JALISCO
Efemérides históricas del Estado: Junio, mes de Jalisco
Opinión, por Pedro Vargas Ávalos //
Estamos en el mes de junio, el sexto del año, que tuvo como arranque el trascendente domingo uno, en que se desarrolló la jornada electoral para elegir el Poder Judicial de la Federación, -en las que por cierto el gobernador no votó, dando imperfecto ejemplo del “estilo Jalisco” que tanto pregona, en este caso en cuanto al ejercicio de las obligaciones cívicas- pero a la par de esos comicios tan importantes para todo México, se nos vino a la mente una serie de efemérides registradas en este período durante la historia jalisciense, a partir de la independencia. La conclusión a que llegamos es que esta etapa de tiempo debería ser denominada como” Junio mes de Jalisco”.
Para empezar esta reflexión, citaremos algunos personajes nativos de nuestro bellísimo Estado, todos ellos coterráneos, cuyo nacimiento fue en junio: Pedro Ogazón Rubio (Guadalajara, junio 29 de 1821), defensor de nuestro territorio, gran reformista junto a Juárez, gobernador de la entidad y luchador contra la intervención francesa; como abogado fue dos veces ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y como militar, siendo divisionario, desempeñó el cargo del Ministerio de Guerra; debido a sus distinguidos méritos, está declarado como benemérito del Estado.
Para finiquitar este apartado de eminentes paisanos tapatíos, solo mencionaremos algunos. Iniciamos con el connotado político Efraín González Luna Morfín, siguiendo con el colotlense fundador de una religión con sede guadalajareña (la Luz del Mundo) Joaquín González Eusebio, el Hermano Aarón; luego recordamos al literato y singular creador de las enciclopedias de México, Jalisco, etc., José Rogelio Álvarez.
De admiración es el extraordinario músico director de la Orquesta Sinfónica de México, José Pablo Moncayo, compositor, entre muchos éxitos, del mundialmente conocido Huapango de Moncayo. Aunque olvidada, es justo recordar a la promotora de bibliotecas Emilia Beltrán y Puga, quien gastara su fortuna promoviendo la cultura de Jalisco y la patria. El urbanista Aurelio Aceves, el importante historiador J. Ignacio Dávila Garibi y finalmente el liberal Juan José Baz. Lo anterior solo es un muestrario de mexicanos que engrandecieron su patria y abrillantaron a su tierra.
Ahora bien, entre las efemérides más notables propias de nuestra historia particular, citaremos a las siguientes: el 13 de junio de 1821, en San Pedro Tlaquepaque, se proclamó la independencia de la entonces Nueva Galicia, bajo el grito de “Independencia o Muerte”, por el General Pedro Celestino Negrete.
Este suceso se adelantó a lo que hoy es nuestro Estado de Jalisco, aun sobre la capital del país, donde se proclamó la independencia el 27 de septiembre del mismo año, es decir, más de tres meses después. Ello le valió a la cercana población de Guadalajara ganarse el título de “cuna de las libertades jaliscienses”.
El 16 de junio, pero de 1823, o sea, dos años después de antedicha proclamación emancipadora, se creó el Estado Libre y Soberano de Xalisco (hoy Jalisco), lo cual fue así decretado por la entonces Diputación Provincial de Guadalajara, la cual encargó al doctor José de Jesús Huerta Leal, oriundo de Santa Ana Acatlán -hoy de Juárez- y vocal de dicha institución, que es el antecedente del Congreso estatal.
Además de la erección de la Entidad, se proclamó como sistema de gobierno para la República, el federalismo, lo cual se adoptó en la primera Constitución Política nacional, de fecha 4 de octubre de 1824. Por tan adelantado acontecimiento, Jalisco ha sido reconocido como Hermano Mayor de la Federación.
La Gaceta del Gobierno de Guadalajara, es el órgano periodístico que apareció el 21 de junio de 1821, a efecto de comunicar hechos, acuerdos, decretos e ideas que atañeran a los residentes y organismos de la gran región neogallega.
Es el primer periódico oficial que se publicó en la nación, y por lo tanto amerita que se le evalúe en su justa dimensión, y tanto el Periódico Oficial del Estado, como los gremios periodísticos, lo divulguen y procuren que se conozca, ya que sus registros son sustanciales para conocer los primeros tiempos de nuestra Entidad Federativa, e incluso de los Estados limítrofes, ya que en sus páginas se recogen notas de sumo interés para esas localidades.
El 23 de junio de 1823, se nombró Generala y Patrona de Jalisco a la Virgen de Zapopan. Aunque ya antes se le había otorgado el grado, no lo fue con la pompa con que el ahora constituido Jalisco lo confería.
Anotaremos que cuando se proclamó la independencia local, el 13 de junio de dos años atrás, al llegar los libertadores desde Tlaquepaque al centro de la ciudad, hacía a la vez la admirada virgen zapopana, su entrada a la Perla Tapatía en su visita anual desde su santuario de Zapopan, por lo que se propaló que esa trascendente declaración se debía a la venerada imagen.
La muy acreditada Cámara de Comercio de Guadalajara, se fundó el 20 de junio de 1884, gracias al empuje de un grupo de 37 personas de empuje productivo: la denominaron Cámara Nacional de Comercio, Industria, Agricultura y Minería, y fue don Juan Somellera el primer presidente de la organización, hoy identificada comúnmente como CANACO.
No cabe duda de que esta institución ha sido columna esencial para el desarrollo integral de Jalisco, con lo cual fortalece a todo México. Todo el mundo empresarial y en general los jaliscienses, le deben mucho del avance social y humano que ostenta nuestra región.
Por todo lo anterior, es que junio está más que merecido, fuese llamado «el mes de Jalisco». Y para celebrar esta particularidad que implica y, por tanto, corresponde a todos los 125 municipios, considerando a sus ayuntamientos y habitantes, y desde luego al Estado, sus poderes y corporaciones, con participación de invitados de otras entidades y las dependencias de índole federal.
Para ello, se deberían disponer e instaurar múltiples celebraciones: turísticas, industriales, mercantiles, sociales, culturales, deportivas, y, en fin, de todo género, con lo cual se superaría a las mismas Fiestas de Octubre, que en específico no suelen conmemorar nada que realmente caracterice a los jaliscienses.
De realizarse lo que comentamos, se potenciarían las actividades antes mencionadas, lo cual es fuente de prosperidad, pero de igual manera, se afirmaría la identidad jalisciense, no solo entre los naturales de la entidad, sino también de los avecindados y de todo aquel que quiera a Jalisco. Si se declare o no oficialmente, lo cierto es que este lapso de treinta días debe ser renombrado como “junio, mes de Jalisco”.
