OPINIÓN
COVID-19: Un poder disciplinario para una sociedad estatizada
Educación, por Isabel Venegas //
¿Cómo es que ya estamos a unos días de entrar al pico más alto de contagio sin haber equipado bien a los hospitales y seguimos discutiendo con quienes quieren seguir paseando como cualquier día domingo?
Dice la frase: ¡Mientras haya salud, lo demás no importa! Otros ampliaron el refrán: ¡Mientras haya trabajo y salud, lo demás no importa!… mientras haya trabajo, salud y amor, etc.
Esta pandemia refleja el tipo de sociedad que habíamos tratado de organizar con un examen cuya calificación a veces nos honra y otras avergüenza. Muchos miedos nos acechan: si yo gasto mis recursos en llevar alivio a otros, no sé si el día de mañana vaya a tener para dar de comer a los míos; igual que un sector de la población apoya al gobierno federal en su postura de no adquirir créditos ni endeudamiento para rescatar a las micro y medianas empresas porque hay preocupación en que ese dinero termine siendo el FOBAPROA de 1990, por ejemplo.
Pero se viaja entre el miedo y la valentía, esa que lleva a pensar que no va a pasar nada, o por lo menos no tan grave si se va “tantito” a la playa, si nada más van una que otra vez al súper en familia, si piensan ir a comprar al tianguis o si de pronto se dan cuenta que han coincidido con otro centenar de personas en el Mercado del Mar; ya estando ahí pensarán para sus adentros: ‘¡No, no creo que me vaya a pegar algo, además ya me puse el gel antibacterial!’ Y tal vez enriquecido con un ‘¡En el nombre sea de Dios! O el ¡De algo nos tenemos que morir!’, se quedan, se forman, permanecen, no importan todas las advertencias, los mensajes, la policía y los cuerpos de protección civil apostados en la banqueta tratando de hacer un exhorto ante el peligro.
Lo mismo pasó en la carretera, el congestionamiento vial a las salidas de la ciudad fue enorme porque un proceso de información, revisión y motivación por parte de los cuerpos de seguridad, hizo que se generaran largas filas en los caminos a Vallarta, Chapala y Colima. Sin embargo, eso solo fue un pequeño obstáculo y finalmente siguieron su camino, muchos pensaron que en sus condominios de playa podrían continuar su aislamiento “nice”, y aunque el Gobernador del Estado lo había dicho con todas sus letras “¡No son vacaciones, quédate en tu casa! Las playas estarán cerradas”,… ellos dijeron ¡Vámonos! Turistas extranjeros y locales molestos porque se les estaba privando de su asoleada en la playa, mexicanos que exigían su paso a los lugares tradicionales, jaliscienses que no pudieron dejar de comer camarones y aguachile en viernes santo, y los walmart con controles a la entrada pero llenos a su interior de familias con niños, comprando botanas y juguetes.
La plataforma de Google a través de su registro de ubicación, presentó un informe sobre los nuevos comportamientos a partir de la solitud de aislamiento social en el que mostró a países como Italia, cuya población ha reducido su desplazamiento por tiendas, farmacias, parques, lugares de recreación como cines, restaurantes, etc. en casi un 84%, pero por el contrario México se ubicaba en las últimas posiciones empatado con Estados Unidos con un 35.4%.
Este no es un fenómeno que hable solo de ignorancia y egoísmo al ver que la gente se sigue saliendo sin ninguna protección y orden a la calle; en tanto evidencia el poder de legitimación de argumentos como el que leyó en un post, donde dice que ese virus fue creado en un laboratorio y que lo único que tratan de hacer los grandes corporativos es tener el control mundial de las empresas, asumen que solo es una artimaña y ellos no están dispuestos a perder las vacaciones de semana santa por algo que finalmente se parece mucho a una gripe. Ahí no estaba el sector que no podía dejar de trabajar porque vive al día, ni tampoco era la población más carente de formación o de recursos para amortiguar la crisis.
