OPINIÓN
El talento que trasciende Colombia: Maestro Francisco Correa; sentido de humanidad a través del arte

Conciencia en el Arte, por Héctor Díaz //
Tuve la suerte de conocerlo en 2019 gracias a Instagram, su estudio estaba en un pequeño pueblo de montaña llamado La Ceja, a las afueras de Medellín, Colombia, allí se entregaba a su trabajo con espíritu inagotable. Nunca quiso ser famoso, más bien siempre esperó dar a conocer su arte.
Francisco confió en mí cuando mi Galería recién comenzaba, puedo decir con orgullo y total honestidad que fue el primer gran artista que pude representar. Unas dos o tres veces por semana teníamos charlas profundas, me compartía sobre su vida personal, sus obras, sus anhelos.
Siempre me decía que yo sería un gran galerista; sin sus constantes palabras de aliento tal vez no hubiera tenido la confianza para continuar en la industria, me hizo creer en mí muchas veces.
Él tenía 68 años cuando lo conocí, pensábamos que por lo menos tendríamos 10 años para conquistar el mercado, pero a sus 70 años partió.
No vivió para verlo, y eso me da coraje, a veces, así son los caprichos de la vida, hoy es considerado el secreto mejor guardado de América Latina. Su legado permanecerá para siempre a través de sus obras maestras.
“El arte da sentido a mi humanidad” me dijo.
UN HOMBRE AMANTE DE LA NATURALEZA
Preguntas: Héctor Díaz, fundador y director de HECTOR DIAZ Gallery, actual representante de Correa en el mundo.
Respuestas: María Eugenia Zuluaga Mejia, esposa del artista. Francisco y Maria Eugenia se conocieron en 1993 cuando ella tenia 20 y él 42; tuvieron un hijo, Samuel.
¿Quién fue Francisco? ¿cómo lo describiría?
Como ser humano, un hombre sensible, impulsivo, expresivo, generoso, exagerado, pintoresco, ingenuo.
Como padre y esposo, el más amoroso, dedicado, abrazador, su familia siempre fue su prioridad.
Como artista, enfocado únicamente en lo que el arte lo hacía sentir como persona, fue su vida, sin darse cuenta el arte le demostró que por todos los caminos que emprendía siempre llegaba a él y eso fue lo que le hizo decidir que en sus últimos años se dedicara completamente a éste oficio y profesión de ser un artista consagrado.
Fue un hombre intuitivo por naturaleza, amante del campo, de las maravillas de este planeta, de los animales, de los inventos del ser humano, como la ingeniería y la robótica. Lector y estudioso de la historia del mundo y del arte. Conversador entretenido con un don de gente maravilloso.
Todo el mundo lo quería, dejaba huella en el lugar que visitaba y en la gente que lo conocía. Su alma era la de un niño curioso, tozudo, inteligente; lleno de risas, siempre optimista de su vida.
Genio en medio de una época opacada por el materialismo y la globalización. Fallece con la esperanza de que su obra fuera reconocida a nivel local, regional y mundial, porque su espíritu le recordaba que él era un artista. Francisco, un ser noble.
DE ORIGEN SEFARDITA
¿Cuáles son sus orígenes? ¿quiénes fueron sus abuelos y padres?
Los apellidos Correa Restrepo tienen ascendencia sefardita. Hijo de campesinos y emprendedores antioqueños, les tocó fundar pueblos.
Su padre heredó una buena fortuna de su abuelo, fue uno de los principales hacendados del suroeste antioqueño, fue el dueño de la Hacienda Canaan, líder en el cultivo de café y cacao de la zona, también fue una hacienda ganadera y criadora de caballos.
¿Cómo fue su infancia?
Nació en un lugar lleno de naturaleza, espacios amplios y libres, creció en la hacienda cafetera de su padre donde tuvo los medios para desarrollar su creatividad innata por medio del juego y que a los ojos de un niño se convertían en imágenes que algún día llegarían a ser plasmadas en su obra.
Quinto de seis hermanos, educado en un ambiente exuberante en la ciudad de Medellín en colegio Jesuita.
¿Cómo fue su juventud?
Tuvo lugar en el campo y luego tuvo una transición a la ciudad, estudió en el colegio San Ignacio de los Jesuitas, allí disfrutaba muchísimo las clases de Historia y Geografía, no fue un joven que frecuentara lugares de esparcimiento, siempre prefirió leer e instruirse mucho a través de libros de historia mundial, teología e historia del arte.
