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OPINIÓN

Diagnóstico errado

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Opinión, por Luis Manuel Robles Naya //

Cuando el diagnóstico parte de apreciaciones imprecisas o superficiales, lo más seguro es que las soluciones sean insuficientes e ineficaces. Se puede coincidir en que en México la desigualdad es el origen de la irritación social y que su presencia duele porque no se puede ser insensible ante la abultada cantidad de pobres y la muy pequeña porción de ricos.

Sin embargo, tratar de mejorar el ingreso a través de subsidios para los sectores vulnerables suena más a demagogia que a solución. Igualmente si solo se ataca buscando elevar el salario en una sociedad donde la población económicamente activa la mayor parte se desempeña en la informalidad.

En esas circunstancias impulsar el crecimiento de la economía en su conjunto es la mejor receta, pero en las políticas públicas seguidas en este año no se observan acciones que puedan lograrlo. Por el contrario, la contracción del gasto público por una política de austeridad radical e indiscriminada y la contención del gasto para controlar la corrupción evita que la inversión gubernamental impulse el crecimiento, y por otra parte, los criterios estatistas en el sector energético restringen la participación de capital privado.

El Presidente y algunos integrantes de su gabinete parecen tener un conflicto serio con el capital y contra quienes lo acumulan. Cierto es que en México esta acumulación se da en muy pocas manos, 16 multimillonarios, según considera el subgobernador del Banco de México Gerardo Esquivel en su estudio “Desigualdad extrema en México” elaborado para Oxfam México y asegura que el 10 por ciento más rico de México concentra el 64 por ciento de la riqueza total del país.

Son cifras que escandalizan y evidencian la enorme desigualdad, pero no es combatiendo a este capital como se va a lograr una mejoría en el ingreso de los demás, que es la única forma de reducir esta ominosa brecha. Combatir la corrupción, en su modalidad de contubernio entre capital y gobierno ayuda a que estas fortunas no crezcan en la forma acelerada como lo han hecho desde finales del siglo XX, pero difícilmente coadyuvará a que exista un crecimiento que favorezca el incremento del ingreso del 90 por ciento de la sociedad.

Las acciones de la actual administración parecen haber funcionado en la primera parte, ya no se hacen negocios al amparo del gobierno, (al menos no se conocen nuevos hasta hoy), pero la medicina administrada con una carga ideológica un tanto rebasada por las condiciones de la economía internacional, ha provocado que otros capitales se repriman y frenen la inversión necesaria para el crecimiento.

Por otra parte, la inseguridad también influye para que el capital y los negocios cuenten con un clima favorable a la inversión y al crecimiento y ahí es donde se encuentra tal vez, la más notoria falla en el diagnóstico y por consecuencia en la estrategia que al parecer se ha diseñado, que parte de atender las causas de la violencia pasando a segundo plano la persecución de delincuentes y el ejercicio del poder del estado para restituir la paz y la tranquilidad en el territorio nacional.

No se puede coincidir totalmente con la aseveración presidencial de que es la miseria, la pobreza y falta de oportunidades lo que lleva al pueblo bueno a delinquir. Lo que ha acrecentado la violencia es la falta de castigo, se mata y se roba porque se puede hacer en total impunidad. Cierto es, que las estrategias anteriores desataron la violencia en el narcotráfico, porque no consideraron que esa actividad es como la Hidra mitológica y al cortar una cabeza surgen más en su lugar, pero también es cierto que nadie que se dedica al narcotráfico va a dejar de hacerlo para sembrar árboles frutales o maderables por cuatro mil pesos al mes y que va a dejar de haber jóvenes sicarios o narcomenudistas porque se les otorguen becas de tres mil quinientos pesos mensuales.

También en esto ha faltado profundidad en el diagnóstico y amplitud en la visión de las alternativas. Regiones enteras del país han frenado su desarrollo por la falta de crecimiento económico y obligado a sus jóvenes a buscar alternativas o en el narcotráfico o en la emigración. Es enorme la cantidad de hectáreas ociosas o rentadas a empresarios o corporaciones, porque ya no hay agricultores jóvenes, ellos dejan a sus padres el beneficio de la renta y se dedican a opciones más lucrativas que por desgracia el campo actualmente no ofrece.

