CULTURA
La Copa de Oro en segundo plano: El Mundial de Clubes, la élite del futbol en el verano

Miscelánea Deportiva, por Esteban Trelles Meza //
Como diría el célebre Ángel Fernández “a todos los que quieren y aman el fútbol”, es verdaderamente una fiesta en la que los invitados son la “crema y nata” del balompié mundial, en la que “la pasarela” de los mejores jugadores es el máximo atractivo, como también lo son los grandes estrategas, que son quienes ponen la cereza en el pastel.
Los ojos del mundo están puestos en este evento que por primera vez ocurre de manera multitudinaria representando a los cinco continentes de manera general en el ámbito de sus respectivos clubes deportivos. Para nadie es un secreto que algunos jugadores (muy pocos) son ídolos de sus clubes, que se pierden en sus representativos nacionales que no lucen como si lo hacen en sus equipos.
Aquí sí los técnicos son “los culpables” directos en el sentido de qué jugadores llevan la batuta, no solo del liderazgo que ejercen, sino del esquema táctico-estratégico, que son factores para el buen desempeño y la coordinación con sus compañeros que, como dirían algunos, “juegan por nota”.
Ahora bien, en realidad la inmensa mayoría de equipos no representan a un país en el sentido literal, puesto que sus mejores hombres son extranjeros, como lo han sido siempre los poderosos equipos españoles Real Madrid y Barcelona, por citar algunos de la inmensa mayoría que basan su poderío en personajes que no son nativos del país que dicen representar. Para nada demeritan su calidad, sino que, por el contrario, los equipos mencionados contratan a lo mejor de lo mejor, desde Alfredo Di Stéfano, “La saeta rubia”, argentino nacionalizado español (Real Madrid).
Cristiano Ronaldo (máximo goleador mundial actual), nuestro propio Hugo Sánchez (Botín de Oro) como máximo goleador europeo, entre infinidad de estrellas que sería interminable mencionarlos de manera generacional que retroalimentan a sus equipos con lo mejor del momento. El Barcelona de Maradona, Messi, Ronaldinho Neymar etc., y algunos transmutan a otros equipos con la delantera completa, que por supuesto resultan campeones de clubes en sus respectivos países (PSG el mejor de 2025 europeo actualmente)
Ahora bien, la eterna comparación de quién es mejor los europeos o los sudamericanos, en nuestro concepto el Viejo Continente tiene los “euros” y marca preferencia, que también es fácil jugar como “comunitario” y engañar a la UEFA quitándose la etiqueta de extranjero, ganando millonadas que en sus países de origen jamás nunca tendrían las cantidades estratosféricas incluyendo sus cartas de transferencia valuados en millones y millones de euros.
Arabia Saudita con sus “petrodólares” empieza a despertar en el fútbol con un Cristiano Ronaldo en su Liga Árabe, que sigue metiendo racimos de goles pese a su “veteranía”, que, por supuesto, sigue teniendo calidad, profesionalismo y vergüenza propia, desquitando con creces lo que gana de manera excepcional.
Recordamos en nuestro país de tiempos atrás con “Didi” mundialista brasileño con “Los tiburones rojos” de Veracruz, “Bebeto” mundialista con Toros Neza, el pobre de Dani Álves mundialista brasileño (UNAM) , (que marcó su vida negativamente por el terrible delito de violación con una menor de edad en España), Héctor Chumpitaz mundialista peruano con Atlas, Carlos Reynoso mundialista chileno, el mejor jugador junto con “Cabinho” brasileño (ni siquiera era seleccionado en Brasil), Miguel “Superman” Marín guardameta argentino, Saturnino Cardozo paraguayo goleador los mejores de este país como extranjeros.
El futbol en Estados Unidos despertó con su majestad Edson Arantes “Pele” en el Cosmos de New York en los años setenta. La visión empresarial de los “gringos” de primer nivel en aquel tiempo sembró la semilla, que paulatinamente y a la fecha (2025) está consolidada.
