LOS PELOTEROS
Greg «Pájaro» Bird se queda para el invierno: Charros le da las gracias a Ray Padilla

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
Dicen que las victorias tienen muchos padres y las derrotas son huérfanas, finalmente el costo de esta temporada de gatos negros que vive Charros de Jalisco en su primer año de regreso a la Liga Mexicana de Beisbol, le toca pagarlo a Ray Padilla, quien en la semana a través de un comunicado el club tapatío dio a conocer su separación de la Dirección Deportiva del club.
El manager de Charros es Benjamín Gil “Matador”, quien con toda y su experiencia, no ha logrado convertir a este conjunto en un equipo ganador, al que le tocó dirigir cuando debutó como Mariachis en la LMB al quedar como el super líder durante el rol regular, sin embargo ese gran paso no logró mantenerlo cuando pasaron a los play-offs.
La familia González Íñigo adquirió la franquicia de Mariachis para cambiarle al nombre de Charros y así entró la organización al beisbol de verano, sin embargo no les ha sido fácil poder integrar un conjunto competitivo, el gran problema lo ha significado el pitcheo, tanto con el cuerpo de inicialistas, como con el de relevo. Las contrataciones que han realizado no han dado buenos resultados, con actuaciones desastrosas.
En 65 juegos que han transcurrido de la presente temporada Charros registra un récord muy negativo en ganados y perdidos con 26-39, ocupando el antepenúltimo lugar del standing en la Zona Norte, arriba de Caliente (24-41) y Dorados (24-42) a 6.5 juegos de distancia del séptimo lugar que lo ocupa Rieleros de Aguascalientes y a 15 juegos del primer lugar que lo detenta Sultanes de Monterrey, quien tiene muy cerca a Algodoneros de Unión Laguna y Tecos de los dos Laredos que están a 2 y 3 juegos de distancia.
Ray Padilla llegó a Charros en marzo de 2017, cuando transcurría la cuarta temporada del club en la Liga ARCO Mexicana del Pacífico, y se mantuvo al frente del área deportiva durante 7 años, en los cuales clasificó al equipo a 6 postemporadas, logrando el título en dos ocasiones: en 2018-19 (vs. Yaquis de Ciudad Obregón) y en 2021-22 (vs. Tomateros de Culiacán), así como el título de la LMS en su primera temporada (2024).
La directiva dio a conocer que de manera interina quedan al frente de la dirección deportiva
Miguel Solís Jr. y Héctor Carrillo tomarán las riendas del área deportiva del club, tanto en Liga Mexicana de Beisbol como en Liga ARCO Mexicana del Pacífico.
Charros no dejó de reconocer las aportaciones que hizo Ray Padilla como un directivo ejemplar y le desea el mejor de los éxitos en el futuro; asimismo, se compromete a buscar un perfil que permita una visión a largo plazo moderna, vanguardista y triunfadora.
Suerte a Ray Padilla, quien es todo un profesional en este campo del beisbol deportivo, su amplia experiencia seguramente pronto le permitirá enrolarse con alguna de las organizaciones del deporte rey. Lo que le pasó a Charros en esta temporada, simplemente es una circunstancia, de un equipo en conformación que no ha logrado aún cuajar.
DIFÍCIL REVERTIR
La salida de Ray Padilla de la Dirección Deportiva se registra cuando ha transcurrido poco más de dos terceras partes del rol regular (65 juegos y le restan al calendario 26 encuentros), prácticamente es una temporada perdida y se ven muy pocas probabilidades de que esta situación se pueda revertir. Simplemente se deberá tomar como parte de la curva de aprendizaje, preparándose para el próximo año, buscando integrar un buen cuerpo de lanzadores, que es donde está la falla medular del equipo.
LA TEMPORADA DE INVIERNO
Como se informó en su oportunidad, Benjamín Gil firmó un contrato con la organización Charros de Jalisco por dos años, como timonel de los dos equipos, el de invierno y el de verano y como bien lo dijo el tijuanense cuando fue presentando ante los medios de comunicación tras su firma, son dos años de contrato y cuatro oportunidades para ser campeón. Ya quemó una y le quedarán tres más para cumplir su promesa de darle una tercera corona al equipo.
“Estoy muy contento de ser manager de Charros todo el año. Tengo contrato por dos años y serán cuatro temporadas; tenemos la oportunidad de ganar cuatro campeonatos. El roster está para eso”, dijo el pasado mes de marzo.
“El que esta organización participe en tres ligas hará que el deporte crezca mucho más en nuestro estado. Las compañeras (de Charros Softbol) ya nos pusieron la muestra de lo que se puede lograr y a lo que debemos aspirar”, comentó Gil.