En áreas urbanas, se gana más dinero lavando cristales en los cruceros que trabajando todo el día por el salario mínimo, por más que este crezca, y la informalidad, el comercio ambulante desplaza a las actividades comerciales fijas y establecidas y la autoridad lo permite y solapa porque está consciente de que no existen alternativas formales para ese ya muy amplio sector de la población. Ante esto, becas y subsidios son políticamente redituables pero no son las soluciones que México necesita.

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NACIONALES

Una presidenta sin autoridad ni mano izquierda

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– Opinión, por Ramiro Escoto Ratkovich

La actitud de algunos personajes ligados a la 4T, y herencia de la administración del ex presidente López Obrador, siguen haciendo estragos mediáticos y públicos, ignorando los regaños y llamados a la congruencia de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

El primerísimo de ellos, Gerardo Fernández Noroña, con sus escandalosos e impunes actos de gastos en viajes de primera clase a Europa, así como la renta de un Jet privado para sus recientes traslados a varios puntos del país, mismos que no ha transparentado ni aclarado cómo contrató una aeronave que no tiene permiso para ser alquilada en el país. Esto sin tomar en cuenta el gasto de 12 millones de pesos del valor de su casa en Tepoztlán Morelos y del cual ya poco o nada se ha hablado.

El senador y ex gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, a quien se le vincula con la organización delincuencial llamada la “Barredora” de quien hace unos días trató de justificar su fortuna ahora como prominente ganadero, y el cual se le ha visto desde hace tiempo distraído en su trabajo parlamentario, a tal grado de estar viendo partidos de futbol en su Tablet en plenas sesiones, al saber que de la presidenta no recibirá ni castigo ni opinión.

Esta semana, en un evidente estado de desinformación, la presidenta negó la declaración de la Procuradora Fiscal respecto al desfalco aproximado al que asciende el llamado huachicol fiscal, mismo que se evidenció con los dichos de la funcionaria en la llamada entrevista banquetera, y de la cual no hubo sanción o llamada de atención porque simplemente su autoridad ha dejado de tener fuerza.

La presidenta no puede con Pedro Haces, tampoco con Ricardo Monreal, personajes que también se han burlado de la continuidad del discurso: “no debe haber gobierno rico con pueblo pobre” y cuando se le ha cuestionado sobre el actuar de estos y otros legisladores en su forma de vida, la frase “pruebas, pruebas” resalta como una especie de muletilla que intenta apagar los fuegos sólo en el discurso.

Ni Andrés Manuel López Beltrán le guarda respeto, los negocios, viajes y hasta los desaires en eventos políticos han dejado en evidencia la distancia, misma que sólo intenta tapar con el discurso del pasado domingo en el que dijo en su informe que no pretende alejarse del expresidente López Obrador a quien también dio el adjetivo de ser una persona proba y honesta.

Sus discursos amenazantes primero a los proveedores de medicamentos que no cumplieron, dice con la entrega y que después declararon que era por millonarios adeudos, la debilitaron aún más, y su reciente sanción de que por incumplimiento no serán más proveedores de gobierno, le hizo pasar a ser sólo una declaración más, sin pena ni gloria, y por ende, sin medicamentos por quien sabe cuánto tiempo más.

Retadora desde el púlpito matutino, y luego en el silencio cuando las pruebas a sus cuestionados dichos le son presentadas, ha intentado ser como su maestro, pero con la diferencia de que la estrategia falla cuando las preguntas salen de quienes no son pagados o forman parte del sistema de comunicación presidencial.

Se enoja y, en el medio del capricho, o cambia de tema o lo evade, su agenda no contempla el saqueo del 2 de octubre y los operativos fallidos de esas marchas que en la impunidad obtuvieron botines superiores a los 6 millones de pesos con saldo de policías heridos y ningún detenido.

Sólo Luisa María Alcalde le sigue la línea, pidiendo ahora a los morenistas que sus quejas lleguen al partido y no a los medios, porque ahí la verdad ha sido implacable, demostrando la afrenta de muchos que advierten que a la científica le falta mucho para dar un manotazo en la mesa.

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MUNDO

Aliados involuntarios: Donald Trump, ¿el agente de Putin?

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– Actualidad, por Alberto Gómez R.

La sombra de la influencia rusa se cierne sobre la Casa Blanca, no a través de espías tradicionales, sino mediante una sintonía estratégica que sirve a los intereses del Kremlin.

