MUNDO
Dobló a la poderosa PGA del golf: Arabia Saudita controla el petroleo y ahora el golf

Política Global, por Jorge López Portillo Basave //
Para que quede claro, El Príncipe de la corona de Arabia Saudita está dando dolores de cabeza a los líderes de Occidente. Les está recordando que en la política y en la diplomacia la forma es fondo.
Del petróleo a las finanzas y hasta el deporte. El reino ha ido ganando posiciones e independencia con respecto a los aliados occidentales, en especial en contra de Unión Bretaña y Estados Unidos.
El poder saudita viene del poder de su convicción de ser mejores cada día y el petróleo les ha dado el dinero y la influencia para lograrlo. Muchos pueblos ricos en recursos naturales son pueblos y países sin desarrollo. Para muestras un botón.
Los sauditas armaron una liga profesional de golf que desde el día uno, se enfrentó con quien hasta la semana pasada, fue el monopolio mundial de la llamada Professional Golf Association o PGA por sus iniciales, fundada por los Unión Bretaña y Estados Unidos en 1916 y que hasta hace dos años contaba con más de 29 mil agremiados y cientos de los mejores campos de golf en todo el mundo.
De poco sirvió que la PGA amenazara y expulsara a los jugadores profesionales que se enlistarán en la nueva organización llamada LIV que es una empresa para promover torneos mundiales de golf competencia de la PGA, con los mejores jugadores y en los mejores campos de golf, pagando los mejores premios. ¿Cuánto es eso? Se preguntan algunos.
Pues veamos, los entusiastas del llamado fondo PIF, dueño de la LIV tienen $600 mil millones de dólares para gastar en su nuevo negocio. Esta cantidad de dinero es tan grande que supera al Producto Interno Bruto de muchas naciones incluida Argentina, Israel o Australia y es equivalente al 60% del PIB de México. De ese tamaño es la bolsa del fondo saudita para el golf.
La PGA peleó, pero al final de cuentas se doblegó y el pasado miércoles anunció que se sumaría a la LIV para crear nuevos negocios y permitir que los canales de TV que tenían exclusivas con ellos, pudieran transmitir también eventos de la LIV. Imagine que el presidente de la PGA había dicho hace un año que los que jugarán en la LIV serían perdedores y expulsados de todos los torneos más importantes del mundo y ahora él fue quien dio el anunció de la unión.
Así la PGA tuvo que ceder y aceptar unirse para promover torneos nuevos mixtos antes de que la LIV esta nueva liga los arruinara o dejase sin jugadores profesionales ya que la LIV pagaba mucho, pero mucho más por cada jugador profesional que se le sumase, llegando a sumas de hasta $150 millones de dólares por campeón jugador que aceptase jugar con ellos.
Si eso pagaba a los jugadores, imagine cuánto pagaría a las televisoras y a los campos con tal de que le dieran difusión a pesar de las quejas de la PGA. Pero con 106 años de vida y de contratos con los mejores campos de golf y televisoras, la liga profesional no pudo contener a la liga saudita que fue formada hace menos de 24 meses.
Pero la PGA representaba más que golf, de una forma u otra representó el estatus, la riqueza y la clase de altos negocios occidentales y empresarios, políticos, artistas y claro realeza que se reunían para jugar o para admirar a los mejores jugadores del mundo.
En fechas recientes la PGA incluso se sumó a cruzadas políticas beneficiando o criticando a rivales de la clase política dominante y eso pudo ser la causa por la que los sauditas decidieron romper el círculo, viendo una oportunidad de quitar a los británicos y a los americanos la exclusividad de uno de los tres deportes más elitistas del mundo y el único que puede ser jugado sin mucho equipo.
Si dejamos al golf y hablamos del petróleo, Biden había amenazado al príncipe saudita con “severas consecuencias” sí recortaban la producción diaria del mismo. Más aún, el presidente del imperio había asegurado que durante su mandato el Príncipe de Arabia Saudita sería un paria, un rechazado de la comunidad internacional, palabras similares a las que se usan para describir a los enemigos de EUA como Corea del Norte, Cuba, Irán y ahora Rusia.
