OPINIÓN
Evaluación sin valoración, una simulación
Metástasis, por Flavio Mendoza //
La Secretaría de Educación Pública emitió los criterios para la Evaluación del primer trimestre de este ciclo escolar 2020-2021, previo a que concluya éste para finales de noviembre. En el documento, se justifica la continuidad de la educación en México a través del formato a distancia, pues el Consejo General de Salubridad no ha tomado la decisión de planear un posible regreso a clases presenciales. Incluso delegaron la responsabilidad a los Estados, pues independientemente del semáforo verde, será decisión de las Secretarías de los Estados el regreso a las aulas de estudiantes y maestros.
El acuerdo determina tres casos para emitir valoración, todos ellos dependen de la comunicación que se tenga entre el docente y los alumnos, para el primer caso se establece al grupo de alumnos que mantienen comunicación y participación sostenida con el docente; para el segundo caso aquellos alumnos que mantienen una comunicación intermitente y baja participación en actividades propuestas por el profesor; el tercer caso es cuando los alumnos prácticamente no tienen comunicación con el profesor.
Sólo el primer caso, aquellos que están en comunicación permanente con el profesor, serán los únicos a los que podrán entregar una valoración cuantitativa y cualitativa, según sea el caso, sobre los aprendizajes que lograron los educandos, porque para los casos dos y tres no será posible entregar una valoración o calificación que determine el nivel de aprovechamiento académico de los estudiantes, simplemente se pondrá una leyenda que dirá “se cuenta con información suficiente” o la negativa a esta frase, lo que incluso resulta una contradicción al enfoque pedagógico de la evaluación citado en dichos criterios del documento DGDC/DGAIR/001/2020.
A este documento oficial que emite la SEP para los procesos de evaluación establecidos en la Ley General de Educación, se le pueden dar lecturas desde varias perspectivas, por ejemplo, llama poderosamente la atención que el programa Aprende en Casa II no tenga un referente fundamental para la valoración de los aprendizajes a partir de esta plataforma que se presumió como la salvación de la educación en medio de la pandemia por Covid-19.
Esto apuntaría a un rotundo fracaso en el que para su segunda edición se contrató a televisoras privadas para la emisión a través de sus canales, con un gasto millonario para alcanzar a un porcentaje mínimo de población adicional a la primera etapa del proyecto, con conductores estelares y exhibiciones hasta de “música”, promoción y justificación de las Orquestas de la Nueva Escuela Mexicana, antes Orquestas Infantiles Azteca.
Por otro lado, lo más peligroso es que nuestro país puede enfrentar una severa crisis en materia educativa, que si no es tratada con responsabilidad a partir de realidades, las Evaluaciones simuladas pueden derivar en un rezago educativo agudo, al pretender acreditar a todos los alumnos al siguiente grado y nivel académico independientemente que no cumplan con el respectivo perfil de egreso.
México podría caer al sótano de los referentes mundiales en materia educativa, un estrago más de la pandemia y las decisiones equivocadas desde la administración federal en materia educativa que tomará años recuperar.
Twitter: @FlavioMendozaNA
