OPINIÓN
El gobierno de AMLO alcanza el 70% de aprobación: Tres años y de pie, a pesar de todo

Opinión, por Pedro Vargas Avalos //
Alrededor de 200 mil personas (la Secretaría de Seguridad Pública de la ciudad de México, dijo que fueron 250 mil) se reunieron y colmaron el zócalo de la capital azteca para escuchar al Presidente Andrés Manuel López Obrador, la tarde del pasado uno de diciembre, fecha en que se cumplieron tres años de haber iniciado su período gubernamental.
A lo largo y ancho del país, se multiplicaron los ciudadanos que muy atentos, vieron y oyeron el mensaje del primer mandatario de la nación. Los analistas han dispuesto sus plumas para efectuar una especie de autopsia. El acto, no cabe duda, fue un evento mayúsculo que no pasó desapercibido por casi ningún compatriota, y por millones de personas interesadas, en Estados Unidos, Latinoamérica y otros lugares del orbe, por saber lo que sucede en México.
El discurso presidencial, tuvo contenido político profundo, pues al margen de lo informado con datos y números, (como no haber contratado deuda, a pesar del apremio de la pandemia) precisó que el principio neoliberal de que la riqueza es contagiosa (cuando llueve fuerte arriba, gotea abajo) es totalmente falso, (máxima apenas digna de irse ¡al carajo!) por lo que se debe apoyar a las grandes mayorías que son los pobres, y de allí ir escalando socialmente, tocando a las clases medias para llegar hasta lo más alto. Así, reconfirmó su aspiración inveterada: Por el bien de todos, primero los pobres.
Con enorme énfasis, expresó el Ejecutivo: “En tres años ha cambiado como nunca, la mentalidad del pueblo…eso es lo más importante de todo: la revolución de las conciencias…eso es lo más cercano a lo esencial…lo mas cercano a lo irreversible; pueden darle marcha atrás a lo material, pero no van a poder cambiar la conciencia que ha tomado en este tiempo el pueblo de México”. Y las gargantas de los miles que lo acompañaron, emitieron voces clamorosas de aprobación, “como en los mejores tiempos”.
A continuación, manifestó el orador: Hoy estamos de pie, resistiendo a las adversidades; salimos adelante por la fortaleza de nuestro pueblo, que siempre nos ha salvado. Gobernar con honradez y austeridad, ha permitido ampliar pensiones y ayudas a los mas desamparados: ancianos, discapacitados, estudiantes necesitados y muchos otros compatriotas que requieren respaldo. Enseguida, sobre el desafío de garantizar la salud pública, aseguró que esta recibirá aún más recursos, para lograr finalmente su sueño: que cualquier connacional pueda ser atendido íntegramente (médicos, especialistas, estudios, hospitalización) y de manera gratuita, incluyendo todo tipo de medicinas: estas, aseveró, llegarán a partir de enero, hasta las clínicas más apartadas de la república.
La escuela es el segundo hogar para los que estudian, por eso la educación presencial es fundamental, por lo que agradeció el apoyo magisterial para lograrlo. Por ello se canceló mal llamada “reforma educativa”, impuesta sin atender a los maestros: esto ha evitado conflictos y permite mejorar la calidad de la educación. A la juventud le pidió sumarse en la tarea de engrandecer la nación y le ofrendó cálido respaldo.
Muchas otras cosas informó el Presidente: apoyo a la ciencia, tener próximamente la vacuna mexicana “Patria”, salir de la crisis económica (porque se tienen finanzas sanas, no se malgasta el recurso público, no se contratan empréstitos, crece el sector agropecuario, se recupera el área turística, funciona el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá), recalcando que avanzan las obras emblemáticas de la administración (tren maya, la ruta transístmica que unirá a los países del Pacífico con la costa este de Estados Unidos, refinería Dos Bocas, aeropuerto Felipe Ángeles, etc.) El informante agregó: “mientras estemos en el gobierno no se permitirá el ingreso de maíz transgénico; no se usará fracking para la extracción de crudo; no se otorgarán nuevas concesiones mineras; no se sobreexplotarán los mantos acuíferos; no se permitirá la tala de selvas y bosques; no se autorizará la instalación de basureros de desechos tóxicos o peligrosos; no se permitirá operar a ninguna empresa que no tenga planta de tratamiento de aguas negras; no se permitirán violaciones a la norma de calidad del aire ni cualquier actividad que dañe la salud, destruya el territorio o afecte el medio ambiente”.
