OPINIÓN
¿En dónde estamos y hacia dónde vamos?

Opinión, por Armando Morquecho Camacho //
La semana pasada, en este espacio, tuve la oportunidad de platicar un poco del pasado y del potencial que como país tenemos para crecer en temas de energías limpias y renovables.
Es por ello que esta semana quiero platicarles un poco acerca de uno de los países que a nivel mundial es un claro ejemplo de cómo hacer las cosas bien en temas ambientales y energéticos: Finlandia.
Impulsar una agenda ambiental que promueva, incentive y fomente el uso de energías limpias y renovables no es un trabajo que pueda darse de la noche a la mañana, esto es y debería ser un ejercicio legislativo, económico, político, administrativo y empresarial progresivo, ya que implica sustituir una industria que por siglos ha sido el pilar de una gran parte de las economías mundiales.
Pero eso sí, aunque el cambio total no puede darse de la noche en la mañana, sí tenemos que ser claros en un punto: el primer paso para iniciar esta revolución energética se tiene que dar ya. El medio ambiente no nos va a esperar.
Pero, ¿por qué Finlandia es un ejemplo en este rubro?
Finlandia es un ejemplo ya que en el 2015, La Universidad Aalto, la ciudad de Helsinki y más de cuarenta empresas finlandesas, entre otros socios, se unieron en un proyecto cuyo objetivo era, en aquel entonces, cambiar por completo los prejuicios alrededor de la energía limpia, así como su financiamiento y legislación.
Es así como a través de FinSolar, plantearon una agenda ambiental progresiva que implicaría grandes cambios no solo en las condiciones de su medio ambiente, sino también en la economía y en la sociedad de su país.
Pero ese trabajo, también implicó un reto de carácter político, ya que se necesitó mucha voluntad política por parte de sus órganos legislativos y representativos, ya que el proyecto FinSolar implicaba grandes cambios legales a nivel nacional. Cabe mencionar que estos cambios no fueron aplicados de manera inmediata, sino que se diseñaron para que su aplicación comience a darse de manera progresiva, siendo uno de sus principales objetivos el aumento de puestos de trabajo, las exportaciones y la autosuficiencia, para así lograr tener un sistema energético 100% renovable para el año 2050.
‘’Necesitamos un esfuerzo nacional coordinado en el que se impliquen todos los ámbitos de la sociedad: empresas, autoridades, responsables políticos y ciudadanos’’ esas fueron las palabras de Raimo Lovio, catedrático y director a cargo del proyecto.
Pese a que el proyecto de FinSolar nace en el 2015, Finlandia llevaba desde el 2011 preparándose para este escenario. En ese año, comenzaron a disminuir el consumo de carbón, por lo que en el 2013, lograron duplicar la capacidad de energía eólica y fue así como en el 2015 el consumo y las exportaciones de carbón, provenientes de Rusia, disminuyeron un 26%, lo que significó que el precio de la energía renovable cayera en hasta un 50%, mientras que el carbón mantenía su precio y se colocaba como una opción demasiado cara a comparación de las energías limpias.
El principal efecto de esta serie de políticas ambientales fue que las principales centrales eléctricas basadas en carbón fueron cerrando y ahora el carbón solo representa el 8% del total de la energía del país, pero ¿hubo desempleo? No, ya que desde la iniciativa privada, a través de FinSolar y su colaboración con autoridades, se construyó una política completa que como ya se mencionó, tenía como principal objetivo aumentar los puestos de trabajo en la industria de las energías renovables.
Otro de los aspectos fundamentales de este proyecto fue la presión que los líderes de FinSolar hicieron para que se llevara a cabo una reforma legislativa que ayudara al país a ponerse al día, esto debido a que en aquel entonces, Finlandia era de los pocos países de la Unión Europea que no ofrecía subsidios para que los hogares pudieran invertir en energía solar, al tiempo que el IVA sobre los paneles era muy superior a la media de otros países.
Fue así como en marzo de 2015, el Parlamento amplió una exención tributaria para alentar a las empresas y a los municipios a que instalarán plantas solares de hasta 900 kilovatios, para comprender un poco esta cifra es importante saber que con tan solo con 300 kilovatios se pueden abastecer 150 viviendas.
El proyecto de Finlandia va por buen camino, a finales del año pasado, turbinas eólicas de unos 2.300 megavatios estaban conectadas a la red en Finlandia, cubriendo así el 7% de la demanda de electricidad. Respecto a esto, es importante tomar en cuenta que estas turbinas se instalaron entre 2015 y 2017, años en los que comenzó el trabajo social de FinSolar.
Es así, como Finlandia está haciéndole frente a la problemática del cambio climático apostando por una política económica y energética cuyo pilar son las energías renovables y limpias.
En México, los procesos electorales están a la vuelta de la esquina y es el momento perfecto de analizar las propuestas de quienes aspiran a representarnos en cargos de elección popular, para así poder respondernos a la pregunta del siglo: ¿Quiénes plantean verdaderas soluciones a los problemas modernos? Hacernos esta pregunta es fundamental, ya que los problemas de hoy, son las crisis del mañana.