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MUNDO

Recuento de un año de relaciones entre EUA y México: La sacudida que provoca la detención de Genaro García Luna

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Por Jorge López-Portillo Basave //

Después de leer los informes de inteligencia, el embajador de EUA pudo constatar que en México la corrupción está infiltrada en todas y cada una de nuestras instituciones. Como dijo la periodista Anabel Hernández, “en más del 99%”.

EL RECUENTO

Los últimos 12 días son emblemáticos en la relación con nuestro vecino del norte. Recién desembarcado de su gira “gastronómica” por Jalisco y en un maratón de acontecimientos, el embajador tuvo noticias de la salida de Evo Morales con destino a Cuba, quien ni adiós dijo –al menos no se supo-.

Desde hace muchos años, el ex mandatario boliviano ha sido señalado por Estados Unidos como “facilitador y protector” del tráfico de drogas, acusaciones que no han sido probadas públicamente y que el propio boliviano ha descalificado desde 2008, año en que se distanciaron las relaciones entre el entonces presidente de la nación andina y el Gobierno de Washington; esto empeoró en el 2011 cuando en Panamá fuera detenido el general Sanabria, funcionario de muy alto nivel del gobierno boliviano de Morales y encargado de la lucha contra el tráfico de drogas, algo así como el caso del General Gutiérrez Rebollo con Zedillo, o del ingeniero.

El ingeniero García Luna hizo lo mismo en los gobiernos de Fox y Calderón, pero ya regresaremos otro día al caso Bolivia y sus extraños paralelismos con México. Sólo he de decir que a Evo no le fue mejor con los demócratas que con los republicanos y que hay opiniones encontradas acerca de sus efectos en Bolivia.

Recordemos que la salida del ex presidente boliviano “coincidió” con el anuncio de Trump con respecto a los cárteles mexicanos de la droga, a quienes estaba a punto de declarar como “organizaciones terroristas”, lo que aterró a muchos políticos y empresarios mexicanos, nacionales y locales…¿porqué será?

El propio mandatario de EUA, insinuó que dicha declaratoria fue ‘pospuesta’ para dar tiempo a la nueva administración del Presidente AMLO, en mostrar mejores resultados en la famosa lucha contra las drogas, el tráfico de personas, el lavado de dinero y claro, la corrupción. En el mismo contexto, el diplomático gabacho recibió a su amigo William Barr, fiscal general de EUA, a quien acompañó a la reunión de alto nivel con el presidente de México y diversos secretarios e integrantes del gabinete federal.

En dicha reunión se habló de la necesidad de llevar ante la justicia -¿americana, tal vez?- a los integrantes de las organizaciones criminales transfronterizas, señalándolas como un problema común que debían atender de manera prioritaria para disminuir el tráfico de drogas, el lavado de dinero, el tráfico de armas y de personas.

Cómo estarán las cosas, que además de visitar Palacio Nacional, el embajador llevó al fiscal Barr a visitar a la Virgen de Guadalupe, a la que encomendaron su misión en México. ¿Será que tan mal estamos? ¿O fueron a ver a la “morenita linda” del Tepeyac porque se hartó de ver a la gran cantidad de rateros con cargo público, quienes desde la impunidad del gobierno obligan a millones de sus fieles a emigrar a EUA o a vivir con miedo por las calles de nuestras hermosas ciudades?

POR FIN ACUERDO DEL T-MEC

Con la nueva semana llegaban las noticias del acuerdo final –ahora sí es el bueno, dicen-, del T-MEC, hecho que hace 12 meses también habían festejado el ex presidente EPN y su entonces Srio. de Economía, pero que fue demorado por los demócratas hasta que se les dio una parte más de lo que ya habían obtenido los republicanos. Hay que tener cuidado con lo que se pide, porque en México muchos festejaron que los republicanos perdieran la mayoría de la Cámara Baja durante las elecciones intermedias del 2018 y gracias a eso llevamos todo el 2019 esperando la dichosa ratificación del T-MEC en el Congreso de EUA. Nosotros lo ratificaremos –de nuevo- “fast track”.

