LOS PELOTEROS
Babe Ruth: El pelotero más trascendente en la historia del beisbol

Al Bat, por Jesús Alberto Rubio //
El pasado viernes 16 de agosto debemos recordamos la memoria de quien está conceptuado el pelotero más importante en la historia del beisbol de Ligas Mayores: Babe Ruth.
Su sensible deceso, en 1948, dejó un profundo vacío en la historia del pasatiempo. El Babe murió de cáncer de garganta en Nueva York a los 53 años de edad.
Dos años antes se le había diagnosticado el mal cancerígeno y se pasó casi tres meses internado, período en el que perdió 35 kilos. Su recuperación fue lenta, pero el cáncer volvió a aparecer.
Es famoso aquel día cuando el 13 de junio de 1948 apareció por última vez en público en una ceremonia enmarcada en el 25 aniversario del Yankee Stadium, día en el que fue retirada su camiseta, la número 3.
Finalmente, el 16 de agosto de 1948, Babe Ruth falleció en el hospital, totalmente consumido por el cáncer. Luego la autopsia reveló que había surgido de la nariz y la boca y se había ramificado por todo el cuerpo.
Las últimas personas en verlo con vida, coincidían que murió extremadamente delgado. Durante su agonía, Ruth recibió miles de cartas de sus fanáticos, hasta una llamada del presidente Harry Truman.
Fue velado en el Yankee Stadium rodeado por 100 mil fans. El funeral se realizó en la catedral de San Patricio de Nueva York y fue enterrado en el cementerio Puerta del Cielo de Nueva York.
NOTABLE TRAYECTORIA
Tras jugar entre 1914 y 1935, dejó marcas y hechos que le llevarían con todos los honores a instalarse en 1936 dentro del Salón de la Fama, con sede en Cooperstown.
De su época, fue inolvidable cómo estableció récords –además de sus inicios como lanzador–, tal cual sus 60 jonrones en una temporada y los 714 en su elocuente carrera en los diamantes.
Babe Ruth llegó a la Gran Urbe de Hierro con una notable trayectoria como lanzador de Boston por sus 23 triunfos en 1916 y 24 en 1917, además de que en dos Series Mundiales tuvo 3-0 con 0.87 de efectividad e incluso estableció la marca para su tiempo de 29 innings sin permitir anotación.
Había debutado a sus 19 años de edad, con Boston en 1914 con una victoria sobre Cleveland lanzando siete episodios; al final de la campaña tuvo récord de 2-1 en ganados y perdidos en cuatro apariciones, con una ofensiva de 10-2, con un doble.
Al siguiente año, ya como estelar abridor, logró 18-8, con 2.44 de efectividad.
Su primer cuadrangular, siendo pitcher, lo conectó el 6 de mayo de 1915 en el Hiltop Park, a Jack Warhop, de origen indio.
En esa campaña pegó 4 jonrones, 10 dobles, produjo 20 y promedió .315, ayudando a ganar el título de la Americana a Medias Rojas.
Luego, en su debut en los Clásicos de Octubre, donde por primera vez un presidente de EU, Wooldrow Wilson, lanzó la primera bola (segundo juego en Filadelfia), Ruth sólo tuvo una participación al bat como emergente. Boston ganó la Serie 4-1.
Sin embargo, en 1916 fue el mejor lanzador zurdo de la Americana con 23 victorias, nueve blanqueadas (nuevo récord de la época) y 1.75 de efectividad. Boston fue al Clásico y le ganó en cinco juegos a Brooklyn.
En el segundo partido, Ruth ganó lanzando 14 innings, algo nunca antes visto en clásicos otoñales.
Después de recibir jonrón en el primer episodio, enseguida tiró trece ceros consecutivos, los que aumentó a 29.2 tercios en el Clásico del 18 contra Cachorros a los que vencieron en el sexto juego 4-1 para establecer nueva marca, vigente hasta que Whitey Ford entre las Series de 1960 y 1961 no permitió carrera en 32 episodios.
En aquella confrontación otoñal del 18, Ruth logró par de victorias y Boston se apuntó el banderín. Ese año fue líder jonronero, con 11.
El 19 estuvo sensacional porque en 111 partidos como jardinero, conectó 29 jonrones y derribó la marca de 27 que tenía Ned Williamson desde 1884 jugando para Chicago.
También fue líder en producidas con 114 y de anotadas (103), acumulando un porcentaje de bateo de .322. En la loma tuvo récord de 8-5 en 17 juegos. Cuatro veces vio acción en primera base.
Fue su último año en Boston.
