OPINIÓN
Dany Arce: El fisicoculturismo requiere de gran disciplina, sacrificio y constancia, «es un deporte mental»

Salud y Bienestar, por Gabriela Arce Siqueiros //
El mundo del fisiculturismo es un desafío para uno mismo, ya que requiere sacrificio, disciplina, constancia y una gran fuerza de voluntad, precisa Dany Arce, quien ha dedicado diez años de entrenamiento de pesas para mujeres con el objetivo primordial no sólo de transformar su físico, sino ayudar a la mujer en la búsqueda de un cambio que sale desde el interior.
Daniela Arce, licenciada en derecho, mamá de dos hermosas mujercitas, tiene 37 años de edad, es entrenadora de corazón, es competidora de fisiculturismo, ganadora a nivel municipal, estatal y nacional y top 3 en Norteamérica nos habla de las exigencias del fisiculturismo.
P. ¿Qué te motivó a iniciar en el mundo del físico culturismo?
R. Más que motivarme, fue un reto muy diferente para mi vida, entonces cuando me preguntaron que si quería empezar, se me hizo algo totalmente desconocido, el cual yo veía como muy lejano, porque pensaba que jamás mi físico va a poder estar como el de las competidoras entonces, cuando me invitaron a hacerlo por primera vez para mí fue un retarme a mí misma.
P. ¿Cuánto tiempo llevas entrenando y compitiendo en esta disciplina?
R. Entrenando, pues desde los 15 años, pero ya de manera constante, tengo 11 años, empecé a competir en el 2016 .
P. ¿Cuál sido tu mayor logro en el físico culturismo?
R. Hasta ahora en el 2020. Fui a una competencia a Pittsburgh y quedé en segundo lugar, o sea por muy poco conseguía mi carnet que es lo que estoy buscando.
P. ¿Cómo es tu rutina y Dieta para una competencia para prepararte?
R. Realmente cada preparación es diferente, y eso conlleva tanto la alimentación como la rutina, dependiendo cada semana como va evolucionando mi cuerpo es la manera. Ajustamos cantidad de carbohidratos de proteína de grasa, y también el entrenamiento siempre es lo mismo seis veces por semana de lunes a sábado, pero lo que va variando también es el tiempo de ejercicio cardiovascular, ya sea en escalera, sin fin o en la caminadora o en el elíptica eso también va cambiando cada semana, dependiendo de cómo vaya respondiendo mi cuerpo.
P. ¿Qué consejos, darías a alguien que esté interesado en comenzar en el físicoculturismo?
R. Que es un deporte totalmente mental, si quieres tener logros o primeros lugares es de fuerza de voluntad, es un deporte que tienes que hacer muchos sacrificios y al principio el primer mes, todos empiezan con mucho ánimo y con muchas ganas, pero conforme va pasando el tiempo en la preparación, como va sintiendo tu cuerpo ya más cansado.
La mayoría o muchos desisten porque sienten que ya no pueden, entonces el mejor consejo que le pongan mucha fuerza de voluntad y que realmente terminen la preparación, terminen esa competencia, porque después es cuando ya se siente la satisfacción de haberla logrado todo y haber obtenido un buen lugar.
P. ¿Cómo manejas la presión y los desafíos durante la preparación para una competencia?
R. Realmente siempre en cada preparación, existen problemas de todo tipo, como económicos, familiares, personales, etc. Es bien importante saber que tienes el objetivo de ir a una competencia en el cual todos los competidores al igual que uno, pues también tiene los mismos problemas, pero al físico no le importa eso, o sea tú tienes que hacer lo que se tiene que hacer para lograr ver los cambios en el físico para poder llegar y presentarte en tu mejor versión de la mejor manera ya que vas a competir.
Un ejemplo, a mí me ha pasado en varias ocasiones que he tenido problemas con mi pareja y son problemas muy pesados en donde hay veces que he pensado en tirar la toalla, pero obviamente analizo y digo no, a ver, esto es lo que yo quiero, esto es la meta que yo estoy buscando, esto es el objetivo que quiero lograr, entonces pase lo que pase como sea lo voy a hacer y realmente es que todo se te acomodando para que así vaya siendo aunque haya obstáculos así y también me ha pasado que por decir digo híjole no pues va a estar Super caro todo, pero también buscas patrocinadores o pues hacer una rifa o lo que sea, pero realmente si quieres hacerlo lo vas a lograr.
