CULTURA
Escándalos en su trayectoria: Los ídolos deportivos no son perfectos
Miscelánea Deportiva, por Esteban Trelles Meza //
En este país dentro de las convergencias y las divergencias existen peculiaridades muy interesantes en personajes importantes que destacan en las actividades deportivas que se convierten de la noche a la mañana en pesadillas para todos.
La estigmatización que se tiene en los ídolos deportivos es prácticamente de héroe en el que los niños se identifican queriendo ser como ellos, tomándolos como modelos para seguir tratando de emular sus hazañas e incluso superarlos.
Es muy común identificarse con los futbolistas como deporte masivo con mayor promoción y difusión, que lo juegan profesionalmente millones en este planeta y otros tantos que pretenden serlo en mayor número (amateur).
Cuauhtémoc Blanco es de esos personajes peculiares únicos en el mundo con más defectos que virtudes, como aves de tempestades que tiene la fortuna de ser exitoso sin tener las condiciones para ello. En los inicios de su carrera futbolística los manejó en esos claros oscuros radicales y extremos que en su vida privada era un personaje pendenciero, borracho y jugador e incluso golpeador de mujeres que en la cancha de juego era enteramente lo mismo “bronqueándose” con todos y contra todos.
Jugadores, entrenadores, periodistas y afición con todos se envalentonaba cobardemente “descontándolos” estando descuidados (Robles defensa de Guadalajara en clásico) y el comentarista David Faitelson “agrediéndolo” con el puño por una ventana de vestidor a un pasillo con asientos en el Estadio Azteca, estando sentado Faitelson tranquilamente que afortunadamente lo grabaron su misma televisora y “lo balconearon públicamente”.
Lo más insólito e inverosímil sin tomar mayor preparación académica que lo buscan en el Kínder de Tepito por plagiar una casita de plastilina de un compañerito y presentarlo en fin de curso para graduarse y pasar a la primaria.
Alcalde de la capital del Estado de Morelos, la eterna primavera Cuernavaca, (chilango de nacimiento), para después ser gobernador en un logro fuera de toda lógica y sentido que, por supuesto era una marioneta, adorno decorativo despachando su secretario general de Gobierno con pésimos resultados, por cierto, que está por terminar este año su sexenio de locura total, al parecer ahora será diputado.
En el plano internacional Diego Maradona, cocainómano con una vida privada familiar de espanto y escándalo, manejado por representantes, promotores y vividores que se quedaron con su fortuna y su esposa actual viuda sufriendo penurias junto a sus hijas.
Esteban Loaiza, beisbolista con problemas de droga legales encarcelado, Lance Armstrong ciclista estadounidense despojado de 7 títulos en la Tour de Francia por dopaje, Mike Tyson boxeador encarcelado por violación, OJ Simpson jugador NFL acusado de asesinar a su esposa, Oscar Pistorius, atleta paralímpico asesinó a su novia, condenándolo la justicia.
Existen muchos casos más de ídolos deportivos en conductas inadecuadas, estos ejemplos determinan que ellos no son perfectos y como todos tienen sus errores y condiciones negativas, que por supuesto son la excepción a la regla de lo que debe ser un deportista.
El deporte en sí carece de un presupuesto adecuado por las políticas públicas inexistentes con personajes que desconocen a fondo las necesidades de los deportistas y en este país todo es “grilla barata”.
Comúnmente se culpa a los personajes responsables del deporte que cada sexenio son diferentes en virtud del mandatario en turno quienes se encargan de nombrarlos casi siempre son deportistas destacados en sus disciplinas principalmente atletas de alto rendimiento.
Competimos y de cierto modo somos “potencia” en Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Panamericanos se da la batalla y estamos en los primeros lugares del medallero, el gran desafío son los Juegos Olímpicos que aparecemos con una limitadísima cosecha de medallas que gracias a las damas sacan la casta y logramos dos de oro máximo y en mayor número las de plata principalmente y bronce.
