Gobernar con bipolaridad

Los Hombres del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

¿Quién le habla al oído al gobernador? ¿Alguien se atreve a contrastarlo y darle una visión contraria a decisiones que al hacerlas públicas se le pueden revertir?

Lo pregunto porque hay momentos difíciles en la vida del gobernante, cuando se enfrenta a una crisis y debe tomar decisiones. Algunas bien podrían ser muy suyas, de simplemente ejecutarlas y pagar el costo que ello implica, pero hay otras que deben ser compartidas con un equipo de asesores que le advierta lo que puede suceder si se hacen públicas, por la interpretación que la gente le podría dar, cuando algo que podría tener un sentido positivo, recibe otra interpretación.

Un ejemplo de ellos es esa famosa carta reflexiva que hizo en un momento difícil producto de la noticia de que le habían dado al medio día en la que le informaban del registro de cuatro personas que habían muerto por coronavirus, lo deprimió y no sólo le quitó el hambre, sino que hasta le dieron ganas de llorar.

El propio Alfaro decidió hacer esa reflexión pública, con las consecuencias que trajo consigo al encender las redes sociales, provocando tantos insultos hacia su persona que hacía rato no me había tocado presenciar en las redes sociales como respuesta a un mensaje que desde el punto de vista de la estrategia de comunicación, no debió de haberse hecho público. ¿Pero hubo alguien que se lo advirtió?

Voy a citar dos mensajes contrastantes. Uno pertinente, que es irrebatible y que muestra logros de su gobierno y que allí están, con un lenguaje positivo, sin el ego y la soberbia de sentirse superior a otros, como distingue a los que pronuncia en el marco de la lucha contra el COVID en ese mundo de monstruos tipos doctor López Gatell que se le aparece hasta en la sopa, convirtiéndolo en su villano favorito.

“Dentro de todas las cosas malas que estamos viviendo yo diría que una buena es que en esta coyuntura, en esta crisis los jaliscienses hemos cerrado filas, hemos decidido entrarle todos juntos para un mismo lado y eso creo que es sin duda motivo de aliento para no aflojar el ritmo”.

Pero luego aparece el siguiente que resulta desconcertante:

“Ni madres que nos vamos a rendir. Ni madres vamos a aflojar el paso. Es por ellos, por nuestros hijos, por nuestros padres, por los que amamos. Es por los que se fueron y por los que se irán en los próximos días. Es por los que están sufriendo y por los que están cuidándonos. Es por la gente consciente que cumple con la responsabilidad y también por los pendejos que siguen sin entender”.

‘Los pendejos que siguen sin entender’. ¡Qué forma de hablar de un gobernador, de la gente que no le hace caso¡. ¿Qué así lo han tratado en el pasado? ¿Recibió ese tipo de ofensas?

Y entonces, si el gobernador se atreve así a faltarle al respeto a mucha gente, a ese 50 o 60 por ciento que fueron los que se relajaron durante el periodo vacacional, al no atender las medidas de mitigación en vacaciones, pues qué barbaridad.

Y luego vemos a la corte, que se atreve a defenderlo con muy poca dignidad. Cada quien…

JALISCO VA MUY BIEN

Pregunto: ¿Valía la pena que le dijera pendejos a los que han desacatado las medidas de prevención? No olvidemos que aquí en Jalisco un alto porcentaje se dedica al auto empleo o trabaja o forma parte de la economía informal, se estima que hay cerca de 200 mil en estos días que han perdido el trabajo y las ayudas del gobierno federal, estatal y municipal no les han llegado y a muchos seguramente nunca les llegará porque no hay la disposición de tantos recursos para darles a todos. Y esa gente, pues ya tiene más de cuarenta días sin recibir dinero, lo poquito que tenían ya se lo acabaron y el problema es sobrevivir y para ello, pues tiene qué salir.

Alfaro afirma que en Jalisco vamos muy bien por los resultados que se están obteniendo de acotar al Coronavirus, con una respuesta en general muy buena de los jaliscienses, entonces, si vamos tan bien, ¿para que escribir esa carta en la que vas a lanzar ofensas? ¿O qué sabe que el común de los mortales desconocemos para perder el equilibrio emocional y llegar a esos arrebatos que en estos tiempos difícilmente la gente no te lo deja pasar, ya que el control de la información ya no es posible que el poderoso lo tenga?

Hace algunos años, otro gobernador de Jalisco, decidió en un banquete del hambre, después de haber ingerido bastante alcohol y teniendo a su lado al Cardenal Juan Sandoval, ante los ojos atónitos de los presentes, decidió decirles “chinguen a su madre”, dirigido a aquellos que se habían atrevido a criticar sus decisiones.

Y ahora Alfaro hace lo propio al decirle pendejos a quienes no han acatado sus órdenes, por lo que procedió a hacerlas obligatorias. Tuvo oportunidad de enmendar y corregir al día siguiente, pero como tiene una alta carencia de humildad, no sabe ofrecer perdón, ratificó su dicho: “Hoy en una entrevista me preguntaron el comentario de ayer respecto a lo que pienso de quienes sabiendo la gravedad del problema actúan irresponsablemente, ratifiqué lo que pienso”.

Y bueno, mejor aquí la dejamos: “Si vamos muy bien, hemos hecho lo correcto”, qué necesidad, parafraseando a Juan Gabriel, decirle pendejos…