Leo Messi es la nueva figura que, aun siendo el último lugar en la tabla general, su equipo (Inter de Miami) resultó campeón en un santiamén con aquel futbolista-modelo, dueño mayoritario del equipo (David Beckham), en el que invierten en serio con una estructura sólida que, por supuesto, inicia con la plata que transforma en éxito proyectos definidos.
En nuestro país, salvo el América, que tiene su ADN de máximas exigencias y de ganar todo por las buenas o por las malas, los demás equipos no saben invertir adecuadamente, como el Monterrey y UANL que todo pretenden resolverlo con plata, fracasando temporada tras temporada, a pesar de que “Tigres” fue lo mejorcito en la obtención de campeonatos, exclusivamente con el brasileño Ricardo “Tuca” Ferretti y el “chiripazo” de Siboldi contra Chivas de Guadalajara.
En realidad el equipo tapatío les obsequió el campeonato, porque los felinos no ganaron, fue el Guadalajara que perdió solo en 15 minutos finales, entregándoles en bandeja la corona.
Adentrándonos en el torneo mundialista, lo más relevante el empate de los “regios” contra el subcampeón europeo italiano Inter-Milán (1 – 1), que por dónde se le vea es un magnífico resultado para los mexicanos, Botafogo de Paiva victoria de 1 -0 contra PSG campeones de Europa y América respectivamente, Inter de Miami 2 Porto de Portugal de Martin Anselmi 1.
Los equipos argentinos y brasileños sacarán la casta sin duda alguna por su prestigio Boca Juniors y River Plate, que lo más significativo en estos países es la mentalidad ganadora que los argentinos lo tienen en su ADN y casi siempre lo demuestran, aparte por supuesto su calidad indiscutible, los brasileños y su magia son los amos del mundo con su “Jogo Bonito”, los nuestros harán magnifico papel qué es un verdadero parámetro para saber si nuestra Liga MX es o no competitiva.
Lo mejor de la Copa Oro es su título “rimbombante”, ya que área de Concacaf terminó de ser el “patito feo” mundial, con las potencias de hoy como son Canadá, EEUU y Panamá. Superan por mucho a los nuestros, no por fútbol propiamente, sino por estructura y proyecto definido.
Nuestro bombero-técnico mexicano, Javier “Vasco” Aguirre, es el idóneo para dirigir a los nuestros, ya que, como siempre, nuestro país actúa no “al cuarto para las doce” sino a “las doce y cuarto”, con tan solo 12 encuentros con Javier.
Como buenos mexicanos los comentaristas negativos le dan con todo; la envidia les corroe y no pueden aceptar a un técnico exitoso, quizá no con campeonatos, pero sí competir en España con equipos débiles, peleando siempre con los grandes y teniendo selecciones nacionales extranjeras.
Javier tiene variantes y lo demuestra cada encuentro en el que aún no define su 11 titular, los 4-4-2, 4-3-3, 5-3-3 etc., demuestra contrario a lo que piensen los acomplejados comentaristas en decir que Aguirre es arcaico, con un Rubén Rodríguez, Gustavo Mendoza, y el más ingenuo ignorante Alex Blanco (Fox Sports) un sequito de ignorantes de futbol que se dedican a “golpear” a Javier desde su nominación, lo mismo Álvaro Morales que incluso se burló de la fe católica de los mexicanos blasfemando con estupideces haciendo excelente mancuerna con Dionisio Estrada (ESPN), para descalificar ambos el trabajo del DT mexicano.
En el programa de “Punto final” de Fox Sport, Cecilio de los Santos, uruguayo ex del América se atreve decir que Alexis Vega no es para selección nacional cuando el Toluqueño es en este momento el mejor jugador del torneo mexicano, campeón indiscutible, que siempre con el balón en los pies sus pases son bien intencionados y se nota su talento y calidad siendo frontal y vertical siempre.
