NACIONALES
Se cerrará la elección presidencial entre Xóchitl y Claudia
De primera mano, por Francisco Javier Ruiz Quirrín //
MÉXICO cuenta con registros históricos en los últimos treinta años, donde las elecciones se ganan o se pierden a consecuencia de la presencia de un sentimiento, de una emoción, más que por las ideas.
Así, el año 2000, el panista Vicente Fox convenció con su propósito de “sacar al PRI de Los Pinos” y luego de dieciocho años en campaña, Andrés Manuel López Obrador arrasó en los comicios del año 2018 porque su discurso de combate a la corrupción penetró en el corriente sanguíneo de la nación, en el marco de un hartazgo popular contra el PAN y el PRI.
En nuestros días, los propósitos inocultables de la “cuarta transformación” de querer controlarlo todo, de conducirnos rumbo a un régimen dictatorial, abierto, de entregar al país a una sola persona, ha despertado el sentimiento por la defensa de las instituciones en una clase media, la misma que con su voto decidió el rumbo en el 2000 y en el 2018.
Eso lo sabe López Obrador y le ha quedado muy claro luego de las manifestaciones multitudinarias de noviembre del 2022 y la de este domingo dieciocho de febrero del 2024.
Porque está consciente de que su gobierno y la estructura oficial de sus gobernadores, podrían movilizar el próximo 2 de junio a los casi veinte millones de mexicanas y mexicanos que reciben una pensión, pero no así a los 30 millones de personas que están ya decididos a votar en su contra.
El sentimiento ante el temor popular de que la dupla AMLO-Claudia Sheinbaum podría terminar de desaparecer las instituciones democráticas de México y enviar a la historia nuestra Constitución para establecer una nueva, a modo, ya ha logrado crear una emoción, un sentimiento que motivará a esos treinta millones de mexicanos dispuestos a votar en los próximos comicios, en contra de MORENA y sus candidatos.
López Obrador sabe que el millón y medio de personas que tomó las calles en noviembre del 22 y las 700 mil de este domingo de febrero, tiene un efecto expansivo en millones de ciudadanas y ciudadanos y a estas alturas –aunque diga que se siente optimista para entregar el poder a doña Sheinbaum- su temor de sufrir un colapso le obligará a asumir actitudes más radicales en contra de sus adversarios.
A siete meses de concluir su mandato, esta “4-T” no pudo consumar su propósito de controlar los tres poderes del Estado. Las elecciones del año 2021 y en ese entonces la alianza PAN-PRI-PRD provocaron que MORENA perdiera la mayoría calificada o las dos terceras partes del total en las cámaras de diputados y senadores, y ahí se cayó el objetivo lópezobradorista de implantar sus reformas constitucionales y controlar al Poder Judicial Federal, al INE y desaparecer todo organismo autónomo creado para acotar el presidencialismo de antaño.
Aunado a lo anterior, México vivió una transformación democrática en los últimos treinta años. Las dos últimas generaciones han vivido en este novedoso escenario caracterizado por la libertad en medio de elecciones transparentes y con credibilidad. Ahora, la nación consciente de lo vivido y de lo que pudiera perder, no está dispuesta a permitirlo.
Ese valor civil, está de regreso.
Hace más de treinta años, la izquierda era la que tomaba las calles para protestar en contra del régimen opresor. El mismo López Obrador encabezó muchas de estas manifestaciones y, haciendo a un lado la Ley, se hizo sentir con sus movilizaciones y “tomas” de algunos bienes de la nación como los pozos petroleros en Tabasco.
Ahora, quien ha tomado las calles es la sociedad opositora a esa izquierda que pretende controlarlo todo.
El Presidente lo sabe y para sus adentros, es probable que viva ahora una crisis existencial donde luchan su soberbia y el conocimiento de esta realidad que le hace ver al triunfo electoral escapando como agua entre sus dedos.
Su soberbia le dice que su “corcholata”, Claudia, ganará contundentemente, así como sus candidatos a diputados y senadores, para establecer como lo hizo en el 2018, una maquinaria que aplaste toda oposición en el Congreso de la Unión y de esa manera implantar su paquete de reformas el venidero septiembre, como gloriosa despedida de su sexenio.
La realidad, la que también tiene en su escritorio, es que la elección presidencial podría cerrarse, sobre todo porque su candidata no despierta emociones y tendrá que ser él, indirectamente, quien utilice su púlpito mañanero para asegurar el triunfo.
Sabe que la candidata opositora, Xóchitl Gálvez, será mejor candidata que Claudia y que el grupo opositor con el coro de millones de personas a lo largo y ancho del país, dará férrea batalla.
De ahí que su prioridad sea la campaña y nada ni nadie evitará que meta las manos en el proceso, utilizando toda estrategia posible, legal o ilegal y utilizando a MORENA, a sus aliados y, de ser posible, al diablo.
¿Divide y vencerás?
SOLO LA soberbia y la autosuficiencia, pudo hacer que los altos mandos de MORENA y sus aliados –Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México- tomaran la decisión de hacer a un lado su alianza y jugar solos en esta contienda electoral, convencidos de arrasar en las urnas este 2 de junio… El librito de la política nos ha enseñado que, para golpear a un adversario, habría qué dividirlo, para dar cumplimiento a la máxima de “divide y vencerás”… En esa ansiedad de asegurar una mayoría calificada en la próxima legislatura en el Congreso de la Unión, se decidió jugar con varios candidatos en cada uno de los partidos políticos afines a la “4-T” en doce entidades federativas… Es decir, MORENA, PT y Partido verde, cada uno de ellos, con sus fórmulas al Senado y en algunos casos, para buscar las diputaciones federales… Tan seguros están así de arrasar… Sin embargo, el riesgo que se está corriendo es alto porque parecería un arma de dos filos… Porque si hablamos de que las elecciones las ganaría la figura de López Obrador, el voto a su favor se dividiría y esto sólo tendría como beneficiario al grupo opositor, es decir, a la coalición “Fuerza y Corazón por México”, representada por el PAN, el PRI y el PRD… Sonora es uno de esos estados donde se está poniendo en práctica esta estrategia… Desde luego la opinión del gobernador ha sido determinante para llevar a cabo esta selección… A la par de la fórmula de MORENA integrada por Lorenia Valles Sampedro y Heriberto Aguilar, se ha postulado a otra fórmula bajo las siglas del Partido del Trabajo, en la que aparecen Célida López Cárdenas y Froylán Gámez Gamboa… Como es de esperarse, se le meterán todos los recursos posibles y el necesario apoyo para que estos candidatos “oficiales” se alcen con el triunfo, con el “plus” de ir de por medio el vencer a Manlio Fabio Beltrones y Lilly Téllez, la fórmula de la coalición opositora a la “4-T”… Estos dos últimos tienen asegurado su escaño gracias al lugar privilegiado en que fueron incluidos por sus respectivos partidos políticos en las listas plurinominales… Pero en el caso de Manlio hay un interés especial por asumir su asiento llevando bajo el bajo un triunfo y no una derrota…