Sabíamos que si la gente se iba a la playa los que la iban a llevar más fea eran los cuerpos de seguridad, entrenados para que de manera respetuosa, “obliguen” a los ciudadanos a cumplir con su propio mandato de preservar la vida. Pongamos un caso que nos sirva de paralelismo ¿Recuerdas cuando en Tlahuelilpan, Hidalgo se hizo una extracción de gasolina a uno de los ductos de Pemex? No todos eran huachicoleros, había incluso quienes estaban en la toma clandestina nada más por aprovechar la ocasión o por curiosidad.
Aquel día el ejército llegó al llamado de alerta, el sistema había reportado que se estaba fugando el combustible y que debían detenerlo, pero cuando estuvieron ahí vieron que era mucho mayor el peligro que el costo del material. Comenzaron a exhortar a la población para que se retirara, la gente se burlaba o simplemente los ignoraba en tanto llenaban los galones y los subían a camionetas impregnando sus propios cuerpos de un material altamente flamable. En Facebook y whatsapp corría la notica entre los pobladores de la zona y muchos llegaron porque había un mensaje “la gente se está desmayando por el olor a gasolina”; eso hizo que más personas fueran porque sonaba interesante.
Finalmente a dos horas de estar los militares ahí, la tragedia sucedió; el número de muertos jamás contado en un fenómeno de este tipo en nuestro país y no sé si en el mundo: 137 fallecidos y casi 200 huérfanos fue el saldo de una tragedia que escalofrió por unas escenas desgarradoras y aterrorizantes. Ahí había estado la autoridad y lo había tratado de contener. En el video grabado por los mismos pobladores se escucha a los miembros del cuerpo de policías decir: “¡No vaya a explotar esa madre!”, mientras es ignorado, “¡Ey señores aléjense, les va a ser daño tanto respirar eso!”, refiere otro elemento militar.
Pero cuando la toma explotó y hubo que contar a las víctimas e identificar a los cuerpos, comenzaron los reclamos: “el ejército debió contener a la muchedumbre, era su trabajo” denunciaba familiar de un fallecido. «Únicamente había tres carros del Ejército y no hacían nada, dejaban que la gente entrara, no hubo un plan de contingencia que no los dejara pasar«, expuso otro ciudadano. Ese día reportaron que el chorro de gasolina se elevaba entre 5 y 6 metros de altura, la cantidad de personas superaba a los 800 y mil en los primeros 40 minutos. ¿Necesitaba alguien explicar que las medidas de precaución eran de vida o muerte?
¿Cuál sería la logística y estrategia que el ejército o cualquier cuerpo policiaco debiera implementar desde la perspectiva del control de seguridad cuando con 25, 50 o 100 elementos pretende someter a 1000 ciudadanos?, quienes por cierto, desde el momento en que salieron de sus casas ya iban con la mentalidad del todo por el todo. ¿Estamos los ciudadanos conscientes de lo que significa asumir ese tipo de intervención?
Muy seguramente los vacacionistas que se lanzaron al puerto de Vallarta empacaban sus maletas mientras pensaban, “pues a ver si no nos damos un tiro con la policía”, o los del complejo turístico de Los Veneros cuando pidieron un helicóptero para escapar de la cuarentena en la que los habían encerrado “ustedes no nos pueden retener aquí, es nuestro derecho estar en casa”…
Pareciera que un chorro de gasolina se eleva y está a punto de prender en nuestros hospitales mexicanos, y ya sea por necesidad, curiosidad, por retar a la vida o por rebeldía, no estamos colaborando con el servicio médico a través del aislamiento social; cada vez más se escuchan las voces exigiendo la acción de autoridad para que someta por la fuerza a quien no preserva su propia vida, la de los seres queridos o la misma organización social que hemos logrado; pero de ser así habría una doble contingencia porque ¿cómo nos vamos a reponer después de esta pandemia, si ni siquiera para la cuarentena hemos podido contestar con orden y contención?
Hoy la libertad corre el mismo peligro que la salud, y el dinero…, entonces espero que sí nos quede el amor.