Finalmente basta decir que el “Vasco” en este tiempo corto de su dirección técnica, la baraja de jugadores casi todos de un plantel de 25 han jugado conforme a las circunstancias de cada encuentro y momentos del mismo. Rafa Márquez el “Shakiro” mexicano (ciego sordo y mudo), carece de personalidad y de empaque como DT que en realidad poco o nada aporta al seleccionado nacional.
etrememodelos@hotmail.com
CULTURA
Obra de Ernesto Ríos: «Códigos», lo que hay detrás de lo que vemos

-Por Gabriela Andrade
Desde el 3 de julio de 2025, el Centro de las Artes de San Luis Potosí alberga una muestra que no solo reúne obra visual, sino también pensamiento crítico, investigación y sensibilidad poética. Se trata de “CÓDIGOS”, exposición individual del artista, investigador y académico Ernesto Ríos, que se presenta en la Galería Central del CEART con entrada libre y una duración extendida durante el verano.
La exhibición ha sido curada por Gabriela Gorab, quien propone una lectura del trabajo de Ríos como un acto de desciframiento de los lenguajes invisibles que componen el mundo: desde algoritmos hasta estructuras celulares, pasando por patrones ancestrales y símbolos tecnológicos. En palabras de Gorab, esta obra se entreteje con el latido profundo de lo que no vemos, un lenguaje encriptado en la biología, el arte y la conciencia.
UN ARTE QUE PIENSA, RESPIRA Y CALCULA
La exposición toma como punto de partida el cruce entre arte, ciencia y espiritualidad. Cada obra puede entenderse como una suerte de “interface” visual entre lo humano y lo inmaterial. Ernesto Ríos investiga desde hace años la naturaleza del patrón, tanto en lo visual como en lo conceptual. En “CÓDIGOS”, esto se manifiesta en una serie de pinturas monocromáticas que integran formas geométricas, estructuras fractales, matrices numéricas y efectos ópticos.
Estas imágenes no están hechas solo para ser contempladas, sino para ser interpretadas. Sus secuencias recuerdan lo que podríamos encontrar en un microscopio o en un telescopio: células en mutación, tejidos en movimiento, constelaciones, redes neuronales. Sin embargo, nada es literal. Ríos sugiere más que describe. Como él mismo ha expresado en otras ocasiones, su obra busca que el espectador complete el sentido, como si el arte fuera una suerte de código que necesita ser traducido desde la intuición.
CERÁMICA COMO ALQUIMIA
Además de su producción pictórica, “CÓDIGOS” incorpora una serie de esculturas cerámicas realizadas con la técnica del raku, una práctica japonesa que implica la cocción a alta temperatura, la quema con fuego abierto y el enfriamiento abrupto. Este proceso, controlado solo parcialmente por el artista, permite resultados inesperados: craquelados, texturas quemadas, tonalidades metálicas, superficies carbonizadas.
El resultado es un conjunto de piezas que, aunque nacen del fuego, parecen emerger de tiempos arcaicos, como si fueran vestigios de una civilización futura o mensajes enviados desde una dimensión paralela. Según Ríos, esta técnica le permite introducir el azar en su proceso creativo, estableciendo una conversación directa con los elementos: tierra, agua, aire y fuego. “Trabajar con raku es aceptar que no todo está en mis manos”, comentó el artista en una entrevista previa. “Es un diálogo con la materia”.
RESONANCIAS DE PANDEMIA Y TRANSFORMACIÓN
Una de las obras más significativas de la exposición es “Skull SARS‑CoV‑2”, una pieza que retoma la forma de un cráneo humano para integrarle el código genético del virus del COVID-19. No se trata de una representación mórbida, sino de una reflexión sobre cómo la biología, la ciencia y la historia se entrelazan. Para Ríos, la pandemia fue un momento que nos obligó a mirar los sistemas que sostienen la vida y también a repensar el lenguaje del miedo, de la resistencia y de la adaptación.