“LA MALDICIÓN DE RUTH”
El 3 de enero de 1920 de ese año, Jacob Ruppert, compró el contrato de Ruth a Medias Rojas de Boston por 125 mil dólares y un bono de 300 mil al propietario de los Medias Rojas, Harry H. Frazee, y desde entonces, el mundo beisbolero aseguró que prevalecía “La Maldición de Ruth” contra Boston, porque los de Nueva Inglaterra no ganaban una Serie Mundial desde 1918.
El motivo de su venta a los Yankees que hizo Frazee, fue por tener dinero para montar una obra de teatro, denominada “Adiós Nanette”, que a la postre sería un total fracaso.
Y es que Ruth era un potencial de grandes dimensiones:
El 20 apantalló al mundo beisbolero por sus 54 jonrones, una inmensa marca para la época, además de otra de slugging (.847), promedió .376 y encabezó al circuito en producidas (137) y bases recibidas (148), además de anotar en 158 veces.
Babe, jugaba en el jardín derecho.
Hay quienes aseguran que sus proezas y carisma limpiaron y salvaron la imagen del deporte, empañada cuando ocho integrantes de los Medias Blancas de Chicago fueron acusados de venderse a los apostadores en la Serie Mundial de 1919 contra Cincinnati.
Si se recuerda, fue el 3 de agosto de 1921 cuando el Comisionado de Beisbol, Judge Kenesaw Landis, expulsó para siempre a Joe Jackson, Eddie Cicotte, Chick Gandil, Buck Weaver, Lefty Williams, Swede Risberg, Happy Felsch y Fred McMullin. Por su delito, fueron llamados “Medias Negras”. (Jackson y Cicotte, eran grandes estrellas).
Obviamente, la impresionante producción con el bat e impacto que tuvo el gran Bambino en el beisbol, realmente hizo olvidar aquella Serie Mundial.
El Babe, nombrado el Mejor Peloter del Siglo 20, sobre Willie Mays, Hank Aaron, Ted Williams, Ty Cobb, Joe DiMaggio, Walter Johnson, Lou Gehrig, Jackie Robinson y Honus Wagner, al iniciar la segunda década del Milenio, le había dado nueva vida al beisbol.
Bueno, debo recordar a las Medias Blancas de Chicago, quienes en 1920 se convirtieron en el primer equipo ligamayorista en contar con cuatro ganadores de 20 o más juegos: Red Faber (23-13), Eddie Chicote (21-10), Lefty Williams (22-14) y Dickie Kerr (21-9), pero ni así pudieron ir a la Serie Mundial.
Dicen los expertos que ganaron tantos juegos como para hacer olvidar lo que había sucedido un año antes cuando sus 8 peloteros se vendieron.
EL NUEVO YANKEE STADIUM
El 6 de febrero de 1921, Ruppert, adquirió un terreno en el barrio del Bronx ubicado al otro lado del Río Harlem, frente al vetusto Polo Grounds eregido en 1880.
Aquel 1921, Babe Ruth volvió a impresionar con 59 vuelacercas, .378 de bateo, 171 producidas y .846 de slugging, ayudando notablemente a los Yankees para que obtuvieran el primer banderín de su historia en la Liga Americana, hecho que repitieron en 1922.
Esa Serie del 21, denominada del “Subway” (Metro) y en la que Yankees cayó ante Gigantes de Nueva York en ocho juegos, sería la última celebrada a nueve partidos en la historia de Ligas Mayores.
En ese Clásico, Babe Ruth pegó el primer de sus 15 jonrones en ese tipo de confrontaciones y, por primera vez, todos los juegos se realizaron en un mismo estadio (Polo Grounds).
El 5 de mayo de 1922, el Coronel Ruppert colocó la primera piedra de lo que sería la nueva casa de los Yankees, en tanto jugaban su último año en el Polo Grounds.
El Yankee Stadium se iba a constituir en el primer escenario de beisbol con tres pisos y el de mayor capacidad, toda vez que el día de su inauguración, el 18 de Abril de 1923, asistieron 74 mil 217 aficionados, quienes gozaron la victoria de 4-1 de sus Mulos con pitcheo de Bob Shawkey y un cuadrangular de tres carreras de Ruth.
El Yankee Stadium que estaba a punto de ser el parque deportivo más famoso de Estados Unidos, era un enorme estadio, con una formidable estructura de concreto que en mucho se adelantaba a su época y que incluso fue escenario de las famosas Ligas Negras de los Brooklyn Royal, Kansas City Monarchs, Cleveland Buckeyes, Philadelphia Stars, Lincoln Giants, Homestead Grays, St. Louis Stars, entre otros grandes equipos de aquella época en la que todavía faltaba mucho para que se terminara con la barrera racial de las Ligas Mayores.
