MUNDO
El cochinero del Partido Demócrata en Iowa

Por Jorge López Portillo Basave //
En medio de la crisis de salubridad en China y su amenaza sobre el resto del mundo, la bolsa de valores de Estados Unidos (Wall Street) alcanza récord de crecimiento al cierre del juicio político contra Trump.
Sería poco relevante hablar de las elecciones internas del Partido Demócrata de Iowa que cuenta con 41 de los casi 4 mil delegados que acudirán a la convención de dicho partido en el próximo verano. Pero el cochinero nos recuerda que los intereses políticos podrían arruinar la reputación de un proceso, de un partido y de un país.
Mientras este día se realizará la elección primaria en New Hampshire, recordemos el cochinero de Iowa. Las encuestas para elegir al candidato presidencial demócrata ponían al Senador Sanders en 1er o 2do lugar, al ex vicepresidente Biden y al alcalde Pete Buttigieg en 2º o 3º. Pero el día de la elección se les “Cayó el Sistema” al más puro estilo mexicano de los 80´s. ¡Sí¡, se les cayó el sistema por más de 36 horas y 72 horas después ya con 99% de los resultados entregados, surgen nuevos argumentos que sugieren un fraude electoral en contra de Sanders quien habría obtenido casi 3 mil votos más que el alcalde Pete, es decir 26.6% vs 25% respectivamente, pero la asignación de delegados por centro de votación daría un resultado distinto dando un 26.1 % a favor del senador contra un 26.2% a favor del alcalde de South Bend Indiana, quien parece ser el nuevo favorito de la clase política de dicho partido en EUA, en especial de quienes creen que el Ex vicepresidente “Joe” no dará el ancho en contra del socialista marxista-leninista Bernie Sanders y se realinean con otras opciones como el Alcalde Pete o el billonario Bloomberg quienes son vistos como más centrales que los extremos Sanders y Warren.
En esta creciente “angustia” al interior de la clase gobernante del Partido Demócrata, la ex candidata Hillary Clinton, recientemente declaró que “nunca se debe rechazar una candidatura a vicepresidente”, no se sabe si insinuando que podría aceptar la propuesta para ayudar a Joe Biden o la hace para sugerirle a algún otro precandidato hacer lo propio para evitar que Bernie gane la interna; la ex candidata remató diciendo que de ser Sanders el candidato, no necesariamente se le tendría que apoyar en la campaña… ¡vaya unidad! Parece el PAN.
“VOTO POR VOTO”
El presidente del Comité Nacional del Partido Demócrata se declaró apenado por los resultados tan deficientes e informó que se realizaría el recuento total de los votos a partir del pasado jueves.
Si los números oficiales hasta el pasado viernes se mantienen Bernie y Pete recibirían 12 delegados, 8 para Warren y 5 para Biden.
Los delegados elegirán al candidato en las convenciones nacionales de cada partido y por ende quien tenga más delegados se presupone como ganador de la candidatura.
EL INE ES UNA MARAVILLA
Se dice que no hubo “hackeo” en los sistemas de Iowa, pero que se atoró la APP que debiera haber sido usada para subir los resultados al sistema electoral del partido en el Estado. Es increíble que 8 días después aún no estén seguros de haber sumado bien los votos. Algunos centros de votación reclaman que en la publicación estatal hubo errores de más del 100% con respecto a lo que ellos enviaron.
En México eso tarda unas horas incluso contando votos, abriendo cajas de votos y revisando actas, por lo que se puede advertir que una parte importante de los seguidores del candidato más popular que es Bernie Sanders, sentirán que nuevamente le hicieron trampa. Así es, en el 2016 el Comité Nacional y el Comité Estatal de Iowa del Partido Demócrata, decidieron algunos resultados empatados por medio de volados, sí, ¡volados con moneda y todo!… y parece que en este 2020 le están repitiendo la dosis de los volados con el nuevo elemento de la APP defectuosa.
Vale la pena señalar que la empresa que diseñó la famosa APP está fundada por ex colaboradores de Hillary Clinton –qué casualidad- y que en esta campaña le han trabajado a Joe Biden y a Pete Buttigieg, lo que es otra mala casualidad en contra de Bernie.