La posibilidad de que un presidente estadounidense actúe, consciente o inconscientemente, como agente de influencia de una potencia extranjera parece extraída de una novela de espionaje. Sin embargo, esta inquietante especulación ha ganado terreno entre analistas de inteligencia y políticos desde que Donald Trump irrumpió en la escena política.

Este artículo examina la evidencia que sugiere que Donald Trump podría estar facilitando los objetivos estratégicos de Vladimir Putin, particularmente la implosión interna de Estados Unidos y el debilitamiento de la OTAN y la Unión Europea, con paralelos históricos que incluyen el papel de Mijaíl Gorbachov en la disolución de la Unión Soviética.

LA FORMACIÓN DE UN OBJETO VULNERABLE

La teoría de que Trump ha sido cultivado por Rusia encuentra fundamento en el background de inteligencia de Putin. Expertos señalan que «Putin fue un oficial de inteligencia de carrera, entrenado para identificar vulnerabilidades en un individuo y explotarlas». Esta evaluación coincide con los informes que sugieren que el KGB identificó a Trump como un hombre de negocios joven y vulnerable décadas antes de su presidencia.

Según Yuri Shvets, un ex mayor del KGB entrevistado en 2025, el servicio de inteligencia soviético inició una ofensiva de encantamiento contra Trump ya en la década de 1980. «Recopilaron mucha información sobre su personalidad para saber quién era personalmente. La sensación era que era extremadamente vulnerable, intelectual y psicológicamente, y era propenso a la adulación. Esto es lo que explotaron». Esta operación de influencia habría continuado bajo Putin, quien perfeccionó el arte de manipular a Trump mediante el halago y la validación de su visión del mundo.

La preocupación sobre esta relación trasciende lo especulativo. Leon Panetta, ex director de la CIA y secretario de Defensa bajo el gobierno de Obama declaró en octubre de 2024 que Trump se había «convertido en una fuente para Putin, y alguien que puede ayudarlo a manipular lo que quiere lograr».

Panetta añadió que «Donald Trump de muchas maneras es ingenuo sobre quién es Putin realmente. Él (Putin) sabe cómo trabajar una fuente, y tiene una que está muy cerca de la cima en este país». Esta evaluación sugiere que, más que una conspiración elaborada, existiría una explotación calculada de las vulnerabilidades psicológicas y políticas de Trump para beneficio del Kremlin.

LA GUERRA ANTI-WOKE

El movimiento «woke” (el pasado de «wake», que significa despertar) surgió dentro de la comunidad negra de Estados Unidos y originalmente quería decir estar alerta a la injusticia racial de la administración.

El término resurgió en la última década con el movimiento Black Lives Matter, que nació en rechazo a la brutalidad policial hacia personas afrodescendientes. Pero esta vez su uso se difundió más allá de la comunidad negra y empezó a ser utilizado para significar algo más amplio.

En 2017, el diccionario Oxford agregó esta nueva acepción de «woke», definiéndolo como: «Estar consciente de temas sociales y políticos, en especial el racismo».

El término «woke» se convirtió en sinónimo de políticas de izquierda o liberales que abogan por cosas como la equidad racial y social, el feminismo, el movimiento LGBT, el uso de pronombres de género neutro, el multiculturalismo, el uso de vacunas, el activismo ecológico y el derecho a abortar.

Políticas con las que se asocia el Partido Demócrata del presidente Joe Biden, así como también al ala más liberal que incluye políticos como Bernie Sanders o la congresista Alexandria Ocasio-Cortez.

En contraposición, el ala más extrema del Partido Republicano, liderada por el presidente Donald Trump, considera que estas políticas representan no solo una amenaza a los «valores de familia» sino incluso a la misma democracia, a la que se quiere «reemplazar con una tiranía woke». (bbc.com)

La agenda anti-woke Trump ha funcionado como cortina de humo para políticas que debilitan instituciones estadounidenses clave. Según análisis de 2025, el equipo de Trump «ha dado con lo que cree que es una fórmula ganadora: cada vez que quiere arrebatarle la atención médica a los estadounidenses o dejar en libertad a una corporación depredadora, simplemente dice que está luchando contra la ‘ideología woke’ o ‘DEI'».