¿Qué estudió?
Estudió Arquitectura en la Universidad Nacional de Colombia, su habilidad en el dibujo era innata, finaliza con total habilidad y sin ninguna dificultad.
Muy poco ejerció su carrera, inicialmente su campo de acción fue el diseño, planos y diseño de interiores.
También ilustró libros, artículos de revista, cartillas y cuentos infantiles. Realizó estudios de grabado en la ciudad de Miami, Florida.
¿Qué le gustaba hacer? ¿Cuáles eran sus aficiones?
Disfrutaba muchísimo de caminar, la naturaleza, los animales. Era un aficionado y admirador de la ingeniería, de los autómatas, de la robótica, de los inventos, de la innovación de las máquinas.
En su casa tenía taller de escultura y carpintería en donde junto con su hijo disfrutaban creando e innovando.
DIBUJABA GUERREROS DE NIÑO
¿Cuándo, dónde y cómo empezó a pintar?
Sus primeros dibujos recuerda haberlos hecho en clase de historia con el Padre que daba esta materia, 10 – 12 años tendría, le gustaba dibujar guerreros de batallas, así como la historia detrás de cada detalle: armaduras, caballos, soldados y caballeros.
¿Por qué creaba arte?
Francisco no se daba cuenta que creaba arte, el solo se expresaba, se regocijaba en su ser al pintar y hacer escultura.cSe dio cuenta que después de todos los caminos que recorría, al final siempre lo llevaban al arte.
Fue descubriendo que ninguna de las actividades que emprendía para sostenerse lo satisfacían, solo el arte lo hacía, fue así que ya muy adulto decidió dedicarse a este oficio.
Desafortunadamente en la ciudad y en el medio donde vivió no valoraron su trabajo, pasó desapercibido por muchísimos años. Francisco vivió del arte pero fue bastante difícil sostenerse él y su familia. El arte era su ser mismo, Francisco era arte por el ángulo donde se le viera, todo su ser emanaba la esencia de un artista y genio.
¿Cuál es fue(ron) su(s) técnica(s)?
Fue un ser curioso, amaba descubrir cada día técnicas en su taller. Su principal fue el acrílico sobre tela, trabajaba con pinceles y espátulas sus fuertes trazos, definidos por una figuración y desfiguración en cada imagen, objeto y paisaje.
También pintó acrílico sobre madera, lo terminaba a modo de pátina. Trabajó escultura en madera, lámina de hierro, bronce y acrílico.
Fue un audaz dibujante.
ENTRE CUBISMO Y CONSTRUCTIVISMO
¿Cuáles fueron sus estilos?
Su obra se define como figurativa abstracta con cubismo y algo de constructivismo. Líneas fuertes y definidas, en ocasiones puntillismo, su mano era atrevida al dibujar.
Quien tuvo el privilegio de verlo pintando se sentía embelesado con tan hermoso don que emanaba de él naturalmente, como una fuente con infinita creatividad.
¿De quién o qué se inspiraba?
De los clásicos, de los arquetipos de su infancia, de los espacios y personas que lo rodeaban. La mujer fue su musa, la dibujó y pinto en muchas de sus obras, decía que lo hacía inconscientemente.
Él mismo aparecía constantemente a modo de personaje y autorretrato. A su padre lo representaba en los caballos, a su madre en las mesas, la fruta y la flor aparecen en su obra representando el deseo y el placer.
¿Hubo lugares o ciudades que influyeron en su trabajo?
Su lugar de nacimiento, la hacienda de su padre, la exuberancia del suroeste Antioqueño, así como su admiración por el urbanismo y el modernismo. Vivió en Chile por varios años, ahí decidió dedicar su vida al arte.
¿Cuáles fueron los temas que expresó en su arte?
La figura humana, los interiores arquitectónicos, los caballos, las mesas, las flores, los paisajes, los instrumentos musicales, los peces, distintos lugares y espacios.
¿Cómo iniciaba, desarrollaba y finalizaba una obra?
Fue un estudioso de su proceso y obra, iniciaba bocetando y dibujando muchísimo, pasaba horas y días en su mesa de dibujo al lado de sus rapidógrafos, plumillas, tintas, carboncillos, y su taza de café. Intermitentemente podría estar pintando hasta tres y cuatro obras en formatos grandes y medianos, toda esta actividad la realizaba continuamente, muchas noches las pasaba en vela dibujando, con su pincel en mano o con su cincel haciendo escultura.