Con Charros de verano el estilo agresivo de Gil no ha funcionado, porque el problema no es hacer carreras. El equipo en no pocas ocasiones ha logrado más de diez anotaciones en un juego, pero el cuerpo de pitcheo no ha sido capaz de mantener la ventaja, lo cual es frustrante para cualquier manager.
El problema, pues, no es el lado ofensivo del conjunto, es el pitcheo que representa el 75% o más dentro de un equipo para lograr salir victorioso.
Charros y Benjamín Gil ya están pensando en la temporada de invierno que arranca el próximo 12 de octubre y de este equipo han logrado amarrar al cuarto bat, Greg “Pájaro” Bird, que ha conectado 18 jonrones en esta temporada.
El equipo de invierno de Charros se ve muy poderoso, está por ver nada más cómo viene su cuerpo de lanzadores, que ha sido otro dolor de cabeza de la directiva.
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LOS PELOTEROS
Charros, el orgullo tapatío que sueña con la gloria

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Los Charros de Jalisco están sorprendiendo en los playoffs de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) 2025, emergiendo como un auténtico caballo negro.
Tras una temporada irregular, con rachas brillantes opacadas por caídas abruptas, lograron el sexto boleto a la postemporada con un cierre espectacular. Ahora, en las semifinales, están a un paso de la final de la Zona Norte, demostrando que tienen la garra para pelear por la Copa del Rey en el Centenario de la LMB.
En la primera ronda, Charros enfrentó al líder de la División Norte, Sultanes de Monterrey, un bicampeón que parecía imbatible. Con una ventaja de 3-0, los jaliscienses estuvieron cerca de barrer, pero Sultanes remontó y forzó un séptimo juego.
En el Palacio Sultán, Charros mostró temple y aseguró la serie 4-3, avanzando como un equipo transformado. Sultanes, gracias a su promedio, regresó como el mejor perdedor, prometiendo un posible reencuentro.
En las semifinales, Charros se mide contra Algodoneros de Unión Laguna en el Estadio Francisco I. Madero de Torreón. Lejos de la irregularidad de la temporada regular, el equipo exhibe un juego colectivo inspirado: todos corren, batean y fildean con precisión. El pitcheo, liderado por figuras como el guasavense Luis Armando Payán (suma 3 victorias en play-offs), el estadounidense Zac Grotz y el ocotlense Luis Iván Rodríguez, han sido clave.
En los primeros dos juegos contra Algodoneros, Charros dominó con victorias contundentes de 9-3 y 7-4, impulsado por el bateo explosivo de Willie Calhoun, Kyle Garlick y Mateo Gil, quien despertó de un slump con tres jonrones en la serie.
De regreso en el Estadio Panamericano de Guadalajara, Charros buscó barrer a Algodoneros con una ventaja de 2-0. El sábado, el guasavense Luis Armando Payán brilló en la loma, lanzando siete entradas magistrales, con siete ponches, tres hits y una sola carrera limpia, asegurando un triunfo de 8-1 que puso la serie 3-0.
Mateo Gil, apodado “el hijo del papá”, volvió a destacar, consolidándose como un motor ofensivo. La afición, respondiendo al llamado del mánager Benjamín Gil, llenó el estadio con cerca de 11,000 almas, un respaldo que refleja el orgullo tapatío por su equipo.
El domingo, sin embargo, Tláloc interrumpió la fiesta. El cuarto juego, con Algodoneros liderando 1-0 en el tercer inning, fue suspendido por lluvia, postergando la acción para el lunes.
A pesar de este contratiempo, Charros está a una victoria de la final de la Zona Norte, donde podría reencontrarse con Sultanes de Monterrey, un rival experimentado al que ya vencieron.
La serie promete ser un duelo de titanes, pero los jaliscienses han perdido el miedo y juegan con la confianza de un equipo destinado a hacer historia.
DIABLOS, GRANDES FAVORITOS
En el otro frente, los Diablos Rojos del México avanzan como favoritos al título. Tras barrer 4-0 a los Leones de Yucatán y tomar una ventaja de 3-0 sobre Pericos de Puebla con un triunfo de 13-6 el domingo, suman siete victorias en los playoffs de 2025, tras ocho en su campeonato de 2024. Su paso arrollador los perfila como el rival a vencer, con 17 gallardetes en su historia.
Una final entre Diablos y Charros sería un sueño para los aficionados, un choque de titanes que elevaría el béisbol en Guadalajara.
El esfuerzo de la directiva de la familia González Íñigo por mantener béisbol todo el año en Jalisco, con Charros compitiendo en la LMB (verano) y la Liga Mexicana del Pacífico (invierno), es digno de reconocimiento.