Un circuito donde brillaron con luz propia y enorme fuerza los Joshua Gibson, calificado como “El Babe Ruth de las Ligas Negras”; Roy Campanella, Jackie Robinson, Walter “Buck” Leonard, Satchel Paige, Ray “Mamerto” Dandrige, Martín Dihigo, Cool Papa Bell, Oscar Charleston, Pop Lloyd…
Rube Foster, ex-lanzador, en 1920 se había convertido en el principal impulsor y fundador de ese circuito y a la postre sería conocido como “El Padre del Beisbol de las Ligas Negras”.
Caray… de seguro usted ya había leído y se sabía toda esta riqueza de historia que hoy he compartido en recuerdo del gran Bambino en ocasión de un aniversario más de su deceso
Y sí: eterno, Babe Ruth.
CARTÓN POLÍTICO
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LAS NOTICIAS PRINCIPALES:
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LOS PELOTEROS
Charros se quedó sin gas: Diablos, digno campeón

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Diablos Rojos es un digno y gran campeón. Logró ganar la Serie del Rey, venciendo en la final a Charros de Jalisco, jugando un beisbol de alto nivel al barrer al conjunto tapatío en cuatro juegos.
La superioridad de los capitalinos quedó demostrada. Los escarlatas fueron muy superiores con un equipo muy balanceado, con un juego explosivo, sólidos tanto en la ofensiva, defensiva, corriendo las bases, como su cuerpo de inicialistas y relevistas, mostrando no solo su superioridad, sino pasar a la historia como uno de los mejores clubes en los últimos 50 años al obtener su corona número 18.
Diablos con este campeonato del 2025, no solo es bicampeón de la LMB, sino que además se convierte en el club con más cetros acumulados con 18, superando a Naranjeros de Hermosillo que tiene 17 en la Liga Mexicana del Pacífico.
Una felicitación a Diablos Rojos del México, a su timonel, el norteamericano Lorenzo Bundy, y a su presidente, Alfredo Harp Helú, quien no tuvo reparo en ofrecer los apoyos requeridos —abrir la chequera— para integrar un conjunto de extraordinarios peloteros que venció a todos los rivales que se encontró en el camino.
CHARROS
Terminó el sueño de Charros de Jalisco con el manager Benjamín Gil de timonel de lograr la hazaña de ser el primer equipo campeón de las dos grandes ligas del beisbol en México: Liga Mexicana del Pacífico (LMP) y Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
La afición jalisciense al rey de los deportes abrigaba la idea de que su equipo fuera campeón de la liga de verano, después de haber entrado de panzazo a los play-offs de esta temporada 2025, pero llegando a y haber eliminado al gran favorito Sultanes de Monterrey, que había quedado de gran líder en el rol regular, mientras que Charros en la última serie antes de que cayera el calendario, logró colarse a la postemporada.
No fue así. Fue un gran mérito que Charros lograra el Campeonato de la Zona Norte de la LMB, venciendo a Sultanes en dos ocasiones, que era el gran favorito.
Por cierto, el equipo regiomontano el pasado año fue el campeón de la Zona Norte y, al igual que Charros sucumbió en la Serie del Rey en cuatro partidos, lo que nos muestra el poderío de Diablos, convertido en un tremendo trabuco en el beisbol mexicano.
GRAN TEMPORADA DE CHARROS
El conjunto tapatío tuvo este año su segunda participación en la LMB en la era de la familia González Íñigo que adquirió la franquicia que antes perteneció a Mariachis, para convertirlo en Charros. El haber logrado ser campeón de la Zona Norte y disputar con Charros la Serie del Rey en este aniversario del centenario de vida de la LMB, ha permitido vivir semanas muy intensas, con juegos que llevaron las emociones al clímax.
En los dos últimos partidos disputados en el Estadio Panamericano fue muy grato verlo repleto, donde no cabía un alfiler, con la afición empujando al equipo.
Si bien no se logró el campeonato, el equipo cumplió sobremanera, un grupo de peloteros que habían vivido una temporada de altibajos logró sublimarse al final de la temporada con ese espíritu de lucha para lograr que la afición acudiera a darle el apoyo.
Así, termina un ciclo de ensueño para la organización albiazul, que incluyó su tercer trofeo de campeón en la Liga ARCO Mexicana del Pacífico –en enero pasado frente a los Tomateros de Culiacán–, y el pase a la Final de la LMB, fruto de su campeonato en la Zona Norte.
No hay descanso para Charros de Jalisco, que ya se prepara para iniciar la defensa de su título en la LMP: este lunes reportan los primeros invitados al roster para la campaña invernal, que arranca el próximo 16 de octubre, recibiendo a los Águilas de Mexicali, en el Panamericano.
LOS PELOTEROS
Charros vs. Diablos: ¿Habrá de nuevo jarabe tapatío como en Monterrey?

