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OPINIÓN

Guadalajara, nada que celebrar

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Agenda Política, por Alberto Tejeda //

Se cumple el primer año de la administración de Pablo Lemus en Guadalajara, es por esto que es importante y necesario hacer un recuento de lo más relevante que ha sucedido a lo largo del primer año al frente del ayuntamiento de Guadalajara. Los resultados nos indican que no ha sido nada bueno para la ciudad, ya que el 87% de los tapatíos se siente inseguro, ha sido víctima de algún delito y no confía en las autoridades.

Es Guadalajara el municipio del país donde mas vehículos son robados. A esto sumemos el aumento en el pago del impuesto predial programado para el año 2023 y que no se refleja en el mejoramiento de servicios públicos. 

Durante la administración del entonces presidente municipal de Guadalajara, Arnulfo Villaseñor fue cuando se adquirieron el mayor numero de inmuebles y espacios públicos que conforman el patrimonio de la ciudad, pero en los últimos años se han venido cediendo estos espacios, como sucedió con el entonces Registro Civil 1 ubicado en avenida Alcalde, donde hoy se construye el complejo habitacional Alcalde 960. Lo mismo sucedió con un predio en Av. De las Rosas que hoy es el desarrollo Margot, los terrenos en Huentitán denominados como Icónia corren el mismo riesgo de volverse un mega desarrollo, todo esto solo beneficia a las empresas que se les ceden o venden terrenos propiedad del municipio por abajo del precio comercial, sin reflejar beneficio al municipio. 

Un total sin sentido fue el renegociar la deuda de Guadalajara con una entidad financiera por 1,400 millones de pesos a un plazo de 20 años incrementando en 700 millones de pesos los intereses a pagar por parte del municipio, un total absurdo que terminarán pagado varias administraciones por venir. Queda claro que un gran problema de la ciudad es la violencia y la inseguridad, no se debe escatimar en seguridad, por esto es que se optoó por arrendar patrullas para incrementar y mejorar el parque vehicular y equipamiento policiaco, el problema radica en que el arrendamiento de estas representoó un sobre precio por poco más de 300 millones de pesos, compra que no se detuvo, pero que tampoco se ha aclarado. 

El municipio cuenta con una dirección de aseo público, la cual ha sido desmantelada con el paso del tiempo para así justificar el adjudicar a empresas privadas el negocio de la recolección de basura, la basura es un gran negocio por el que además de todo, el ayuntamiento paga a empresas privadas, pero el servicio deja mucho que desear ya que los tapatíos se quejan que en algunos casos los camiones recolectores no pasan por sus colonias a recoger la basura, se pagan 519 millones de pesos a dos empresas, CAABSA y SULO. Cuando lo ideal sería que el municipio contara con su propia dirección para realizar esta labor y así disminuir costos. 

El Gobierno de México otorgoó al municipio de Guadalajara un excedente por 454 millones de pesos, recurso que al parecer se destinó para la promoción del alcalde, por tanto se fue directo a las empresas privadas que manejan la comunicación, no se destinoó al mejoramiento de servicios que beneficien directamente a las colonias, sino a promoción personal. 

En la pasada administración se construyó y equipó el C5 en el que se gastaron cientos de millones, en esta nueva administración se decidió trasladar dicho centro de inteligencia y monitoreo a otro sitio, el simple movimiento representó no solo cientos de millones en equipamiento y acondicionamiento, sino además un sobre precio por poco mas de 34 millones de pesos. A inicios de año se incendió el Mercado San Juan de Dios, para lo que se adquirió una nueva deuda por 87 millones de pesos, que se suma a la deuda ya existente.

Guadalajara no necesita un carrusel, pero como si esto solucionara todos los problemas de la ciudad se decidió rentar un carrusel (rentar, no comprar) por un costo de 26 millones de pesos, una adquisición por demás innecesaria a una empresa ligada AlteaCorp que organiza Calaverandia y Navidalia, pero también el festival GDLuz, a la cual no solo se le han asignado millones de forma directa, sino también se le han cedido espacios públicos, como lo son el Parque Avila Camacho y el Parque Metropolitano, siendo este el último escándalo. 

Otra es la remodelación de las estaciones de la Línea 3, que son estaciones nuevas, y se destinarán millones para su remodelación. Algo innecesario. 

Es importante que la ciudad se administre de una mejor manera porque de lo contrario dejarán un daño al erario y deuda pública que por décadas, lo que atará de manos a futuras administraciones, pero además no ceder espacios públicos a privados.

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