Como vemos esto no sólo no sucedió, sino que durante los dos últimos años ha habido un desfile de altos funcionarios de EUA en las tierras de Oriente Medio que han tratado de arreglar la relación con dicho reinado. Las delegaciones de Washington han estado encabezadas por personajes de la talla del Secretario de Estado de los EUA, quien el fin de semana pasado, fue a declarar al mundo que ambos países están más unidos que nunca, esto a pesar de que dicho reino dejó de usar al dólar como moneda única para la venta de su petróleo y gas natural.
Así las cosas, parece que la potencia de Medio Oriente está aprovechando la oportunidad y la aparente debilidad gabacha, para sacudirse el peso de los aliados occidentales y dar paso a lo que es una de las expresiones de la nueva era internacional o como ahora se conoce, el nuevo orden mundial en el que las naciones de Oriente y Oriente Medio se quieren repartir el poder y la influencia internacional que la decadencia norteamericana ha dejado.
Arabia Saudita tiene mucho que mejorar en derechos humanos, en especial en equidad de género, pero en materia económica y en inversión e innovación, le están dando un ejemplo al mundo de lo que se puede hacer cuando los líderes no solo quieren vivir bien, sino lograr que sus pueblos también tengan mejores condiciones al menos económicas. Los pueblos árabes son parte de la historia y del crecimiento cultural de la humanidad y aunque siempre han estado ahí, de una forma o de otra, hoy están regresando al protagonismo.
Como ejemplo veamos a los países líderes de occidente cuya infraestructura cada día está más fregada como los puertos y carreteras, con sequías recurrentes por falta de planeación en temas tan simples como la captación de agua pluvial. Mientras que en Israel tienen invernaderos gigantescos usando el agua del mar y en Dubái tienen pistas de nieve natural, en las californias mexicana y americana no hay presas de agua para captar las grandes lluvias y por ende se ven en la necesidad de cortar el suministro de ese vital líquido a los productores de alimentos y de desalinizar como en Israel mejor ni hablamos.
Europa sin energías suficientes para su autoconsumo. En fin, la culpa no es de la democracia sino de la autocomplacencia y de las plutocracias que monopolizaron el acceso al poder disfrazándose de democracias cerrando el acceso a la libre competencia y efectividad de ideas.
Mientras en oriente algunos líderes aprovecharon las vacas gordas para crear infraestructura y medios para competir con las potencias del actual orden mundial, en occidente, los gobernantes tratan de explicar a sus ciudadanos que la inflación no es culpa de las decenas de millones de millones de dólares que se han echado al mercado en menos de cuatro años y que según ellos han sido en realidad para ayudar, lo que parece una rotunda estupidez o cínica mentira. Pero seamos claros, la inflación es un impuesto cruel que afecta a todos, pero como siempre más a los que menos tienen.
Y si usted es el dueño de la maquinita de hacer dinero como lo es Bruselas en el caso de los euros o Washington en el caso de los dólares, pues el pago de los intereses de la deuda es más fácil si lo hacen imprimiendo dinero y devaluando su propia deuda, lujo que sólo se pueden dar los grandes gobiernos, siendo una forma de estafa que algún día tronará ya que el respaldo de dicho dinero no se está generando en crecimiento o en bienes tangibles sino es fe de que dicha moneda podrá seguir sirviendo para comprar cosas.
Por décadas hemos escuchado que la llamada “Generación más grande” fue la que derrotó al fascismo en la Segunda Guerra Mundial y construyó obras de infraestructura y de tecnología ejemplares, pero de los 90s en adelante Occidente se dedicó a promover banalidades, porque pensó que ya no habría rival y ahora son frágiles líderes los que imprimiendo dinero o echando la culpa a todos de sus propias limitaciones, tratan de tapar un hoyo que cada día se hace más profundo.