“La obra no busca retratar una amenaza, sino señalar un proceso de reconfiguración”, explicó. “El virus fue también un catalizador para reentender la vulnerabilidad humana y la interconexión del planeta. Lo que parece desorden puede ser parte de un nuevo equilibrio”.
UNA CURADURÍA DE ESCUCHA PROFUNDA
Gabriela Gorab, curadora de la exposición, ha enfatizado que “CÓDIGOS” no se limita a una exhibición estética. “Es una experiencia sensorial, filosófica y espiritual. Las obras de Ernesto están hechas con los ojos abiertos, pero también con los poros, con la memoria, con el cuerpo”, ha declarado. La muestra, en ese sentido, propone que cada visitante realice su propia lectura, encontrando en las formas abstractas una resonancia íntima, un eco de algo que quizás aún no sabe nombrar.
Para Gorab, el trabajo de Ríos crea una coreografía visual en la que todo está relacionado: la geometría con la biología, el sonido con la vibración, el pasado con el porvenir. “Este arte no nos dice qué pensar, pero sí nos invita a pensar distinto”, expresó.
TRAYECTORIA SÓLIDA, MIRADA INQUIETA
Ernesto Ríos nació en Cuernavaca, Morelos, y es doctor en Artes Visuales por el Royal Melbourne Institute of Technology (RMIT), en Australia. Su obra ha sido expuesta en México, Argentina, Australia, Alemania, Chile y otros países, en más de 70 exposiciones colectivas y 29 individuales. Fue el primer artista latinoamericano en ganar el Premio Siemens-RMIT de Artes Visuales en 2010.
Actualmente, combina su práctica artística con la docencia y la investigación como profesor en la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), donde impulsa proyectos de arte contemporáneo con un enfoque transdisciplinario.
EL ARTE COMO CÓDIGO VIVO
“CÓDIGOS” es, al mismo tiempo, una exposición sobre el presente, una mirada hacia el futuro y una evocación de los saberes antiguos. Nos recuerda que todo lo que vemos —y lo que no— responde a estructuras, algoritmos, vibraciones. Nos propone que el arte puede ser también una herramienta de investigación, una vía para abrir portales y formular nuevas preguntas.
Disponible durante varias semanas en el CEART de San Luis Potosí, esta muestra no solo merece ser visitada: merece ser leída, descifrada y sentida.
CULTURA
Entre libros y lectores: ¿Negocio o fomento a la lectura?

-Conciencia en la Cultura, por Luis Ignacio Arias
Finalizó el magno remate de libros en Guadalajara en su cuarta edición. En ella participaron editoriales independientes, nacionales, librerías de viejo e iniciativas como cita a ciegas con un libro.
El espíritu el evento es fomentar la lectura y la cultura en los tapatíos, para otros sectores, la verdadera finalidad es ayudar a las editoriales a deshacerse de su inventario viejo, también conocido como inventario envejecido, inventario muerto o inventario obsoleto, es decir, libros que han permanecido sin venderse durante un periodo prolongado, ocupando espacio en los almacenes y sin retribuir los costos de producción utilizados.
El evento es organizado por la Secretaría de Cultura de Jalisco y las editoriales participantes, con el fin de ofrecer a los asistentes libros con descuentos desde el 40% hasta el 70%, se podían encontrar libros desde 20 pesos. Estos descuentos pueden ser percibidos como una forma de animar al público a acercarse a la lectura y la cultura.
Pero para un sector más crítico de escritores, editoriales locales y público asiduo a comprar libros en físico, el evento tiene un fin comercial con un pretexto cultural, ya que las librerías grandes o establecidas, en esta cuarta edición Penguin y Gonvill, no ponen en descuento lo más nuevo o vendido de su catálogo, simplemente asisten con su stock regular buscando generar ventas o poniendo en descuento aquellos títulos que no han logrado vender y necesitan desalojar de sus almacenes para hacer espacio a nuevos embarque.
