JALISCO
Institucionalidad que se desangra: Teocaltiche, la república del abandono

Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //
En la madrugada del 9 de mayo, Teocaltiche se quedó sin enfermera, sin regidora… y sin consuelo. Bastaron dos disparos y una entrada libre al hospital comunitario para recordarnos que en este municipio jalisciense la muerte no pide permiso: entra por urgencias, ejecuta y se va. La víctima, Cecilia Rubalcava, no era una funcionaria cualquiera: jefa de enfermeras, regidora del Ayuntamiento y, sobre todo, rostro visible del servicio público en un municipio que hace tiempo perdió el gobierno, pero no la tragedia.
El crimen fue quirúrgico. Eran alrededor de la 1:50 a.m. cuando un grupo armado irrumpió en el hospital. Ningún enfrentamiento, ningún aviso. Entraron como se entra en su casa. Porque eso es Teocaltiche hoy: territorio sin puertas, sin ley, sin quien pregunte “¿a dónde van?”. Dos disparos bastaron. En la escena: dos casquillos. En el fondo: el eco de una institucionalidad que se desangra.
Tras el asesinato, el hospital cerró. Como se cierran las esperanzas, como se cierran las bocas por miedo. Afuera, trabajadores de salud sin destino. Adentro, forenses y ministeriales que llegan como quien intenta explicar lo inexplicable. Porque aquí, la muerte no es sorpresa; es estadística. Es rutina. Es lo cotidiano. “Está todo resguardado”, dice un enfermero, más por consuelo que por certeza. Pero en Teocaltiche, ni el resguardo resguarda.
Hay municipios en Jalisco que se parecen más a un parte de guerra que a una entidad federativa. Uno de ellos es Teocaltiche. En ese rincón de los Altos Norte, donde la patria flaquea y el Estado abdica, la violencia no sólo es rutina, sino método. Porque aquí, el crimen no sólo mata: gobierna.
La muerte de Cecilia Rubalcava no es un hecho aislado. Es un eslabón más de una cadena de asesinatos que ha teñido de sangre la gestión pública en lo que va de 2025. Nueve funcionarios han sido ejecutados. Nueve. Un hecho violento con servidores públicos involucrados por mes, en los últimos cuatro meses. Como si alguien llevara una agenda criminal que administra cadáveres con puntualidad quirúrgica. Porque esto no es caos: es método.
El 2 de febrero, la agente vial Sugeli Areli Guzmán cayó en una emboscada. Más de treinta casquillos quedaron como testigos mudos de una ejecución planificada. Dos compañeros heridos, una comunidad enmudecida. El mensaje era claro: ni las vialidades son seguras, ni portar uniforme te salva.
El 18 de febrero desaparecieron ocho policías. Al día siguiente, doce bolsas con restos humanos aparecieron en la carretera a Villa Hidalgo. Cuatro cuerpos identificados. Cuatro familias quebradas. El resto, silencio. ¿Y el gobierno? “Investigamos”, dijeron. Pero la investigación en Jalisco es un ejercicio de fe: se cree en ella como en los milagros, sin pruebas.
El 9 de abril, el oficial Luis Ernesto Chávez fue asesinado en su casa. Estaba de descanso. Creyó que la violencia tenía horario. Se equivocó. Lo mataron en su día franco, como a Ramón Grande Moncada, el comisario municipal, ejecutado seis días después, el 15 de abril, mientras conducía. Ya ni los policías pueden conducir tranquilos. Ni dormir. Ni vivir.
El 28 de abril, el secretario general del Ayuntamiento, José Luis Pereira, fue asesinado en un restaurante. Porque en Teocaltiche no hay lugares seguros. Porque aquí te matan comiendo, durmiendo, curando, patrullando. Porque el crimen no necesita pretextos. Le basta con tener permiso.
Y ese permiso se lo ha dado el Estado. O, mejor dicho, la ausencia del Estado. Porque desde el 19 de febrero la policía municipal fue intervenida. “Intervenida”, dicen. Como si la sustitución del mando resolviera el abandono. Desde entonces, la Policía Estatal asumió el control. Pero ¿cuál control? El hospital está cerrado, los funcionarios muertos, los pobladores atemorizados y los sicarios siguen entrando por donde quieren, a la hora que quieren.