En Occidente hay una corriente muy fuerte que trata de acabar con la meritocracia y sustituirla con la igualdad de resultados sin importar capacidades o esfuerzo. Eso es algo como el comunismo mezclado con el fascismo. Ya otro día hablaremos a detalle de este fenómeno que puede ser la gota que derrame el vaso y termine por sepultar el actual modelo social de Occidente.
Por lo pronto es obvio que Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos están posicionándose como uno de los nuevos centros de influencia y no solo de energía, recordemos que ese grupo ya aceptó vender y comprar en yuanes que es la moneda china, lo que ha sido muy bueno para el llamado BRICS grupo de países encabezados por China que le están jugando las contras al G7 y a la OTAN encabezados por EUA.
MUNDO
Del amor al odio… Musk vs Trump, la novela del año

Política Global, por Jorge López Portillo Basave //
Es seguro que usted sabe que Trump dejó de trabajar para el Gobierno de EUA hace unos días. Y también es seguro que sabe que el jueves pasado Musk escribió casi 60 mensajes en “X” contra Trump antes de que Trump respondiera.
Después de varios días de criticar el proyecto de presupuesto aprobado por el Congreso de Estados Unidos a semana antepasada, Musk parece haber caído en una trampa de los políticos y de los medios que desde el año pasado lo querían alejado de Trump. Por su lado, Trump emitió por la tarde del jueves un par de mensajes en contra de Musk.
Solo un amigo de ambos pidió públicamente a los dos relajarse y tratar de seguir trabajando por el bien de su país. A lo que Musk respondió estar de acuerdo y Trump respondió ya no estar pensando en Musk y desearle lo mejor.
Musk trabajó 4 meses para Trump como empleado especial, lo que da un límite de esos 120 días, al final de los cuales, y casi por coincidencia, se estaba aprobando el presupuesto de Estados Unidos. En dicho proyecto se cortaban subsidios a los vehículos eléctricos, mientras que se mantenían los subsidios a autos de combustión y se mantenían gastos que él y su equipo propusieron cortar pro ser gasto injustificado.
El pleito no había llegado a la Casa Blanca; de hecho, Elon llevaba semanas criticando al Congreso por ese presupuesto que aún no pasa el Senado. Por su parte, Trump había dicho que el proyecto traía cosas que no le gustaban, pero varias que eran muy buenas, como el bajar los impuestos a personas y empresas, así como eliminar impuestos a la pensión y a las propinas.
La constante crítica de medios, de la izquierda y de algunos conservadores sobre dicho proyecto le dio a Elon la idea de poder influir para que el proyecto se cambiase y, al no encontrar eco en Trump, decidió irse con todo en contra de su antiguo aliado y supuesto amigo.
Por su lado, los medios y, claro, muchos partidarios del Partido Demócrata, quienes realmente odiaban dicha alianza, han gozado dando horas de cobertura y echando leña al fuego. Al grado de que muchos de izquierda piden perdonar a Musk y tratar de sumarlo a sus filas para que done algunos millones a las campañas en distritos y estados competidos, en especial con rumbo a las elecciones intermedias del Congreso de EUA en 2026.
La verdad es que Musk y Trump nunca se han caracterizado por ser prudentes. Elon ha iniciado a borrar muchos de sus mensajes contra Trump a menos de 24 horas, interesante. Por su parte, Trump ha insultado a decenas de políticos y después los invita hasta a su gabinete, por lo que no creo que guarde rencores. De todos modos, Musk es un caso distinto porque no es político.
Veremos si todo regresa o si los insultos de Musk y las amenazas de Trump causaron daños irreparables. Lo curioso es que la semana pasada Trump dio las llaves de la Casa Blanca a Musk en una ceremonia de festejos y sonrisas. ¿Será que Musk regrese la llave? ¿O que la Casa Blanca deba cambiar las cerraduras?
Durante los últimos 8 meses, Musk era como un hijo adoptivo de Trump. Fue satanizado y atacado como pocos por los medios y por los políticos de izquierda llegando al grado de amenazarlo físicamente y de agredir a sus negocios, llamándolo nazi. Algunos creen que este pleito fue una estrategia por si Musk gana sin cuestionamientos el concurso para el domo satelital militar que EEUU construirá en los años venideros.