En ese sentido, hemos de recordar que la enmienda al tratado fue originada por presiones de los sectores sindicales estadounidenses, que aún ven a México como un paraíso del empleo informal y de los abusos laborales; naturalmente, dichas reformas generaron críticas y aplausos. Aún no nos habíamos terminado de poner de acuerdo en el reparto de insultos entre los empresarios fifís y los chairos con relación a las reformas del multicitado tratado, cuando…

GENARO GARCÍA LUNA

Desde EUA vía twitter, nos informaron que habían detenido -obvio allá- a Genaro García Luna por presuntos delitos de lavado de dinero y tráfico de drogas. La tinta de la orden de aprehensión se había secado unas horas antes de que el fiscal deneral de EEUU nos dijese que había que llevar a la justicia a los corruptos que protegían a los cárteles, cinco días después fue detenido el ex secretario mexicano; ante la sorpresa -o el susto-, en México también le abrieron carpetas de investigación y congelaron cuentas bancarias para demostrar que aquí ya estábamos siguiéndole la pista.

Mientras tanto el embajador se trasladó a Washington y nos recordaba desde allá la importante festividad del Día de la Guadalupana, misma que por su viaje repentino se tendría que perder. De verdad que Christopher Landau nos promueve a nivel mundial mucho mejor que muchos de nuestros propios connacionales con sus cargos y quemadas oficiales.

En su tierra Landau retomará la plática que tuvo en CDMX con el fiscal general y ex integrante de la CIA, quien fuera hace más de 20 años su primer jefe cuando el ahora diplomático recién había egresado de la Escuela de Leyes de Harvard; podrá charlar de lo importante que es el acceso a información vía las agencias de inteligencia para seguir la pista a los protectores de los cárteles y las implicaciones y ramificaciones que tiene la detención del ex secretario García Luna.

Obviamente y por el momento la cooperación de las autoridades mexicanas será absoluta; podríamos apostar que en unos días se sujetarán a proceso en México a personas cercanas al ex secretario, como lo fue en Bolivia después de la detención de Sanabria, para evitar más fugas de información o para aplicar la ley, usted juzgue por qué sería.

El embajador está al frente de la representación diplomática más grande de Estados Unidos en el mundo; así como usted lo escucha, de todas las representaciones que tienen los estadounidenses en los distintos países del mund, la que está en la República Mexicana es la más numerosa y modestia aparte, una de las más importantes.

Como usted sabe, en nuestro país operan formalmente múltiples agencias del gobierno de EUA, lo hacen a través de la red consular más grande de dicho país en el mundo. Existen 19 oficinas formales en igual número de estados de la República, es decir casi en el 60% de las entidades de la federación; lo mismo apoyan en visados que en la capacitación de inteligencia policiaca o militar.

A esto se suma una cantidad no pública, de investigadores e inspectores encubiertos que actúan como apoyo logístico en diversas operaciones de inteligencia. Es decir -los extraoficiales- ayudan a los mexicanos de distintas corporaciones policiacas o fiscales para hacer la chamba, que de otra manera se demora años por corrupción, principalmente, hecho que no pasa desapercibido para el secretario de Estado de EUA quien también es ex director de la CIA.

Opacado por los sucesos del T-MEC y de García Luna, como broma de mal gusto, el día de la firma de nuevo texto, En Carolina del Norte se detuvo a hispano por conducir de forma imprudente un camión cargado con carne de puerco rumbo a México, el problema fue que las carnes estaban empacadas con tres millones de dólares en efectivo, mismos que tenían olor a droga según se pudo confirmar por la ayuda de los canes que acudieron a la inspección.

Así en menos de una semana y mientras el embajador subía fotos del calendario Azteca junto a las de una guía de “Aztacos”, nuestros 3 connacionales nos pusieron muy en alto desde Argentina, Texas y Carolina del Norte.

«Dime cuánto tienes y te diré quien eres»

Entre exportaciones, turismo y remesas, recibimos desde EUA casi 500 mil millones de dólares anuales, esto sin contar los recursos del narcotráfico que son difíciles de valorar, pero que según algunos atrevidos especialistas, superan a los ingresos por remesas, turismo o petróleo. Según la ONU los ingresos de los cárteles, supera los 600 mil millones de dólares anuales. Sólo en un año, las agencias gabachas detuvieron 400 millones de dólares ocultos en vehículos con destino a México.

México y Jalisco en lo particular, tenemos un gran potencial para exportar agro-alimentos orgánicos de valor agregado, la oportunidad es evidente, nosotros los particulares y el gobierno debemos actuar en limpiar nuestras instituciones y encaminar a nuestros jóvenes por un camino que distinto al de la corrupción, el robo o la estafa.