En sus redes sociales, algunos asistentes criticaron la falta de títulos actuales, señalaron que, en su mayoría, se trataba de libros de autoayuda, manuales de cocina, segundas o terceras partes de sagas no reconocidas o títulos de literatura clásica. Por lo que su experiencia no fue muy satisfactoria, aun así, los que se dedicaron a buscar y rebuscar en los montones de libros encontraron algún libro de su agrado.
Vendedores y consumidores tienen razón, sus posturas son válidas y no son incompatibles. La industria editorial es un negocio, cuya finalidad es producir ganancias, como cualquier otra industria. Por ello busca estrategias que acerquen al público a sus productos. El debate se da por el tipo de producto que manejan, libros. La asociación entre libros y cultura es natural, y al ser un bien intangible, de dominio público y un derecho de cualquier ser humano, el relacionarlo con el ámbito comercial genera escozor en los sectores más puristas, tradicionales o idealistas.
No es una crítica a estos grupos, la cultura es fundamental en el desarrollo del individuo y aspirar al desarrollo de ella debe ser un objetivo de cualquier sociedad y son estos mismos grupos los que suelen mantener viva escena cultural del estado. Pero cultura e industria no deberían percibirse como antagónicos, sino complementarios. Ambos tienen un fin en común, acercar a las personas a los libros.
Se puede objetar que a las editoriales no les interesa el tipo de libro, el uso que se le dé o si son leídos o no; simplemente quieren vender la mayor cantidad de ejemplares posible. Las editoriales o librerías no tienen la función de fomentar el gusto por la lectura, su función es ofrecer los productos que el público demanda; leerlos o no es decisión del comprador.
Entonces, ¿para qué sirve un libro que no es leído? Es ahí donde los sectores culturales, ajenos a los intereses comerciales, pueden colaborar, despertando el interés en la lectura, en el saber. Si alguien compra un auto, una máquina para ejercicio o cualquier otro producto y no lo utiliza, no se culpa al vendedor, sino al consumidor, incluso se podría argumentar que es su inversión y está en todo su derecho de hacer o no hacer con ella lo que quiera.
Según el módulo de análisis sobre la lectura en 2024, realizado por el INEGI, en México la población alfabetizada que practica la lectura es del 69.6%. Los libros siguen siendo lo más leído, con un 41.8% del material leído, que incluye también a periódicos, páginas de internet, revistas e historietas. No se aclara si se trata solo de libros físicos o si se incluyen las versiones digitales, pero sí se menciona que el acceso gratuito a materiales de lectura aumentó de 55.6 % en 2015 a 66.7 % en 2024.
Es decir, los lectores están recurriendo al material gratuito, una de las razones es el costo de adquirir un libro nuevo, en 2024 el salario mínimo en México fue de $248.93 por día, por lo que comprar un libro nuevo, en promedio, implica mínimo un día de trabajo para los trabajadores con salario mínimo.
Eventos como este, buscan promover la compra de libros en grupos que no tienen los recursos suficientes para adquirir un ejemplar de forma regular. El público al que busca llegar no es el que asiste de forma regular a las librerías o al FIL, donde los costos de los libros se incrementan tanto por la renta de espacios y la logista que implica armar un evento así, sino a aquellos que no cuentan con los recursos para adquirir de forma regular o en la cantidad que ellos quisieran.
Y es verdad que, al tratarse de un remate, los libros que se ofrecen no son los más demandados sino aquellos que no han logrado entrar en el gusto de los consumidores, pero eso no significa que carezcan de valor cultural o que no puedan ofrecer algo de interés.
Porque los libros son algo especial, en palabras de Rubén Darío: “El libro es fuerza, es valor, es poder, es alimento; antorcha del pensamiento y manantial del amor”. Es necesario promover y fomentar no solo su compra, labor de las editoriales y librerías, sino su lectura, ya sea de forma virtual o digital, es labor del gobierno, instituciones públicas y privadas, así como de las familias, no el formar un hábito sino un gusto, por lo que la escena cultural del estado y las editoriales y librerías deberían realizar esfuerzos conjuntos y no de forma asilada o incluso antagónica.