Otros creen que Musk se sintió traicionado por los republicanos a quienes ayudó y quienes ahora le quitarían los subsidios dándolos a los competidores de autos de gasolina. Sea como sea, Musk es el hombre más rico del mundo y aun así su empresa perdió 14% en menos de 12 horas a partir del pleito. Por otro lado, los estadounidenses no tienen otro grupo de empresas con la capacidad de Space X, Twitter o Neuralink, líderes indiscutibles en su sector.
La política es un negocio sucio. Musk perdió perspectiva de que es más importante bajar los impuestos que bajar el gasto o apoyar la venta de autos eléctricos. Musk influyó en muchas decisiones de Trump y seguro podrá seguir haciéndolo de una u otra forma, pero por lo pronto parece que su hermandad con Trump se rompió.
Trump debe obtener la victoria de un presupuesto que apoye el desarrollo y baje los impuestos; de lo contrario, no solo perderá la Cámara de Representantes en 1 año y 3 meses, sino que podría terminar en prisión o exiliado junto con Musk porque los opositores no les perdonarán a los dos haber descubierto los miles de millones de dólares en gastos cuestionables como los pagos de operaciones para el cambio de sexo a menores en EUA y en otros países.
La inflación en EUA ha bajado y el poder adquisitivo va al alza, los empleos no gubernamentales crecen por encima de las expectativas, pero de nada servirá si la gente no lo siente en sus bolsillos. Por primera vez en mi vida he escuchado a empresarios de Asia, de EUA y hasta de México plantearse la posibilidad de fabricar de nuevo en EUA. No solo por las amenazas sino por los incentivos fiscales que traerá el proyecto de presupuesto del 2026.
Ya veremos, pero como en México y en el mundo las elecciones son ganadas por votos y los votos son más fáciles si la gente está convencida. Si Trump no logra dar confianza a la gente, podrá acabar en la ruina y Musk con él.
Pero en EUA los medios están de fiesta y algunos demócratas piden a Trump correr a todos los empleados que Musk haya propuesto y cancelar todos sus contratos. Es decir, que sugieren una cacería de brujas que alimentará el fuego. Por su parte, Trump ha tomado decenas de llamadas de medios para decir que no quiere hablar de Musk y que está pensando vender el Tesla que compró hace 2 meses.
Pero lo interesante es que todos decían que Musk era el presidente y ahora todos dicen que es terrible ver el pleito. La verdad es que ver la diferencia de opiniones en público de dos personas tan poderosas es inédito y sano para la democracia, el poder económico y político. En especial porque casi siempre estas cosas son ocultas.
Musk durante seis meses del 2025, apostó su empresa y prestigio y ahora perdió 34 mil millones de dólares en un día en valor accionario, todo por su pleito con Trump, quien le había dado una casa junto a la suya en Mar a Lago, Florida, y lo había tratado como a un hijo. Ambos se sienten traicionados y menospreciados.
Digamos que es un tema de las opiniones, los sentimientos y claro, los egos del hombre más poderoso del mundo y del hombre más rico de la historia. Ambos tienen algo de razón y ambos algo de culpa.
Por lo pronto, la novela del momento es el pleito que no expuso corrupción ni sobornos, sino una pelea de las muchas que se dan en el poder y el dinero en privado, pero que ahora es tipo un “reality show” al estilo Trump, pero ahora organizado por Musk, su atento fiel aprendiz.
MUNDO
Musk, el gran perdedor en su choque con Trump

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
El enfrentamiento entre Elon Musk y Donald Trump, dos titanes que pasaron de aliados a fieros adversarios, revela una lucha de poder con profundas implicaciones. Musk emerge como el principal perdedor, con daños a su reputación, empresas y capital político, mientras Trump consolida su autoridad y avanza su agenda.
Este choque, más allá de una disputa personal, refleja tensiones entre nacionalismo y globalismo, errores estratégicos de Musk y desafíos para países como México en un contexto de políticas proteccionistas.
