CULTURA
Merecido campeonato: Los Leones Negros rugieron en la Liga de Expansión
Miscelánea Deportiva, por Esteban Trelles Meza //
Los Leones Negros de la UdeG, “el equipo que nació grande” (Ángel Fernández), se coronaron campeones del Clausura 2025 de la Liga de Expansión en su casa del Estadio Jalisco, venciendo por la mínima a la “Jaiba Brava” del Tampico.
En las postrimerías del encuentro anotaron para empatar el global 2-1 e irse al alargue (tiempos extras) y en serie de penales anotaron todos sus ejecutores (5), en la que el guardameta contrario voló su disparo, lesionando a un cubetero del segundo piso en el hombro. Afortunadamente, solo fue el golpe y el susto.
Futbolísticamente, fue un encuentro trabado en el que los discípulos del “Chima” Ruíz realizaron un planteamiento defensivo, cauteloso y timorato, dejándole la iniciativa a los “melenudos”, que por otro lado equivocaron la estrategia en base a pelotazos al área, que afortunadamente “El Zully” Ledesma, hijo del guardameta, anotó de cabeza y tener vida y coronarse después en la serie de penales.
Honestamente, la Liga de Expansión tiene un nivel bajo, incluyendo al arbitraje. Los tiene maniatados la Femexfut incluyendo los sueldos de los jugadores. Al parecer nadie gana más de 150 mil pesos mensuales; muchos de ellos se refugian lastimosamente arrastrando su prestigio, como un Omar Bravo mundialista goleador, máximo anotador del chiverío en su historia que rehusaba retirarse y jugó para los “melenudos” hace rato, con un Carlos Fierro, actualmente campeón mundial sub-17, “Zully” Ledesma Jr. entre muchos más.
Jalisco saca la casta en esta categoría con Tapatío, Tepatitlán y la propia UdeG disputando siempre los primeros lugares con señorío, calidad y prestancia.
Lo más importante desde siempre han sido sus Rectores que iniciaron García de Quevedo con la compra de la franquicia del equipo La Laguna de Torreón por 3 millones de pesos, la original camiseta vistosa y todas las contrataciones que han tenido entre técnicos y jugadores con un fútbol espectacular a través de su historia.
Nadie puede discutir el apoyo incondicional del finado Raúl Padilla López con la visión de tener la directiva del equipo con Víctor Ramírez Anguiano como presidente; mucho tiempo que entregó la batuta al actual Alberto Castellanos, que el exrector Villanueva dio continuidad respetando su memoria y ahora con la flamante rectora Karla Planter, quien también está inmersa, preocupada y ocupada por el tema deportivo.
El desarrollo integral que tiene a la par la UdeG con las artes, cinematografía, FIL, la transformación de la red universitaria con rectores de campus en el interior del Estado dividida en regiones (Altos, Costa, Valles, etc.), con un rector de rectores, descentralizando la capital con decisiones propias de sus rectorías, evitando el burocratismo.
El legado de Raúl Padilla, baluarte y artífice de la estructura moderna de la UDG. Los negocios de la universidad: Club de La Primavera con socios de membresía, considerado como el club deportivo más grande de América Latina, el Hotel Villa Montecarlo en Chapala, Teatro Diana, el Telmex, Artes Escénicas, entre otros, con dividendos para la propia institución.
Me atrevo a afirmar que la UdeG supera por mucho a la propia UNAM con una estructura a la “antigüita”, conservadora, con casos de egresados como el de la ministra Esquivel y su plagio de la tesis de título, y por si fuera poco, la del “doctorado”, que la UNAM defiende y se lava las manos.
Es una muestra de corrupción al vaivén del gobierno en turno, siendo sumiso e indiferente, por lo que el prestigio de la UNAM está por los suelos con sus eternos “porros” del CGH (Consejo General de Huelga), solapados y apoyados por la institución, en detrimento de la Máxima Casa de Estudios de México, que ve a la provincia por abajo del hombro desde siempre.
Tan es así mi aseveración que poco o nada les importa su equipo y el fútbol, que ni siquiera reconocen al hijo pródigo Hugo Sánchez Márquez para ponerle su nombre a su estadio México 68 (del fatal recuerdo de la matanza de estudiantes en C.U. y Tlatelolco).
Hugo tiene la formación integral en el club: campeón de liga, campeón goleador individual, primer bicampeón del fútbol mexicano semestral como entrenador y lo más importante y significativo, egresado de la Licenciatura de Odontología. Es aparte el mejor jugador de México de todos los tiempos.
El cuerpo técnico de la UdeG está liderado por Alfonso Sosa, exjugador del club, y ahora exitoso entrenador que logró el ascenso con su equipo a Primera y 3 equipos diferentes, egresado en Derecho en la UdeG, con sus auxiliares la “Pájara” Chávez, ex-atlista y un ex-chiva, el “Campeoncito” Hernández, hijo de un campeón americanista tapatío.
En la rectoría de Villanueva por primera vez en su historia, no existieron rechazados en bachillerato con un esfuerzo por hacer preparatorias en varios municipios, faltando la cobertura en licenciaturas, que es una asignatura por resolver por falta de infraestructura y presupuesto, rechazando más aspirantes de los que aceptan.
El desarrollo integral de la UdeG no se limita solo al fútbol, sino a cada disciplina existente que apoya incondicionalmente, ya sea individual o de conjunto.
Su estructura principal es el Consejo General Universitario, órgano que determina y señala las actividades propias de su institución, conformada por el Sindicato de Trabajadores, Sindicato de Académicos y la FEU que representa al estudiantado con voz y voto. Esta es la actividad interna de la universidad en su vida cotidiana.
Las auditorías son internas y externas, realizadas por el gobierno estatal y federal, con una transparencia en la que no puede existir malversación de recursos y desvíos del mismo.
Otro ejemplo de abusos, recordamos a la Universidad de Tamaulipas (80s), con el rector “futbolista”, que jugó algunos minutos contra el América en primera división, que falló un gol como se dice coloquialmente, “a boca de jarro”, sin condiciones y facultades. Aparte era “cuarentón”, con un abuso de poder e imposición de un personaje fuera de lugar.
La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) también incursionó en Primera División de fútbol, pero tuvieron una malversación de fondos precisamente con su equipo. Su exrector al parecer está tras las rejas actualmente.
La UAEM, con su equipo Osos, participaba en los 80s con su equipo en la Segunda División; la Universidad Veracruzana tiene años y años en Tercera División, con su presidente de apellido Gallegos como eterno líder de ese circuito, entre otros más que no trascienden.
Durante un tiempo el equipo de los Leones Negros no le interesó más a la universidad, en la época del entrenador Alberto Guerra. Se atrasaban con el pago a sus jugadores, pasaban “las de Caín” e incluso vendieron el autobús del equipo para solventar gastos, apoyados por su propio técnico. La afición los abandonó y la taquilla era insuficiente para los gastos del equipo y su nómina completa (Cuerpo Técnico, etc.).
A la Femexfut no le interesaba que los “felinos” compitieran en Primera División, quizá por los derechos de televisión con otra empresa que no era del Club de Toby; de hecho, el propio Raúl Padilla (RIP) asistía como presidente de la UdeG en juntas del Consejo de Dueños con voz y voto, cuando el finado Vergara se alineó con el enemigo por décadas, vendiéndole su alma al diablo (Televisa).
La transformación de la UdeG de manera integral tiene nombre y apellido a pesar de los detractores y enemigos políticos que en todas las empresas y actividades diversas abundan. La Benemérita UDG tiene un posicionamiento académico de prestigio como la segunda Universidad más importante y significativa del país.
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