CULTURA
Tlaquepaque celebra la edición XLVIII del Premio Nacional de la Cerámica

-Por Raúl Cantú
En una vibrante ceremonia que reunió a artesanos de todo México, el Centro Cultural “El Refugio” fue el escenario de la edición XLVIII del Premio Nacional de la Cerámica, un evento que celebró la tradición, el talento y el arte popular.
Con un récord de 912 participantes, esta premiación destacó la importancia de la cerámica como patrimonio cultural y económico de México, consolidando a Tlaquepaque como la Villa Alfarera y un referente nacional.
La presidenta municipal, Laura Imelda Pérez Segura, resaltó el valor ancestral de la cerámica, un arte de más de 4,000 años que fusiona tradición prehispánica y técnicas modernas. “En Tlaquepaque, como Pueblo Mágico y centro de la mexicanidad, asumimos la misión de preservar este oficio milenario”, afirmó.
Este año, la bolsa de premios creció un 50% hasta los 2.79 millones de pesos, entregando 36 galardones en categorías como cerámica tradicional, contemporánea, infantil y juvenil, además de reconocimientos por trayectoria.
En esta edición participaron artesanas, artesanos y ceramistas de diferentes estados de la República, como: Estado de México, Jalisco, Tlaxcala, Michoacán, Coahuila, Guerrero, Chihuahua, Aguascalientes, Veracruz, Ciudad de México, entre otros.
Los premiados fueron los siguientes de acuerdo con cada una de las categorías que a continuación se mencionan:
GALARDÓN NACIONAL DE LA CERÁMICA TRADICIONAL
Martín Hernández Sánchez, originario del Estado de México, con la obra «Una Pequeña Gran Obra».
TALENTO INFANTIL
Primer lugar, Fabiana Soteno Jiménez, originaria del Estado de México, con la obra “Muertito y Coleando”; segundo lugar, Abdiel Abdiel Valenzuela Ramos, originario de Coahuila, con la obra “Norteña” y tercer lugar a Erika Guadalupe Zacarías Pascual, originaria de Michoacán, con la obra “Mis Emociones.”
Mención Honorífica Fabrizio Torres Meneses, originario de Tlaxcala, con la obra “Mi Pulquero Tlaxiquero”.
TALENTO JUVENIL
Primer lugar, Florencia Soteno Jiménez, originaria del Estado de México, con la obra “Recipiente de los Sueños Imperecederos”; segundo lugar, Mane Aranza Delgado Fraire, originaria de Coahuila, con la obra “Juguemos” y tercer lugar, Darío Soteno Esquivel, originario del Estado de México, con la obra “Niños con las Máscaras”.
PREMIOS POR TRAYECTORIA
Premio Ángel Carranza: Gerónimo Ramos Flores, de Tonalá, Jalisco.
Premio Pantaleón Panduro: Saúl Camacho Rodríguez, del Estado de México.
CATEGORÍA: ALFARERÍA VIDRIADA SIN PLOMO
Premio San Pedro Tlaquepaque: Cristian Rodrigo Sebastián Contreras, originario de Michoacán, con la obra «Juego de Té Purépecha».
Premio Jalisco: Antonio Martínez Reyes, originario de Michoacán, con la obra «Olla Punteada Primaveral». Premio Nacional: Marcelo Montoya Vázquez, originario del Estado de México, con la obra «Cazo Decorado».
CATEGORÍA: BRUÑIDO TRADICIONAL
Premio San Pedro Tlaquepaque: Carolina Medina Santana, originaria de Michoacán, con la obra «Cántaro Matizado Bruñido».
CATEGORÍA: VIDRIADO TRADICIONAL
Premio San Pedro Tlaquepaque: Antonia Cerano Gutiérrez, originaria de Michoacán, con la obra “Piña Flor Naciente”.
