LOS PELOTEROS
Charros, con balance positivo

Vuelacercas, por Salvador Cosío Gaona //
Una vez concluida la campaña 2019-2020 de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) nuestro máximo circuito beisbolero profesional jugándose en otoño-invierno, habiendo resultado campeón de manera sorpresiva los Tomateros de Culiacán, y los Charros de Jalisco finalizado en la quinta posición de acuerdo a lo ocurrido en la postemporada, es oportuno hacer una revisión para sacar conclusiones de lo positivo que se consiguieron y corregir de forma temprana las fallas que se pudieron detectar en cuanto al desempeño del equipo para evitar que se repitan en la temporada que inicia en octubre próximo, cuando deberá ponerse en marcha el certamen 2020-2021 de la LMP.
No podemos negar que el escuadrón de los caporales jaliscienses logró conjuntar un roster que al analizarlo hombre por hombre era, si no el mejor de los diez equipos concursantes, sí uno de los de mayor peso específico, y de ahí que se pensó en todo momento que podría llegar más lejos e incluso conquistar el tan anhelado y esperado bicampeonato.
Con buena expectativa arrancaron su participación en la campaña conformando un equipo integrado con la base de peloteros que habían visto acción en la temporada anterior, aunque padecieron las ausencias de peloteros como Niko Vázquez, José Pablo Oyerbides y Erick Rodríguez quienes se fueron del equipo, al tiempo que se obligaron algunos ajustes derivados del manejo de cesión de peloteros con etiqueta de prospectos a las nuevas franquicias de la LMP -Sultanes de Monterrey y Algodoneros de Guasave-.
En cuanto a los números, habrá que recordar que en la primera vuelta los albiazules terminaron con 21 triunfos ante 14 derrotas colocados a solamente un juego de distancia del líder, que fue Yaquis de Ciudad Obregón, y a medio juego del segundo lugar, que fue Naranjeros de Hermosillo, con lo cual sumaron ocho puntos; mientras que en la segunda fase bajaron un poco en su rendimiento, aunque consiguieron llegar colocados en cuarto sitio del standing con 18 victorias ante 14 derrotas ubicados a cuatro juegos y medio del primer lugar de la fase, que fueron nuevamente Yaquis de Ciudad Obregón, a medio juego abajo del tercer lugar, que fue Águilas de Mexicali, y a un juego abajo de Tomateros de Culiacán.
En la tabla general —la que computa la suma de victorias y derrotas en ambas fases de la etapa ordinaria— Charros culminó ubicado en tercer sitio a cinco juegos y medio del líder, Yaquis de Obregón, con 39 victorias y 28 derrotas, empatado prácticamente con Naranjeros de Hermosillo, pero superado por los de la capital sonorense por escasas tres milésimas, en tanto que en la clasificación por puntos —que es la suma de los obtenidos en ambas vueltas— Charros quedó colocado en tercer sitio, ya que aunque empatado con los mismos números de puntos que el equipo de Culiacán, por los factores de desempate que implica la dominancia sobre el otro conjunto, a Charros lo ubicaron en tercer sitio, atrás de Hermosillo, quien con mismo número de tantos fue colocado en segundo en razón también de la dominancia que tuvieron sobre los campiranos.
En este somero análisis, podemos destacar que ha quedado una base sólida de peloteros experimentados además de que se tuvo buena cosecha en cuanto a nuevos valores que ya probaron su valía, que fueron exitosos y serán cada vez pilares más sólidos.
Para no pocos aficionados al béisbol, Charros y Yaquis eran considerados los equipos más sólidos de la campaña recién culminada, siendo por consecuencia los favoritos para enfrentarse en una serie final como lo hicieron en la temporada anterior cuando de manera contundente los albiazules de Jalisco se impusieron a los cajemenses y se coronaron campeones 2018-2019 de la LMP.
Pero, Yaquis aún cuando lució como el equipo más sólido al culminar como líder en las dos fases de la agenda regular del certamen, y terminó como líder en la tabla general con récord histórico de 44 victorias ante sólo 22 derrotas, además de primero en el standing por puntos al computar 20 en la suma de los obtenidos en ambas fases ordinarias, fueron eliminados por los Venados de Mazatlán que consiguieron la sorpresiva hazaña de recuperarse tras tres derrotas para llegar a la Final contra Tomateros de Culiacán con el desenlace ya conocido a favor de los culichis.