P. ¿Cuáles son las metas futuras en el físicoculturismo?
R. Pues obviamente quiero ese primer lugar para poder tener mi carnet que es es lograr un nivel más alto, obviamente eso te da cimiento en todos los aspectos, y sobretodo en el medio en el que yo me manejo y que a esto me dedico es un plus para mí el obtener ese carnet .
P. ¿Cómo equilibras tu vida personal con los rigores del entrenamiento y la competencia?
R. Es que realmente un competidor sabe que el ser atleta o físico culturismo, no es la única actividad que uno tiene.
Estamos muy conscientes que tienes familia, que tienes un trabajo, que tienes hijos, que hay compromisos económicos, entonces tienes que tener muy bien administrado todo tiempo para poder hacer el ejercicio, para poder preparar tus comidas, para poder reservar el dinero que tienes que usar para poder ir a una competencia, inclusive para comprar los suplementos, etc. etc. y obviamente tienes que hacer sacrificios como dejar de gastar en cosas que sabes que a lo mejor no te van a ayudar mucho o cosas innecesarias, tienes que administrar tu tiempo para dormir, para ir a trabajar, para hacer el cardio, que tienes que hacer porque lo tienes que cumplir.
Sea como sea, repito, es un deporte donde se necesita mucha fuerza de voluntad. Entonces hay veces que se duerme siete horas, hay veces que se duerme cuatro horas, hay veces que se duerme tres horas. Independientemente que andes super cansado que estés enfermo. Tú tienes que cumplir con lo que tienes que cumplir como una máquina. Tienes que hacer lo que tienes que hacer para lograr el objetivo..
P. ¿Qué aspecto del fisicoculturismo encuentras más gratificante?
R. La verdad es que cada competencia ha sido una experiencia totalmente diferente y muy enriquecedora en todos los aspectos desde la gente y amistades que conoces hasta los lugares también tan bonitos que conoces porque viajas mucho, pero el estar atrás de un escenario esperando tu turno, viendo todas las competidoras que al igual que tú se prepararon y entregaron el corazón, ahí que estamos todas nerviosas con la adrenalina al tope por salir y caminar y dar tu presentación. Lo más bonito que se pueda. Él ya caminar y estar en la tarima y estar caminando, estar viendo a los ojos a los jueces a las personas que van y te apoyan o a toda la gente que va como espectadores, es lo más enriquecedor o sea es lo más hermoso, así sentir como vas caminando y como vibran tus piernas cada vez que vas dando dando paso a paso con todo el amor por este deporte.
P. ¿Cómo crees que el físico culturismo ha impactado tu vida en general, tanto física como mentalmente?
R. Realmente desde que practicó este deporte, mi vida cambió en todos los aspectos, desde amistades hasta actividades, me volvió una mejor persona más responsable más administrada más disciplinada, y obviamente en el físico, pues no se diga al tener que entrenar todos los días. Alimentarte bien, hacer cardio, pues lógicamente sí, o si tienes cambios físicos por completo, pero sobre todo el esforzarte mucho para poder llegar mejor que la vez anterior y poder conseguir un buen lugar en en en una presentación una competencia al final se siente demasiado satisfactorio. Entonces eso hace que te quedes con esas ganitas de volverlo hacer una vez más.
📧 siqueiros.arte@gmail.com
JALISCO
Morena en Jalisco: El fracaso de la reforma judicial y el rechazo ciudadano

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
La participación del 7.5% en las elecciones judiciales del pasado domingo en Jalisco, la más baja del país, es un mensaje contundente de la ciudadanía: un rechazo claro a la reforma judicial impulsada por Morena y una señal de desconfianza hacia las instituciones. Este resultado no solo expone las fracturas internas del partido en el estado, sino que también pone en duda la legitimidad del proceso y plantea serios desafíos para el futuro político de Morena y la presidenta Claudia Sheinbaum en una región clave.