Esta estrategia sería particularmente evidente en áreas críticas para la seguridad nacional y el bienestar ciudadano:

Aviación civil: En febrero de 2025, Trump despidió a casi 300 personas de la Administración Federal de Aviación (FAA) a pesar de una serie de accidentes aéreos, incluyendo el accidente de avión más mortífero en veinte años. Los medios pro-Trump atribuyeron sin pruebas los accidentes a políticas DEI, distrayendo la atención de los recortes en seguridad aeronáutica.

Protección al consumidor: La administración intentó desmantelar la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB) tachándola de «woke», a pesar de que esta agencia ha recuperado más de $21 mil millones para estadounidenses estafados por instituciones financieras.

Investigación científica: El senador Ted Cruz creó una base de datos de supuestas «becas woke DEI» que en realidad incluía investigación para mejorar infraestructura envejecida en Pittsburgh y mejorar la recuperación de inundaciones en Detroit.

PARALELOS CON LAS TÁCTICAS DE PUTIN

El uso de guerras culturales para debilitar la cohesión social y desviar la atención de la corrupción y el autoritarismo es un elemento central del juego de manual de Putin. La administración Trump ha adoptado tácticas similares, donde:

Se etiqueta como «woke» cualquier regulación que proteja a los ciudadanos de corporaciones depredadoras. Se ataca a las universidades como centros de «adoctrinamiento» mientras se recorta financiamiento para investigación científica vital. Se utiliza retórica sobre «enemigos internos» que recuerda la retórica utilizada por Putin contra opositores y organizaciones no gubernamentales.

EL DEBILITAMIENTO DE LA OTAN

Uno de los aspectos más preocupantes para los aliados de Estados Unidos es la sospechosa coincidencia entre las políticas exteriores de Trump y los objetivos estratégicos de Rusia. Desde su primera campaña presidencial, Trump ha expresado admiración por Putin y escepticismo hacia la OTAN, precisamente la alianza que Moscú considera su principal amenaza.

El acercamiento de Trump con Putin se ha manifestado de manera más evidente en el conflicto en Ucrania. En febrero de 2025, Trump anunció que tenía una conversación telefónica «larga y altamente productiva» con Putin, durante la cual «acordaron que nuestros equipos respectivos comenzaran negociaciones inmediatamente». significativamente, Trump sugirió que era improbable que Ucrania recuperara todo su territorio anterior a 2014, indicando su disposición a aceptar la anexión rusa de territorio ucraniano.

Esta aproximación bilateral, que margina a Ucrania y a los aliados europeos, ha generado alarmantes comparaciones históricas. Sir Ben Wallace, exsecretario de Defensa británico, escribió que las conversaciones tenían «ecos del apaciguamiento nazi», mientras otros han hablado de una «traición» a Ucrania que cedería extensiones de territorio a Putin.

La administración Trump ha mostrado un desdén particular hacia aliados tradicionales de Estados Unidos, simultáneamente fortaleciendo su relación con Rusia. Esta reorientación estratégica beneficia claramente a Moscú, que ha buscado durante décadas fracturar la unidad occidental. Al debilitar la OTAN y distanciarse de la Unión Europea, Trump implementa de facto elementos clave de la agenda exterior rusa.

¿AGENTE DE INFLUENCIA O LÍDER REFORMISTA?

El paralelo histórico más revelador lo encontramos en las teorías que presentan a Mijaíl Gorbachov como agente de influencia occidental, cuyo trabajo consistió en facilitar el colapso soviético. Narrativas promovidas por el Kremlin actualmente presentan a Gorbachov y a su aliado Alexander Yakovlev como «bendecidos por Margaret Thatcher para socavar el socialismo». Según estas teorías, actuando «bajo instrucciones de la CIA» Yakovlev «presidió la campaña para la destrucción de la URSS».

Esta reinterpretación histórica, aunque cuestionable en sus detalles, establece un precedente conceptual para operaciones de influencia a alto nivel que buscan desmantelar imperios desde dentro. Si aceptamos la posibilidad de que Gorbachov pudiera haber actuado como instrumento de intereses occidentales, se abre la puerta a considerar que Trump podría estar desempeñando un papel análogo para Rusia.