¡EL T-MEC PODRIA VOLVER A CAMBIAR!
El pasado viernes en el debate de New Hampshire, el candidato Sanders dijo haber votado en contra del nuevo Tratado con México y Canadá porque no contiene ni una sola vez la palabra cambio climático e insinuó junto con otros precandidatos presentes en el debate, que el acuerdo podría ser modificado para incluir previsiones sobre este tema; Sanders fue más allá al señalar que el tratado trasladaba la contaminación a México. Varios precandidatos insistieron en que en México los sueldos y las garantías laborales son muy bajas pero que con el nuevo tratado se podrán verificar las condiciones laborales, hecho que México ha negado. Los candidatos se pronunciaron por usar el acceso al mercado de EUA como herramienta para presionar en otros campos, algo que me recordó a Trump. Cabe mencionar que aunque no estuvo presente en el debate, el billonario Bloomberg recibió preguntas vía Apple TV, lo que muestra la influencia de $250 millones de dólares en anuncios.
BIDEN APUESTA SU RESTO EN LAS VEGAS
Hoy será New Hampshire en donde habrá una elección primaria con urnas y casillas al estilo México y en 8 días el debate en Las Vegas, previo a la elección de Nevada en donde Joe Biden se juega la vida política, porque si no gana ampliamente ese estado, en el que hay una población mucho más plural y parecida a la de las grandes ciudades de EUA, su campaña estará muerta. Incluso, con el apoyo de los afroamericanos que conforman la mayoría de los electores de Carolina del Sur que se decidiría en 15 días más, Biden necesita dar mejores resultados especialmente porque en Nevada se sumará a las boletas el multimillonario Mike Bloomberg, quien no ha participado en ninguna otra precampaña, quien ha declarado que ninguno de los otros precandidatos tienen “lo necesario para ganarle a Trump”. ¿Estará hablando de los mil millones de dólares para invertir en anuncios y estructura?
De cualquier forma Sanders hace una llamada de alerta, indicando que al alcalde Pete lo apoyan los hombres ricos que ya controlan las empresas del país y que ahora están tratando de controlar la política y al partido, por lo que la llegada de Michael Bloomberg al debate de esta semana será muy interesante.
BERNIE Y TRUMP ¿DOS LADOS DE LA MISMA MONEDA?
Trump ha dejado sin cumplir temas de campaña como el importantísimo “Acceso económico a la salud”, la deuda estudiantil y la “infraestructura”, banderas que tradicionalmente son encabezados por los Demócratas y que en este 2020 serán cruciales para mantener a las clases medias de las zonas urbanas y a los sindicatos.
En el 2016 el Partido Republicano fue tomado por sorpresa por un candidato externo que energizó a sus bases y ganó la presidencia ante el asombro de expertos de la clase gobernante a nivel mundial, hoy Sanders está avanzando por el mismo camino en el Partido Demócrata.
Como hace 8 días adelantamos, el candidato Biden fue superado por la izquierda, en especial por el candidato de casi 80 años de edad quien cuenta con el mayor nivel de popularidad y aceptación entre los electores jóvenes. Sanders fue el ganador de los votos en Iowa; por maniobras aún no muy claras CNN tuvo la primicia durante una entrevista en vivo con el candidato Pete, de que este último había ganado los delegados por una diferencia de .01%. Lo que despertó aun más sospechas sobre el muy criticado proceso.
Bernie tiene una campaña con 5 años de experiencia; en un principio parecía extrema, pero a lo largo de estos años sus postulados son el nuevo centro del Partido Demócrata como la condonación de los créditos por educación en EUA, deudas que alcanzan $1.6 trillones de Dólares o 10% del total de la deuda en los hogares de dicho país. También ha propuesto la eliminación de los combustibles fósiles –como sea que esto se pueda dar- y el seguro universal gratuito con un costo de 6 trillones de dólares anuales, lo que es 30% superior al total del presupuesto anual del gobierno de EUA.