Musk cometió un error al integrarse al gobierno de Trump, asumiendo que su riqueza, influencia mediática y popularidad en redes le otorgarían un rol protagónico en Washington. Subestimó la dinámica política estadounidense, donde el poder reside en cargos electos, no en asesores externos. Su visión globalista y tecnocrática chocó con el nacionalismo de Trump, especialmente en temas como aranceles y gasto público, generando fricciones con figuras clave de la administración, como Peter Navarro y Howard Lutnick.
La incursión política de Musk tuvo un costo elevado para sus empresas, particularmente Tesla. Las acciones de la compañía se desplomaron, con pérdidas estimadas en 9,000 millones de dólares en valor de mercado, tras la controversia con Trump. Esta caída, junto con las críticas a su gestión, refleja una pérdida de confianza de los inversores, quienes percibieron que Musk priorizó ambiciones políticas sobre la innovación tecnológica. La estabilidad de Tesla y su futuro están ahora en entredicho, evidenciando el impacto desastroso de esta aventura.
El choque entre Musk y Trump también fue una batalla de egos. Musk, acostumbrado a liderar, no estaba preparado para un rol subordinado en una administración que exige lealtad absoluta a Trump. La ruptura era previsible: dos personalidades dominantes compitiendo por controlar la narrativa política en un momento de reacomodo del orden global. Musk buscó influir en políticas que beneficiarían a Tesla y SpaceX, como desregulación y contratos federales, pero subestimó el costo reputacional y financiero de alinearse con Trump.
En un contexto geopolítico, la agenda proteccionista de Trump, que prioriza la economía estadounidense frente a competidores como China, chocó con la visión globalista de Musk, defensor del libre comercio.
Este desacuerdo refleja tensiones más amplias entre nacionalismo económico y globalización, con implicaciones para México. Los aranceles propuestos por Trump podrían imponer nuevas barreras comerciales, afectando la economía mexicana, que depende de su relación con Estados Unidos. México debe prepararse para negociar con una administración fortalecida tras neutralizar a Musk.
Musk podría argumentar que su incursión política buscaba beneficiar a sus empresas a largo plazo, consolidando su imagen entre los círculos conservadores que apoyan su discurso de libre mercado. Sin embargo, los resultados inmediatos muestran un fracaso: no logró influir en las políticas clave y sacrificó la estabilidad de sus compañías. Su falta de experiencia en el ámbito público lo hizo vulnerable a los juegos de poder de Washington, una lección que otros empresarios han aprendido a un costo similar.
Para recuperar su posición, Musk debe enfocarse en restaurar la confianza en Tesla y sus otras empresas, evitando futuras incursiones políticas mal calculadas. Su reputación como innovador está en riesgo, y la percepción de oportunismo político podría alejar a inversores y consumidores. Mientras tanto, Trump sale fortalecido, manteniendo el control de su administración y demostrando que, en la política estadounidense, el poder electoral supera a la influencia mediática o económica.
El caso de Musk es un recordatorio de que el poder económico no siempre se traduce en poder político. Su intento de influir en Washington, sin comprender las dinámicas de poder, resultó en un revés significativo.
México y América Latina, por su parte, enfrentan el desafío de adaptarse a un entorno de políticas proteccionistas, donde la fortaleza de Trump podría complicar las relaciones comerciales. La lección es clara: en los juegos del poder, la estrategia y la preparación son tan cruciales como la ambición.
P.D. Tras su ruptura el 5 de junio de 2025, Musk acusó a Trump en X de aparecer en los archivos de Epstein, sin pruebas. Trump lo llamó “loco” en Truth Social, amenazando con cancelar contratos del gobierno estadounidense con Musk. Tesla perdió 150 mil millones de dólares. Musk reclamó la victoria electoral de Trump en 2024; Trump lo acusó de ingratitud, marcando un quiebre definitivo.
MUNDO
El rompimiento de Musk con Trump

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
El quiebre se anticipaba, lo que muchos preveían ocurrió antes de lo esperado: la ruptura entre el magnate Elon Musk y el presidente Donald Trump. Musk, quien había apoyado fervientemente a Trump durante su reelección en 2024 y fue nombrado jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), anunció su separación del gobierno trumpista, frustrado por políticas que calificó de “absurdas” y decepcionantes.