Mat. y M. en C. Isabel Alejandra María Venegas Salazar
E-mail: isa venegas@hotmail.com
NACIONALES
La presidenta Sheinbaum: ¿Acatará tratados internacionales?
De primera mano, por Francisco Javier Ruiz Quirrín //
EL CLAROSCURO de la reforma judicial. Por un lado, los opositores a esta reforma promovida por López Obrador y consumada por Claudia Sheinbaum, tienen en el Artículo Primero de la Constitución y en la actuación de los organismos internacionales que vigilan el cumplimiento de los ordenamientos jurídicos para la defensa de los derechos humanos, un argumento más de lucha.
Por el lado oficial, dueña de los tres poderes del Estado Mexicano y seguidora de la “cuarta transformación” -que ha hecho a un lado los criterios de organizaciones internacionales que exponen sus opiniones con respecto al gobierno de México-, la presidenta Sheinbaum podría promover de una vez por todas las reformas constitucionales que harían a un lado el actual ordenamiento contemplado en la Carta Magna para dejar de considerar todo tratado internacional como Ley Suprema.
No podemos olvidar que en el paquete de reformas constitucionales para establecer la “Ley Suprema” del Congreso de la Unión por encima del Poder Judicial Federal, se contemplaba una reforma para hacer a un lado del texto lo relativo a los “tratados internacionales”, pero al final del día no se contempló.
Hasta ahora, el Artículo 1 de la Constitución se contempla así:
“En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece”.
Por parte de los organismos internacionales dedicados a la defensa de los derechos humanos, hay un tema neurálgico en relación a México, luego de la reforma judicial y la expectativa de una posible violación a los derechos humanos ante la selección de los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial Federal a través del voto popular, porque los nuevos juzgadores podrían sujetarse a las consignas políticas y no a la Ley.
Una abogada experta en el sistema interamericano de derechos humanos –Tamara Taraciuk-, dijo a “Proceso” lo siguiente:
“Si el Estado Mexicano ignora las eventuales recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, este organismo se transforma en una suerte de Fiscalía y lleva el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos con sede en San José, Costa Rica y este tribunal inicia un proceso que podría culminar en una sentencia condenatoria vinculante que el Estado Mexicano tendría la obligación de cumplir como firmante de la Convención Interamericana de Derechos Humanos”
Aparte, de forma paralela, en la Organización de las Naciones Unidas se desarrolla un proceso en el que el Estado mexicano tiene que responder. La reforma también está en la mira de la relatora especial de la ONU para la Independencia de Jueces y Abogados y de la Comisión de Venecia, un organismo de la Unión Europea que vela por el constitucionalismo y el Estado de derecho y del cual México forma parte. De parte de estas organizaciones no hay sentencias vinculantes pero sí pronunciamientos políticos.
Aparte, el artículo 133 de la Constitución establece que los tratados internacionales son parte de la Ley Suprema de la Unión, junto con la Constitución y las leyes del Congreso.
Palabras más, palabras menos, ante el inminente riesgo de violaciones a los derechos humanos por la puesta en práctica de una reforma judicial cuyos jueces electos por el voto popular atenderían las recomendaciones de quienes los colocaron para “administrar la justicia” y no a la interpretación de la Constitución en sus primeros 29 artículos relativos a las garantías individuales o derechos del hombre y la mujer, el gobierno de México podría recibir una condena internacional y verse obligado a modificar parte de su reforma al Poder Judicial de la Federación.
Eso por un lado, pero por otro, podría ser una oportunidad para que el régimen impuesto por López Obrador y perfeccionado por Claudia Sheinbaum, quite los candados constitucionales que le oprimen aún, el propósito de establecer de una vez por todas un régimen en manos de una sola persona, es decir, una autocracia en la que las libertades y derechos humanos de sus ciudadanas y ciudadanos se sujetarían a la voluntad del Estado, el mismo que sería capaz de declarar de utilidad pública, toda propiedad privada.