Un abstencionismo que habla
El 7.5% de participación –equivalente a un 92.5% de abstención– no puede interpretarse de otra manera que como un fracaso estrepitoso de los operadores y liderazgos de Morena en Jalisco. Figuras como Carlos Lomelí, Claudia Delgadillo, Chema Martínez y Laura Imelda Pérez, así como la Universidad de Guadalajara, mostraron una incapacidad evidente para movilizar al electorado.
¿Dónde quedó el morenismo que prometía transformar el estado? El abstencionismo no solo refleja la falta de articulación del partido, sino también un rechazo público a lo que muchos perciben como un intento de Morena por controlar el Poder Judicial y socavar su independencia.
En mi columna del lunes, titulada “¿Democratización o control político?”, planteé si este proceso realmente democratiza la justicia o si es un mecanismo para consolidar el poder de Morena. Los números de Jalisco responden con claridad: los ciudadanos ven más allá de la narrativa oficial de “democratización” y perciben la reforma como una toma de poder, especialmente en un contexto donde Morena domina el Congreso de la Unión.
Líderes sociales como el arzobispo de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, han criticado el proceso como un ejercicio que favorece la agenda de Morena en lugar de mejorar el sistema judicial. Su descripción de un proceso “planchado” resuena con un electorado jalisciense históricamente receloso del control centralizado, lo que explica su decisión de abstenerse.
Fragmentación y divisionismo en Morena
Otro factor detrás de esta baja participación es la fragmentación interna de Morena en Jalisco. El partido carece de unidad y de una visión compartida; en su lugar, prevalece una lucha de intereses por el control y el poder. Los liderazgos locales, más preocupados por sus agendas individuales que por un proyecto colectivo, se comportan como “perros y gatos en disputa”, cada uno aferrado a su hueso. Desde la Ciudad de México, figuras como Leonel Cota Montaño y Alfonso Ramírez Cuéllar intentaron, sin éxito, alinear a los grupos locales. A pesar de sus declaraciones públicas de unidad y de promesas de duplicar la participación, el morenismo jalisciense quedó en evidencia.
La Universidad de Guadalajara, que se involucró en el proceso, tampoco logró movilizar al electorado. Su incapacidad para mantener el registro del partido Hagamos en elecciones pasadas ya había mostrado sus limitaciones, y esta elección judicial lo confirmó. Morena le falló a la presidenta Sheinbaum al no conectar con los jaliscienses, un estado donde el partido ha enfrentado dificultades históricas para consolidarse. Si en la elección federal de 2024 Morena obtuvo resultados en Jalisco, el mérito fue del liderazgo de Sheinbaum, no de las figuras locales, marcadas por el divisionismo, el egocentrismo y el individualismo.
Desconfianza institucional y desencanto ciudadano
El 92.5% de abstención no solo es un rechazo a la reforma judicial, sino también un reflejo del desencanto con el sistema político en general. La percepción de que estas elecciones carecen de legitimidad o de un impacto real en la justicia ha exacerbado la crisis de confianza en las instituciones. Los ciudadanos jaliscienses, conocidos por su tradición de autonomía y resistencia al poder central, ven en esta reforma un intento de Morena por imponer su agenda, más que una solución genuina a los problemas del Poder Judicial, como la corrupción, el nepotismo y la falta de acceso a la justicia.
Esta desconfianza se suma a la falta de información y a la complejidad del proceso electoral. Con miles de candidatos y cargos poco conocidos, muchos ciudadanos optaron por no participar, percibiendo el ejercicio como una farsa diseñada para favorecer a Morena. La baja participación en Jalisco, comparada con el promedio nacional del 13%, refleja un sentimiento anti-morenista que podría fortalecerse en el futuro, especialmente si el partido no ajusta su estrategia.
