OPINIÓN
Congreso subordinado

Metástasis, por Flavio Mendoza //
Primero fue el pleito interno del partido Morena, la fracción parlamentaria del partido del presidente se dividió en dos bandos por el control de la mesa directiva del Senado, donde Martí Batres se confió en la disciplina que habían mostrado los senadores integrantes de esa fracción, sin embargo no contaba con la astucia del coordinador Ricardo Monreal, quien abrió frente contra Batres Guadarrama y le crea una oposición para su relección por un periodo más en la presidencia de la Cámara Alta, en la contienda interna además existieron irregularidades en los votos.
Se dijeron de todo, como si se tratase de la contienda por la presidencia del PRI o la candidatura por un estado de dicho partido, pero fueron los morenos quienes lamentablemente hasta recurrieron a insultos y acusaciones. Hasta que llegó el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador durante la plenaria de legisladores de su partido y sus aliados, para poner en orden las decisiones al interior de Morena. Por su parte el Partido determinó la invalidación de la elección de la propuesta para que presidiera el Senado, por lo que nuevamente el problema salió de casa y volvió a ser materia de noticia nacional, por su parte Martí Batres dijo que ya no contendería por la presidencia del Senado, sin embargo dijo que había obtenido un triunfo moral, aunque hasta el momento no fue procesada su petición para que Monreal Ávila deje la coordinación de Morena en el Senado.
Posterior a la plenaria ocurrió un hecho sin precedentes, el partido del Presidente optaría por recurrir a las argucias para que la Cámara de Diputados no renovara la mesa directiva, luego de que la diputada Dolores Padierna Luna presentara una iniciativa para reformar la Ley Orgánica de la Cámara de Diputados, para que la fracción mayoritaria pudiera tener el control prácticamente toda la legislatura sin relevo en la mesa directiva, para ello recurrió al viejo estilo del régimen del que se queja todos los días el presidente AMLO, al rechazar cualquier propuesta para renovar la mesa directiva, a pesar de que fue un acuerdo de la Junta de Coordinación Política y es además mandato de ley.
El acuerdo de la fracción parlamentaria de Morena fue votar en contra y así lo hicieron ante la propuesta del grupo parlamentario de Acción Nacional, para que, al no tener la aprobación de las dos terceras partes, la mesa directiva actual se extiende el periodo hasta que exista un nuevo acuerdo de la JUCOPO o se apruebe la iniciativa de Padierna Luna para que Morena se quede prácticamente con el control en San Lázaro lo que resta de la legislatura.
Con una actitud antidemocrática, rompimiento de acuerdos y autoritarismo, Morena burla le Ley y el mensaje del poder absoluto en el único poder del estado en donde existe pluralidad en la representación democrática nos anticipa que el presidencialismo está de regreso, corregido y aumentado, que son capaces de hacer cualquier cosa para tener el control total de los poderes del estado y que es una sola voz la que en este país manda.
Es lamentable de parte de Porfirio Muñoz Ledo, quien ha defendido una tesis sobre una nueva constitución y un verdadero cambio de régimen al parlamentarismo, hoy sea parte de las triquiñuelas para subordinar el Congreso a la decisión de un solo hombre. Urge una reforma de fondo a la Ley orgánica para el Congreso de México, que de independencia y autonomía al parlamentarismo, que deje de ser una oficina de trámite de Palacio Nacional.
Twitter: @FlavioMendoza_