NO HABRÁ DIÁLOGO CON LA OPOSICIÓN
SI LA presidenta Sheinbaum hizo de manera personal una crítica pública al nuevo dirigente nacional del PAN, Jorge Romero, es porque está enviando un mensaje de que no habrá diálogo alguno con la oposición… Decir que Romero es “el jefe del cartel inmobiliario” en la ciudad de México, podría haber corrido a cargo de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez o de la presidenta de MORENA, Luisa María Alcalde, pero no fue así… Un asunto de bajo perfil fue tomado como un pretexto para decir a todos los mexicanos que esta “construcción del segundo piso de la cuarta transformación”, solo gobernará para los simpatizantes, haciendo a un lado a todo aquel o aquella que piense diferente… Adiós entonces a la aspiración de un llamado desde palacio nacional a la unidad de las y los mexicanos…
JALISCO
Madruguete legislativo: El pacto silencioso que define la política jalisciense
Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //
El reloj marcaba las 2:33 de la madrugada cuando la 64 Legislatura del Congreso de Jalisco, bajo el tenue resplandor de la noche, decidió consumar lo que muchos en el recinto describieron como un “madruguete”. En una sesión cargada de tensión, se aprobó la integración de las 20 comisiones legislativas, un acto que, más que ser un simple trámite administrativo, reveló la maquinaria oculta que mueve los hilos del poder en el estado.
Mientras la mayoría de los legisladores dieron su voto favorable, los cinco integrantes del Partido Acción Nacional (PAN) se opusieron con firmeza. Claudia Murguía Torres, coordinadora de la bancada panista, alzó la voz contra lo que calificó como un “acuerdo vergonzoso” entre Movimiento Ciudadano (MC) y Morena. Con un tono severo, señaló la falta de transparencia y la premura innecesaria de una sesión que, según ella, podría haberse realizado con luz de día y mayor deliberación.
La crítica de Murguía resonaba más allá del recinto: “No hay urgente necesidad”, afirmó, cuestionando la prisa por votar cuando aún quedaban días para cumplir el plazo legal. Y, sin embargo, su voz parecía ahogarse en un entorno donde las alianzas veladas y los intereses partidistas ya habían definido el resultado.
El coordinador de MC, José Luis Tostado, respondió con la habilidad retórica que caracteriza a los políticos experimentados. Negó cualquier pacto exclusivo con Morena y afirmó que los acuerdos fueron alcanzados con siete de los ocho grupos parlamentarios. Pero los hechos hablan más alto que las palabras, y el reparto de las presidencias de las comisiones legislativas parece contar una historia distinta.
EL REPARTO DEL PODER
Movimiento Ciudadano, como era de esperarse, se quedó con las comisiones clave: Hacienda y Presupuestos, Seguridad y Justicia, Movilidad y Transporte, entre otras. Con estas posiciones, MC asegura su dominio sobre los recursos financieros, la agenda de seguridad y los proyectos de movilidad, consolidando así su narrativa de partido hegemónico en Jalisco.
Morena, por su parte, tomó el control de comisiones que, aunque importantes, carecen del impacto presupuestal que caracteriza a las de MC. Igualdad Sustantiva y de Género, Vigilancia y Sistema Anticorrupción, y Participación Ciudadana son comisiones que encajan con la retórica progresista del partido, pero cuyo alcance real en términos de poder legislativo es limitado.
El PAN, relegado a un papel testimonial, mantuvo las comisiones de Asistencia Social, Familia y Niñez, así como Gobernación. Estas presidencias son más un consuelo simbólico que una herramienta de influencia real. Mientras tanto, el PRI y los partidos minoritarios —Hagamos, PVEM, PT y Futuro— obtuvieron presidencias que parecen más un intento de mantenerlos en la mesa de negociación que una concesión de poder auténtico.