Críticas contundentes a la política fiscal
El 3 de junio de 2025, Musk arremetió en la plataforma X contra la ley “One Big Beautiful Bill Act”, aprobada por la Cámara de Representantes, que incluye recortes de impuestos por billones de dólares y un aumento en el gasto de defensa. La describió como una “abominación repugnante”, advirtiendo que incrementará el déficit presupuestario en $600 mil millones para el próximo año fiscal, según señaló en CBS News.
Musk, quien logró ahorros estimados en $175 mil millones a través de DOGE, criticó que el proyecto contradice sus esfuerzos de austeridad, alertando que “este nivel de gasto excesivo llevará a Estados Unidos a la esclavitud de la deuda”, con un déficit proyectado de más de $2 billones anuales y un 25% de los ingresos gubernamentales destinados a intereses.
Tensiones económicas y políticas
Análisis independientes de la Oficina Presupuestaria del Congreso respaldan las preocupaciones de Musk, estimando que la ley podría elevar el déficit entre $2.3 y $3.8 billones en una década, aunque cuestionan la efectividad de las cifras de DOGE por inconsistencias. Además, la eliminación de incentivos para vehículos eléctricos en el proyecto afecta directamente a Tesla, lo que podría influir en la postura de Musk, cuya empresa ya enfrenta protestas y caídas en ventas por su asociación con Trump.
Mientras tanto, Trump defiende los recortes fiscales, aunque reconoce aspectos mejorables, y su administración, a través de Stephen Miller, niega que la ley agrave el déficit, contradiciendo los análisis.
Un rompimiento con repercusiones
La ruptura no solo refleja diferencias ideológicas sobre el gasto público, sino también tensiones comerciales, como los aranceles que Musk ya había criticado por su impacto en Tesla. Aunque Trump no ha confrontado directamente a Musk, la influencia del magnate podría complicar el avance de la ley en el Senado, donde enfrenta resistencia de republicanos fiscalmente conservadores.
Este quiebre evidencia las complejidades de una relación marcada por intereses económicos y políticos en conflicto, dejando un escenario incierto para ambos.
Un futuro incierto en el tablero del poder
El rompimiento entre Elon Musk y Donald Trump no solo sacude la política fiscal estadounidense, sino que también podría redefinir alianzas en el escenario global. La salida de Musk del gobierno trumpista, junto con su capacidad para influir en la opinión pública y en el Senado, amenaza con frenar la ambiciosa «One Big Beautiful Bill Act», mientras las tensiones comerciales y los intereses de Tesla agravan el distanciamiento.
Este quiebre podría debilitar la cohesión del bloque republicano, afectar la credibilidad de Trump en temas económicos y abrir un nuevo capítulo de incertidumbre, donde la voz de Musk, aún poderosa, podría moldear el rumbo de Estados Unidos en un momento crítico.
-
Uncategorized6 años atrás
Precisa Arturo Zamora que no buscará dirigencia nacional del PRI
-
Beisbol5 años atrás
Taiwán marca camino al beisbol en tiempos del COVID-19: Reinicia partidos sin público
-
REPORTAJES6 años atrás
Pensiones VIP del Ipejal: Arnoldo Rubio Contreras, ejemplo del turbio, sucio e ilegal proceso de tabulación de pensiones
-
VIDEOS6 años atrás
Programas Integrales de Bienestar, desde Guadalajara, Jalisco
-
VIDEOS6 años atrás
Gira del presidente López Obrador por Jalisco: Apoyo a productores de leche en Encarnación de Díaz
-
OPINIÓN5 años atrás
¡Ciudado con los extremistas! De las necedades de FRENA y otros males peligrosos
-
VIDEOS6 años atrás
Video Columna «Metástasis»: Los escándalos del Ipejal
-
OPINIÓN4 años atrás
Amparo, la esperanza de las Escuelas de Tiempo Completo