JALISCO
Izquierda de utilería: Encapuchados profesionales, consignas recicladas

– Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco
“En el Congreso nos vemos”, gritan. Y ahí comienza el sainete. Porque nadie sabe si hablan del Congreso del Estado de Jalisco —ese mausoleo de curules donde los diputados confunden el quorum con la siesta—, de un congreso estudiantil —que ya fracasó en su último intento en el CUCEI—, o de la cantina El Congreso en Ciudad Lerdo, donde el sotol de Cuencamé ha sido más eficaz para resolver conflictos que cualquier mesa de diálogo universitaria.
Así de ambiguos, así de contradictorios, aparecieron: veinte, treinta jóvenes con los rostros cubiertos, disfrazados de marabunta que exige “cambios inmediatos” en la Universidad de Guadalajara. Montan la escena, exigen diálogo, lo abandonan minutos después y proclaman que las negociaciones se trasladan a ese Congreso imaginario. Nada nuevo: agitadores de ocasión que creen que con consignas huecas se derriban estructuras que llevan décadas incrustadas en la piel de la institución.
El problema se complica cuando entran en escena los antiguos conocidos: la Unión de la Juventud Revolucionaria de México (UJRM). No son improvisados. Con bloques de construcción en la mano, amenazan a trabajadores administrativos a las puertas del edificio central de la UdeG. La coreografía no es local: es parte de una simultaneidad nacional. En el Estado de México mantienen tomadas once facultades; en Puebla, a principios de este año, ya habían llevado al límite a la BUAP.
El expediente es más largo de lo que parece: estuvieron en la UNAM en 1999 con el CEU, marcharon con la APPO en 2006 en Oaxaca, y ahora, según se sabe en pasillos y cafés políticos, son financiados por el Partido del Trabajo. Profesionales de la protesta, comandos juveniles de ideología prestada.
En Guadalajara ya habían asomado la cabeza. El 11 de mayo de 2023, en plena efervescencia del movimiento CUCSH No se Mueve, la UJRM publicó en su página de Facebook un comunicado: “Desde la UJRM expresamos nuestra solidaridad con el movimiento estudiantil democrático de la UdeG y nos sumamos a la exigencia de solución a sus demandas. CUCSH NO SE MUEVE”. La foto de aquel día mostraba banderas rojas y puños al aire, como si los viejos manuales soviéticos hubieran resucitado en el Paseo Alcalde.
La exigencia central entonces era que la División de Estudios Históricos y Humanos permaneciera en La Normal, que las instalaciones indignas fueran rehabilitadas, que hubiera transporte seguro y gratuito para conectar campus, y que los horarios se adaptaran a las necesidades estudiantiles. Nada que no sea legítimo. El detalle es que esas mismas demandas vuelven a aparecer ahora, agitadas por los encapuchados de 2025, ¿La administración de la Universidad de Guadalajara no ha mostrado resultados en dos años?
Lo que se recicla, sin embargo, no son solo las consignas: también los métodos. Abandono del diálogo, amenazas veladas, la idea de que “la calle manda”. Y detrás, una organización que se presenta como “juvenil” pero cuyos hilos se mueven desde partidos menores y liderazgos envejecidos que buscan resucitar en la UdeG un capital político perdido hace años.
No hay que olvidar que la Universidad de Guadalajara ya conoció estas aguas. En los años setenta, Álvaro Ramírez Ladewig coqueteó con el estalinismo del Partido de la Revolución Socialista. Raúl Padilla López, con su pragmatismo de hierro, logró domesticar a profesores comunistas del CIPCP y a exguerrilleros de la Liga Comunista 23 de Septiembre. En “Los Belenes” se permitió que refugiados cubanos y chilenos compartieran aulas con preparatorianos que a duras penas entendíamos la jerga marxista.
El grupo Universidad incluso se dio el lujo de controlar la franquicia local del PRD, ese supuesto partido de izquierda que terminó convertido en cascarón. Y, sin embargo, pese a toda esa vena ideológica, la izquierda en la UdeG nunca fue práctica: sirvió como adorno teórico, como medalla simbólica para presumir pluralidad, pero nunca como motor de transformación real.
Hoy, ni siquiera eso queda. Lo que aparece en las puertas de la rectoría no es la herencia de un pensamiento crítico, sino el eco deformado de consignas pasadas. Una izquierda de utilería, hecha de reciclaje, sin líderes con rostro ni proyecto con pies.
Los encapuchados de este septiembre se dicen revolucionarios, pero carecen de brújula. Su única aportación es la ambigüedad de su propio discurso. En sus manos, la palabra “Congreso” puede significar cualquier cosa: un recinto legislativo inútil, un congreso estudiantil fallido o un bar de provincia. El ridículo es inevitable.
Intentar insacular un movimiento de este tipo en la Universidad de Guadalajara es un despropósito. Ni los tiempos son los mismos ni la institución es la misma. La protesta universitaria, para tener eficacia, requiere de liderazgos claros dando cara, de demandas sólidas y de un tejido comunitario real. Lo que hoy se presenta es apenas un remedo de agitación, un eco de lo que alguna vez fue movimiento.
Pero conviene no minimizar. Detrás de las máscaras puede no haber convicción, pero sí hay estrategia. La UJRM ha demostrado que sabe extender tentáculos en distintas universidades, sembrar conflictos locales con un libreto compartido y prolongar tomas y paros hasta desgastar a las autoridades. No sería la primera vez que una universidad mexicana se convierte en rehén de profesionales de la protesta.
La Universidad de Guadalajara, se arriesga a ser escenario de un teatro que no es suyo. Y la lección es clara: cuando se permite que grupos externos manipulen causas legítimas —la dignidad de instalaciones, el transporte seguro, el derecho a horarios justos—, el resultado es que esas demandas terminan desprestigiadas, absorbidas por la farsa.
Lo demás, créalo usted, no es cuento: es crónica. Y en ella queda registrada que lo que empieza como una acción violenta de encapuchados en el Edificio Administrativo de la UdeG puede terminar siendo, otra vez, un laboratorio de agitación donde los que pierden son los alumnos.
Porque, no olvide, con menos de mil comenzó aquel hombrecito del bigote ridículo en las cervecerías de Múnich. Aquí, aunque apenas sean treinta, ya gritan en las puertas de la Universidad. Y casi nadie parece darse cuenta.
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JALISCO
Se gradúan 73 nuevos policías en Guadalajara