Implicaciones para el futuro político de Jalisco
El fracaso de Morena en movilizar a los ciudadanos en un proceso tan publicitado como las elecciones judiciales expone su vulnerabilidad en Jalisco, un estado donde ha luchado por consolidarse frente a fuerzas como Movimiento Ciudadano. Esta baja participación podría fortalecer a la oposición y al sentimiento anti-morenista, abriendo la puerta a que partidos locales capitalicen el descontento ciudadano. Además, el divisionismo interno de Morena podría llevar a una reconfiguración de sus liderazgos en el estado, un proceso que será crucial para su futuro político.
¿Quiénes podrían emerger como nuevos líderes? Esa es una pregunta que aún no tiene respuesta, pero lo que sí está claro es que Morena necesita un liderazgo más inclusivo y una comunicación efectiva para reconectar con los jaliscienses. Sin estos cambios, el partido seguirá enfrentando reveses en un estado estratégico para el panorama nacional. La presidenta Sheinbaum, quien ha apostado por esta reforma como un pilar de la 4T, también enfrenta un desafío: demostrar que puede unificar a su partido y ganar la confianza de regiones tradicionalmente reticentes al proyecto morenista.
Un mensaje claro para Morena
El 7.5% de participación en Jalisco es una combinación de factores: un rechazo a la reforma judicial, una profunda desconfianza en las instituciones, una división interna de Morena y un fortalecimiento del anti-morenismo local.
Este resultado plantea un reto significativo para el partido y para Sheinbaum, quien deberá replantear su estrategia en el estado si busca consolidar su proyecto político a nivel nacional. La ciudadanía jalisciense ha hablado con su abstención, y su mensaje es claro: no basta con discursos de democratización; se necesitan acciones que realmente.
NACIONALES
Elección judicial en México: ¿Democratización o control político?

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
La elección para renovar el Poder Judicial Federal, celebrada este domingo 1 de junio de 2025, fue presentada por Morena y la 4T como un hito de democracia directa. Sin embargo, el proceso, justificado con el discurso de un Poder Judicial corrupto y elitista, ha generado más dudas que certezas.
La baja participación ciudadana y las múltiples irregularidades sugieren que el objetivo real podría ser el control político de una institución clave para el equilibrio de poderes en México.
BAJA PARTICIPACIÓN: DESCONFIANZA Y DESINFORMACIÓN
Las encuestas de Infobae y El Economista anticipaban una participación de entre el 8% y el 23%, y el INE confirmó un 12% (unos 12.06 millones de votantes de un padrón de 100 millones). Esta abstención histórica no respalda la narrativa de Morena de un apoyo popular, sino que refleja desconfianza y falta de legitimidad. Una encuesta de Enkoll mostró que el 77% de los mexicanos no conocía a ningún candidato, evidenciando una desinformación generalizada.
La complejidad de las boletas, con 3,400 candidatos para 881 cargos y 60 distritos electorales (según la Universidad Iberoamericana), dificultó el voto informado, especialmente en zonas rurales con acceso limitado a información.
El diseño del proceso también parece haber sido opaco. La ausencia de debates públicos y la distribución de «acordeones» –listas de candidatos oficialistas– sugieren manipulación para favorecer a Morena. Estas prácticas, denunciadas por analistas, minaron el voto libre y desincentivaron la participación. La abstención masiva no es apatía, sino una protesta silenciosa contra un sistema que no garantiza transparencia ni equidad.
IRREGULARIDADES: UN PROCESO VICIADO
La jornada electoral estuvo marcada por irregularidades que refuerzan la percepción de un proceso diseñado para beneficiar a Morena. Reportes de El Universal e Infobae documentaron acarreo de votantes, compra de votos y distribución de «acordeones» por los «servidores de la nación». Estas acciones, lejos de ser aisladas, parecen coordinadas para controlar el Poder Judicial.
Además, hubo cargos «sin competencia», con candidaturas únicas en 51 posiciones federales, como en Durango (49 candidaturas para 49 cargos, según Integralia), lo que reduce la elección a una formalidad y cuestiona su pluralidad.
La complejidad del conteo, con casillas atendiendo hasta 2,250 electores (el triple que en elecciones ordinarias), generó dudas sobre la integridad del proceso. El INE enfrentó un desafío logístico sin precedentes, y la tardanza en los resultados —estimaciones para el 3 de junio en el caso de la Suprema Corte y el 5 de junio para el Tribunal Electoral— alimentan especulaciones sobre posibles manipulaciones.