LOS IMPUGNADORES
Claro que los impugnadores de la Cuatro T, como León Krauze, inmediatamente señalaron: “Tanto en seguridad como en economía y combate a la pandemia, el gobierno de López Obrador no ha sido un gobierno de logros, pero sí exitoso en palabras», agregando que cuando habla, se refiere a un país de fantasía. (Expansión Política, 1- XII-2021). El partido líder de la oposición, (PAN), por voz de su representante máximo, Marko Cortés, al calificar este trienio federal, había sido lapidario e inflexible, según El Universal del 28 pasado: este gobierno se caracteriza “por la incompetencia, improvisación, mentira, corrupción y el capricho de un presidente”, lo cual ratificó Eduardo López Mares, dirigente guanajuatense: “México no tiene nada qué celebrar, ni se acabó la corrupción, ni mejoró la economía y la inseguridad está peor que nunca” (Kuali, portal digital, 1-XII-21).
JALISCO EN EL DISCURSO PRESIDENCIAL
Regresando al discurso presidencial, nuestro Jalisco fue aludido varias veces: “Y así como estamos promoviendo el sureste y el Istmo con la construcción de aeropuertos, buenas carreteras y trenes modernos, también estamos atendiendo la costa de Jalisco, Nayarit y Sinaloa, incluyendo el rescate de las Islas Marías”. Luego, lo remarcó al tratar el problema resuelto de la presa El Zapotillo, y antes, cuando mencionó la Línea Tres del tren ligero, que por su apoyo ahora funciona en la Perla Tapatía.
En cuanto a la energía eléctrica, calificó de política perversa la que anteriormente se hizo para hacer quebrar a PEMEX y la CFE, por lo que confía eso se revierta y la nación obtenga su soberanía energética, lo cual podrá hacer que se mantenga el costo sin aumentos, para los consumidores, y se genere lo que requiere el sector privado. Aquí incluyó la importancia del litio, que debe ser declarado propiedad nacional.
SUS VIAJES A EEUU
No dejó AMLO de citar sus viajes a Estados Unidos: El 9 de noviembre presidió el Consejo de Seguridad de la ONU, y propuso la aplicación de un plan mundial de bienestar y fraternidad para ayudar a 750 millones de pobres del mundo que sobreviven con dos dólares diarios: “vamos a presentar la iniciativa a la Asamblea General, y estoy seguro de que será aprobada”; luego en Washington, formuló planes para reducir el fenómeno migratorio, y planteó el respaldo a la iniciativa del máximo magistrado estadounidense para regularizar a 11 millones de migrantes indocumentados. Enseguida pidió López Obrador, un aplauso para nuestros compatriotas emigrados, que este año enviarán la friolera de 50 mil millones de dólares a sus parientes en México. Aquí es menester anotar que ya se recuperaron los empleos formales perdidos en la pandemia, así como el aumento al salario mínimo de los trabajadores, que siendo para el año entrante de 22 por ciento, alcanzará en lo que va del sexenio, un incremento del 65 por ciento, (en la frontera, el doble) algo nunca visto en los recientes decenios.