– Por Francisco Junco
Guadalajara contará con 73 policías más en las calles, luego de que concluyeran su formación inicial en la Academia de Formación y Profesionalización Policial de la Comisaría de Seguridad Ciudadana.
La nueva generación está integrada por 35 mujeres y 38 hombres que se incorporarán a las once comunidades del municipio, además de reforzar agrupaciones especializadas como UREPAZ, Lobos, Artemisas y Guardabosques.
La Generación 123 recibió mil 250 horas de capacitación, que incluyeron formación en derechos humanos, proximidad ciudadana y entrenamiento táctico.
Los egresados fueron preparados en técnicas de patrullaje en bicicleta, motocicleta y Segway, además de un grupo que avanza en el dominio del inglés para alcanzar el nivel B1, lo que les permitirá fortalecer la atención a visitantes y residentes extranjeros.
Autoridades municipales y estatales coincidieron en que el ingreso de estos elementos significa un paso hacia una policía más cercana a la comunidad.
“Todos los días, cuando salgan de casa a patrullar y cuidar de Guadalajara, pongan siempre el corazón por delante; porque llevarán ese latido que es el que nos empuja, incluso a dar la vida para preservar la integridad de otros”, expresó el comisario general, Ismael Ramírez, al resaltar la vocación de servicio de la nueva generación.
La presidenta municipal de Guadalajara, Verónica Delgadillo, reconoció a los graduados por elegir una de las profesiones más complejas, pero también de mayor impacto social.
“Eligieron proteger y servir a otros, y eso habla de su grandeza”, señaló, al recordar que en Guadalajara se apuesta por un modelo de proximidad que busca generar confianza entre ciudadanos y autoridades.
Con esta incorporación, Guadalajara fortalece su estrategia de seguridad desde lo local, en donde la presencia policial no sólo implica vigilancia, sino también la construcción de vínculos con la comunidad para avanzar hacia una ciudad más segura y con mayor cohesión social.
JALISCO
Presentan el M3 tapatío, similar al de Madrid, España y Santiago de Chile