LA SOMBRA DE UN PACTO NO TAN SILENCIOSO
El PAN, con razón o sin ella, parece haber sido el único partido dispuesto a denunciar públicamente lo que otros solo murmuran en los pasillos: la existencia de un acuerdo entre MC y Morena. Aunque ambos partidos lo niegan, su coordinación para sacar adelante esta votación en una sesión de madrugada sugiere que hay más en juego que el cumplimiento de un plazo legal.
En este contexto, la declaración de Julio Hurtado, diputado panista, resulta especialmente elocuente: “El que hoy estemos debatiendo este tema a las 2 de la mañana habla por supuesto de lo vergonzante que es para Movimiento Ciudadano arrancar esta Legislatura entregándole el control de lo que hoy es la gran coyuntura nacional”.
EL PESO DE LOS NOMBRAMIENTOS
La sesión no solo fue polémica por la distribución de las comisiones. También se tomó protesta a Eduardo Fabián Martínez Lomelí como secretario general del Poder Legislativo. Martínez Lomelí, cercano al gobernador Enrique Alfaro, es una figura clave en la operación legislativa y su continuidad refuerza la influencia de MC dentro del Congreso.
Su permanencia no es un detalle menor; representa el control administrativo y técnico del Legislativo, un poder que muchas veces opera lejos de los reflectores, pero que es crucial para la agenda de cualquier partido en el gobierno.
LA GLOSA 2024: OBRA DE TEATRO EN PUERTA
Otro de los puntos aprobados fue la realización de la Glosa 2024 los días 20, 21 y 22 de noviembre. Este ejercicio de rendición de cuentas, en teoría, debería ser una oportunidad para que los legisladores cuestionen a los titulares de las dependencias gubernamentales sobre su gestión. Sin embargo, los antecedentes nos enseñan que estas sesiones suelen ser más un espectáculo político que un verdadero ejercicio de fiscalización.
LA COREOGRAFÍA DEL PODER
Lo ocurrido en esta primera sesión de madrugada de la 64 Legislatura no es un hecho aislado; es una muestra del entramado político que define a Jalisco. Movimiento Ciudadano, Morena y los demás partidos están inmersos en un juego donde la prioridad no es el bien común, sino la consolidación de poder. Las críticas del PAN, aunque legítimas, también deben ser vistas con escepticismo; ningún partido está libre de pecados en esta danza de intereses y no podemos olvidar que, la legislatura pasada el PAN tenía en Claudia Murguía a la diputada más naranja de los azules.
Si algo dejó claro esta sesión inaugural, es que el Congreso de Jalisco no será el espacio para el debate plural. Los acuerdos entre MC y Morena marcarán la pauta, mientras el resto de las fuerzas políticas se adaptan o perecen. En la penumbra de la madrugada, las decisiones se tomaron con una urgencia cuestionable y una opacidad indignante. Para los ciudadanos, queda la amarga certeza de que, en este juego de poder, su voz sigue siendo un eco perdido en el vacío legislativo.
En X @DEPACHECOS
NACIONALES
El costo de la transparencia
Opinión, por Salvador Romero Espinoza //
La propuesta de reforma al artículo 116 de la Constitución para desaparecer a los 32 institutos de transparencia locales del país, nos costará casi 20 veces más de lo que actualmente nos cuestan dichos institutos, de acuerdo a la distribución de funciones y obligaciones que establece para las contralorías de cada una de las casi 7,000 autoridades estatales y municipales del país.
En primer lugar, hay que señalar que el presupuesto aproximado del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) es de 1,000 millones de pesos anuales, mientras que el presupuesto aproximado de los 32 institutos de transparencia locales del país, ronda los 1,300 millones de pesos al año; el Instituto de Transparencia Jalisciense (ITEI), por ejemplo, tiene un presupuesto aproximado de 60 millones de pesos anuales, básicamente el mismo desde hace 12 años; es decir, la totalidad de los 33 institutos de transparencia cuestan a cada mexicana y mexicano alrededor de $17 pesos al año, menos de lo que cuesta un refresco.
