Advancement); Ron Serpico, alcalde de Melrose Park; Susana Mendoza de Illinois Comptroller; Reyna Torres, cónsul general de México en Chicago; Andrea Blanco, coordinadora del Gabinete Social del Gobierno de Jalisco; y Manuel Romo, secretario de Gobierno del Gobierno de Guadalajara.
Esta es la segunda parada de la ruta de México en el corazón, la primera fue en la Ciudad de Sioux City, en Iowa en donde se presentó por primera vez, y más de mil personas asistieron a disfrutar de este espectáculo.
La gira continuará por el Medio Oeste, Sur y la Costa Este de los Estados Unidos.
Para fechas y ciudades entrar en este sitio web: http://www.mexicoenelcorazon.org
CARTÓN POLÍTICO
Edición 805: Entrevista a Mirza Flores: «La silla del poder es prestada; no olvidemos de dónde venimos»
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LAS CINCO PRINCIPALES:
Arranca el Sistema Estatal de Participación Ciudadana en Jalisco
La corrupción urbanística: Valle de los Molinos y Colomos III
MUNDO
La tradición del saqueo: Naturaleza depredadora del poder imperial

– Actualidad, por Alberto Gómez R.
(Parte 1) A lo largo de la historia de la humanidad, el poder económico de los grandes imperios se ha construido frecuentemente sobre pilares tan sombríos como la guerra, el saqueo sistemático y el sometimiento de pueblos enteros.
Este patrón de comportamiento, visible desde los primeros imperios de la antigüedad hasta las potencias contemporáneas, revela una lógica de acumulación basada en la extracción violenta de recursos más que en la productividad o la innovación endógena.
El historiador económico Douglas North, citado en uno de los documentos analizados, señalaba que los imperios antiguos establecían sistemas burocráticos sofisticados que permitían la expropiación sistemática de excedentes de las regiones conquistadas.
En el mundo actual, Estados Unidos representa la última encarnación de este impulso imperial, aunque sus métodos hayan evolucionado hacia formas más sofisticadas de dominación económica y militar.
Como se advierte en el panorama actual, esta potencia estaría experimentando un rápido declive relativo en el escenario global, lo que intensificaría sus comportamientos depredadores hacia naciones ricas en recursos que se resisten a someterse a su hegemonía.
Venezuela, con las mayores reservas petroleras certificadas del planeta, se encontraría en la mira de este mecanismo de saqueo contemporáneo, al igual que lo estuvieron Irak, Libia y Siria en las últimas décadas, solo por citar algunos ejemplos.
LOS CIMIENTOS HISTÓRICOS DEL SAQUEO IMPERIAL
Los primeros grandes imperios de la historia establecieron las bases de lo que sería una larga tradición de explotación económica mediante la conquista. En Mesopotamia, Egipto, China y la India, surgieron estructuras estatales centralizadas que «legislaban, impartían justicia y ejecutaban sobre un extenso territorio que agrupaba a muchas ciudades» (eumed.net).
Estos imperios perfeccionaron sistemas de extracción de riqueza mediante tributos, esclavitud y control de las rutas comerciales.
El Imperio de Alejandro Magno ofrece un ejemplo temprano de cómo la conquista militar servía como vehículo para la acumulación de riqueza. Como se describe en los documentos, Alejandro y sus falanges macedonias conquistaron todo el Imperio persa en tan sólo ocho años, apoderándose de inmensos tesoros y estableciendo un sistema de control sobre territorios que se extendían hasta la India. Patrón similar exhibiría el Imperio Romano, que transformó el Mediterráneo en su «Mare nostrum» y extrajo recursos de todos los territorios conquistados, desde las minas de plata hispanas hasta los graneros egipcios.
Con la era de los descubrimientos, las potencias europeas perfeccionaron el arte del saqueo imperial a escala global. España y Portugal inauguraron lo que podría considerarse el primer «imperio global» de la historia: «por primera vez un imperio abarcaba posesiones en todos los continentes del mundo» (eumed.net).