Sin embargo, existen diferencias cruciales entre ambos casos. Mientras Gorbachov implementó reformas destinadas a modernizar y abrir su sistema político y económico —con consecuencias no anticipadas—, las acciones de Trump parecen orientadas a debilitar instituciones democráticas y alianzas internacionales sin ofrecer una visión constructiva alternativa. Donde Gorbachov promovió glásnost (apertura) y perestroika (reestructuración), Trump fomenta el aislamiento nacionalista y la deconstrucción del orden institucional. Por supuesto, las estrategias se definen acorde a los contextos del momento.

LA MILITARIZACIÓN DE LA POLÍTICA DEMOCRÁTICA

Uno de los paralelos más alarmantes entre Trump y Putin se manifiesta en su concepción del poder y su disposición a utilizar fuerzas militares contra su propia población. El 30 de septiembre pasado, el presidente Donald Trump y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, convocaron a más de 800 altos mandos militares de Estados Unidos a una base en Quantico, Virginia, en donde hablaron de temas relacionados con las guerras culturales y criticado a un ejército que, dijeron, se había distraído con la corrección política.

Durante el evento, Trump sugirió que las fuerzas armadas deberían utilizar ciudades estadounidenses como «terrenos de entrenamiento», declarando que «esta va a ser algo importante para la gente en esta sala, porque es el enemigo desde dentro, y tenemos que manejarlo antes de que se salga de control».

La retórica de Trump sobre el «enemigo dentro» recuerda el lenguaje utilizado por gobiernos autoritarios para justificar la represión contra opositores y minorías. Preocupantemente, Trump alentó a soldados hostigados por manifestantes a «salir de ese auto y hacer lo que sea que quieran hacer», un endoso tácito a la violencia extrajudicial que erosiona los fundamentos del Estado de derecho.

REACCIONES DEMÓCRATAS

La respuesta de líderes demócratas no se hizo esperar. JB Pritzker, gobernador de Illinois, cuestionó la salud mental de Trump y lo acusó de copiar tácticas de Vladimir Putin: «Parece que a Donald Trump no solo le ha llegado la demencia, sino que está copiando tácticas de Vladimir Putin». Pritzker llegó a sugerir la aplicación de la 25ª Enmienda para remover a un presidente incapacitado por enfermedad mental.

Gavin Newsom, gobernador de California, fue igualmente contundente: «Declarar la guerra a las ciudades de nuestra nación y usar a nuestras tropas como peones políticos es lo que hacen los dictadores. A este hombre no le importa nada, excepto su propio ego y poder».

La evidencia disponible no sugiere que Trump sea un agente tradicional que recibe órdenes directamente del Kremlin. Las teorías más extremas sobre un Trump controlado por kompromat (material de chantaje) carecen de verificación. Sin embargo, los patrones de conducta observables apuntan a una peligrosa convergencia donde los intereses de Trump —impulsados por su narcisismo, susceptibilidad a la adulación y aversión al orden liberal internacional— se alinean perfectamente con los objetivos estratégicos de Putin.

Los paralelos históricos con Gorbachov ofrecen un precedente inquietante sobre cómo líderes aparentemente leales pueden, intencionadamente o no, facilitar el colapso de su propio sistema político. La diferencia crucial reside en que mientras Gorbachov —independientemente de su relación con Occidente— impulsaba reformas hacia mayor apertura y libertad, las acciones de Trump conducen hacia el autoritarismo y el aislacionismo.

En última instancia, la amenaza más insidiosa para Estados Unidos podría no venir de una conspiración dirigida desde Moscú, sino de la compatibilidad natural entre la visión trumpista del mundo y los objetivos geopolíticos del Kremlin. Como resume Craig Unger, autor de «American Kompromat»: «Putin estará encantado de tener a Trump como socio negociador. Es una presa fácil, un narcisista. La clave es halagarlo. Él admira a Putin».

Esta sintonía fundamental, explotada con maestría por los servicios de inteligencia rusos, podría estar logrando lo que ni la Guerra Fría ni la confrontación directa consiguieron: la implosión controlada del poder estadounidense desde su propio centro de mando, en un momento histórico donde el ascenso de nuevos contendientes globales convierte esta debilidad en una oportunidad estratégica sin precedentes para quienes aspiran a enterrar el orden internacional liderado por Occidente.