Muy importante es lo que dijo el gobernante sobre las fuerzas armadas, ya que se le ha criticado de militariza a la república; al respecto estipuló, “No se ha ordenado a las Fuerzas Armadas que hagan la guerra a nadie; no se les ha pedido que vigilen u opriman a la sociedad, que violen las leyes, que coarten las libertades y, mucho menos, que se involucren en acciones represivas… Ya no aplica el “mátalos en caliente…” Y tras afirmar que el ejército es pueblo uniformado, institución emanada de la Revolución, concluyó: soldados y marinos actúan “en auxilio a la población ante desastres, inundaciones, temblores; en acciones de desarrollo, bienestar y paz… refrendo de su lealtad al pueblo y a las instituciones civiles. Esa participación de las Fuerzas Armadas, además, contribuye a dejar atrás la distancia y hasta la desconfianza entre civiles y militares que se generó por las decisiones erróneas y perversas de los anteriores gobiernos”.
Muchos otros datos y conceptos son los que señaló el Presidente, que van desde el ahorro logrado (un billón cuatrocientos mil millones de pesos) y la cultura (la reedición de dos millones 100 mil libros que se están distribuyendo de manera gratuita); los gasoductos -donde enderezó ese entuerto-; la privatización de los reclusorios, con ardoroso tufo a corrupción, igual que el mantenimiento concesionado de carreteras o la coquizadora de Tula (que había quedado inconclusa), e incluso el monopolio en la compra de medicamentos y muchos otros problemas heredados, globalizando lo hecho con el siguiente párrafo:
“Hoy se respeta la Constitución, hay legalidad y democracia, se garantizan las libertades y el derecho a disentir, hay transparencia plena y derecho a la información, no se censura a nadie, desde el poder federal no se organizan fraudes electorales -como era antes-. El gobierno no representa a una minoría, sino a todos los mexicanos, de todas las clases, culturas y creencias; se gobierna con austeridad y con autoridad moral, no se tolera la corrupción ni se permite la impunidad. En la práctica no hay fueros ni privilegios: se atiende a todos, se respeta a todos, pero se le da preferencia a los pobres”, renglón obsesivo por su afán de ayudar a los desamparados, lo cual “alivia el alma, mantiene tranquila la conciencia y alegra el corazón”.
En un momento de la exposición, se refirió al asunto de la revocación de mandato, proceso que ha sido muy debatido, explicando que él no procura se le ratifique (como lo pregonan sus adversarios) lo que propone es que haya un ejercicio democrático que se adopte por el pueblo para que en lo futuro, ningún sucesor de la silla del poder ejecutivo federal, se exculpe de ser escrutado por la ciudadanía, a título de que fue electo por un sexenio, sino que al menos a mediados del período, sea valorado y si no se le aprueba popularmente, deje la primera magistratura nacional, pues no se debe olvidar el principio supremo de la democracia de que, “el pueblo pone y el pueblo quita”.
Para todo el que quiera entender o le venga el saco, les leyó la cartilla: el noble oficio de la política exige autenticidad y definiciones; ser de izquierda debe ser firme, no de zigzagueos. “Con eso basta y sobra para enfrentar a las fuerzas conservadoras”. De esta manera, descalificó a los que quieren quedar bien, con el centro o aún más, con la derecha. El mensaje va directo a los suspirantes por la candidatura presidencial morenista, carrera que como ya sabemos, se ha adelantado.
El carisma obradorista (aprobación cercana al 70 por ciento) está en la cúspide, asombrando a propios y ajenos. Dilma Rousseff, la expresidenta de Brasil, declaró ante los países miembros del Grupo de Puebla, conformado por líderes políticos de Latinoamérica y España, que el gobierno de México es un ejemplo, por lo cual, “Yo saludo la Cuarta Transformación…porque es una luz en esta trayectoria del Grupo de Puebla y de nuestra conciencia de integración” (Vanguardia MX, edición digital, 1-XII-21).
Al respecto, enfatizó AMLO: “Hoy cumplimos tres años de gobierno y estamos de pie”. Lo hecho es inquebrantable; en consecuencia, habiendo aún muchos retos, el promisorio futuro mexicano, ya es irreversible, pésele a quien le pese.
MUNDO
Nominar a Trump, la devaluación del Premio Nobel de la Paz

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
¿Hay similitudes entre Donald Trump, la Madre Teresa y Nelson Mandela?