El flujo de metales preciosos desde América hacia Europa financió las guerras y el desarrollo económico europeo durante siglos, a costa del exterminio y la explotación de poblaciones indígenas.
El Imperio británico llevaría este modelo a su máxima expresión, estableciendo una red global de colonias y territorios controlados que proveían de recursos naturales y mercados cautivos a la metrópoli. El comercio de esclavos, la extracción de recursos en condiciones de cuasi-esclavitud y la destrucción de industrias locales competitivas fueron algunas de las estrategias empleadas para consolidar su hegemonía económica.
ESTADOS UNIDOS, LA SUPERPOTENCIA DEPREDADORA
Estados Unidos emergió como potencia global practicando una versión modernizada del juego imperial tradicional. Bajo la Doctrina Monroe y su corolario Roosevelt, se autoproclamó potencia hegemónica en América Latina y el Caribe, interviniendo militarmente en múltiples ocasiones para proteger sus intereses económicos. La diplomacia de las cañoneras y las intervenciones directas aseguraban el acceso a mercados, recursos y rutas comerciales estratégicas.
Tras la Segunda Guerra Mundial, con las potencias europeas debilitadas, Estados Unidos ascendió a la condición de superpotencia global, rol que se consolidaría tras el colapso de la Unión Soviética.
Como se señala en uno de los documentos, «después de que se desintegrase la Unión Soviética a principios de 1990, Estados Unidos quedó como la única superpotencia restante de la Guerra Fría». Esta posición hegemónica le permitió moldear las instituciones internacionales a su medida y establecer un sistema económico global que privilegiara sus intereses.
La economía estadounidense se ha vuelto profundamente dependiente de lo que el presidente Eisenhower denominó el «complejo militar-industrial». Con un presupuesto militar que supera al de los siguientes diez países combinados, Estados Unidos ha convertido la guerra en un negocio extraordinariamente lucrativo para sus corporaciones de defensa.
Como se documenta en uno de los artículos revisados, la administración Biden ha solicitado al Congreso «842 mil millones de dólares para el Pentágono en el año presupuestario 2024», lo que representa «la solicitud más grande desde el pico de las guerras de Irak y Afganistán» (france24.com).
Este apetito insaciable por el gasto militar requiere enemigos externos y conflictos perpetuos, creando un círculo vicioso de intervencionismo que justifique tales desembolsos. Los resultados son visibles en las sucesivas guerras e intervenciones que han marcado las últimas décadas, desde Vietnam hasta Afganistán, pasando por Irak, Libia y Siria.
EL SAQUEO CONTEMPORÁNEO
La invasión de Panamá en 1989 constituye un ejemplo paradigmático de cómo Estados Unidos utiliza pretextos para justificar intervenciones militares que persiguen objetivos geoeconómicos estratégicos. Como se documenta extensamente en varios de los materiales consultados, la llamada «Operación Causa Justa» fue oficialmente justificada como una medida necesaria para detener el narcotráfico y defender la democracia.
El general Manuel Antonio Noriega, quien había sido durante años un aliado útil para Washington y colaborador de la CIA, fue convertido de pronto en enemigo público número uno. Como se describe en los documentos, Noriega «había sido aliado clave de Estados Unidos durante el final de la Guerra Fría, trabajando como agente de la CIA, al tiempo que tejía vínculos con el narcotráfico» (elnacional.com). Cuando dejó de ser funcional a los intereses estadounidenses, fue acusado de narcotráfico y derrocado mediante una invasión militar que causó entre 500 y 4 mil víctimas panameñas, según distintas fuentes.
El verdadero objetivo de la invasión, sin embargo, habría sido asegurar el control estratégico del Canal de Panamá en vísperas de su traspaso completo a soberanía panameña, previsto para el año 2000 según los Tratados Torrijos-Carter de 1977. Como se señala en uno de los documentos, estos tratados «condicionaba la defensa del canal de manera conjunta, a través de un tratado adicional, dando la posibilidad de intervenir militarmente en Panamá si la operación del canal se viese comprometida».
La invasión aseguró que, aunque panameño en papel, el canal permaneciera bajo control efectivo estadounidense.
Continuará…