Finalmente y como posible regalo para el 2020, Estados Unidos estará analizando una posible amnistía que beneficiaría a varios millones de mexicanos quienes desde la administración de Clinton no han podido regularizar sus documentos migratorios en dicho país; de darse esta ley, se repetiría la historia otorgándoles la residencia legal durante un gobierno republicano a los que tradicionalmente se identifican con los demócratas, promesa que no cumplió el muy popular Barack Obama.

A unos días de celebrar la Navidad, aprovecho la oportunidad para desearles de corazón a todos aquellos que han hecho el favor de leer esta columna y a este medio quien da la oportunidad de llegar hasta usted, muchas felicidades hoy y siempre, recordando que las dificultades no pueden ser más que nuestra fe y voluntad de salir adelante.

Para cualquier comentario, agradezco me contacte a columnadeopionionjlpb@gmail.com

¡FELIZ NAVIDAD y QUE DIOS NOS BENDIGA!

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El nacionalismo de Donald Trump: ¿Una solución o un riesgo?

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Opinión, por Samantha Contreras Guerrero //

La victoria de Donald Trump, basada en un mensaje de fuerte nacionalismo, marca un cambio que impactará tanto a Estados Unidos como al resto del mundo. Sus promesas de traer empleos de vuelta y proteger la economía estadounidense responden al descontento de muchos de sus votantes.

Su idea de “América Primero” busca hacer que Estados Unidos sea más independiente y fuerte, pero en un mundo tan conectado, esta visión enfrenta muchos retos y posibles problemas.

Para los estadounidenses, en un mercado donde casi todo se produce a través de cadenas internacionales, enfocarse en lo nacional podría hacer que los precios aumenten y haya menos opciones para los consumidores. Este tipo de enfoque proteccionista no solo implica costos altos para las empresas, sino que podría dar una falsa idea de seguridad económica, ya que el crecimiento estaría limitado solo al mercado interno, dejando de lado oportunidades con otros países.

En el ámbito internacional, el enfoque nacionalista de Estados Unidos genera preocupación entre sus aliados. Países como México, que dependen en gran medida del comercio y la inversión estadounidense, ven en riesgo la posibilidad de mantener relaciones estables e igualitarias.

El decremento en sectores como el nearshoring —donde América Latina ha visto una oportunidad de crecimiento— podrían ser afectados con este tipo de políticas. Además, al alejarse de acuerdos internacionales, Estados Unidos podría debilitar el sistema de cooperación global, necesario para enfrentar problemas complejos como el conflicto en Oriente Medio o la crisis climática.

La gran pregunta es si este regreso al proteccionismo es una solución real a los problemas económicos actuales. La inflación y la desigualdad están en aumento en todo el mundo, y Estados Unidos no es la excepción. En lugar de cerrarse, podría beneficiarse de una política que tome en cuenta las necesidades de todos sus sectores, buscando reducir las diferencias internas como la acumulación de riquezas, sin renunciar a los beneficios del comercio global.

El nacionalismo de Trump es una reacción a los problemas de un sistema económico que ha dejado atrás a muchas personas en Estados Unidos. Sin embargo, en un mundo hiperconectado, el aislamiento no puede evitar generar preocupación. Aunque la intención de proteger a los ciudadanos es válida, esta ideología corre el riesgo de afectar a largo plazo a aquellos mismos sectores que busca ayudar, reduciendo la capacidad de Estados Unidos para influir y crecer en la economía global.

E-mail: samcg2002@gmail.com

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MUNDO

Querámoslo o no, Donald Trump ha vuelto

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Desde los campos del poder, por Benjamín Mora Gómez //

Lo recuerdo, era mi cumpleaños 20 y también domingo, y corría el año de 1973, y mi padre me regalaba “El Gran Gatsby”, la muy apasionante novela de F. Scott Fitzgerald, dos de sus ejes contenidos me cautivaron: La alienación y el impulso de Jay Gatsby por sentirse aceptado por una alta sociedad segregante, aun y a pesar de ser inmensamente rico, realidad que quizá se expresa más claramente en una frase de la obra: “La vida es una lucha de apariencias, una lucha de lograr y de tener más de lo que uno merece”.

Donald Trump es un claro ejemplo, muy actual y presente en el mundo, de la fuerza del impulso de tenerlo todo: Poder económico y poder político. Donal Trump está entre los hombres más ricos de Estados Unidos, y fue el 45º y será el 47º presidente de aquella nación.