 

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NACIONALES

Detectan irregularidades en registros laborales: Cuidado, el IMSS está negando pensiones

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– Consejos para tu jubilación, por Arturo Pérez Díaz

Recientemente se han incrementado las quejas por la negación de jubilaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), lo cual afecta de por vida a muchos trabajadores, dejando sus 30 años de servicio en empresas en la nada, ¿sabes por qué está pasando esto?

El IMSS ha sido el pilar de las jubilaciones que garantizan la calidad de vida de las personas en el retiro. El problema que enfrentan miles de trabajadores es la posible negativa de pensión, dado que se están verificando todas las solicitudes de jubilación o cesantía en edad avanzada.

Cada vez son más los casos en los que el IMSS rechaza solicitudes de pensión debido a irregularidades detectadas en los registros laborales o en las cotizaciones del asegurado. Aunque muchas veces los trabajadores desconocen la causa, la mayoría de estos rechazos se debe a inconsistencias en su historial para “mejorar” las semanas cotizadas, obvio con acciones ilícitas.

Aquí te explico, desde el marco legal y práctico, las razones más comunes por las que el IMSS puede negar una pensión, los fundamentos de la Ley del Seguro Social que lo respaldan, y las medidas que todo trabajador debe tomar para mantener un expediente limpio y sin riesgos.

LAS RAZONES PRINCIPALES DEL RECHAZO DE UNA PENSIÓN

Cuando un derechohabiente solicita su pensión bajo la Ley del Seguro Social de 1973, el IMSS analiza cuidadosamente su historial laboral y sus cotizaciones. Las causas más comunes de rechazo incluyen:

1. Falta de semanas cotizadas suficientes. La ley establece en su artículo 162 que, para tener derecho a la pensión por cesantía en edad avanzada o vejez, se deben haber cotizado al menos 500 semanas. Si el asegurado no las acredita, la pensión no puede concederse.

2. Pérdida de la conservación de derechos. Según el artículo 150 de la Ley del Seguro Social, los derechos a la pensión se conservan durante un periodo equivalente a una cuarta parte del tiempo cotizado. Por ejemplo, si alguien cotizó 20 años, conservará su derecho durante 5 años tras dejar de trabajar. Si deja pasar más tiempo, pierde la posibilidad de pensionarse hasta volver a cotizar y reactivar su cuenta.

3. Inconsistencias en los datos personales o duplicidad de números de afiliación. Cuando una persona ha sido registrada más de una vez ante el IMSS con distintos Números de Seguridad Social (NSS), los sistemas pueden detectar duplicidades o registros conflictivos. Este tipo de error puede generar cotizaciones mal acreditadas. El IMSS debe unificar los números, pero mientras eso no ocurra, las semanas pueden no ser reconocidas.

4. Cotizaciones con patrones simuladores o inexistentes. Este punto se ha vuelto especialmente delicado. El IMSS puede detectar casos en los que un trabajador fue dado de alta por un supuesto patrón —en realidad un familiar, amigo o empresa sin actividad real— con el único fin de “inyectarle” semanas de cotización. Estas acciones, además de ser fraudulentas, son sancionadas por el Instituto.

El IMSS tiene facultades de verificación y fiscalización establecidas en los artículos 251 y 304-A de la Ley del Seguro Social, que le permiten inspeccionar registros patronales, contratos y movimientos laborales. En los últimos años, el Instituto ha reforzado sus mecanismos digitales para detectar comportamientos sospechosos, como:

Altas de trabajadores de edad avanzada con sueldos altos sin actividad comprobable. Cotizaciones interrumpidas con patrones que desaparecen poco después de que el empleado cumple la edad para pensionarse. Empresas familiares donde el asegurado es pariente directo del patrón (padre, hijo, hermano, etc.), sin que pueda demostrarse una relación laboral real. En muchas empresas familiares, se deben tener evidencias de esa relación laboral.

Estos casos se clasifican como “simulación de relaciones laborales”, un acto sancionado conforme al artículo 304-B de la Ley del Seguro Social, que establece multas y la anulación de las cotizaciones dudosas. Si el IMSS determina que el asegurado fue dado de alta con un patrón sin actividad económica real, puede invalidar todas las semanas correspondientes, afectando el total requerido para pensionarse.

Este tipo de situación se sanciona con base en el artículo 304-A, que considera falta grave el omitir o sub declarar los salarios reales.