Charros, mientras tanto, no pudo sortear el obstáculo llamado Cañeros de Los Mochis, que los eliminó en Cuartos de Final, saliendo a relucir para los blanquiazules en Playoffs el problema del relevo del final de juego tanto el de preparación del cierre como el del cerrojo, un tema con el que estuvo batallando gran parte de la temporada y que se acentuó en la parte final de la segunda vuelta en la etapa ordinaria, siendo fundamental para que no se pudiese avanzar rumbo al ansiado título.
Habrá que reiterar que Charros tuvo en la temporada recientemente finalizada uno de los más completos rosters del circuito con quienes se dice son los mejores peloteros cubriendo la segunda y tercera almohadilla y el campo corto además de la receptoría, que son José Manuel “Manny” Rodríguez, Agustín Murillo, Amadeo Zazueta y Gabriel Gutiérrez, con muy buenos elementos para suplirlos en inconveniencias emergentes como el caso de Oziel Flores, Misael Rivera y Alberto Carreón, además de Santiago Chávez y Alan Espinoza, pero también con excelentes beisbolistas en la cobertura de la primera base y los jardines considerando la valía de Henry Urrutia, Dariel Álvarez, Stephen Cardullo, Carlos Figueroa, Julián Ornelas, Maxwell León, Enrique Osorio y Fernando Villegas.
Es importante señalar que los caporales albicelestes mostraron un gran poderío a la ofensiva, destacándose Dariel Álvarez, quien por cierto fue elegido el Jugador Más Valioso de la temporada, Carlos Figueroa, Stephen Cardullo, José Manuel “Manny” Rodríguez, Gabriel Gutiérrez, e incluso con sus altibajos Amadeo Zazueta, Henry Urrutia y Agustín Murillo, ya que sin demerito del trabajo realizado por el resto de los bateadores fueron piezas claves para que el conjunto tuviera el buen desempeño en la agenda ordinaria del certamen que llevó a la escuadra a la postemporada y junto con Yaquis, con etiqueta de favoritos.
En cuanto al staff de pítcheo, sobresalieron elementos como: Austin Bibens-Dirkx, Manuel Flores, Felipe González y Linder Castro en tanto cumplieron aunque quedando a deber un poco en relación a su calidad usual Jesús Manuel Chávez, Carlos Stiff Rodríguez Carrillo, Jesús Cruz Sustaita, Humberto Castellanos, Luis de Luna, Octavio Acosta y Marco Antonio Tovar, y aún no habiendo resultado tan eficaces como en épocas anteriores tuvieron algún destello Michael Broadway y Grant Sides, en tanto también es de anotar bastante buena la actuación global de Brennan Bernardino, Antonio Alemao Hernández, Josh Corrales, Felipe Rendón, y aunque poco jugaron, Alejandro Martínez y Rinher Cruz pues llegaron al equipo ya en la parte final de la segunda vuelta de la agenda ordinaria, siendo además interesante el trabajo del refuerzo en postemporada Dustin Crenshaw quien quizá no muy bien aprovechado llegó en cuartos de final proveniente de Algodoneros de Guasave.
Ha quedado establecido también que se detenta una buena base de peloteros mexicanos, con la confianza que da saber que se cuenta con la eficiencia y eficacia de los beisbolistas señeros, expertos, y muchos de ellos catalogados como los mejores en su posición defensiva y con buena capacidad ofensiva, pero además la buena cosecha de contar ahora con nuevos valores que son ya probados beisbolistas que pudieron suplir en muchas ocasiones a los titulares sin que el equipo desmereciera en cuanto a su capacidad.
Como ya antes se ha afirmado, es de catalogar como exitoso el balance general de resultados para los Charros de Jalisco en cuanto a la campaña 2019-2020 de la Liga Mexicana del Pacífico, ya que no obstante fallaron en el cometido de refrendar el título de campeón obtenido la temporada previa, culminaron como quinto lugar si consideramos que fueron el conjunto con los mejores números en su participación en la etapa de Cuartos de Final de la Postemporada.
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LOS PELOTEROS
Charros vs. Diablos: Viviremos la Serie del Rey soñada

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
¡Qué manera de pelear la de los Charros de Jalisco en los playoffs de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) 2025!
Su campeonato en la Zona Norte, bajo la dirección de Benjamín Gil, marca un hito histórico que enciende el orgullo tapatío.
Nadie daba un peso por ellos. Entraron al playoff de panzazo, con el sexto boleto tras vencer a Saraperos de Saltillo, y un récord regular de 46-46 frente al imponente 55-37 de los Sultanes de Monterrey.
“Charros no tiene nada que hacer”, sentenciaban los escépticos. Pero Guadalajara, como su mariachi, no se rinde: canta hasta el amanecer.