Donald, quien perdió en 2020 ante Joe Biden al buscar reelegirse como presidente de Estados Unidos, cuatro años después descarriló a Biden en su también anhelada reelección, obligándolo a abandonar la carrera presidencial, y derrotó ampliamente a Kamala Harris, la relevo en el Partido Demócrata.

Donald Trump ha vuelto al poder más fuerte de lo jamás imaginado para cumplir con sus planes de preeminencia y grandeza norteamericana e imponer su visión conservadora de Estados Unidos ante sí mismo y ante el mundo. Trump es un hombre transparente; jamás deja nada a la imaginación y dudas de sus seguidores y detractores. Así, por ejemplo, para él, la Teoría de Género tiene los días contados en EEUU y sus promotores sabrán que tienen ante sí a su peor pesadilla.

El presidente Donald Trump, a partir del 20 de enero próximo, actuará con todo el poder para poner orden en su frontera con México en dos temas fundamentales, las acciones de los cárteles de la droga, declarándolos terroristas, y el tráfico humano, ambos vistos como gravísimas omisiones del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Marco Rubio, próximo secretario de Estado norteamericano, lo ha acusado públicamente, y nos lo recordará todos los días. Rubio es de palabra dura y mano aún más dura. Para Trump y Rubio los narcotraficantes son terroristas y los perseguirá con toda la fuerza del Estado norteamericano.

La esperanza nunca debería sustentarse en la venganza. No entiendo a quiénes cifran la satisfacción de su venganza hacia López Obrador en Marco Rubio. Sea cual fuere el resultado de la dureza del nuevo secretario de Estado norteamericano, es mi deseo que México vuelva, de mutuo propio, al orden y la paz, y que el gobierno y el congreso mexicanos no nos convoquen a rasgarnos las vestiduras ante las exigencias norteamericanas. Son justas.

En México, muchos de quienes estaban a favor de Kamala Harris, hoy se muestran muy a favor de Donald Trump. Su nacionalismo se mantiene muy firme; sin embargo, aceptan que ya es tiempo de poner en orden las cosas en México pues el estado mexicano, sin duda, está doblegado y resquebrajado ante los cárteles de la droga. Claudia Sheinbaum no ha demostrado estar dispuesta a cumplir a cabalidad con su mandato presidencial en materia de seguridad a pesar de los buenos oficios de Omar García Harfuch pues, peor, no desea tomar el mando que aun detenta López Obrador.

Sheinbaum deberá entender que solo tiene de dos sopas, o se arma de valor ante los cárteles y los traficantes de gente y los combate con toda la fuerza del Estado mexicano, o los gringos cumplirán con esa su obligación constitucional, interviniendo aun en nuestro territorio. Que de nada le valdrán las bravatas de Marcelo Ebrard en materia económica ante los gobiernos norteamericano y canadiense.

Que esto nos es pleito entre escolapios en donde uno echará al otro a su padre que es bombero y lo mojará con su manguera, y el otro a su padre que es policía y lo llevará a la cárcel. Que en cosas de gobierno se actúa conforme a la ley y se cumple con los tratados internacionales. Que Naciones Unidas tiene un centro en contra del terrorismo que a México obliga.

Un adelanto de la presión internacional que el gobierno de México enfrentará en los años próximos ya lo recibimos en esta semana. La calificadora Moody’s cambió de estable a negativa la perspectiva económica de México por el debilitamiento de nuestro Estado de derecho por la reforma judicial y el deteriorado entorno institucional gubernamental, el esperado aumento en el costo de la deuda internacional de México y la mayor rigidez del gasto público, que podrían socavar nuestros resultados fiscales y económicos.

Tanto Moody’s, como los principales analistas de los futuros económicos en el mundo, coinciden en calificar como de muy alto riesgo la reciente reforma aprobada por Morena, PT y Verde al Poder Judicial. Sheinbaum, obedeciendo a López Obrador, ha decidido alterar los controles y equilibrios del poder político y económico en México, y eso se le, se nos, cobrará muy caro.

Quiero invitarte a pensar en que Trump no está para salvarnos, ni Rubio para vengarnos. Ellos tienen sus tareas más allá del Rio Bravo. De este lado, todo depende de nosotros. Vamos, ni Sheinbaum hará nada para salvarnos; a ella solo le interesa obedecer a López.

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MUNDO

En riesgo la hegemonía estadounidense: El retorno de Donald Trump; retos económicos y sociales

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Actualidad, por Alberto Gómez R. //

En los últimos cuatro años, la economía y la cohesión social de Estados Unidos han enfrentado un deterioro significativo, marcando uno de los periodos más complicados en su historia reciente.