Trump alimenta a su base usando esperanzas, temores y rencores, Sanders hace algo muy similar que suena bien, como el reducir la pobreza extrema y el cambio climático eliminando el gasto militar –claro mientras que él viaja en avión privado-, también anima disimuladamente a grupos radicales como ANTIFA, que causan destrozos y ataques en las calles, algo así como la otra moneda de los radicales de Trump.
Muchos se reían de DT en el 2016 y hace 1 año muchos se reían de la candidatura de Sanders, pero ambos son personas que sacudieron a sus partidos y tienen una base dentro de los mismos que tomaron las riendas del debate al interior de cada partido y de su país. La campaña de Sanders esta fondeada por más de 6 millones de donaciones individuales menores a 10 dólares, mientras que la de Pete es acusada de estar patrocinada por 40 billonarios que prefieren al joven alcalde.
Le comparto mi opinión, usted juzgue y genere sus propias conclusiones.
Agradezco a usted que hace el favor de leerme y a este medio que me da la oportunidad de llegar hasta su persona.
Para cualquier comentario sobre la presente agradezco me contacte a la siguiente dirección de correo electrónico: columnadeopionionjlpb@gmail.com
Dios nos bendiga, que es lo mejor que uno puede desear.
CARTÓN POLÍTICO
Edición 805: Entrevista a Mirza Flores: «La silla del poder es prestada; no olvidemos de dónde venimos»
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LAS CINCO PRINCIPALES:
Arranca el Sistema Estatal de Participación Ciudadana en Jalisco
La corrupción urbanística: Valle de los Molinos y Colomos III
MUNDO
La tradición del saqueo: Naturaleza depredadora del poder imperial

– Actualidad, por Alberto Gómez R.
(Parte 1) A lo largo de la historia de la humanidad, el poder económico de los grandes imperios se ha construido frecuentemente sobre pilares tan sombríos como la guerra, el saqueo sistemático y el sometimiento de pueblos enteros.
Este patrón de comportamiento, visible desde los primeros imperios de la antigüedad hasta las potencias contemporáneas, revela una lógica de acumulación basada en la extracción violenta de recursos más que en la productividad o la innovación endógena.
El historiador económico Douglas North, citado en uno de los documentos analizados, señalaba que los imperios antiguos establecían sistemas burocráticos sofisticados que permitían la expropiación sistemática de excedentes de las regiones conquistadas.
En el mundo actual, Estados Unidos representa la última encarnación de este impulso imperial, aunque sus métodos hayan evolucionado hacia formas más sofisticadas de dominación económica y militar.
Como se advierte en el panorama actual, esta potencia estaría experimentando un rápido declive relativo en el escenario global, lo que intensificaría sus comportamientos depredadores hacia naciones ricas en recursos que se resisten a someterse a su hegemonía.
Venezuela, con las mayores reservas petroleras certificadas del planeta, se encontraría en la mira de este mecanismo de saqueo contemporáneo, al igual que lo estuvieron Irak, Libia y Siria en las últimas décadas, solo por citar algunos ejemplos.
LOS CIMIENTOS HISTÓRICOS DEL SAQUEO IMPERIAL
Los primeros grandes imperios de la historia establecieron las bases de lo que sería una larga tradición de explotación económica mediante la conquista. En Mesopotamia, Egipto, China y la India, surgieron estructuras estatales centralizadas que «legislaban, impartían justicia y ejecutaban sobre un extenso territorio que agrupaba a muchas ciudades» (eumed.net).
Estos imperios perfeccionaron sistemas de extracción de riqueza mediante tributos, esclavitud y control de las rutas comerciales.
El Imperio de Alejandro Magno ofrece un ejemplo temprano de cómo la conquista militar servía como vehículo para la acumulación de riqueza. Como se describe en los documentos, Alejandro y sus falanges macedonias conquistaron todo el Imperio persa en tan sólo ocho años, apoderándose de inmensos tesoros y estableciendo un sistema de control sobre territorios que se extendían hasta la India. Patrón similar exhibiría el Imperio Romano, que transformó el Mediterráneo en su «Mare nostrum» y extrajo recursos de todos los territorios conquistados, desde las minas de plata hispanas hasta los graneros egipcios.