EL DISCURSO DE LA CORRUPCIÓN
Morena justificó la elección señalando corrupción y nepotismo en el Poder Judicial, un discurso que resuena con una ciudadanía harta de la impunidad. Sin embargo, el análisis no resiste un escrutinio crítico. El Índice Global de Impunidad 2025 coloca a México en el último lugar de 69 países, y problemas como la falta de juzgados, la sobrecarga de casos (un juez mercantil en Monterrey maneja 15 mil casos, según Rubén Moreira) y la necesidad de capacitación persisten. Pero la solución propuesta no ataca estas raíces, sino que politiza el Poder Judicial. La presencia de candidatos alineados con la 4T, según El País, sugiere una captura institucional disfrazada de participación popular, más que una verdadera democratización.
IMPACTO EN LA DEMOCRACIA MEXICANA
La baja participación y las irregularidades tienen graves implicaciones. La abstención masiva refuerza la percepción de que las elecciones no son confiables para el cambio institucional. La manipulación del proceso amenaza la independencia judicial, pilar del equilibrio de poderes.
Si el Poder Judicial queda subordinado al Ejecutivo y Legislativo, ambos dominados por Morena, México podría deslizarse hacia un sistema de partido hegemónico, similar al viejo PRI, como advirtió PortalGuanajuato.mx.
La polarización también se ha profundizado. Mientras Claudia Sheinbaum defiende la elección como un hito democrático, críticos como Enrique Krauze y Javier Laynez Potisek la califican de «farsa» y «golpe de Estado». Esta división debilita la confianza en las instituciones y dificulta los consensos necesarios para abordar los problemas reales del sistema judicial.
UN EXPERIMENTO FALLIDO CON COSTOS ALTOS
La elección judicial del 1 de junio de 2025 no democratizó el Poder Judicial ni combatió la corrupción. Se convirtió en un ejercicio de control político que deja al sistema judicial más vulnerable. La baja participación y las irregularidades no son fallas accidentales, sino síntomas de un proceso diseñado para favorecer a Morena sobre los principios democráticos.
México necesita una reforma judicial que fortalezca la independencia, la capacitación y los recursos, no que lo someta al poder político. La factura será alta: un Poder Judicial debilitado, una democracia erosionada y una ciudadanía desencantada. La pregunta es si la sociedad mexicana exigirá una transformación real o si este episodio marcará un retroceso autoritario más profundo.
JALISCO
Morena en Jalisco: El reto de convertir victorias en triunfos completos

Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //
La elección del Poder Judicial era, para Morena Jalisco, la oportunidad de ensayar lo que jamás ha podido articular con éxito: una estructura cohesionada, una movilización real, y un mensaje político claro. Pero como si de una tragicomedia se tratara, el guion ya estaba escrito. Porque en Morena Jalisco, ganar sigue siendo un accidente, no un plan. Y perder, una costumbre refinada a fuerza de simulación.
Desde la Ciudad de México llegó, otra vez, la señal. La dirigencia nacional apuntó a un nombre muy conocido en Jalisco Leonel Cota Montaño a quien lo volvieron a instalar como operador político.
Y junto a él, el incombustible Alfonso Ramírez Cuéllar. Correcaminos de la 4T, devorador de kilómetros, coleccionista de reuniones. Uno que parece estar siempre en campaña y nunca en territorio. Ambos, encargados de orquestar una elección interna con aroma de encuesta nacional, pero con la organización de una kermés sin comité.
La tropa local, esa que presume liderazgo y acarreo, se diluyó como siempre. Chema Martínez, cuya fama de gran operador quedó reducida a un murmullo; Alejandro Peña, diputado que no destacó por su estructura; y los de siempre, Carlos Lomelí y Claudia Delgadillo, que otra vez jugaron al solitario. Morena Jalisco, como en cada proceso, se convirtió en un archipiélago de egos.
Y es que no solo no se pusieron de acuerdo. Peor: se pisaron entre ellos.
