NACIONALES
Podredumbre legislativa
Desde los Campos del Poder, por Benjamín Mora Gómez //
La 4T y cualquier gobierno de izquierda populista saben que solo en la pobreza del pueblo pueden permanecer en el poder. Así lo hizo Hugo Chávez y hace Nicolás Maduro en Venezuela; lo hicieron los hermanos Fidel y Raúl Castro y hace Miguel Díaz-Canel en Cuba, y lo hizo Andrés Manuel López Obrador y continúa Claudia Sheinbaum en México. Ellos son quienes ponen los grilletes de la pobreza a millones de seres en desgracia.
Por sexenios, nuestros presidentes fueron omisos y permisivos ante los grandes -y pequeños- carteles de la droga, el secuestro y los derechos de piso, aunque jamás como lo fue Andrés Manuel López Obrador; por su parte, los presidentes norteamericanos nos dejaron perder nuestro rumbo y legalidad pues nosotros no éramos ni somos sus niños en casa ajena.
Hoy día, México ha mejorado en su combate contra los cárteles de la droga tras las amenazas arancelarias de Donald Trump, y él nos lo ha cantado en la cara. Me duele reconocerlo, pero es verdad. Otro nos impuso un alto y su voluntad, y empezamos a mejorar, más calladitos y bonitos.
El gobierno norteamericano de Donald Trump, con motivo de la evaluación anual de amenazas en la comunidad se centró en los cárteles de la droga, señalando que aquellos “ponen en peligro la salud y la seguridad de millones de norteamericanos y contribuyen a la inestabilidad regional”. Vale fijar nuestra atención en el fondo de tal declaración, trasladándola a México: “Los cárteles de la droga ponen en peligro la salud y la seguridad de millones de mexicanos y contribuyen a la instabilidad de estados y amplias regiones del país; por ello, no deben ser tratados como ‘seres humanos comunes’ tal cuál lo hizo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador”. Son los malos de nuestra aventura nacional y debe dejárseles sin aliento.
El gobierno norteamericano ha ido más allá al señalar que tales organizaciones criminales, con sede en México, “están intensificando los ataques letales […] con sus rivales y las fuerzas de seguridad mexicanas utilizando artefactos explosivos improvisados, incluidos minas terrestres, morteros y granadas”. A estos sujetos, AMLO los defendió, cuidó y alentó al visitarlos en los territorios a ellos cedidos en estados como Sinaloa o Tamaulipas. Por ello, debe considerársele, a López Obrador, como parte de tales grupos de criminales. Que quede claro, México no se liberará de aquellos criminales mientras el expresidente López Obrador no sea detenido y entregado a juicio en Estados Unidos. Claudia Sheinbaum seguirá sin gobernar mientras no se liberé de ese lastre de corrupción.
Leí que “los grandes movimientos sociales surgen cuando las mentes brillantes se cansan de ser dominados por ignorantes”. Por sexenios, hubo quienes levantaron su voz de denuncia ante el creciente poderío de los cárteles del delito, pero los gobiernos en turno se inventaron una y mis excusas para no detenerlos; llegué a escuchar, dentro de los gobiernos federal y estatales, que el propio secretario de la Defensa Nacional cobraba su tolerancia y permisividad. No sé qué tan ciertas fueron tales afirmaciones, pero, sin duda, hubo negligencia, y mucho ha estado mal en el Estado mexicano.
Sí, sin duda, Andrés Manuel López Obrador es culpable de todos los narco-negocios en su mandato y toda la macro corrupción dentro de su gobierno.
La vida nos muestra nuestras vergüenzas públicas a diario. Recién asistimos a la más vergonzante muestra de la pobreza de alma e indignidad de diputados federales. Diputados de Morena y sus aliados del Verde y el PT, junto a diputados y diputadas del Revolucionario Institucional, salvaron al diputado Cuauhtémoc Blanco de ser llevado a juicio por posibles delitos sexuales en contra de diversas mujeres; vaya vergüenza y podredumbre de legisladores.
No se trataba de condenar a Blanco sino de permitir aclarar acusaciones de mujeres dolidas; pero en el México salvaje del poder abusivo, los maleantes se protegen unos a otros, unas a otras. Se perdió la oportunidad de escuchar el dolor de mujeres ofendidas y de “limpiar el buen nombre” de un exgobernador muy mediocre. En el mes de marzo, el mes de la mujer, se callaron las voces de mujeres ofendidas… quizá por ello, el 8 de marzo sigue siendo tan enrabiado. Se pudo escribir mejor la historia de esta legislatura, pero quedó manchada de podredumbre y servilismo.
Por desgracia, seguimos siendo una nación sujeta a hombres y mujeres de muy baja ralea en cuestiones del poder político.