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
En una final de la Serie del Rey, cualquiera puede ganar. Cuando los Charros de Jalisco enfrenten a los Diablos Rojos del México a partir de este miércoles, el diamante será un campo de batalla donde el corazón, la estrategia y la pasión decidirán al campeón de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
Este duelo es inédito en la historia de las finales de la LMB, un choque de titanes que promete emociones al límite. Los Diablos Rojos llegan como favoritos. Campeones en 2024 y bicampeones de la Zona Sur, buscan su título 18 y el primer bicampeonato de la LMB en 15 años.
Con un récord arrollador de 63-25 en la temporada regular, liderados por figuras como Robinson Canó, Río Ruiz, José Marmolejos y el tapatío Julián Ornelas, los escarlatas, bajo la dirección del experimentado Lorenzo Bundy, son una máquina ofensiva.
Su fortaleza en el Estadio Alfredo Harp Helú, donde abrirán los juegos 1 y 2 (10 y 11 de septiembre, 19:00 horas), los respalda. Pero, como diría un viejo aficionado, “en el béisbol, la grandeza no basta si el corazón no late”.
Los Charros de Jalisco, en cambio, son la sorpresa de 2025. Con un récord modesto de 46-46, se colaron al playoff con el sexto boleto tras vencer a Saraperos de Saltillo. Nadie apostaba por ellos.
“Charros no tiene nada que hacer ante Monterrey”, decían.
Pero, liderados por Benjamín Gil, considerado el mejor timonel del béisbol mexicano, dieron la campanada. Con cinco banderines en la Liga Mexicana del Pacífico (cuatro con Tomateros y uno con Charros en 2024-2025), Gil transformó un equipo inconsistente en una fuerza imparable.
En los playoffs, con 19 juegos (12 victorias, 7 derrotas), vencieron a Unión Laguna en un séptimo juego épico y humillaron a los Sultanes de Monterrey, líderes de la temporada con 55-37, en dos rondas (4-3 y 4-1). “El béisbol no miente: premia al que lucha”, diría Gil.
La hazaña de los Charros trasciende los números. Rompen una sequía de 54 años sin llegar a la Serie del Rey (desde 1971), su tercera final en la LMB (1950, 1971, 2025).
Son el único equipo que este año disputó la final de la Liga Mexicana del Pacífico, la Serie del Caribe y ahora la Serie del Rey, un logro histórico que los consagra como élite.
“Jalisco no juega solo por un trofeo; juega por su gente, por los que llenan el Panamericano con cánticos y banderas”, escribiría un cronista tapatío.
La serie, que continuará en el Estadio Panamericano de Zapopan (13 y 14 de septiembre, 18:00 y 17:00 horas, con un posible juego 5 el 15) y podría regresar a la capital (17 y 18 de septiembre), será una batalla épica.
Esta final es una fiesta nacional. El duelo enfrenta dos estilos: la solidez de Bundy, con su experiencia, contra el ímpetu de Gil, un motivador que levanta la autoestima de sus jugadores. En el diamante, como en la vida, gana quien entiende el alma de su equipo.
Este choque es más que deportivo; es una metáfora de México. Los Diablos representan la tradición y el poderío de la capital, un equipo que no admite derrotas. Los Charros encarnan la rebeldía tapatía, un conjunto que desafía pronósticos con garra.
La afición será clave. En Guadalajara, el Panamericano roza el lleno, respondiendo al llamado de Gil para hacer del estadio un volcán.
En la CDMX, los Diablos cuentan con un público leal que llena el Harp Helú. El béisbol es el pulso de un pueblo que se juega la gloria en cada lanzamiento. Los Charros necesitan consistencia en pitcheo y bateo oportuno para superar la historia de los Diablos. Los escarlatas deben evitar la complacencia ante un rival que crece bajo presión.
Cada juego será un capítulo de esta narrativa, donde el orgullo regional de Jalisco choca con la hegemonía capitalina. En esta Serie del Rey, el centenario de la LMB se celebra con un duelo que trasciende el marcador. Charros y Diablos nos regalan un espectáculo donde la estrategia, la pasión y el coraje decidirán al rey.
Diablos llega como favorito, como lo fue Monterrey ante Charros en los playoffs. “Sultanes no tiene rival”, decían, pero Jalisco bailó el jarabe tapatío en el Palacio Sultán. Con Gil al frente, Charros juega inspirado.
¿Lograrán los Diablos su corona 18 o veremos nacer a un nuevo titán de la LMB, como ya lo es Charros en el Pacífico?
El béisbol no tiene guion escrito; es un juego de valientes donde cada batazo escribe la historia.
Este miércoles es el primer juego, comienza esta leyenda. Que el diamante hable y que el corazón tapatío, con su afición rugiendo, deje una huella imborrable en esta batalla por la eternidad.