CATEGORÍA: POLICROMADO TRADICIONAL AL FRÍO
Premio San Pedro Tlaquepaque: Tomasa González Sánchez, originaria de Michoacán, con la obra “California en Llamas (Hollywood)”.
CATEGORÍA: TRADICIONAL ALISADO Y DECORADO EN ENGOBES*
Premio San Pedro Tlaquepaque: Yesenia Lorenzo Camilo, originaria de Guerrero, con la obra “Danza de Chinelos”.
CATEGORÍA: FIGURA EN ARCILLA
Premio San Pedro Tlaquepaque: Luis Timoteo Vicente Jacobo, originario de Michoacán, con la obra «Cantina el Diablito Feliz». Premio Jalisco: Guadalupe de la Cruz Torres, originaria de Michoacán, con la obra «Velatorio de Monjas Coronadas». Premio Nacional: Gerardo Tena Sandoval, originario de Chihuahua, con la obra «Cuidemos la Fauna».
CATEGORÍA: CERÁMICA EN MINIATURA
Premio San Pedro Tlaquepaque: Rolando David Rodríguez Herrera, originario de Aguascalientes, con la obra «Días de Fiesta». Premio Jalisco. Carlos Ignacio Ávalos Ruiz, originario de Michoacán, con la obra «Los Trastecitos de mi Abuela». Premio Nacional. José Adolfo Soto Díaz, originario el Estado de México, con la obra «La Tlanchanita de Metepec».
CERÁMICA NAVIDEÑA
Premio San Pedro Tlaquepaque: Elizabeth Castañeda Escobar, originaria de Veracruz, con la obra «Burrito Sabanero». Premio Jalisco: Miguel Ángel González Mesillas, originario del Estado de México, con la obra «Nacimiento». Premio Nacional. Blanca Jiménez Flores, originaria del Estado de México, con la obra «Buenos Días Jesús».
CATEGORÍA: ESCULTURA EN CERÁMICA
Mención Honorífica: Carlos Vázquez Macías, originario de Jalisco, con la obra «Hijos de Maíz» y Manuel Alejandro Romo Razón, originario de Jalisco, con la obra «Gallito de Verano». Premio San Pedro Tlaquepaque: Marina Santana González, originaria de Jalisco, con la obra «Santanaceramica@gmail.com«. Premio Jalisco: Ángel Martín Álvarez Rivera, originario de la Ciudad de México, con la obra «Ello, Yo y Super Yo». Premio Nacional: José Miguel Quisberth León, originario de la Ciudad, con la obra «Imaginari».
CATEGORÍA: CERÁMICA CONTEMPORÁNEA
Premio San Pedro Tlaquepaque: Emmanuel Abelardo Zavala Flores, originario de Veracruz, con la obra “Modernidad Efímera”. Premio Jalisco, Brian Gregorio Corres Hernández, originario de Oaxaca, con la obra “Polilla”. Premio Nacional. Constanza López Caparros Íñiguez, originaria de Veracruz, con la obra “Manglar”.
CATEGORÍA: CERÁMICA TRADICIONAL
Premio Jalisco: Esperanza Felipe Mulato, originaria de Michoacán, con la obra «Fiesta de San Pedro y San Pablo». Premio Nacional. Alfredo Felipe Rivera, originario de Michoacán, con la obra “Alfarería”.
En el evento estuvieron presentes el secretario de Cultura del Estado de Jalisco, Luis Gerardo Ascencio en representación del gobernador Pablo Lemus Navarro y David Gallegos Soto, director general del Patronato Nacional de la Cerámica.
Para todos los interesados en adquirir alguna de las piezas concursantes, el Centro Cultural “El Refugio” cuenta con un espacio para la exposición y venta de las artesanías participantes, mismo que estará abierto al público hasta el 03 de agosto de 9:00 a 18:00 horas.