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OPINIÓN

El que la hace no la paga: El caso Joao Maleck y la respuesta de la justicia

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Educación, por Isabel Venegas //

Este viernes se dictó sentencia al jugador de futbol Joao Maleck tras el accidente en el que perdieron la vida María Fernanda y Alejandro, una pareja de recién casados que viajaban en su automóvil una tranquila mañana de domingo y que nunca esperaron (por simple lógica) que alguien embriagado tras toda la noche de parranda, se fuera a impactar en su auto quitándoles todos los sueños que justamente arrancaban ese día.

Yo he participado en muchas marchas, he ido de automóvil en automóvil junto con un grupo de valientes hombres y mujeres, convocando a la concientización de que si tomas, no manejes. Reflexión que cuesta mucho trabajo porque incluso amigos cercanos se atreven a contestar ¡Yo borracho manejo mejor! Y es que bajo los influjos de cualquier droga el mundo se ve diferente, se pierde el sentido y la posibilidad de reaccionar con prudencia y responsabilidad.

¡Vaya con la incongruencia! si te vas a poner hasta las chanclas, si vas a perder el sentido, sé responsable y entrega las llaves a otro para que sea el conductor designado, o utiliza un servicio de transporte que se encargue de llevarte hasta tu hogar al regreso del maratón de shots de tequila. Lo malo es que ese es el ideal; resulta que en la mayoría de los juicios en contra de quienes han cometido delitos bajo el influjo del alcohol, terminan por exonerar al inculpado, argumentando que su capacidad mental había sido afectada por el mismo embriagante y les impedía actuar con prudencia para entregar las llaves a otro, es decir, que se aplica la absolución por incapacidad mental no obstante de haber sido auto-flagelada.

La historia particular de este joven futbolista, una promesa para el deporte pero también para su familia… parecía que todo su futuro apuntaba hacia el éxito, la fama y el dinero, pero todo se derrumbó cuando a los pocos días del suceso se comenzaron a cancelar los contratos y los apoyos de quienes piensan que no es bueno para la industria tener a un elemento así. Será muy difícil (aunque no imposible) que recupere su proyecto de vida, a pesar de haber pisado las canchas con equipos como Chivas, en la academia de Marco Fabián, en el Santos Laguna, y luego prestado al Porto y al Sevilla. Como ha declarado su propia mamá, tanto a ella como a su otro hijo de nueve años, les ha tocado sufrir graves agresiones porque la gente los enjuicia en la calle, en la escuela y en las redes sociales. Juicios hechos sin elementos, que resultan más crueles que los que se están llevando por el sistema judicial.

Las miles de muertes injustas a causa de las drogas, el alcohol, el exceso de velocidad, y recientemente el uso del celular, son una terrible combinación que lo convierte en pequeñas bombas que suelen ir detonando y lacerando a muchísimas familias.

Este caso llama mucho la atención por tres factores: uno por la fama que atrae ser un jugador de futbol con su juventud y su potencial como delantero en equipos famosos, dos por que las víctimas eran parte de una comunidad académica que las apreciaba profundamente, además del momento icónico de haber celebrado tan solo unas horas antes su boda, y tres, porque las evidencias parecían ser contundentes sobre la responsabilidad en el asesinato culposo de la pareja por parte del automovilista. Detenido desde el 23 de junio de 2019 en el penal de puente grande, y postergado su juicio a raíz de la pandemia, este viernes terminó por ser ¡Declarado, y no! Una sentencia que dice que es culpable, pero que le imputa una pena de tres años, de los cuales ya le serán contabilizados los meses que lleva en la cárcel, más la buena conducta que ha observado al interior serán elementos para que, como anunció su propio abogado, termine por ser liberado en unos treinta o cuarenta días tras pagar una compensación por daños.

Leía una nota que decía más o menos así:

A todos los que atacan a este hombre, ¡Debemos atacar al sistema! …sí, el joven salió alcoholizado y fue imprudente como muchos en este país, la diferencia fue que por mala suerte se cruzó con mi Fer y su esposo, pero hoy el problema más grande, el dolor más grande, el enojo más grande es para el sistema de justicia que muy cínicamente después de todo solo lo ha sentenciado con 3 años, 8 meses y 15 días, además de 3 millones de pesos. Tus comentarios de repudio que sean ante como nos organizan, administran y cuidan como ciudadanos.

El sistema no es «él» -como si fuera un ente unitario- quien nos «NOS ORGANIZA, ADMINISTRA Y CUIDA COMO CIUDADANOS» (citando a la autora), ¿Qué no son los ciudadanos los que se dan el «pitazo» con waze para evadir el torito? ¿Quiénes son los que comparten trucos para burlar al alcoholímetro? O pagan mordidas y corruptelas para que los agentes no ejerzan las acciones cuando ya no hay de otra más que llevarse detenido al chofer borracho y el auto al corralón.

Privilegiar este tipo de posturas son las que van cediendo nuestra autonomía y libertad para que sea alguien más quien venga a controlarnos porque al parecer, no tenemos remedio. En la cita se lee que lo malo es que tuvieron mala «suerte» de atravesarse en su camino,…Tanto quizá como la mala “fortuna” de que haya quien sea capaz de evadir las estrategias de control y prevención sumando a la fiesta el After, con lo que los controles de toda la noche no son suficientes. Es claro que la venta de alcohol es un negocio que por sus ganancias puede fácilmente perder el límite, pero hay muchos lugares donde la cerveza y el vino son elementos cotidianos que no producen el descontrol que en nuestro país generan.

Culpar al sistema es evadir nuestra responsabilidad y hablar de una utopía, no hay ni habrá policías, retenes, ni alcoholímetros suficientes para detener a todos los que manejan imprudentemente con el enorme potencial de provocar una desgracia. El dolor de quienes han perdido a un familiar a causa de un suceso así de absurdo es enorme, y no me queda más que seguir luchando a su lado para que algún día entendamos que la libertad de echarte el trago no puede ser entendida sin la responsabilidad de lo que implica manejar un vehículo después; desafortunadamente hoy la sentencia que se esperaba que fuera de 10 años para el joven futbolista, termina por esfumarse en el aire, pero aunque hubiese sido de 40 años, no es impactante para quien al momento de estar en el antro pasa a tomar el volante y a pisarle hasta el fondo al acelerador para multiplicar el efecto de la adrenalina, seguramente serviría de muy poco una condena máxima, a no ser del bálsamo que pudiera representar en el corazón de los familiares quienes solo así sienten que se está haciendo justicia por su ser querido, que a pesar de todo ya no volverá.

Hace unos años estaba yo en una pega de calcas en la minerva, tocando la ventanilla de cada automóvil exhortando a esta conciencia, cuando alguien nos dijo: ¡Uy, ustedes aquí tarugueando, mientras a la vuelta (sábado a las 10 am) el antro no ha cerrado desde ayer! ¡¡¡Los borrachos que salgan ahorita, van a salir doblemente fumigados!!!

Mi respeto, admiración y agradecimiento a quienes mantienen esta lucha con la fe de que entre todos podemos frenar el dolor de las pérdidas irreparables. Fernanda y Alejandro iban en una tranquila mañana de domingo…. todo lo demás es historia, historia en la que todos somos actores determinantes. Todos somos «el sistema»

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