Siempre dijo que sus cuadros nunca estarían terminados, era un admirador de la belleza y la perfección, fue lo que siempre buscó en cada cuadro, escultura o dibujo.
¿Tiene su obra influencias de otros artistas?
Expresionistas alemanes con Max Beckmann a la cabeza. Su pintura preferida es “La batalla de San Romano” del pintor italiano Paolo Uccello.
¿Su obra influyó en otros artistas?
No lo sé, pero su vida sí influenció a muchos. Los que lo conocimos y amamos nos quedamos con su luz en nuestras vidas para siempre.
SUS CABALLOS
¿Qué dice la gente de su obra?
En Medellín hay mucha obra de Francisco, sus pinturas y esculturas reposan en casas de familias tradicionales de amigos y familiares, en lobbies de hoteles y empresas antioqueñas, sin embargo y desafortunadamente no le dieron el valor que este genio y artista innato merecía.
Las personas admiraban especialmente sus caballos, en algún momento fue reconocido por éstos en Medellin, sin embargo muy subvalorado.
¿Por qué su obra aportó algo al arte?
Porque su estilo es único, Francisco tenía su propio sello, su línea, su fuerza, su color.
Generó obras que hablaron por sí solas, que llevan al espectador a imaginarse mundos, escenas y situaciones, te invitan a soñar, a pensar, a deleitarte, a adentrarte en ellas como laberintos arquitectónicos llenos de ideas, magia y mucha creatividad… son obras llenas de movimiento, o simplemente inertes pero como el alquimista: llenas de vida.
¿Por qué debería un coleccionista comprar una de sus obras?
Porque Francisco Correa fue un artista que además era ser humano. Quien adquiere una obra se lleva una pieza única en belleza, estilo, fuerza, movimiento, llena de historia, significado y esencia de él.
SU OBRA FUE SUBVALORADA
¿Cuáles fueron los retos a los que se enfrentó?
Su principal limitación fue su propio sustento y el de su familia, esta situación lo decepcionaba constantemente, ya que en el lugar donde vivía su obra era constantemente subvalorada, nunca pagaron el precio que él siempre dijo se merecía, los galeristas y las galerías de su ciudad se aprovechaban constantemente de su carácter dócil y de la persona tan generosa y buena que fue con todos.
En sus últimos años Francisco comenzó a padecer un cáncer bastante agresivo, se le diagnosticó en febrero de 2018. Lo enfrentó con mi ayuda y la de sus hijos, siempre tuvo nuestro soporte emocional… logró superarlo casi al 100%, hasta que en marzo de 2021 el COVID atacó su cuerpo.
Falleció el 29 de abril del mismo año en una unidad de cuidados intensivos un día antes de su cumpleaños número 70.
¿Cuáles son los hechos más relevantes de su trayectoria?
Su vida misma y su obra. Realizó varias exposiciones individuales en la ciudad de Medellín a lo largo de su vida, también fue un gran ilustrador de libros infantiles y revistas de renombre en Colombia.
Alguna vez fue director del Departamento de Publicidad de Caja Agraria en Bogotá.
Realizó cursos de grabado en Miami, pero todo su talento fue empírico e innato.
¿Por qué nunca dejó de pintar?
Porque pintar fue su vida, era como el aire que respiraba, como el sustento que comía, el arte fue su alimento. Francisco vivía por el arte, el arte fue su esposa, su musa, su deleite, su ambición, su bálsamo, su paz, su calma.
¿Qué significaba el amor para él?
Mas que el amor fue la lealtad, valoraba y comparaba el amor con la lealtad que existía con su esposa, su hijo, su familia, sus amigos y con el mismo. Por eso cuando se alejaban de él por razones económicas u otros oficios que no tenían que ver con su esencia, su espíritu, su ser, su arte, se deprimía.
Para él el amor también iba de la mano con la ternura, fue el ser humano mas tierno, su tamaño en altura y su fuerza iban siempre ligados a su ésta.
Sus últimos 10 años de vida fueron plenos para él, ya que se reencontró como ser humano y se reconoció a plenitud como el artista que fue, eso lo hizo fuerte y seguro de sí mismo.