De inmediato viene la reflexión, aparecen por doquier “sabios” comentaristas deportivos culpando a las autoridades gubernamentales del pobre rendimiento de nuestros deportistas.
En realidad, nadie conoce a ciencia cierta los procesos de preparación de los deportistas en este tipo de competiciones, que los nuestros pasan por vicisitudes y contratiempos, limitaciones incluyendo enseres de aditamento y herramientas indispensables como una bicicleta de última generación, canoas, uniformes, zapatillas especiales, etc.
Esta situación no es privativa de partidos políticos o gobernantes en turno, sino de la indiferencia y desprecio hacia el deporte, que insistimos los legisladores deben mejorar iniciativas de ley para obtener un presupuesto ya no digamos decoroso sino suficiente e incluso establecer convenios con empresas cerveceras, refresqueras y demás que se benefician en la venta indiscriminada de sus productos en estadios embruteciendo a los jovencitos y algunos mayorcitos también para resarcir el daño de alguna manera y dotar a los atletas de las herramientas necesarias para tener mayores oportunidades de sobresalir.
Son varias las disciplinas que mantenemos un estándar de calidad como los clavados, judo, boxeo, ciclismo, tiro con arco, caminata en ambas ramas femenil y varonil, racquetbol con récord mundial, natación artística (campeones mundiales), y en el cuadro de honor de todos los tiempos (6to lugar) entre los 10 primeros en el mundo de nuestra súper atleta Paola Longoria que pasa desapercibida para todos debiendo tener no sólo una estatua o monumento sino una casa y todos los estímulos posibles tanto de su natal ciudad (San Luis Potosí), como de la federación, con estudios universitarios (UANL) invicta por más de una década en toda competición, de una SÚPER ATLETA con sus 35 años de edad que lo más insólito e inaudito por años no le proporcionaron su beca de apoyo económico (CONADE).
Por último, dejamos a la extraordinaria atleta Ana Gabriela Guevara, ídolo para muchos que es el tema precisamente de nuestra crónica deportiva, que se transformó como funcionaria de gobierno como titular de la CONADE de manera increíble y negativa.
Analizando fríamente su sexenio de pesadilla, para nuestras atletas de alto rendimiento medallistas olímpicos que no sólo dejó fuera a la clavadista olímpica Paola Espinosa con problemas de embarazo, que no le permitió cumplir marcas nacionales de competición por su estado físico e incluso prometiéndole que respetaría su jerarquía y experiencia y al final la dejó fuera de los olímpicos de Tokio, Japón (2020-21) traicionándola vilmente.
Con Paola Longoria le suspendió por más de 3 años su beca (50 mil pesos mensuales), ganados a pulso de alto rendimiento, según Guevara por no comprobar gastos con notas de apoyos de alojamiento y transporte, ¡ridículo y absurdo!
Las nadadoras artísticas que por su cuenta subsistieron en sus entrenamientos y aditamentos necesarios vendiendo trajes de baño que gracias al apoyo decidido del empresario Carlos Slim pagando sus gastos en el mundial de la especialidad en Egipto (Un millón de pesos), que despóticamente las trató Guevara declarando que “no le importaba si vendían sus calzones para subsistir” dándole las chicas una bofetada con guante blanco con la medalla de oro obtenida (calidad y talento indiscutibles).
La titular de la CONADE le sobró soberbia, prepotencia careciendo de humildad y sencillez para tratar a sus iguales, que visto esta la política la mareo y desubico completamente, queriendo ser gobernadora de su natal Sonora perdiéndose en algo que no es lo suyo.
En fin, deportistas de élite que se pierden en la imaginaria como funcionarios de gobierno y se vuelven una pesadilla para todos con arrogancia prepotencia y vanidad. Ana Gabriela Guevara. El epitafio de una luminaria deportiva que como política se apagó irremediablemente.
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