Con la era de los descubrimientos, las potencias europeas perfeccionaron el arte del saqueo imperial a escala global. España y Portugal inauguraron lo que podría considerarse el primer «imperio global» de la historia: «por primera vez un imperio abarcaba posesiones en todos los continentes del mundo» (eumed.net).
El flujo de metales preciosos desde América hacia Europa financió las guerras y el desarrollo económico europeo durante siglos, a costa del exterminio y la explotación de poblaciones indígenas.
El Imperio británico llevaría este modelo a su máxima expresión, estableciendo una red global de colonias y territorios controlados que proveían de recursos naturales y mercados cautivos a la metrópoli. El comercio de esclavos, la extracción de recursos en condiciones de cuasi-esclavitud y la destrucción de industrias locales competitivas fueron algunas de las estrategias empleadas para consolidar su hegemonía económica.
ESTADOS UNIDOS, LA SUPERPOTENCIA DEPREDADORA
Estados Unidos emergió como potencia global practicando una versión modernizada del juego imperial tradicional. Bajo la Doctrina Monroe y su corolario Roosevelt, se autoproclamó potencia hegemónica en América Latina y el Caribe, interviniendo militarmente en múltiples ocasiones para proteger sus intereses económicos. La diplomacia de las cañoneras y las intervenciones directas aseguraban el acceso a mercados, recursos y rutas comerciales estratégicas.
Tras la Segunda Guerra Mundial, con las potencias europeas debilitadas, Estados Unidos ascendió a la condición de superpotencia global, rol que se consolidaría tras el colapso de la Unión Soviética.
Como se señala en uno de los documentos, «después de que se desintegrase la Unión Soviética a principios de 1990, Estados Unidos quedó como la única superpotencia restante de la Guerra Fría». Esta posición hegemónica le permitió moldear las instituciones internacionales a su medida y establecer un sistema económico global que privilegiara sus intereses.
La economía estadounidense se ha vuelto profundamente dependiente de lo que el presidente Eisenhower denominó el «complejo militar-industrial». Con un presupuesto militar que supera al de los siguientes diez países combinados, Estados Unidos ha convertido la guerra en un negocio extraordinariamente lucrativo para sus corporaciones de defensa.
Como se documenta en uno de los artículos revisados, la administración Biden ha solicitado al Congreso «842 mil millones de dólares para el Pentágono en el año presupuestario 2024», lo que representa «la solicitud más grande desde el pico de las guerras de Irak y Afganistán» (france24.com).
Este apetito insaciable por el gasto militar requiere enemigos externos y conflictos perpetuos, creando un círculo vicioso de intervencionismo que justifique tales desembolsos. Los resultados son visibles en las sucesivas guerras e intervenciones que han marcado las últimas décadas, desde Vietnam hasta Afganistán, pasando por Irak, Libia y Siria.
EL SAQUEO CONTEMPORÁNEO
La invasión de Panamá en 1989 constituye un ejemplo paradigmático de cómo Estados Unidos utiliza pretextos para justificar intervenciones militares que persiguen objetivos geoeconómicos estratégicos. Como se documenta extensamente en varios de los materiales consultados, la llamada «Operación Causa Justa» fue oficialmente justificada como una medida necesaria para detener el narcotráfico y defender la democracia.
El general Manuel Antonio Noriega, quien había sido durante años un aliado útil para Washington y colaborador de la CIA, fue convertido de pronto en enemigo público número uno. Como se describe en los documentos, Noriega «había sido aliado clave de Estados Unidos durante el final de la Guerra Fría, trabajando como agente de la CIA, al tiempo que tejía vínculos con el narcotráfico» (elnacional.com). Cuando dejó de ser funcional a los intereses estadounidenses, fue acusado de narcotráfico y derrocado mediante una invasión militar que causó entre 500 y 4 mil víctimas panameñas, según distintas fuentes.