De esos presupuestos, alrededor del 70% de los recursos se destina a lo que se conoce como “Capítulo 1000”, es decir, al pago de sueldos, salarios, prestaciones y honorarios de las personas que apoyan a dichos institutos de transparencia a cumplir con sus funciones, que en el INAI son alrededor de 800 personas y en el resto de los institutos de transparencia del país alrededor de 1,200 personas; el ITEI, por ejemplo, tiene una plantilla de personal de 94 personas.
Por su parte, la propuesta de reforma constitucional, denominada de “simplificación administrativa”, cuya finalidad es la destrucción de 39 organismos constitucionales autónomos (creados como contrapesos al poder público), establece también una propuesta de modificación al artículo 116 (relativo a las atribuciones de las entidades federativas), que violenta completamente el esquema federalista mexicano y el principio de soberanía de los estados que forman nuestra República, pues prohíbe a las entidades el que puedan preservar a sus institutos de transparencia, a pesar que dicho artículo fue concebido para reconocerles atribuciones a las entidades federativas, no para imponerles prohibiciones.
En dicha propuesta de reforma se establece la desaparición obligatoria de los 32 institutos de transparencia del país para que cada contraloría o equivalente de cada autoridad, realice las atribuciones que actualmente realizan dichos institutos, entre otras, conocer de las quejas, impugnaciones, recursos e inconformidades que presente la sociedad en contra de la opacidad de las instituciones públicas, así como las verificaciones a sus portales de transparencia y la capacitación a su personal y a la sociedad civil.
Este esquema conllevaría un enorme gasto presupuestal, dado que -haciendo a un lado a la Federación- actualmente existen casi 7,000 sujetos obligados (o autoridades) estatales y municipales (en Jalisco rondan los 600), por lo que una debida tutela de los derechos fundamentales a la información y a la protección de datos personales, que actualmente está encomendada a los institutos de transparencia, implicaría que en cada contraloría de cada autoridad se contrataran, al menos, 3 tres nuevas personas: una responsable de la resolución de recursos en materia de acceso a la información y de las denuncias por incumplimiento de obligaciones de transparencia; otra responsable de las verificaciones a los portales de transparencia y de la capacitación; y otra especializada en resolver controversias relacionadas con la protección de datos personales.
En otras palabras, en el discurso oficial para justificar la destrucción de los institutos de transparencia, se ha señalado que son costosos para el presupuesto y que su desaparición implicaría un ahorro para el erario público, sin embargo, con el esquema propuesto, si en verdad se quieren proteger adecuadamente estos derechos humanos, se tendrían que contratar a alrededor de 21,000 personas nuevas para tutelarlos de manera eficiente por los sujetos obligados estatales y municipales (en contraste con las alrededor de 1,200 personas que actualmente laboran en los 32 institutos locales), por lo que, en realidad, este esquema propuesto, además de todas las implicaciones negativas que tiene, también nos costaría a las y a los mexicanos, cuando menos 17 veces más de lo que actualmente nos cuestan los institutos de transparencia locales del país.
-
Uncategorized6 años atrás
Precisa Arturo Zamora que no buscará dirigencia nacional del PRI
-
Beisbol5 años atrás
Taiwán marca camino al beisbol en tiempos del COVID-19: Reinicia partidos sin público
-
REPORTAJES5 años atrás
Pensiones VIP del Ipejal: Arnoldo Rubio Contreras, ejemplo del turbio, sucio e ilegal proceso de tabulación de pensiones
-
VIDEOS6 años atrás
Programas Integrales de Bienestar, desde Guadalajara, Jalisco
-
VIDEOS6 años atrás
Gira del presidente López Obrador por Jalisco: Apoyo a productores de leche en Encarnación de Díaz
-
OPINIÓN4 años atrás
¡Ciudado con los extremistas! De las necedades de FRENA y otros males peligrosos
-
VIDEOS6 años atrás
Video Columna «Metástasis»: Los escándalos del Ipejal
-
OPINIÓN3 años atrás
Amparo, la esperanza de las Escuelas de Tiempo Completo