¿Qué fue lo más importante en la vida para él?
El arte, sus hijos, su esposa. También fue importante su paz y tranquilidad.
Fue un hombre relativamente solitario, procuraba pasar la mayoría de su tiempo en casa con su esposa e hijo.
¿Cómo deberíamos recordarlo?
Como lo dijo en su última entrevista:
“Quiero que me recuerden así, como soy, con tranquilidad, alegría y sencillez”.
SOBRE EL ARTISTA
Nombre completo: Francisco Fernando Correa Restrepo
Nombre artístico: Francisco Correa
Fecha y lugar nacimiento: 30 de abril de 1951 en Pueblo Rico, Antioquia, Colombia
Fecha y lugar de fallecimiento: 29 de abril de 2021 en Medellín, Antioquia, Colombia
CARTÓN POLÍTICO
Edición 807: Magistrada Fanny Jiménez revoca rechazo de pruebas y defiende Bosque de Los Colomos
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LAS NOTICIAS PRINCIPALES:
Crónica de una semana tensa en la UdeG: La rebelión estudiantil que desafía a la FEU
NACIONALES
Buscan cubrir a AMLO en actos de corrupción

– De Primera Mano, por Francisco Javier Ruiz Quirrín
UNA DE LAS evidencias de que el sistema político del México de nuestros días es parecido al PRI hegemónico de hace 50 años es el combate a la corrupción de acuerdo a intereses políticos del grupo en el poder, con una gran diferencia ahora: Los funcionarios de primer nivel son intocables.
No hubo un solo presidente de la república de aquel viejo PRI, que no impusiera su voluntad y enviara un mensaje a la clase política de que había un nuevo líder en Los Pinos. Las demostraciones incluían cárcel para figuras de alto nivel. Así, estuvieron tras las rejas el senador Jorge Díaz Serrano, director de PEMEX, con el presidente José López Portillo, varios gobernadores y hasta un hermano del presidente Carlos Salinas, Raúl.
A partir del año 2018, el hombre que tuvo como lema de campaña presidencial el ataque a la corrupción, Andrés Manuel López Obrador, en los hechos cubrió a los corruptos de primerísimo nivel.
Solo dos botones de muestra: Ignacio Ovalle Fernández, director de SEGALMEX, y Manuel Bartlett Díaz, director de la Comisión Federal de Electricidad. Aplicó la máxima de Benito Juárez: “A los amigos, perdón y gracia; a los enemigos, la ley a secas”.
Entre los enemigos actuó contra Emilio Lozoya, director de PEMEX con el presidente Peña Nieto, acusado de haber recibido sobornos de una empresa petrolera del Brasil, pero al final del día su gobierno acordó y el acusado está en casa.
El cinismo de AMLO incluyó su admisión de la existencia de corrupción en Segalmex, cuyo desfalco rebasó los 15 mil millones de pesos, pero justificó a Ovalle diciendo que este último “había sido engañado por sus subalternos”.
Increíble lo anterior, sobre todo para quien, durante una “mañanera” del año 2019, aseguraba que no hay persona mejor informada que el presidente de la república y que si había corrupción entre los funcionarios, “era porque el jefe, el presidente, estaba enterado”.
En los días que vivimos, el caso del “huachicol fiscal” operado por altos mandos de la Marina Armada de México nos pone sobre la mesa la enorme probabilidad de que no solo el general secretario del ramo con López Obrador, sino también este último, pudieran haber sido enterados y haber permitido el enorme peculado.
Imposible no reparar en las declaraciones del titular de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gertz Manero, quien el pasado domingo declaró que Rafael Ojeda Durán, titular de la Marina en el sexenio obradorista, había denunciado “problemas” y que por ese motivo la Fiscalía General de la República se había adentrado en la investigación que hoy tiene por resultado la persecución de cuando menos 200 personas, entre militares, servidores públicos y empresarios.
Los hechos sobre tal ilícito empezaron a trascender a los altos mandos militares cuando Rubén Guerrero Alcántar, vicealmirante y exdirectivo de una aduana en Tamaulipas, redactó una carta que llegó a manos del general secretario Ojeda Durán, en la que señalaba directamente a Manuel Roberto y Fernando Farías Laguna, de encabezar una red de “huachicoleo fiscal”.