El verdadero objetivo de la invasión, sin embargo, habría sido asegurar el control estratégico del Canal de Panamá en vísperas de su traspaso completo a soberanía panameña, previsto para el año 2000 según los Tratados Torrijos-Carter de 1977. Como se señala en uno de los documentos, estos tratados «condicionaba la defensa del canal de manera conjunta, a través de un tratado adicional, dando la posibilidad de intervenir militarmente en Panamá si la operación del canal se viese comprometida».
La invasión aseguró que, aunque panameño en papel, el canal permaneciera bajo control efectivo estadounidense.
Continuará…
MUNDO
Inteligencia artificial: La arquitectura del nuevo orden mundial

– Análisis, por Victor Hugo Celaya Celaya
El mapa del poder mundial se ha reorganizado. Hoy, la influencia no se mide únicamente en arsenales o acuerdos comerciales, sino en algoritmos y capacidad de procesamiento.
Nos enfrentamos a un nuevo tablero geopolítico y geoeconómico definido por tres grandes polos de poder: Estados Unidos, con su enfoque en el desarrollo tecnológico, las finanzas y la seguridad; China, que ha apostado por la manufactura avanzada, la innovación y la inversión masiva en infraestructura; y Rusia, que basa su estrategia en el control de energía, minerales estratégicos y su poder militar.
Esta reconfiguración global plantea preguntas cruciales para el resto del mundo. ¿Cómo coexistir con estos bloques? ¿Cómo aprovechar las corrientes de innovación que emanan de ellos sin sacrificar nuestra soberanía? Y, sobre todo, ¿cómo podemos acompasar nuestras políticas públicas y nuestros esfuerzos nacionales para no quedarnos atrás en esta nueva era de equilibrios de poder?
La visión de una «aldea global» que definimos en los años noventa, unida por la apertura del comercio, ha dado paso a una realidad más compleja. La interconexión actual se teje con redes de inteligencia artificial (IA), investigación científica y ecosistemas digitales.
Aunque las tensiones militares persisten, el verdadero campo de batalla se ha trasladado a la biotecnología, la robótica y, de manera central, a la inteligencia artificial. Esta revolución ya impacta nuestra vida diaria, transformando la educación, la salud, el trabajo y la seguridad. Ninguna sociedad puede sustraerse a ella.
LA CARRERA POR EL FUTURO: ESTRATEGIAS EN COMPETICIÓN
Cada una de las grandes potencias ha trazado una ruta clara para liderar esta era tecnológica, obligando al resto de los países a replantear la cooperación y la competencia.
Estados Unidos ha optado por un modelo que prioriza la innovación impulsada por su dinámico sector privado. En 2023, la inversión privada en IA en este país alcanzó los $67.2 mil millones, una cifra superior a la suma de los siguientes 14 países.
El gobierno actúa como un catalizador estratégico, como lo demuestra la Orden Ejecutiva 14110 para el desarrollo seguro y confiable de la IA, o la Ley CHIPS y de Ciencia, que destina más de $52 mil millones a revitalizar la fabricación de semiconductores, el hardware fundamental sobre el que corre toda la inteligencia artificial.
Esta estrategia se materializa en proyectos monumentales como ‘Stargate’, el centro de datos de $100 mil millones de Microsoft y OpenAI, o la Alpha School en Virginia, que ya personaliza el aprendizaje con IA.
China avanza con un enfoque centralizado y dirigido por el Estado, con la meta clara de alcanzar el liderazgo mundial en IA para 2030. A través de iniciativas como «AI+», integra soluciones de IA en sectores clave. El resultado es un ecosistema robusto: se estima que el valor de la industria de IA en China superará los $220 mil millones para 2026.
Este esfuerzo se refleja en su dominio de la propiedad intelectual, acumulando casi la mitad de todas las solicitudes de patentes de IA en el mundo. Gigantes tecnológicos como Baidu, Alibaba y Tencent no son solo empresas, sino instrumentos de la estrategia nacional para establecer estándares globales.