En plena efervescencia del voto judicial, apareció el nombre de Fernando Delgadillo González, hermano de la excandidata Claudia Delgadillo. Compite por la magistratura laboral en el Distrito Judicial 1, y su candidatura aparece —curiosamente— en los acordeones que circulan en los chats morenistas. La conexión no es casual: fuentes internas afirman que Claudia es la operadora en los distritos 1 y 4, junto a Eduardo Almaguer, su abogado de campaña y estratega jurídico.
Pero los acordeones son la metáfora perfecta del desorden. Porque ni siquiera entre los grupos de Morena se pusieron de acuerdo en quiénes son «los buenos». El acordeón del grupo Delgadillo excluye a Yasmín Esquivel, ministra aún en funciones de la 4T, con quien Claudia tuvo un desencuentro en su última visita a Guadalajara. También desaparecieron a Sara Herrerías y armaron su lista con nombres que nadie reconoce como oficiales.
Lomelí, por su parte, solo incluye a las tres ministras actuales —Batres, Ortiz y Esquivel— y completa con perfiles propios. De los hombres, igual: cada quien tiene su santa lista. En resumen, Morena Jalisco produjo no una sola línea de voto, sino varias versiones piratas, como si cada grupo tuviera su propio Poder Judicial en mente.
Ni los diputados locales ni los federales hicieron gran cosa, más allá de asistir a los eventos que organizó la dupla Cota-Cuéllar. Los presidentes municipales guardaron silencio, quizás porque no entendieron, quizás porque no quisieron participar. Y la Universidad de Guadalajara —ese socio necesario en cualquier intento de estructura electoral— falló como pocas veces.
Carlos Trejo, el operador universitario, no solo entregó tarde los nombres de los candidatos, sino que no logró movilizar a nadie. La universidad está casi de vacaciones, los centros universitarios en manos de funcionarios nuevos sin control territorial, y con un desinterés tal que, siendo viernes previo a la elección, la mayoría de los diferentes equipos universitarios no habían recibido las indicaciones claras para operar el voto.
De los sindicatos, solo el del IMSS parece haber cumplido con el guion. Su candidata aparece en casi todos los acordeones. Pero fuera de eso, ni la Sección 47 del SNTE que fiel al estilo de esta administración está desaparecida, ni otros gremios han tenido un papel relevante. Se suman a la lista nacional como quien firma asistencia, pero no participan, no inciden, no mueven.
Así, la elección del Poder Judicial —que en otros estados se convirtió en una muestra de músculo político— en Jalisco se volvió otra escena patética de Morena perdiendo la oportunidad de ganar con contundencia.
Mientras tanto, el PAN ha aprovechado la coyuntura para aceitar su maquinaria. Sus liderazgos históricos —conservadores pero funcionales— han hecho lo que mejor saben: operar con disciplina. Movimiento Ciudadano, por su parte, sigue dividido. El pleito entre el grupo de Lemus y el de Alfaro no se ha curado, y en lugar de capitalizar la elección, se refugiaron en la crítica al proceso como pretexto de su inmovilidad.
Pero si Morena Jalisco es incapaz de articular algo tan básico como una línea común de votación, ¿qué se puede esperar para el 2027? ¿Otra vez la improvisación, otra vez los candidatos puestos desde la Ciudad de México, otra vez los liderazgos rotos?
En Jalisco, una vez más, Morena muestra su capacidad para perder ganando. Porque, aunque consiga algunas posiciones, lo hace sin rumbo, sin liderazgo real, sin estrategia. No hay plan, solo inercias.
Se dirán ganadores, pero, será por lo que a nivel nacional se estructuró, en lo regional se pulverizará el voto por no respetar acuerdos.
Quizás el verdadero problema de Morena Jalisco no es la derrota. Es la costumbre. Porque aquí, cada proceso es un simulacro. Cada liderazgo, un caudillo en miniatura. Y cada victoria, una oportunidad desperdiciada.
En política, como en la guerra, la estrategia lo es todo. Y Morena Jalisco sigue peleando sin mapa, sin brújula y lo peor: sin memoria.
En X @DEPACHECOS
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