Con 19 juegos en tres series (12 victorias, 7 derrotas), los Charros desafiaron todos los pronósticos. Remontaron contra Unión Laguna en un séptimo juego cardiaco y vencieron a los Sultanes en dos rondas, mostrando temple y estrategia.
Incluso tras desperdiciar una ventaja de 3-0 en la Serie de Campeonato, cerraron con fuerza en el Juego 5 (6-4, con un out polémico en la décima entrada).
La dirección de Gil forjada en la Liga Mexicana del Pacífico con cinco campeonatos, fue clave. Su enfoque táctico y motivacional transformó un equipo con altibajos en una máquina aceitada. “El béisbol es corazón y cabeza; Charros tiene ambos”, escribiría un cronista apasionado.
Este 2025, los Charros rompen una sequía de 54 años sin llegar a la Serie del Rey, su tercera final en la LMB (1950, 1971, 2025). Son el único equipo que este año disputó la final de la Liga Mexicana del Pacífico, la Serie del Caribe y ahora la Serie del Rey, un logro sin precedentes que los consagra como élite del béisbol mexicano.
Guadalajara no juega solo por un título; juega por su gente, por los que llenan el Estadio Panamericano con banderas y cánticos, respondiendo al llamado de “El Matador” Gil, quien pidió a la afición convertir el estadio en un volcán de apoyo.
Enfrentan a los Diablos Rojos del México, bicampeones de la Zona Sur y campeones vigentes, que buscan su título 18 y el primer bicampeonato de la LMB en 15 años. Con una ofensiva explosiva liderada por Robinson Canó, Río Ruiz (autor de un jonrón clave contra Campeche), José Marmolejos y el tijuanense Julián Ornelas, los Diablos salen como favoritos.
Su fortaleza en el Estadio Alfredo Harp Helú, donde abrirán los juegos 1 y 2 (10 y 11 de septiembre, de ser necesario), los respalda. La serie continuará en Zapopan (13 y 14 de septiembre de 2025, el 5 el 15) y, si es necesario, regresará a la capital (17 y 18 de septiembre).
Los Charros encarnan la rebeldía tapatía, un equipo que desafía las probabilidades con garra y corazón. Los Diablos, dirigidos por Lorenzo Bundy, representan la solidez de un equipo que no admite derrotas. “El béisbol, como la vida, no perdona a quien confía solo en su grandeza”, reflexionaría un observador.
El Matador, con su ímpetu, choca contra la experiencia de Bundy. La clave para los Charros será la consistencia en el pitcheo y el bateo oportuno; para los Diablos, evitar la complacencia ante un rival que crece bajo presión.
La afición es el alma de esta serie. En Guadalajara, el Panamericano roza el lleno, con una afición que ha respondido al llamado de Gil, convirtiendo cada juego en una celebración de la identidad jalisciense.
En la capital, los Diablos cuentan con un público leal que llena el Harp Helú. “El béisbol no es solo un juego; es el pulso de un pueblo que se juega la gloria en cada lanzamiento”, diría un cronista.
Esta Serie del Rey es una metáfora de México: la lucha entre lo regional y lo centralista, entre la ilusión de un equipo que resurge y la tradición de un gigante.
Los Charros, con su hazaña, han reavivado la pasión beisbolera en Jalisco. Su camino, lleno de remontadas y momentos épicos, los convierte en un símbolo de resiliencia. Los Diablos, con su historial, cargan el peso de la expectativa.
Los Charros vienen a hacer historia; ya lo dijo José Luis González Iñigo, el objetivo es convertir a Guadalajara en la capital del beisbol nacional.
La Serie del Rey 2025 no es solo béisbol; es el latir de un país que vibra con cada jugada. Charros y Diablos nos ofrecen un espectáculo donde el orgullo, la estrategia y la pasión decidirán al rey.
La afición de Charros de Jalisco, con su enjundia y espíritu indomable, impulsa al equipo en la LMB, creando una base leal que llena el Estadio Panamericano, según Íñigo González Covarrubias. A diferencia de la LMP, donde muchos apoyan a Naranjeros, Tomateros o Venados, los Charros han forjado una afición firme que vibra con el equipo local, llevando a Jalisco hacia adelante en la Serie del Rey 2025.
A disfrutar de una serie de platillos exquisitos de beisbol y nuestro deseo es que ganen los Charros y hagan historia, con dos campeonatos en un mismo año en las dos ligas mexicanas de beisbol.
Prepárense, porque esta batalla será leyenda.