La seguridad en Teocaltiche es un simulacro. Una escenografía de retenes, uniformes y declaraciones vacías. El gobernador Pablo Lemus, como sus antecesores, habla de “reforzamientos”, “coordinación” y “compromiso”. Pero la sangre no se limpia con discursos. Y la violencia no se combate con ruedas de prensa.
La verdadera política de seguridad es la omisión. El crimen avanza porque el Estado retrocede. Porque los gobiernos, municipales, estatales y federales han cedido el control por miedo, por incapacidad o por complicidad. Porque cuando una región acumula nueve asesinatos de servidores públicos en cuatro meses y no hay una sola renuncia, una sola sanción, una sola condena judicial, entonces estamos ante un régimen de impunidad estructural, no ante un problema de violencia.
¿Dónde están los legisladores locales? ¿Dónde está el Congreso de Jalisco? ¿Dónde la Fiscalía General de la República? ¿Dónde el Ejército? ¿Dónde está la Guardia Nacional? Ausentes. O peor: presentes de cuerpo, pero no de acción. Se pasean en convoy, saludan en eventos, pero no detienen a nadie. Y mientras tanto, el narco organiza, impone, ejecuta.
Teocaltiche es hoy el laboratorio más cruel del fracaso institucional. Un municipio tomado, no por insurgentes, sino por criminales que hacen del asesinato una forma de gobierno. Matan policías para neutralizar el orden. Matan funcionarios para controlar el poder. Matan enfermeras para sembrar terror. Y lo logran. Porque nadie los detiene. Porque nadie responde.
El hospital seguirá cerrado hasta nuevo aviso. Las consultas, suspendidas. Las urgencias, negadas. El municipio, en pausa. Como si la vida pudiera esperar. Como si los enfermos no enfermaran más. Como si la población no mereciera ser atendida. Y lo más doloroso es que ya ni siquiera se protesta. Porque en Teocaltiche, levantar la voz puede ser una sentencia.
A los políticos de Jalisco, a sus operadores, a sus voceros y asesores, habría que recordarles que el poder no se ejerce sólo en las capitales, ni se valida en las encuestas. Se construye —o se desmorona— en lugares como Teocaltiche. Y cuando el miedo se convierte en normalidad, el colapso del Estado es sólo cuestión de tiempo.
Así se descompone un país. No en grandes cataclismos, sino en asesinatos pequeños que se acumulan hasta formar un cementerio institucional. Así se muere la república: municipio por municipio, servidor por servidor, silencio tras silencio.
En X @DEPACHECOS
JALISCO
Trasladan a presuntos extorsionadores de préstamos “gota a gota” en Jalisco

– Por Redacción Conciencia Pública
La Fiscalía del Estado de Jalisco trasladó al penal de Puente Grande a tres hombres colombianos, Andrés Felipe “N”, Yahir Franco “N” y Hosnader Alfredo “N”, junto con una mujer mexicana, Jennifer Yessica “N”, detenidos en flagrancia por presunta extorsión.
El operativo, ejecutado el 13 de agosto en Zapopan por la Unidad de Investigación Especializada en Secuestros y Extorsiones, con apoyo del Ejército Mexicano, desarticuló una red dedicada a los préstamos “gota a gota”.
La investigación comenzó tras la denuncia de víctimas que aceptaron préstamos exprés con intereses impagables, lo que derivó en amenazas de muerte y agresiones físicas.
Los cuatro implicados fueron capturados durante el cobro de una extorsión y puestos a disposición de un juzgado para determinar su vinculación a proceso por el delito de extorsión.
La Fiscalía advierte sobre los riesgos de los préstamos “gota a gota”, que ofrecen dinero rápido sin revisión crediticia, pero comprometen la seguridad de las personas.
Se recomienda verificar a los prestamistas en el Sistema de Registro de Prestadores de Servicios Financieros (SIPRES), acudir a la Condusef para asesoría, evitar prestamistas informales, no compartir documentos oficiales, comparar opciones de financiamiento y revisar cuidadosamente los contratos.
Para denunciar extorsiones, la ciudadanía puede comunicarse al 911 o al 089, o acudir a la Unidad de Investigación de Extorsiones en Calle 12 s/n, Colonia Zona Industrial, Guadalajara (teléfono: 33-3837-6000, ext. 16652, o celular: 33-3662-2368), o a las oficinas de la Fiscalía en Calle 14, número 2550.
