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JALISCO

El rector de la UdeG: Entre la diplomacia y la firmeza

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Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //

Con un tono que destila tanto diplomacia como firmeza, Villanueva Lomelí ha escrito: «En Jalisco, aunque parezca increíble, hay quienes todavía no han aprendido que por las malas no entiendo». Este mensaje, más que una simple declaración, parece ser una estrategia cuidadosamente calculada en el tablero de la negociación presupuestaria.

¿Qué nos revela este escenario? Primero, que, en la política del conocimiento, las palabras son tanto escudos como espadas. Ricardo Villanueva usa sus declaraciones para marcar un territorio de negociación, pero también para anticipar posibles conflictos. Segundo, que el presupuesto de una universidad no es solo un número en un papel; es un reflejo de las prioridades de una sociedad y del valor que se le otorga a la educación y la investigación.

Consultado al respecto por la reportera Mariana Quintero, el rector general de la UdeG mencionó a MURAL que la publicación en X -Antes Twitter- de ese comentario iba en el sentido de fijar su postura previo a sostener diálogos con las autoridades sobre el presupuesto que será asignado a esta Casa de Estudios para 2024.

«Vamos a iniciar el tema del presupuesto, entonces es para quien tenga que escuchar que por las buenas lo que necesiten y que por las malas no entendemos. Tiene que ver (el mensaje) con lo que viene para la Universidad y para dejar claro cómo los universitarios podemos relacionarnos», aseguró Villanueva Lomelí a la reportera.

«Yo creo que los que debían de entenderlo, ya lo entendieron, si no, no pasa nada. Pero no era en alusión a nadie en específico, sino en general a todos los interlocutores con los que voy a tener que platicar el presupuesto de la Universidad», publica MURAL que aclaró el rector de la UdeG.

Al profundizar en sus declaraciones, encontramos un mensaje más complejo y matizado. Villanueva Lomelí no apunta a un adversario específico, sino que su mensaje está dirigido a todos aquellos que participarán en las negociaciones del presupuesto universitario. En una maniobra que denota tanto apertura como una advertencia velada, afirma que está dispuesto a dialogar, pero bajo términos de respeto y colaboración mutua.

Este enfoque no es solo una cuestión de estilo, sino también una respuesta a las tensiones y desafíos anteriores. Recordemos que, en 2022, la universidad sufrió un recorte presupuestario de 37.1 millones de pesos, una decisión justificada por la bancada de MC debido a supuestos gastos de la UdeG en campañas y eventos. Este precedente deja un ambiente cargado de suspicacias y desafíos. Este antecedente no solo marca la complejidad de las relaciones entre la universidad y el gobierno, sino también subraya la necesidad de una estrategia de negociación más sofisticada.

Villanueva Lomelí ha dejado claro que la propuesta de presupuesto para 2024, aunque representa un incremento, es insuficiente frente a la inflación. Este punto de vista lo ha llevado a considerar la posibilidad de marchas, una táctica que ya ha utilizado en el pasado, sin resultado en lo económico, pero, con buenos dividendos en lo político y social. Sin embargo, su preferencia por la negociación y el diálogo sugiere una voluntad de encontrar soluciones pacíficas y constructivas.

El escenario actual exige una lectura cuidadosa, estamos en plena etapa electoral. Por un lado, la UdeG necesita garantizar recursos suficientes para mantener su excelencia académica y su papel crucial en la sociedad jalisciense. Por otro, debe navegar en un mar político donde las olas de la negociación pueden ser tan impredecibles como cambiantes, y más considerando la tensión política que vive el dueño del Congreso de Jalisco, nada contento con la alianza política que la casa de estudios ha logrado con MORENA.

En este momento, las declaraciones de Ricardo Villanueva, en su rol de rector y estratega, nos muestran que la política presupuestaria es mucho más que números y porcentajes. Es un delicado baile de poder, percepciones y negociaciones. En este contexto, su mensaje es una pieza clave en el tablero: un llamado al diálogo, pero también una firme declaración de los límites y expectativas de la universidad.

En resumen, la negociación del presupuesto de la UdeG para 2024 se perfila como un tema a seguir los próximos días, pues los liderazgos universitarios pueden —y deben— manejar las complejas dinámicas de poder y política para defender los intereses y la autonomía de sus instituciones,

Ricardo Villanueva, parece entender que, en este juego, tan importante es la fuerza como la astucia. Con un ojo en el tablero y otro en la calle, donde, cobra cada vez más fuerza el murmullo de una candidatura ciudadana vía MORENA para su persona, una protesta universitaria comandada por él contra el gobierno de MC le daría buena exposición y el pretexto perfecto para aceptar ser candidato.

Con su post en redes sociales, el Rector de la UdeG nos recuerda que, en la política, como en la vida, hay que saber cuándo hablar suave y cuándo alzar la voz.

En X @DEPACHECOS

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