Los hermanos Farías, originarios de Guaymas, Sonora, son sobrinos de Ojeda Durán. Guerrero Alcántar fue asesinado el 8 de noviembre del 2024 en Manzanillo, Colima. El volcán de corrupción denunciado hizo erupción al descubrirse un buque con diez millones de litros de combustible introducido sin pagar impuestos en Tampico, Tamaulipas, el pasado mes de mayo, seguido de otros descubrimientos similares en Ensenada, Baja California, y el trascendido de que ese combustible había tocado la bahía de Guaymas en Sonora.
En sus declaraciones sobre el tema, Gertz Manero subrayó que cuando el general secretario Ojeda denunció “problemas en la Marina”, lo hizo en términos generales sin hacer referencia a sus sobrinos. A su lado, en esa conferencia de prensa del pasado domingo, el titular de seguridad pública, Omar García Harfuch, dijo que no se podía condenar a toda una institución por los errores cometidos por algunos de sus integrantes.
Horas después, en su “mañanera”, la presidenta Claudia Sheinbaum refrendó la defensa. Para el general exsecretario, recordando que lo importante era la investigación y, sobre todo, las pruebas para demostrar los dichos.
La lógica indica una posibilidad de involucrar a Rafael Ojeda Durán en el escándalo mayúsculo de los hermanos Farías Laguna y otros implicados; golpearía directamente la humanidad de López Obrador.
Es mucho más conveniente enviar el mensaje de ataque a la corrupción, aprehendiendo y enjuiciando a “peces menores”. Ahí se registra una diferencia con el pasado reciente.
Durante el sexenio 2018-2024 se cubrió la corrupción en vez de combatirla. En este sexenio de la presidenta Sheinbaum sí se está combatiendo la corrupción pero cuidando la imagen de quien ahora vive en Palenque.
Lo anterior significa la imposibilidad de señalar y encarcelar a un exsecretario en cualquiera de sus ramos.
Para el lado oficial, resultan muy lejanas y “casi en el olvido” aquellas palabras de AMLO en una de sus “mañaneras” del año 2019: “El presidente de México está enterado de todo lo que sucede y de las tranzas grandes que se llevan a cabo”.
JALISCO
¿Legalidad? pero sin integridad

– Opinión, por Gabriel Torres Espinoza
¿Por qué se critica tanto al Tribunal de Justicia Administrativa (TJA)? Porque se ha transformado en fábrica de sentencias “ajustadas a derecho”, ¡pero profundamente injustas! Asisten al ‘indebido proceso’ y ceden al “daño patrimonial” causado por los ‘desarrolladores’.
Los derechos colectivos —aire limpio, agua, movilidad, biodiversidad— se reducen a bienes menores, sacrificables en nombre de una supuesta certeza jurídica para el ‘inversionista’.
Lo que la Corte Interamericana de Derechos Humanos recordó es que tienen la obligación jurídica de prevenir, mitigar y remediar daños ambientales por su impacto directo en los derechos humanos.
Bajo esa luz, cada fallo del TJA que antepone la rentabilidad de un fraccionamiento sobre la preservación de un bosque o de un área natural protegida, no es solo un despropósito local, sino una violación a compromisos internacionales y a los derechos fundamentales de la ciudadanía.
La prensa ha documentado el incremento de litigios contra la planeación urbana, hasta el punto de que este Tribunal se tornó en el espacio donde los corruptores desfilan a desmontar planes de desarrollo, debilitando la ordenación del territorio con fachada de legalidad. Se trata de un tribunal que privilegia la letra procesal, sobre el sentido integral de la planeación. Lo que se produce es una ciudad fragmentada, desigual, en la que cada vez es más difícil trasladarse y vivir.
La responsabilidad social de este Tribunal es mayor, pues el TJA es la última instancia. Las decisiones que dicta son definitivas y obligatorias. Sus resoluciones no pueden recurrirse, y sus magistrados no rinden cuentas a nadie. Allí donde se concentra el poder de decidir el futuro urbano, se concentra también la tentación de la corrupción.
Por eso el TJA no solo refleja, sino que encarna hoy el mayor riesgo estructural para el derecho a la ciudad y al medio ambiente, porque cada vez que dicta una sentencia que habilita lo prohibido, que desprotege los recursos naturales, destruye algo más que territorio; destruye la confianza en la idea misma de justicia. Su propia legitimidad social.