La pregunta, lanzada con sarcasmo por un colega, apuntaba a la reciente nominación de Trump al Premio Nobel de la Paz. La respuesta: Trump podría unirse a este selecto grupo.
La idea me dejó atónito. ¿Ha caído tan bajo la credibilidad de este galardón como para premiar a un líder cuya retórica se nutre de confrontación, cuya política persigue a migrantes y carece de un ápice de humanismo?
Hoy martes este debate resuena mientras el mundo observa el conflicto Israel-Irán, donde la autoproclamación de Trump como nominado expone las tensiones geopolíticas y mediáticas.
La nominación, promovida por congresistas republicanos como Buddy Carter y respaldada por Pakistán, parece más un ejercicio de autopromoción que un reconocimiento genuino.
En redes sociales, como X, las reacciones son polarizadas: partidarios de Trump celebran el “logro” con hashtags como #TrumpForPeace, mientras críticos lo tildan de “cínico” y “absurdo”, citando su historial belicista.
Trump prometió evitar “guerras eternas” tras su victoria en 2024, pero autorizó ataques a instalaciones nucleares iraníes el pasado sábado, usando B-2 y misiles Tomahawk. Este acto contradice su discurso, y el supuesto “acuerdo de alto el fuego” con Irán, presentado como mérito, ya muestra fisuras, según posts en X que reportan nuevos enfrentamientos.
La nominación parece un intento de blanquear su imagen tras decisiones controvertidas.
El Nobel de la Paz, históricamente un bastión de humanitarismo, ha perdido brillo. La entrega a Barack Obama en 2009, sin resultados concretos en paz, marcó un precedente de devaluación. Nominar a Trump, conocido por su retórica agresiva y políticas antiinmigrantes, refuerza la idea de que el premio se ha convertido en una herramienta de legitimación política. En X, usuarios ironizan: “¿El Nobel para Trump? ¡Solo falta nominar a Kim Jong-un por sus sonrisas!”.
Esta percepción se agrava por el contexto: el ataque a Irán, justificado por la supuesta inminencia de una bomba nuclear, evoca el engaño de Irak en 2003 bajo Bush, cuestionando la transparencia de EEUU.
Los méritos alegados incluyen el “acuerdo de alto el fuego” y su giro diplomático con Corea del Norte en 2018-2019, aunque este último colapsó. Sin embargo, su intervención en Irán, alineada con Israel, sugiere una agenda de poder más que de paz. En redes, analistas como
@GeoPoliticaMX destaca que la nominación coincide con la presión de Trump para reafirmar la hegemonía estadounidense ante China y Rusia, aliados cautelosos de Irán.
La posibilidad de que Donald Trump reciba el Premio Nobel de la Paz, pese a su retórica de combate y confrontación, plantea un dilema ético y simbólico que erosiona la esencia del galardón. Este escenario no solo reflejaría una devaluación histórica del premio, sino que legitimaría una narrativa donde el poder y la autopromoción prevalecen sobre los principios humanitarios que han definido a figuras como Mandela o la Madre Teresa.
Si el Nobel cae en manos de un líder cuya trayectoria contradice la paz, el desafío será redescubrir su propósito original, promoviendo un diálogo global que priorice la humanidad sobre la hegemonía. Solo así se podrá contrarrestar la ironía de un mundo al revés, donde la confrontación se corona como virtud.
MUNDO
Sensacionalismo mediático: Alimentando el miedo a una Tercera Guerra Mundial

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
El sábado pasado, el mundo despertó con la noticia de que Estados Unidos bombardeó instalaciones nucleares cerca de Teherán, utilizando bombarderos furtivos B-2, bombas antibúnker GBU-57 y misiles Tomahawk lanzados desde submarinos y destructores.
Este ataque a tres puntos estratégicos intensificó la tensión global en un contexto ya marcado por la incertidumbre del gobierno de Donald Trump. Sus políticas, desde aranceles arbitrarios hasta conflictos comerciales con aliados como México y Canadá, han generado inestabilidad, amplificada por medios sensacionalistas que, a través de redes sociales, alimentan el miedo a una tercera guerra mundial entre audiencias influenciables.