Algo que se debe cuidar en los Departamentos de Nóminas de las empresas, es registrar a los empleados con el mismo NSS, un error de dedo, genera un nuevo número de afiliación, en estos casos, las cotizaciones pueden quedar separadas en dos cuentas, el IMSS debe unificar los números, pero mientras eso no ocurra, las semanas no son reconocidas; si un derechohabiente a manera de ejemplo, tiene 800 semanas laboradas, pero de ellas hay 350 semanas en un NSS diferente, se le restan y quedará reconocido con apenas 450 semanas, con esa información el IMSS negará la pensión por no alcanzar las 500 semanas como mínimo que marca la ley. Pasa lo mismo cuando se eliminan semanas “inyectadas”.

CÓMO EVITAR QUE TU PENSIÓN SEA RECHAZADA

1. Revisar periódicamente tus reportes de semanas cotizadas en el portal del IMSS.

2. Mantener un expediente limpio. Evite “inyectar” semanas a través de empresas sin actividad.

3. Verificar que tu patrón te registre correctamente con todo tu sueldo.

Antes de iniciar el trámite de jubilación, busca un asesor, o acude a la Subdelegación del IMSS más cercana. Se vale revisar la situación y corregir errores administrativos que son un riesgo para tu jubilación.

El IMSS no busca negar pensiones; su función es asegurar que los recursos se entreguen a quienes cumplieron con las condiciones legales. Incluso como autoridad administrativa es sujeta de una demanda ciudadana ante el tribunal competente, en un caso justo se puede condenar al IMSS a pagar una jubilación negada previamente, pero es mejor no vivir esos procesos legales, lo más recomendable es que obtengas una jubilación oportuna cuando tú lo decidas entre los 60 y 65 años de edad.

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Arturo Pérez Díaz, es periodista independiente, ha sido docente de Política, Opinión Pública y Mercadotecnia Política, así como asesor profesional de Comunicación Pública.

E-mail: amper61@hotmail.com

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Deportes

La caída de un ídolo: Omar «N», vinculado a proceso por abuso sexual infantil agravado

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– Opinión, por Diego Morales Heredia

Durante años, el nombre de Omar Bravo fue sinónimo de gol, de entrega y de orgullo rojiblanco. El sinaloense se erigió como uno de los máximos ídolos de las Chivas del Guadalajara. Su historia parecía hecha a la medida de la afición: un joven humilde, forjado a base de disciplina y talento, que llegó a romper récords y a dejar huella en la historia del club más popular del país. Sin embargo, el paso del tiempo y los recientes episodios fuera de la cancha han ensombrecido una trayectoria que, hasta hace poco, parecía intocable.

Nacido en Los Mochis, Sinaloa, en 1980, Omar Bravo Tordecillas se integró a las fuerzas básicas del Guadalajara a finales de los noventa. Con una velocidad endiablada y una intuición goleadora pronto lo hicieron destacar. Debutó en Primera División en el año 2001 y, desde entonces, comenzó una carrera marcada por la constancia.

Su consagración llegó en el Clausura 2004, cuando bajo la dirección técnica de Hans Westerhof y acompañado por figuras como Ramón Morales, Bofo Bautista y Oswaldo Sánchez, Bravo se convirtió en pieza clave del ataque rojiblanco. Era un delantero distinto: no el clásico “nueve” de área, sino un atacante que se movía, que corría al espacio, que presionaba y que parecía entender el futbol con la cabeza más que con la fuerza.

EL HOMBRE RÉCORD

Con el paso de los torneos, Bravo consolidó su nombre en letras doradas. Fue campeón con Chivas en el Apertura 2006. Pero su verdadero hito llegó años después, cuando superó los 122 tantos en liga de Salvador Reyes para convertirse en el máximo goleador histórico del club, un logro que lo colocó en la cúspide de los ídolos rojiblancos. Hoy, con 160 goles oficiales con el Rebaño, su marca parece difícil de alcanzar.

No solo brilló en el ámbito local. Bravo fue parte importante de la Selección Mexicana. Participó en la Copa del Mundo de Alemania 2006, donde marcó dos goles ante Irán, y formó parte de la generación que mantuvo al Tri competitivo en torneos internacionales. Aunque nunca logró consolidarse como titular indiscutible en el Tricolor, su entrega y rendimiento lo convirtieron en un jugador respetado.