La administración de Joe Biden, aunque intentó implementar políticas para estimular la recuperación tras la pandemia de COVID-19, dejó profundas brechas económicas y sociales que ahora desafían al presidente electo Donald Trump. Con un escenario global en transformación y un entorno interno polarizado, Estados Unidos se encuentra en un momento crítico de redefinición de su papel como potencia mundial.

LA ECONOMÍA BAJO LA ADMINISTRACIÓN DE BIDEN

La inflación se convirtió en uno de los mayores retos durante la administración Biden. La epidemia de Covid-19 dejó tras de sí trastornos económicos; en junio de 2022, la inflación alcanzó un pico histórico del 9.1%, las tasas más altas que los estadounidenses han experimentado en 40 años, según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) lo que, por supuesto, en la práctica suponía un recorte salarial. La explosión del gasto militar para apoyar las guerras en Ucrania y Gaza también ha alimentado la inflación.

Como resultado, el nivel de vida de las y los trabajadores estadounidenses ha disminuido bajo la administración Biden, mientras que el auge del mercado de valores ha ayudado a las y los estadounidenses más ricos a hacerlo bastante bien. Este fenómeno, impulsado por interrupciones en las cadenas de suministro globales, estímulos fiscales masivos y el aumento de los precios de la energía, erosionó el poder adquisitivo de las familias estadounidenses. Aunque las medidas de la Reserva Federal lograron reducir la inflación a un 3.7% al cierre de 2024, esta cifra seguía por encima del objetivo del 2%, lo que refleja un entorno económico aún frágil.

El aumento del costo de vida se manifestó en productos esenciales. Según la Administración de Información Energética (EIA), el precio promedio de la gasolina aumentó un 40% entre 2020 y 2024. Asimismo, los alimentos básicos experimentaron un incremento promedio del 25%, afectando especialmente a las familias de ingresos medios y bajos. Esta situación exacerbó la desigualdad, ya que los salarios reales apenas crecieron un 3% durante el mismo periodo, según el Economic Policy Institute.

DÉFICIT FISCAL Y DEUDA PÚBLICA

El déficit fiscal alcanzó los $1.7 billones en 2024, mientras que la deuda pública superó los $36 billones, según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), un incremento alarmante respecto a los $27 billones reportados al inicio de la administración Biden. Este nivel de endeudamiento, alimentado por programas de estímulo económico y políticas de infraestructura, limita la capacidad del gobierno para responder a futuras crisis económicas. Además, el creciente costo del servicio de la deuda, derivado del aumento de las tasas de interés, se ha convertido en una carga significativa para el presupuesto federal.

La brecha económica continuó ampliándose durante la administración Biden. El 1% más rico de la población concentró el 38% de la riqueza total en 2023, mientras que los sectores más vulnerables enfrentaron mayores dificultades para acceder a empleos estables, y apenas aumentaron un 4% en términos reales, según un informe de la Oficina del Censo. Según el Departamento de Trabajo, el empleo precario representó el 30% de los nuevos puestos creados entre 2020 y 2024, con un aumento notable en los contratos temporales y trabajos a tiempo parcial. Esto ha exacerbado la pobreza en comunidades vulnerables, con un índice de pobreza que aumentó del 11.4% en 2020 al 14.7% en 2024.

En 2016, Hillary Clinton demostró su desprecio por los partidarios de Trump, entonces abrumadoramente blancos, etiquetándolos como “los deplorables”, en lugar de tratar de reconocer la fuente de su ira: la gran desigualdad en el statu quo económico. Ocho años después, con un apoyo a Trump mayor en prácticamente todos los grupos demográficos, es imposible ignorar la desesperación económica que alejó del Partido Demócrata a las y los electores, cuando Biden seguía presumiendo de que la economía estadounidense durante su mandato es “la más fuerte del mundo”.

FACTORES SOCIALES: POLARIZACIÓN Y RADICALIZACIÓN

La polarización política se ha intensificado, dando lugar a movimientos separatistas que, aunque minoritarios, representan una amenaza para la unidad del país. Uno de los fenómenos más alarmantes es el resurgimiento de movimientos secesionistas en estados como Texas y California.

Líderes locales y organizaciones políticas han planteado referendos para separarse de la unión federal, alegando incompatibilidades políticas y económicas. Aunque estos movimientos no tienen un apoyo mayoritario, su existencia refleja una fragmentación preocupante en la unidad nacional. Grupos como «Texit», que abogan por la independencia de Texas, han ganado tracción en sectores conservadores descontentos con las políticas federales. Estas iniciativas reflejan el creciente desencanto con el sistema político.