El conflicto comenzó con ataques israelíes contra Irán, basados en la supuesta inminencia de una bomba nuclear iraní. Irán respondió impactando misiles en el complejo militar Kirya en Tel Aviv, exponiendo la vulnerabilidad del sistema defensivo israelí, incluida su Cúpula de Hierro.
Trump, alineándose con Israel, decidió intervenir sin pruebas claras que justifiquen la acción, evocando el precedente de George W. Bush, quien en 2003 invadió Irak con falsas acusaciones sobre armas de destrucción masiva. Esta repetición de tácticas imperiales para preservar la hegemonía estadounidense genera escepticismo global. ¿Quién confía en Trump, cuya facilidad para distorsionar la verdad es bien conocida?
Tras ganar las elecciones en noviembre de 2024, Trump prometió evitar “guerras eternas”, pero su retórica belicosa, incluyendo amenazas contra el líder supremo iraní Ali Khamenei, contradice esa postura. Su decisión arriesga un conflicto de consecuencias impredecibles, especialmente si Irán contraataca bases estadounidenses en la región.
Los medios sensacionalistas, amplificados por plataformas digitales, convierten esta crisis en un espectáculo de paranoia, presentando el conflicto como el preludio de una guerra global. Sin embargo, un análisis racional sugiere que las condiciones para una escalada de esa magnitud son limitadas, particularmente por la postura de China y Rusia, aliados históricos de Irán.
CHINA: CAUTELA ESTRATÉGICA
China ha optado por posicionarse como mediador, proyectando una imagen de actor responsable en la escena global. Los aviones chinos detectados rumbo a Irán probablemente buscaban evacuar personal, no brindar apoyo militar. Una guerra prolongada elevaría los precios del petróleo, afectando la economía china, que depende de la estabilidad energética.
Pekín podría recurrir a presión diplomática o sanciones económicas contra Estados Unidos, pero una intervención militar es improbable, dado el riesgo de desestabilizar sus relaciones con Occidente. Los medios sensacionalistas, sin embargo, exageran el rol de China, generando temor infundado entre quienes consumen titulares alarmistas sin cuestionarlos.
RUSIA: OPORTUNISMO LIMITADO
Rusia, enfrascada en su conflicto con Ucrania, ve en la crisis una oportunidad para distraer a EEUU y debilitar su apoyo a Kiev. Sin embargo, su respaldo a Irán ha sido mínimo, sin evidencia de asistencia militar directa. Moscú podría negociar beneficios, como alivio en sanciones por Ucrania, a cambio de mantenerse al margen. Aunque podría ofrecer inteligencia o logística a Irán si el conflicto escala, una intervención activa es poco probable.
Los titulares que predicen una coalición Rusia-Irán son exageraciones mediáticas que alimentan la paranoia de una guerra global, ignorando los cálculos estratégicos de Moscú.
FACTORES QUE LIMITAN LA ESCALADA
Irán ha advertido que la intervención de EE. UU. podría desencadenar una “guerra total”, pero su capacidad militar está mermada tras los ataques israelíes a sus defensas aéreas y sitios nucleares. China y Rusia priorizan su estabilidad interna y económica, evitando un enfrentamiento directo con EE. UU. e Israel. Ambos países podrían buscar influencia mediante soluciones diplomáticas, no militares. Los medios sensacionalistas, sin embargo, capitalizan el miedo, magnificando la amenaza y omitiendo el contexto geopolítico que desinfla la narrativa de una guerra mundial inminente.
IMPLICACIONES PARA MÉXICO
Para México, el conflicto tiene repercusiones económicas y políticas significativas. Un aumento en los precios del petróleo por la guerra beneficiaría temporalmente a Pemex, pero elevaría los costos de combustibles, impactando la inflación y el bienestar de los mexicanos. Además, la presión de EEUU para alinear a México en su agenda podría complicar la política de no intervención del país, un principio histórico de su diplomacia.
