MUNDO
Candidatos «a la extrema»
Opinión, por Miguel Ángel Anaya Martínez //
“Trabajaremos las 24 horas del día y si es necesario de la noche también.” (Herminio Iglesias)
Herminio Iglesias fue un popular diputado argentino. Peronista; conocido por ser de posiciones socialistas radicales y a la vez, con un nivel cultural bajo. Su frase más conocida, probablemente fue: “El peronismo triunfará conmigo y sinmigo”.
La historia de Argentina se lee con detenimiento e interés, parece increíble cómo uno de los países más ricos del continente se enfrente constantemente a un vaivén de crisis políticas y económicas. Argentina se encuentra en un momento histórico pues atraviesa una elección compleja que definirá un nuevo paradigma social y económico o la continuidad de un sistema de izquierdas que no ha arrojado buenos réditos.
La democracia argentina se reinstauró en 1983, esto derivado de que meses antes la junta militar que llevaba gobernando por varios años llamó a elecciones tras la debacle política y social derivada de la inflación y crisis económica, la derrota de la Guerra de las Malvinas, el desprestigio internacional derivado de las constantes violaciones de los derechos humanos y los múltiples casos de corrupción de jerarcas militares. Tras la jornada electoral resultó elegido Raúl Alfonsín.
En 30 años, Argentina ha tenido ocho presidentes y una presidenta, el peronismo ha sido una constante con pocas excepciones y ayer se vivió una jornada electoral más que pudiera refrendar a la izquierda o volcar al país hacia la extrema derecha.
El país sudamericano tuvo que elegir entre la continuidad de un gobierno que no ha dado los resultados esperados o apostar por una persona de tinte radical que a muchos emociona y a otros más asusta, un panorama poco alentador. Representando al oficialismo se presentó Sergio Massa, político peronista que ha conducido las políticas económicas del país albiceleste durante varios años.
Suena increíble pero su publicidad se presenta así: “Massa, un gran remedio para una gran enfermedad”. Massa es parte de “la gran enfermedad” que critica, pues hasta hace poco fungió como ministro de Economía logrando lo que pocos: romper todos los récords de inflación de las últimas décadas; esto, para un país como Argentina es casi una hazaña.
Massa se enfrenta a Javier Milei, un excéntrico economista que se define como “liberal, liberal” y que ganó fama con sus análisis y enfoques políticos-económicos presentados en diversos medios de comunicación. Durante sus apariciones en la pantalla, comenzó a coquetear con la idea de iniciarse en la gestión pública, y en agosto de 2020 lanzó su precandidatura presidencial para 2023. Fue el primero en hacerlo, su campaña duró años y fue madurando y ganando espacio entre los argentinos.
Su carta de presentación es ser el candidato de lo que llama “anti casta política”, propone medidas como bajar impuestos, privatizar la educación, dolarizar la moneda e incluso, cerrar el banco central, se dice promotor de temas como la portación de armas y evitar los salarios mínimos. Su lema: “No vine a guiar corderos, vine a despertar leones”.
A estas alturas ya tendremos idea de lo que Argentina eligió, si los ciudadanos argentinos (donde el voto es obligatorio) se decantaron por Massa, sería la muestra de que a pesar de los problemas prefieren la continuidad y cierta estabilidad antes de buscar un cambio radical; en cambio, si se elige a Milei, será la muestra de que el hartazgo es más grande y que la sociedad prefiere dar ‘un salto de fe’ pues ganaría la percepción de que nada puede ser más grave que la situación actual.
La elección argentina es monitoreada desde México pues aquel es un país líder cuando se trata de movimientos sociales en Latinoamérica, la decisión de las y los argentinos se da en la antesala de la elección presidencial de México de 2024, año en el que, por cierto, también elegirán presidente nuestros vecinos del norte y donde Trump cada día toma más fuerza para tomar nuevamente la silla presidencial.
Lo que es un hecho es que los candidatos de extrema derecha cada vez suenan más y más fuerte, parece que la sociedad harta de la situación económica, la corrupción y la inseguridad, comienza a ver opciones en este tipo de liderazgos. No perdamos de vista lo que sucede con nuestros vecinos.