Rusia, por su parte, enfoca su estrategia de IA en la soberanía digital y la seguridad nacional. A través del proyecto nacional “Economía de Datos”, que se extenderá hasta 2030, busca reducir su dependencia de la tecnología extranjera e integrar la IA en sectores gubernamentales clave.
Más que competir en el mercado de consumo global, su prioridad es aplicar la IA para la optimización de sus industrias estratégicas (energía, defensa) y la administración pública. Su marco regulatorio es estricto y busca asegurar un uso responsable de la tecnología, priorizando el control estatal y el desarrollo de talento local a través de iniciativas educativas supervisadas.
La Unión Europea ha decidido jugar un papel distinto, posicionándose como el gran regulador global. Su enfoque no es competir en una carrera de velocidad, sino establecer las reglas del juego. Con su Ley de Inteligencia Artificial (AI Act), aprobada en 2024, introduce el primer marco legal integral para la IA, basado en niveles de riesgo. Este prohíbe aplicaciones consideradas inaceptables (como el «social scoring» estatal) y regula estrictamente los sistemas de alto riesgo.
Este poder normativo se complementa con fuertes inversiones a través de programas como Horizonte Europa y Europa Digital, que movilizan miles de millones de euros para construir una infraestructura de datos soberana bajo iniciativas como GAIA-X y apoyar a un ecosistema de IA «confiable y centrado en el ser humano».
EL DESPERTAR DE AMÉRICA LATINA: PRIMEROS PASOS
Frente a estas estrategias consolidadas, América Latina no es un simple espectador; la región ha comenzado a mover sus propias piezas. Aunque de manera desigual y con retos importantes, están surgiendo iniciativas notables.
En México, la coalición multisectorial IA2030MX ha impulsado una agenda para el desarrollo de una Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial. Polos de innovación como Monterrey y Guadalajara concentran talento y startups, mientras que universidades como la UNAM y el Tec de Monterrey lideran la investigación.
Otros países también marcan el paso. Chile fue pionero en la región al lanzar su Política Nacional de Inteligencia Artificial en 2021, centrada en el desarrollo de talento, la ética y la adopción de IA en la industria. Brasil cuenta con una robusta red de centros de investigación en IA y debate activamente un marco legal propio. Por su parte, Colombia ha establecido un marco ético para la IA en el sector público y promueve proyectos de datos abiertos para fomentar la innovación. Estos esfuerzos, aunque incipientes, demuestran una conciencia creciente sobre la urgencia de participar activamente en esta revolución.
DE ESPECTADORES A PROTAGONISTAS
Ante este escenario, la pregunta para nuestros países es ineludible: ¿nos conformaremos con estos primeros pasos o aceleraremos el ritmo para jugar un rol protagónico? Si queremos dejar de ser simples compradores de tecnología para convertirnos en creadores, necesitamos una hoja de ruta clara y acciones inmediatas.
La interconexión de hoy, definida por algoritmos, nos obliga a innovar. Para ello, es fundamental avanzar en tres áreas estratégicas:
- Formar talento e invertir en educación digital. Esto debe empezar desde la educación primaria y extenderse hasta los posgrados.
- Crear alianzas estratégicas entre universidades, gobierno y empresas. Los esfuerzos aislados son insuficientes.
- Diseñar políticas públicas con visión de futuro. Debemos impulsar el uso integral de la IA y desarrollar un marco ético sólido que garantice la equidad y la protección de datos.
Esto implica fomentar centros de inteligencia artificial que apoyen a startups y consoliden proyectos de investigación propios, aprendiendo de las experiencias globales. La tecnología no debe ser vista como algo «importado» o lejano, sino como un campo fértil donde podemos liderar.
Nos encontramos en un punto de inflexión histórico. La inteligencia artificial está redefiniendo las reglas del desarrollo económico y social a una velocidad sin precedentes. No podemos permitirnos el lujo de la duda o la postergación. La tarea es clara: debemos alinear nuestros recursos, talentos y voluntades para integrarnos de manera soberana y estratégica a esta nueva era. Lo que hagamos, o dejemos de hacer, durante esta década determinará las oportunidades de las próximas generaciones.