La intervención de Estados Unidos en Irán es un movimiento arriesgado de Trump para reafirmar la hegemonía estadounidense, sin evidencia sólida que lo respalde. Los medios sensacionalistas, amplificados por redes sociales, convierten esta crisis en un espectáculo de miedo, exagerando las probabilidades de una tercera guerra mundial y generando paranoia entre audiencias poco críticas.
China y Rusia, con posturas cautelosas, difícilmente escalarán militarmente, optando por maniobras diplomáticas para proteger sus intereses. En México, el conflicto amenaza con impactos económicos y diplomáticos, lo que exige un periodismo responsable que desmantele el alarmismo y fomente un análisis racional.
La ciudadanía merece información veraz, no narrativas que lucren con el temor.
NACIONALES
Los juzgadores: Ley, justicia y pluralidad con democracia

Por Pedro Vargas Ávalos //
A partir del cercano uno de septiembre, el Poder Judicial mexicano se renovará, a pesar de las oposiciones, las oligarquías privilegiadas, la mayoría de sus comentócratas y medios tradicionales, es decir, tope en lo que tope. Tendremos pues, juzgadores emergidos del voto popular y no de cúpulas de predominio.
Los enjuiciadores que integren el innovado ramo jurisdiccional (en Jalisco seguiremos en espera, pues nuestros legisladores -y quizás el ejecutivo- no tienen prisa y al parecer ni simpatías para remozar nuestro aparato judicial) tendrán como norte aplicar la ley, siempre procurando imponer la justicia, lo cual les será fundamental porque simbolizan la pluralidad nacional y surgen de la voluntad popular, o sea , de la democracia, lo cual se ajusta a lo que ordena el artículo 39 de la Constitución: Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste.
Ministros, magistrados y jueces siempre deben sujetarse, en el ejercicio de sus funciones, a la ley o más ampliamente al Derecho, pues aquella es el mandamiento obligatorio escrito (por lo que si no se cumple es sancionable) expedido por la autoridad competente, en tanto que este -el Derecho- implica el conjunto de normas y principios que regulan la convivencia de las personas, con el fin de que imperen la justicia -saber separar lo justo de lo injusto y que se otorgue a cada quien lo que legal y razonablemente le corresponde- y el orden con armonía social.
El aparato judicial, por tradición, siempre se integró con matices clasistas; de hecho, no encontrábamos en el cuadro de juzgadores, representantes de los pueblos originarios, y solo en exiguo porcentaje miembros del ámbito social más pobre o carentes de apoyos poderosos. En consecuencia, la carrera judicial no cumplía sus objetivos, debido a que ordinariamente se alteraba por influencia de los factores hegemónicos. Todo lo anterior es contrario a la pluralidad de la sociedad mexicana y al mandato constitucional que se funda indiscutiblemente en la soberanía nacional que reside en el pueblo.
Consecuente con lo antedicho, son los juzgadores resultantes de la reforma judicial que ahora es parte de la suprema ley de la república. Y si tales funcionarios no se ciñen al sentido de ley, derecho y justicia, para bien de la población, ahora habrá el Tribunal de Disciplina Judicial. Sobre el tema, declaró Celia Maya García, virtual presidenta de ese organismo: “se busca crear un nuevo sistema de justicia con juzgadores preparados, pero también con sensibilidad social y que sea cercana a la gente.” Agregando que, nunca serán persecutoras, pero eso sí: “El Tribunal de Disciplina Judicial, la única misión que tiene es que la justicia se imparta conforme a lo que dice la Constitución.
Entonces todo eso que ocurría antes de que había desviaciones, y siempre que te desvías de la ley implica una corrupción, pues que si eso se da se pare a tiempo, no se deje correr, no exista. Que se den resoluciones rápidas cuando haya quejas en este sentido para que no se hable de impunidad”. (El Universal, 16/06/2025).