Los jueces no deben limitarse a aplicar reglas, sino decidir con base en principios que aseguren el bien superior a la ciudad. La legalidad, sin integridad, degrada la justicia. Básicamente, porque transforma el tribunal en una coraza de impunidad.
En este órgano jurisdiccional, hemos visto cómo se ha vuelto norma la confusión entre legalidad procedimental y justicia, con resoluciones fundadas y motivadas en lo formal, pero que producen resultados injustos y muy lesivos para la sociedad.
Sentencias “apegadas a derecho” que, sin embargo, devastan áreas naturales, desmantelan planes urbanos, causan más colapso vial y profundizan la desigualdad. No perdamos de vista que esa sociedad, la que sufre las consecuencias, es justamente la que dotó a estos magistrados de su investidura, y a la que debieran rendir cuentas, a través de los poderes constituidos de Jalisco.
La diferencia entre un tribunal de justicia y uno de derecho se vuelve aquí fundamental. El primero busca armonizar la norma con el desarrollo sustentable de la ciudad; el segundo la aplica sin importar que destruya bosques, colapse vialidades o afecte a comunidades enteras.
El primero protege a la ciudad; el segundo protege contratos y escrituras privadas. El primero es garante de ciudadanía; el segundo, como en Jalisco, es agente de plusvalía y el principal agente corruptor contra el ordenamiento territorial.
A la luz de las actuaciones del TJA, surge hoy una pregunta colectiva, inevitable y perturbadora: ¿Cuál es la utilidad social de un tribunal del que debemos defendernos todos para poder preservar la ciudad? Si el órgano llamado a garantizar justicia es el principal mecanismo de despojo legalizado; si en lugar de proteger a la colectividad protege a los desarrolladores; si en vez de equilibrar el interés privado con el bien común se ha dedicado a corroerlo, entonces su existencia no responde al poder público, sino a los negocios que lo corrompen.
Un tribunal así no es garante de derechos, ni de justicia administrativa; sino una auténtica amenaza permanente contra ellos, misma que estaríamos obligados a enfrentar como sociedad, y desde el gobierno.
JALISCO
UdeG, los golpes que sustituyen el diálogo: ¡Qué falta hace Raúl!

– Crónica de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco
La Universidad de Guadalajara, esa institución que presume de ser la “casa de la cultura” y el “espacio del pensamiento crítico”, se ha convertido principalmente los últimos días en escenario de lo que mejor ilustra su contradicción: los golpes sustituyendo a la palabra, la represión disfrazada de orden académico y la violencia encubierta tras comunicados oficiales firmados por nadie que se haga responsable… llenos de buenas intenciones sin nada de autocrítica.
Lo ocurrido en el CUCSH y en el CUCEI en estos días no es un accidente ni un exabrupto aislado: es la expresión de una estructura política enquistada que se resiste a morir.
Los funcionarios que deberían administrar aulas y presupuestos han terminado con las manos metidas en la gresca. No es metáfora: ahí están los videos donde José Antonio González Orozco, alias “Pepino”, antiguo operador de la FEU que ahora cobra como jefe del complejo deportivo, aparece repartiendo manotazos contra los estudiantes que exigían elecciones limpias. No fue diálogo, fue puño.
Y mientras tanto, la Rectoría General guarda silencio. Una omisión que grita más fuerte que cualquier consigna. Porque si los estudiantes pintan un muro, la indignación institucional es inmediata; pero si un funcionario golpea a los alumnos, la sanción se pierde en el laberinto del archivo muerto, asegurando las protecciones para quienes, en nombre de la “institución”, repartan golpes a los alumnos inconformes.
Encapuchados que lanzan mobiliario, vacían extintores y rodean a estudiantes en paro. Los testimonios y las imágenes difundidas no dejan lugar a dudas: la violencia tiene rostro, y varios de esos rostros se identifican con la vieja militancia de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), ese brazo corporativo que durante décadas ha operado como correa de control a favor del grupo universitario en el poder.
Pero también aparecen los rostros de grupos políticos externos que han participado en movimientos políticos universitarios sin llegar a ser de los “ungidos”, pero que, ahora apoyados por un personaje de la estructura universitaria, vuelven a buscar un lugar en el feudo.
Se habla de “diálogo” en los comunicados, pero en los pasillos los que dialogan son los puños. La contradicción es evidente: las autoridades centrales rechazan la violencia en boletines, pero sus hombres de confianza y familiares aparecen entre los agresores.