– Por Mario Ávila
El proyecto de movilidad subterráneo de 35 kilómetros para la avenida López Mateos, desde las Plazas Outlet hasta Circunvalación Oblatos, que incluye un tren ligero, drenaje profundo, segundo nivel con 4 a 6 carriles para circulación de vehículos y un carril exclusivo para vehículos de emergencia —como patrullas, bomberos y ambulancias—, fue presentado por el diputado, Cesar Madrigal y Armando Mora, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción.
El M3 de Guadalajara consiste en un proyecto similar al que ya funciona en la ciudad de Madrid, España, o en Santiago de Chile, que incluiría la construcción de un tren ligero desde Las Plazas Outlet, en Tlajomulco, hasta circunvalación Oblatos, en un recorrido de 35 kilómetros.
Esta propuesta de obra relevante, debe contar con un drenaje profundo pluvial, el cual permitiría la reutilización del agua de lluvia. Se tiene un presupuesto estimado de casi 85,000 millones de pesos y un lapso de duración de 10 años para su construcción.
El diputado César Madrigal comentó que diversos grupos constructores a nivel global, que se dedican a construir trenes en todo el planeta, estarían dispuestos a utilizar la Ley de Asociaciones Público Privadas para financiar esta obra.
De esa manera, habría varios grupos interesados en financiar prácticamente el 100% de esta obra, para que inmediatamente se tuviera este beneficio para la zona metropolitana, y pueda construirse en la mitad del tiempo estimado, según lo planteó el legislador del Partido Acción Nacional.
JALISCO
Recibe César “Chicho” Barba a manifestantes, a las puertas de la Rectoría General

– Por Mario Ávila
Un total de cuatro pliegos petitorios de los estudiantes disidentes, fueron recibidos a las puertas de la Rectoría de la UdeG, por el secretario General, Cesar Barba Delgadillo “Chicho”, quien dialogó con los dirigentes de los grupos que esta mañana efectuaron una marcha de la Rectoría General de la UdeG a Palacio de Gobierno.
Con ello, el funcionario de la universidad refrendó su postura de que la máxima casa de estudios de Jalisco tiene apertura al diálogo con la comunidad estudiantil y planteó: “Es valioso que los jóvenes se expresen, porque finalmente su universidad está para escucharlos”.
El secretario General de la UdeG, maestro César Barba Delgadillo, detalló que tres de los pliegos petitorios, fueron entregados por representantes del alumnado de los centros universitarios de Ciencias de la Salud, Ciencias Económico Administrativas, Ciencias Sociales y Humanidades; además de un pliego petitorio general.
Adelantó que cualquier tipo de manifestación, la universidad la va a tomar en consideración “y una muestra importante es que aquí estamos, dispuestos al diálogo”.
Sin embargo, al mismo tiempo expuso que no se procederá a la suspensión del proceso electoral del Consejo General Universitario, por lo que las votaciones arrancan el día de mañana, como se tiene previsto.
JALISCO
Toman la calle estudiantes disidentes de la UdeG

– Por Mario Ávila
Los grupos disidentes de la Universidad de Guadalajara, reunieron a cerca de 400 estudiantes de distintos Centros Universitarios, para marchar hoy de la Rectoría de la UdeG a Palacio de Gobierno, en demanda de ser escuchados y de la extinción de la FEU como la representación estudiantil oficial.
La llamada Asamblea Estudiantil Universitaria, con integrantes del CUCSH, CUCEI, CUCS y CUCBA, principalmente, tomaron hoy la calle de manera pacífica, para expresar su indignación por el trato que han recibido desde el 10 de septiembre, fecha en la que se manifestaron por primera vez a las puertas del edificio de la Rectoría y fueron desalojados a golpes.
Hoy, en esta “Marcha por la Unidad”, denunciaron lo que consideran una falta de apertura real de las autoridades de la Universidad de Guadalajara, al dejar de atender sus demandas, dado que según dicen, la represión no ha cesado y se ha intensificado la ofensiva en su contra.
Además de exigir sanción a los agresores, especialmente trabajadores sindicalizados, hoy los estudiantes manifestantes reclamaron también la extinción de la FEU e insisten en la anulación de la elección del Consejo General Universitario.
Entre las consignas que cantaron a coro los manifestantes, se pudo escuchar: “Que feo, que feo, que feo debe ser; golpear a estudiantes, para poder comer”, así como: “Educación primero, al hijo del obrero; educación después, al hijo del burgués”.
En concreto, la Asamblea Estudiantil Interuniversitaria ha definido así sus ejes de lucha:
1.- Castigo a los autores materiales e intelectuales de la represión.
2.- Desconocimiento de la FEU y el CGU.
3.- Construcción de una representación legítima mediante asambleas.
4.- Impulso a la reforma a la Ley Orgánica de la UdeG.
5.- Gratuidad de la educación (no al pago de cuotas, becas de manutención)
6.- Derecho a huelga y no criminalización de los movimientos estudiantiles.