La Fiscalía de Jalisco exhorta a no caer en estas prácticas y a reportar cualquier amenaza para garantizar la seguridad.
JALISCO
Jalisco aporta apenas el 3% de los 8 millones de afiliaciones a Morena

– Por Mario Ávila
Morena está muy cerca de cumplir la meta de los 10 millones de afiliaciones en el país, ya que hasta el momento se han registrado 8 millones de mexicanos como militantes; sin embargo, Jalisco ha quedado a deber y se encuentra muy lejos de cumplir la meta de un millón de afiliaciones, puesto que a la fecha solo aporta el 3% del total de los morenistas que se han registrado en el país.
De ello dio cuenta la presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde Luján, en gira de trabajo por Jalisco, en donde, acompañada de la presidenta del Comité Directivo Estatal del partido guinda, Erika Pérez García, y otros funcionarios públicos del partido de la Cuarta Transformación, dio el banderazo de arranque el proceso de organización de un comité directivo en cada una de las 3 mil 905 secciones electorales en las que está dividido Jalisco.
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La líder nacional morenista detalló que de aquí hasta fin de año, todos los diputados locales y federales, los senadores, alcaldes y regidores de Morena, están obligados a salir al territorio y encabezar el proceso de realización de asambleas en cada sección, para elegir cuadros directivos del partido en todos los rincones del estado.
JALISCO
Primera tienda del Banco de Alimentos en Jalisco abre sus puertas en Tlaquepaque

– Por Francisco Junco
Con la misión de apoyar a las familias que más lo necesitan, el Banco de Alimentos de Guadalajara y el Gobierno Municipal de San Pedro Tlaquepaque inauguraron la primera tienda del Banco de Alimentos, Enseres Domésticos y Ropa en el estado.
El nuevo espacio, ubicado en las instalaciones del DIF de Santa Rosalía, ofrecerá productos de calidad a bajo costo, buscando aliviar necesidades básicas y mejorar la calidad de vida de la comunidad.
El presidente del Banco de Alimentos de Guadalajara, José Luis González Iñigo, destacó que esta tienda es el inicio de un proyecto que busca expandirse en todo Jalisco. Anunció que próximamente se abrirá una segunda sucursal en Tateposco y que, además de ropa y artículos para el hogar, se incorporarán alimentos y bebidas a la oferta, con la intención de ampliar el alcance de la ayuda.
González Iñigo subrayó que desde el inicio de la administración municipal se entregan tres mil 130 despensas cada mes, con la meta de duplicar esta cifra y alcanzar las seis mil para el próximo año. “Nuestro objetivo es claro: que ninguna familia de Tlaquepaque se quede sin acceso a lo más esencial. Lo hacemos con corazón, compromiso y trabajo coordinado”, afirmó.
La presidenta municipal de Tlaquepaque, Laura Imelda Pérez Segura, reconoció la importancia de la colaboración con el Banco de Alimentos. “Cuando el objetivo es común, las coincidencias se encuentran. Aquí compartimos un propósito: generar bienestar para las personas”, expresó, resaltando que este esfuerzo conjunto crea un círculo virtuoso de apoyo directo a quienes más lo requieren.
Laura Imelda destacó que esta alianza se materializa con la apertura de la primera tienda del Banco de Ropa y Enseres Domésticos donde las familias podrán adquirir productos de buena calidad a bajo costo, contribuyendo a resolver necesidades básicas. “Esta colaboración forma un círculo virtuoso que nos permite ayudar a quienes más lo requieren”, añadió.
El proyecto no se limita a cubrir necesidades actuales, sino que mira hacia el futuro. González Iñigo adelantó que el plan es acercar también medicamentos a las comunidades, ampliando el impacto social del Banco de Alimentos. Esta visión integral busca garantizar que las familias tengan acceso a recursos básicos que mejoren su salud y su bienestar general.
La inauguración de esta tienda representa un paso importante en la construcción de redes solidarias entre instituciones y sociedad. Para el Banco de Alimentos y el gobierno municipal, el compromiso es claro: trabajar unidos, sin pausa, para que cada hogar en Tlaquepaque sienta el respaldo de una comunidad que no deja a nadie atrás.