ESCALAS INTERNACIONALES

Omar Bravo también probó suerte fuera de México. En 2008 fichó por el Deportivo La Coruña de España, una aventura que, aunque breve, representó el sueño cumplido de muchos futbolistas nacionales: jugar en Europa. Más tarde regresó a México con Tigres y Chivas, y también tuvo un paso destacado por los equipos de Atlas y Cruz Azul. Incluso en la recta final de su carrera, defendió la camiseta del Carolina RailHawks, en la liga de Estados Unidos.

El legado deportivo de Omar Bravo no se mide solo en goles. Fue, para toda una generación, el ejemplo de que el trabajo y la constancia pueden más que el talento puro. Nunca fue el futbolista más carismático ni el más mediático, pero sí el que representaba el esfuerzo silencioso. En Chivas, su figura simbolizó el espíritu del jugador mexicano en una época en que la afición pedía identidad.

Su historia inspiró a muchos jóvenes en todo el país. Incluso hoy, los niños que crecieron viéndolo celebrar goles con los brazos en alto lo recuerdan como un ejemplo de disciplina. Su retiro, en 2019, se vivió con nostalgia: se iba un símbolo de una era dorada del Guadalajara.

LA SOMBRA DE LA CONTROVERSIA

Sin embargo, en los últimos días su nombre ha vuelto a los titulares, no por sus logros deportivos, sino por una serie de acusaciones legales que han afectado su imagen pública. El exfutbolista mexicano, máximo goleador en la historia del Club Deportivo Guadalajara y mundialista por el tricolor fue vinculado a proceso por el delito de abuso sexual infantil agraviado.

Detenido hace unos días, y tras una audiencia de más de 9 horas, al otrora goleador sinaloense se le determinó prisión preventiva oficiosa por seis meses y se fijó un plazo de treinta días para el cierre de la investigación complementaria.

Según diversos testimonios presentados por la parte acusadora, se describe un patrón de manipulación, chantaje emocional y ofrecimientos económicos hacia su hijastra, desde que la menor tenía 11 años de edad. De acuerdo con Juan Soltero, representante legal de la víctima, el exdelantero habría utilizado su posición para ejercer presión sobre la joven.

Cansada de la situación, la joven decidió grabar las interacciones y abusos, pruebas que fueron incluidas en la carpeta de investigación de la Fiscalía de Jalisco. Al ser vinculado a proceso, el abogado Juan Soltero celebró la determinación del juez.

Indudablemente que se hizo justicia. Este tipo de delitos, por su gravedad, requieren prisión preventiva. Es una medida constitucional y necesaria”, argumentó el jurista.

La noticia dividió a la opinión pública: por un lado, quienes piden esperar a que la justicia determine los hechos; por otro, quienes ven en esto una mancha irreversible en su legado. En redes sociales, muchos expresaron tristeza y confusión, recordando al futbolista que tantas alegrías dio en la cancha. Más allá de las posturas, el episodio ha abierto un nuevo capítulo en la conversación sobre cómo la fama y la responsabilidad pública se entrelazan en el deporte.

LA CAÍDA DE UN ÍDOLO

La situación de Omar Bravo refleja un fenómeno común en el mundo del deporte: la fragilidad del prestigio. En una época en la que todo se sabe al instante, las figuras públicas viven bajo el escrutinio permanente de los medios y la sociedad. Y aunque el tiempo y la justicia serán los que determinen el desenlace de este caso, lo cierto es que su nombre ya no se menciona con la misma unanimidad de admiración que antes.

El futbol mexicano ha visto a muchos ídolos caer en desgracia, algunos por indisciplina, otros por decisiones personales o problemas legales. Pero en el caso de Bravo, el golpe ha sido más fuerte, porque se trata de un jugador que siempre proyectó una imagen de profesionalismo y compromiso. La caída de alguien así genera un eco distinto: un ídolo venido a menos, atrapado entre el recuerdo de sus glorias y la incertidumbre de su presente.

En el fondo, la historia de Omar Bravo nos recuerda que los ídolos también son vulnerables, que el pedestal del futbol puede desmoronarse en un instante. Ahora, quien llegó a ser un ídolo de las multitudes con sus goles, enfrentará un proceso que en caso de hallarse culpable podría pasar hasta 10 años en prisión.

 

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