Por lo que ve a la pluralidad étnica de México, esta se reflejará en la Suprema Corte de Justicia luego de la histórica elección del uno de junio pasado, pues quien obtuvo la mayoría de los votos y que por ende será quien presida al más alto tribunal de la nación, es el jurisconsulto de raza mixteca Hugo Aguilar Ortiz; esto además de que fueron electos varios juzgadores de ascendencia indígena en varias entidades federativas.
El citado Aguilar Ortiz, se describe: “soy indígena mixteco del estado de Oaxaca, he dedicado mis conocimientos, ejercicio profesional y experiencia en la promoción y defensa de los derechos indígenas en los últimos 30 años, en los que, en conjunto con otros abogados, hemos sistematizado la realidad y aspiraciones de los pueblos, las hemos transformado en conceptos jurídicos que recientemente fueron incorporados en el artículo 2º de la Constitución Federal”. (Diario Red, 9/05/25).
El senador Antonino Morales Toledo, también de origen autóctono (zapoteco) declaró complacido: “Más de siglo y medio después, un hijo de los pueblos originarios, esta vez de raíz mixteca, asume la más alta responsabilidad del Poder Judicial. Su elección representa un paso firme hacia una justicia más incluyente, cercana al pueblo y con rostro indígena”. En cuanto a su actuación, indicó Aguilar Ortiz, en una entrevista, que él no había llegado con transacciones con alguna agrupación, sindicato, poder político, etcétera, enfatizando: “llego con los votos que la ciudadanía depositó el 1 de junio; no tengo más que compromiso con ellos, con la Constitución, con el marco jurídico, con garantizar certeza para todos, porque este para mí es el objetivo central.” (Público, 2025-06-18).
El experimentado letrado agregó, en el encuentro predicho, que estaba consciente del lugar al que llegaría, y del “reto que tenemos, las dificultades que ha tenido la Corte, por decirlo de manera suave, en los últimos años” así como de la condición que tienen grandes sectores de la ciudadanía en relación a la justicia.
Al respecto expuso: «Hay un sector de la población que cuenta con los recursos suficientes para contratar un abogado calificado y ellos seguirán llegando a la Corte y se les va a administrar justicia siempre que tengan la razón, pero también hay otro sector que no tiene esas condiciones; y para los cuales el sistema de justicia no ha existido, por lo que vamos a equilibrar ahora la condición de estos sectores sociales tradicionalmente excluidos para que accedan a la justicia». Seguidamente enfatizó que defendería la división de poderes, pero invariablemente atendiendo el bien de la República.
Finalmente precisó que será el enlace entre a los nueve ministros para “que tomemos decisiones trascendentes”; el objetivo es “darle un nuevo enfoque y visión a ese órgano y al sistema de justicia del país.” En cuanto al padrón que encontrará en la SCJ, dejó claro que “reconocerán la experiencia del personal que actualmente labora en la Corte y advirtió que a quien se detecte haciendo cosas indebidas, se dará vista al Tribunal de Disciplina Judicial… y tendrá que dejar el espacio, pero quien contribuya a encontrar una justicia real, verdadera, que realmente sirva a la nación, será bienvenido».
No dejaron de haber expresiones racistas sobre el virtual guía de la SCJ, (incluyendo temas anodinos como el uso de la toga) pero contra esas críticas, la presidenta Claudia Sheinbaum lo encomió:” Me da mucho gusto que el próximo Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sea un indígena mixteco de Oaxaca, muy buen abogado, muy buen abogado; tengo el privilegio de conocerlo” y adicionó su comentario al asegurar que domina no solamente “temas relacionados con los pueblos originarios, sino en general, tiene un amplio conocimiento; es un hombre modesto, sencillo,…con una enorme inteligencia y sensibilidad social, entonces nos da mucho gusto” que sea quien presida la Corte. (Mañanera del pueblo, 04/06/2025).
Y junto a la mandataria de la patria, nosotros y millones de connacionales, nos congratulamos de la renovación democrática del Poder Judicial, lo cual anuncia una etapa en la cual, la justicia por fin estará cerca del pueblo, y será básica para edificar un genuino estado de derecho.
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