Sin embargo, la afición tapatía no ha respondido en verano como en invierno. Benjamín Gil, con su pasión característica, reclamó esta apatía, instando a los jaliscienses a llenar el Panamericano y apoyar al “gran equipo de Jalisco”.
La respuesta en la serie contra Algodoneros, con una entrada récord el domingo, muestra que el mensaje caló, aunque la lluvia frustró el clímax. Charros tiene la oportunidad de hacer historia. De eliminar a Algodoneros y superar a Sultanes, podría enfrentar a Diablos en una final épica. Guadalajara, única ciudad con béisbol profesional todo el año, merece vibrar con su equipo.
El llamado de Gil no es solo a llenar gradas, sino a ser parte de un legado. Que la afición tapatía se una a esta fiesta, empuje a Charros hacia la gloria y demuestre que Jalisco es la capital del béisbol mexicano.
LOS PELOTEROS
Un llamado a la grandeza de Benjamín Gil: “Hoy el gran equipo de Guadalajara es Charros”

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Benjamín Gil no es solo un manager de beisbol, es un líder que lleva la pasión por este deporte en la sangre y un amor profundo por Jalisco en el corazón.
Sus palabras, cargadas de sentimiento, no son un simple reclamo a la afición; son un grito de guerra que busca encender el alma de Guadalajara, una ciudad que tiene la oportunidad única de escribir su nombre en los anales del beisbol mexicano.
Los Charros de Jalisco, bajo la guía de Gil y el respaldo de la familia González Íñigo, están al borde de un logro histórico: ser campeones en verano y en invierno, un hito sin precedentes que puede cambiar el rumbo del deporte en México.
Pero este sueño no se construye solo en el diamante; se forja en las gradas, en el rugido de una afición que hace temblar el estadio y convierte cada juego en una experiencia inolvidable.
Tiene razón Gil cuando expresa que Guadalajara no es cualquier ciudad. Es la cuna del beisbol mexicano, la única en el país con dos equipos profesionales, uno en la Liga Mexicana del Pacífico y otro en la Liga Mexicana de Beisbol.
“Respeto a Chivas y Atlas, pero hoy el gran equipo de Guadalajara es Charros de Jalisco. Representamos a la gente tapatía, con su coraje, corazón y garra de trabajadores entregados. Guadalajara es única en México por tener dos equipos. Deberíamos ser la ciudad más beisbolera del país, pero en el estadio no lo demostramos”, expresó el timonel de Charros esta semana al solicitar el apoyo de la afición tapatía”.
Esta distinción debería traducirse en una afición inquebrantable, en estadios llenos de pasión, en un apoyo que se sienta desde el primer lanzamiento hasta la última jugada. Sin embargo, como Gil lo expresó con el corazón en la mano, la respuesta de la afición no ha estado a la altura.
En los juegos de play-off, el Estadio Panamericano, que debería ser una fortaleza inexpugnable, ha visto gradas con apenas 6 mil personas, mientras otras plazas del país reúnen a 15 mil o más por partido. Esta apatía duele, no solo al equipo, sino a todos los que creen en el potencial de Guadalajara para ser la capital indiscutible del beisbol.
A quienes critican desde la comodidad de los chats, a los que prefieren mirar hacia otras ligas o se pierden en la mezquindad de ignorar los logros de los Charros, les decimos: el beisbol es más que un juego, es unión, orgullo y comunidad.
Durante décadas, Guadalajara careció de un equipo profesional porque la afición no respondió. Hoy, gracias al esfuerzo de empresarios serios como la familia González Íñigo, los Charros son una realidad vibrante, un equipo que representa la garra, el coraje y el espíritu trabajador de esta gran ciudad.
No dejen que esta oportunidad histórica se desvanezca en el silencio. Este es el momento de despertar, Guadalajara. No se trata solo de llenar el estadio, sino de ser parte de un legado. Traigan a sus familias, vengan con sus amigos, griten por cada batazo, celebren cada out.
Hagan que los Charros sientan que no están solos en esta batalla épica. Que el Estadio Panamericano se convierta en un volcán de pasión, donde los rivales teman jugar y los jugadores se sientan invencibles. No esperen a la final para unirse a la fiesta; sean parte de ella desde ahora, desde esta serie, desde este preciso instante.
Guadalajara, esta es tu hora de brillar. Demuestra que eres la afición más grande, la más leal, la que nunca se rinde. Los Charros son el reflejo de tu carácter, de tu lucha, de tu grandeza. No dejes que te lo cuenten.
¡Vive la historia, sé parte de la leyenda! Que el próximo juego marque el inicio de una fiesta que resuene en todo México. ¡Arriba los Charros, arriba Guadalajara!