OPINIÓN
De la ciber vulnerabilidad a la ciberseguridad

Comuna México, Benjamín Mora Gómez //
“Todos tenemos una vida cibernética aunque no tengamos consciencia de eso, y debemos protegerla”
Nada hay más peligroso que nuestra generosidad al compartir nuestra vida en nuestras redes sociales con quienes en realidad no conocemos.
Antes de adentrarnos en el tema que hoy comparto, te invito a pensar en los problemas que podrías vivir en caso de extraviar tu celular: Pérdida de nombres y teléfonos de tus contactos, las fotos de tu familia y vida diaria, los mensajes a través de WhatsApp… Ahora, imagina que toda tu vida llegara a manos criminales.
Cada día, muchos nos sentimos populares por tener en nuestras redes a cientos o miles de ciber amigos, mujeres y hombres con quienes no tenemos relación alguna en la realidad cotidiana y a quienes jamás veremos ni escucharemos en persona; más aún, ciber amigos que quizá no sean ni esas mujeres ni esos hombres que aparecen en las fotos con que se presentan en internet, y a esos desconocidos les compartimos nuestra vida diaria: a qué hora amanecimos, qué desayunamos, a qué hora salimos y regresamos a casa, en dónde trabajamos, qué nuevos proyectos de trabajo traemos, con quiénes nos relacionamos o asociamos, qué nuevos contratos firmamos, a qué restaurante acostumbramos ir y que solemos pedir para comer, qué reloj nos regalamos, a dónde planeamos ir de vacaciones con los días en que nuestra casa estará sola, qué comida pedimos para que nos la trajeran a casa
Todo ello puede llegar a ciber-delincuentes que buscarán secuestrar nuestra información a cambio del pago por devolvérnosla, asaltarán nuestras casas y vidas privadas mediante comandos armados, secuestrar a nuestros hijos e hijas, clonar nuestras tarjetas de crédito o vaciarnos nuestras cuentas bancarias, acceder a la información más confidencial de nuestra empresa y comprar a nombre de ella, extorsionar a nuestra familia al dar datos precisos de nosotros.
No, esto no es cosa de mi imaginación desbordada. Es una realidad que cuesta billones de dólares anuales en el mundo.
¿Cómo manejar nuestras redes sociales de la manera más cuidadosa posible en estos días de Covid de confinamiento y necesidad de comunicarnos? ¿Qué tan seguras son la Wi-Fi de un café o un restaurante al que uso como mi oficina alterna? ¿Qué tan seguras están nuestras cuentas bancarias cuando damos acceso a todo mundo a nuestras redes sociales?
¿Qué tan encriptada está la información de gran reserva que enviamos a través de Facebook o WhatsApp? ¿Sabías que hoy te pueden ubicar con toda precisión con solo tener tu número de teléfono? ¿Qué pueden saber cuál camino tomas cada día para llegar a tu oficina? ¿Sabes cuáles leyes rigen al uso del ciberespacio en México y en los países en que tengamos algún contacto? Cuando damos acceso a nuestras redes sociales a alguien desconocido, acaso es posible que en realidad no sea quien dice ser, que la foto con que se presenta no sea quien me habla, que no viva en el país en que tiene registrada su cuenta de correo… ¿O acaso puedes contratar algún seguro que te proteja de ataques a tu información y cuáles previsiones debes cumplir?
Hoy, es posible adoptar una cultura de ciberseguridad sin caer en la paranoia al adoptar una o varias metodologías, aprovechando la ingeniería social que utilizan los criminales para invadir nuestras vidas y las de los nuestros; es decir, podemos aprender cómo acceden a mi vida esos criminales. Y al mismo tiempo, es muy importante saber, en caso de algún ataque cibernético a nuestras vidas y trabajos, cómo vamos a reestablecer lo perdido. Esto es de la mayor importante en estos días del home office. Como dijera mi hermano Carlos Mora: La disciplina nos hará libres.
Hoy, este es un tema fundamental en la mujer que es madre, trabaja desde casa y es asistente del maestro por aquello de home school. ¿Es posible que un ciber criminal acceda a las tabletas de nuestras hijas e hijos, en sus horas de clase, a través de las video cámaras habilitada y en funciones, y de esa manera conocerlos, video grabarlos y video filmar el espacio de sus clases en casa, a sus hermanos y hermanas, a los padres, y luego utilizar esa información para llevar a cabo ciber acoso o ciber chantaje?
Cuando damos pie a que gente que no conocemos, ni jamás conoceremos en persona, entren y vivan en nuestras redes sociales, damos paso a posibles criminales y cada quién es responsable de sus consecuencias.
Entendamos, los ciber ataques no buscan acceder a la información solo de las grandes empresas. Pueden, por ejemplo, acceder a tu Registro Federal de Contribuyentes y usarlo para blanquear operaciones delincuenciales y dejarte con un problema en tu próxima declaración fiscal que sólo conocerás en caso de solicitar la devolución de dinero.
La información robada puede utilizarse para el robo de identidad –más de 50 mil al año en México- con los problemas que ello significan, pudiendo llegar dañar el desarrollo profesional de una persona.
Más aún, qué tan segura es La Nube cuando no se sabe manejar bien sus protocolos, entrando a nuestro espacio cibernético.
En esa realidad tan compleja, The Big Canvas–México me enseñó cómo cuidar mi información, a través de un curso de 4 módulos: Conciencia de la información, Especificaciones cibernéticas (responsabilidades), Soluciones de seguridad eficaces: protégete y protege tu información, y Recuperación cibernética exitosa. Me encantaron.
E-mail: benja_mora@yahoo.com