Lo que demandan los estudiantes no es menor: baños dignos, comedor subsidiado, protocolos contra acoso, contratación estable de docentes, transporte seguro, participación real en las decisiones universitarias. No son exigencias revolucionarias, son derechos elementales que cualquier institución pública debería garantizar sin necesidad de paros ni barricadas.
¡Ojo! La petición de tener un área para fumar mariguana es simplemente una charlotada que en ninguna circunstancia puede proceder; sean serios si quieren ser tomados en serio como disidencia.
Pero el punto neurálgico, el que prende las alarmas en los pasillos del poder, es la exigencia de cancelar las elecciones del Consejo General Universitario y limitar la intervención de la FEU. En otras palabras: quitarles el monopolio de la representación. Y eso, para los jefes y jefas universitarios, es inadmisible.
Mientras las pedradas y los empujones manchan el nombre de la UdeG, la rectora general Karla Planter ha optado por la estrategia del silencio. No se presenta a dialogar, no encabeza el proceso, no frena la violencia. Desde su llegada, “La Planter” solo ha servido como la imagen que asiste a reuniones y eventos sociales, pero, en todo este tiempo, usted no va a encontrar UNA situación en la que la primera mujer rectora de la UdeG hubiera destacado por su capacidad de decisión y liderazgo; lo peor, NINGUNO de su equipo ha ocupado el lugar de liderazgo y decisión que la UdeG requiere.
En esta ocasión, parece que la rectora espera que el tiempo, las fiestas patrias o el desgaste natural diluyan la protesta, si es por recomendación estratégica, queda claro que, ¡Su asesor le odia!
Lo extraño es que los choques más fuertes ocurrieron justo en los días en que Planter se ausentó, ¿casualidad o decisión de quien sabia no estaría disponible la rectora? Coincidencia que huele a cálculo: dejar que otros enciendan el fuego para luego presentarse como bombera institucional o la aparición de un “líder” que rescate la situación.
Mientras, el equipo de comunicación externo que apoya a los disidentes a manejado bien las notas en los principales medios de comunicación alertando a la ciudadanía de lo que pasa al interior de la Universidad a la que asisten sus hijos, generando buenas piezas de comunicación visual en redes con mensajes claros y específicos que pueden digerir e indignar los consumidores de TikTok, X, Facebook e Instagram. Logrando en días lo que el viejo sistema de comunicación universitario no ha podido lograr, UN mensaje que permee a nivel social, porque desde sus oficinas, los dirigentes universitarios repantigados creen que la gente común está esperando leer el más reciente comunicado pagado por los “abajo firmantes”, que servirá de indicación de lo que se debe creer y entender.
El saldo es claro: estudiantes golpeados, aulas cerradas, comunidades académicas divididas, puertas de ingreso soldadas y una autoridad que administra comunicados -Muy malitos, por cierto- mientras sus operadores administran golpes y porras —siempre los mismos rostros en escena desde hace años, por cierto—.
La Universidad de Guadalajara enfrenta un espejo incómodo: aquel en el que se refleja como un aparato político que prefiere la represión a la reforma, la simulación a la democracia y la obediencia ciega a la crítica estudiantil… Oiga, ¿ya se dio cuenta de que en toda esta rebatinga la FEU tampoco ha aparecido? Y no me refiero a otro comunicado anodino firmado por la “primera mujer presidenta de la FEU”, yo hablo de esa estructura política de estudiantes que defiendan sus procesos por democráticos y transparentes, y den la cara por sus líderes que saben que los representan.
¡Bueno! Hasta los centros universitarios tienen que ser defendidos por grupos externos porque los flamantes “rectores” carecen de equipo que les respalde. Lo bueno es que la disidencia avisa con tiempo sus manifestaciones; si atacaran al mismo tiempo, se quedarían con varios centros universitarios, pues los rectores no alcanzan a defender ni su oficina. ¿O será que las manifestaciones están muy bien ordenadas en tiempo y lugar desde dentro de la misma UdeG para propiciar la aparición de un “líder” solucionador?
Las siguientes semanas serán importantes en esta historia, porque lo que está en juego no es solo un proceso electoral universitario, sino la credibilidad de una institución que presume autonomía, pero se comporta como un feudo… Donde cada vez es más recurrente escuchar: ¡Qué falta nos hace Raúl!
En X @DEPACHECOS