Connect with us

OPINIÓN

Botón de emergencia, un riesgo

Publicado

el

Luchas Sociales, por Mónica Ortiz //

Botón de emergencia en Jalisco, nuestro Estado al igual que otras entidades federativas enfrenta un rebrote de Covid-19 que pone en riesgo la salud de los ciudadanos y a la economía estatal, sin embargo, las medidas de resguardo o confinamiento de los gobiernos encargados y responsables de garantizar entre muchas otras situaciones cotidianas que la pandemia por coronavirus no impacte de manera negativa e irreversible en la sociedad, por lo que dichas medidas deben ser suficientes y eficientes.

En ese sentido y estando en la segunda semana de la estrategia del botón de emergencia en Jalisco implementada por el ejecutivo estatal, debemos evaluar el funcionamiento de forma real; se anunció un paro parcial de actividades con el objetivo de atacar la vida nocturna y de recreación de la sociedad jalisciense en medio de un aumento de contagios, así se activa el botón de emergencia tratando de impedir afectación a la actividad esencial, la industria, el comercio, y las actividades de la administración pública, de hecho se encuentra restringida la movilidad durante la noche y la madrugada, el cierre de comercios y negocios a partir de las 7:00pm y la restricción del transporte público con excepción de aquellas personas con actividad esencial; hasta este punto es una estrategia lógica para cortar la cadena de contagios y evitar que nuestros servicios de salud se saturen al grado de estar en una situación fuera de control en materia de salud.

Sin embargo, aunque parecía razonable a primera vista la planeación e implementación del botón de emergencia claro para una pequeña ciudad europea, no para la enorme activa y reactiva metrópoli, es por esta y otras causas de falta de estudio profundo en la aplicación de las medidas y restricciones que se convirtió en asunto peligroso en materia de salud que no cortará la cadena de contagios por Covid-19 por lo menos no en la primera semana, debido a que fue la clase trabajadora de la zona metropolitana sumamente afectada y expuesta al riesgo de contagio por Covid-19 durante los primeros cinco días y durante las últimas horas de movilidad a causa de la saturación de personas en todos los tipos de transportes.

Como consecuencia de la ilógica maniobra de cerrar todo y parar el transporte público al mismo tiempo, evidenciando un trato clasista y discriminatorio a diversos sectores sociales.

Solo el recular y reorganizar la movilidad, el transporte público escalonado y los cierres de establecimientos, comercios y empresas, alcanzará sin lugar a dudas para una medida efectiva en la que la sociedad en general pueda ser partícipe activo y responsable de su propio cuidado y el de su entorno cercano e inmediato, pero obviando en una reflexión general del enfoque social donde no todos los ciudadanos tiene carro, dinero para el taxi, manera de llegar caminado a casa después de salir de laborar o pueden obtener la salida de su fuente de trabajo a las 5 de la tarde para ser socialmente responsables de las estrategias del gobierno para combatir y prevenir los contagios por Covid-19.

Recordemos que la pandemia por coronavirus es tema mundial y son los gobiernos de todas las jerarquías en nuestro país, quienes tiene la responsabilidad y la obligación de combatirla y prevenirla, mediante los recursos públicos federales, estatales y municipales, la salud y su prevención no solo son un derecho contemplado en nuestra carta magna con el sentido estricto de garantía y protección que lo convierte en una obligación de Estado, sino que es un derecho humano universal de asistencia sanitaria y servicios sociales necesarios, si bien es cierto que el individuo es responsable de su persona, también es que en este caso la falta de estrategia efectiva y la exposición deliberada situó en evidente riesgo de contagio durante las horas de cierre de actividades y en el traslado de las personas a sus casas en transportes públicos repletos y sin medidas sanitarias, con taxis llenos de personas para aprovechar viajes, con vehículos particulares trasladando a compañeros de trabajo a sus casas.

En este contexto, el ejecutivo estatal, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez debe admitir su responsabilidad en el menoscabo causado al sector trabajador de la sociedad Jalisciense, al exponer a los ciudadanos a la inadecuada táctica del botón de emergencia en el Estado.

Táctica necesaria para impedir la saturación hospitalaria, el desabasto de insumos hospitalarios y la situación comprometida de enfrentar el Covid-19 en medio de números de contagio excesivos y muertes evitables. Increíble resulta observar las redes sociales de las autoridades implicadas y ser declarantes de cómo se esquiva y se simulan acciones inoperantes para después exponerlas a favor de la percepción ciudadana con un discurso triunfador.

Continuar Leyendo
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Copyright © 2020 Conciencia Pública // Este sitio web utiliza cookies para personalizar el contenido y los anuncios, para proporcionar funciones de redes sociales y para analizar nuestro tráfico. También compartimos información sobre el uso que usted hace de nuestro sitio con nuestros socios de redes sociales, publicidad y análisis, que pueden combinarla con otra información que usted les haya proporcionado o que hayan recopilado de su uso de sus servicios. Usted acepta nuestras cookies si continúa utilizando nuestro sitio web.