La radicalización ideológica también se ha intensificado. Los crímenes de odio aumentaron un 18% entre 2020 y 2024, según el FBI, afectando principalmente a comunidades afroamericanas, asiáticas, judías y musulmanas. Este aumento está vinculado al resurgimiento de grupos extremistas y al uso de las redes sociales como plataformas para propagar discursos de odio.

RETOS ECONÓMICOS Y SOCIALES

Con la reelección de Donald Trump, Estados Unidos se adentra en un periodo de grandes desafíos. Su promesa de «recuperar la grandeza estadounidense» enfrenta múltiples obstáculos, tanto internos como externos.

Trump ha anunciado un ambicioso plan para reindustrializar Estados Unidos y reducir la dependencia de las cadenas de suministro globales. Sin embargo, implementar esta estrategia requerirá superar barreras como la resistencia de aliados comerciales y la necesidad de inversiones masivas en infraestructura. También deberá manejar las tensiones con China, el principal socio comercial de Estados Unidos, en un momento en que las relaciones bilaterales están en su punto más bajo en décadas.

El presidente electo ha prometido recortes de impuestos para estimular el crecimiento económico, pero esta medida podría agravar el déficit fiscal si no se acompaña de reducciones en el gasto público. Además, la capacidad de implementar estas políticas dependerá de su habilidad para negociar con un Congreso dividido, donde los demócratas probablemente resistirán cualquier iniciativa que reduzca programas sociales.

El enfoque de Trump en políticas ultraderechistas, incluida la restricción de la inmigración y la eliminación de regulaciones ambientales, podría generar más divisiones. Aunque estas medidas cuentan con el apoyo de su base electoral, enfrentan la oposición de sectores progresistas y moderados, lo que podría derivar en mayores tensiones sociales.

EL FIN DE LA HEGEMONÍA ESTADOUNIDENSE

El bloque BRICS+ ha emergido como un desafío significativo para la hegemonía estadounidense. Con la inclusión de nuevos miembros como Arabia Saudita, este grupo busca crear un sistema financiero alternativo que reduzca la dependencia del dólar. Según el Banco Mundial, el comercio intrabloque creció un 15% anual durante los últimos cuatro años, fortaleciendo su influencia económica y política.

El dólar, pilar del sistema financiero internacional, está perdiendo su posición dominante. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la proporción de reservas globales en dólares cayó del 61% en 2020 al 55% en 2024. Este descenso refleja una creciente diversificación hacia monedas como el yuan chino y el euro, impulsada por iniciativas del BRICS+ y otros bloques emergentes.

En el ámbito militar y geopolítico, Estados Unidos enfrenta el ascenso de China como potencia dominante en el Pacífico y la reactivación de Rusia en Europa del Este. Además, la influencia de potencias regionales como Irán y Arabia Saudita en el Medio Oriente limita la capacidad de Estados Unidos para mantener su dominio en esta región estratégica.

El futuro socioeconómico de Estados Unidos dependerá en gran medida de la capacidad de la administración Trump para manejar una economía debilitada, una deuda insostenible y una sociedad fracturada. La reconciliación política y la creación de un camino inclusivo para el desarrollo serán cruciales para evitar una crisis prolongada.

Aunque Trump tiene un historial de promover el crecimiento económico, los riesgos asociados con su estilo confrontacional y sus políticas divisivas no pueden ser ignorados. El equilibrio entre reformar el status quo y evitar una mayor radicalización será la prueba definitiva para su liderazgo.

Estados Unidos enfrenta uno de los periodos más complejos de su historia contemporánea. La administración Biden dejó un legado de desafíos económicos y sociales que el presidente electo Donald Trump deberá abordar en un contexto de polarización interna y competencia internacional.

El éxito o fracaso de las políticas de Trump determinará no solo el rumbo de Estados Unidos, sino también el equilibrio de poder en el mundo. Sin embargo, para superar estos retos, será necesario un liderazgo que trascienda la retórica divisiva y busque soluciones inclusivas y sostenibles. En un mundo cada vez más multipolar, el destino de Estados Unidos dependerá de su capacidad para adaptarse a las nuevas realidades globales sin perder de vista los principios democráticos y la cohesión interna que alguna vez lo definieron como nación.

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