LOS PELOTEROS
La nueva directiva de Charros y el contrato de Roberto Osuna
Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
Con el pie derecho iniciará la nueva directiva de Charros que encabezarán los hermanos José Luis y Juan Carlos González Iñigo con la contratación del big leaguer Roberto Osuna, después de que en las últimas dos temporadas se anunciara de que jugaría con Jalisco, pero que a final de cuentas no se pudo concretar.
El pleito Quirarte-Armando Navarro provocó que el lanzador sinaloense no se vistiera de charro el pasado año, como éste lo había anunciado. La mano negra se hizo presente.
La integración de Osuna a Charros constituye la mejor contratación y seguramente uno de los mayores atractivos de la Liga Mexicana del Pacífico temporada 2021-2022 (prefiero llamarle LMP que Liga Arco ya que este último nombre responde más bien a un manejo de marketing).
Roberto Osuna pese a su juventud (tiene 26 años) es un veterano del béisbol. Tiene la experiencia de seis temporadas en Grandes Ligas al haber jugado con Azulejos de Toronto y Astros de Houston con 155 juegos salvados, el segundo con el mejor récord (el primero lo tiene Joakim Soria tiene 223 rescates con una efectividad vitalicia de 3.11 y un whip de 1.13 y 713 innings lanzados).
Osuna fue líder en salvamentos en 2019 en la Liga Americana con 38 y 2.63 en PCL y durante su trayectoria (del 2015 al 2020) fue de 2.74.
El orgullo de la población de Juan José Ríos, Sinaloa, recientemente participó en la temporada de la Liga Mexicana de Beisbol con Diablos Rojos del México, al lanzar en 24 encuentros como relevista de lujo, con 24.2 innings, le conectaron 17 hits, le anotaron 4 carreras, 3 fueron limpias, 27 ponches, 3 pasaportes, PCL de 1.09, whip de 0.81.
Roberto podría regresar el próximo año al mejor béisbol del mundo, toda vez que su brazo se ve recuperado, en plenitud. Será un espectáculo verlo lanzar con Charros.
COMPLEJA NEGOCIACIÓN
El proceso de negociación de compra-venta de Charros por parte de José Luis y Juan Carlos González Iñigo ese a que ha resultado muy complicada y compleja, camina hacia adelante y está prácticamente en la última entrada para quedar cerrada, derivado de los pleitos entre accionistas y el manejo poco ortodoxo de la administración que tuvo el club, pero finalmente la renovación de socios es lo mejor que le puede pasar a esta organización y permitir que el béisbol profesional de invierno continúe. La llegada de los González Iñigo se debe ver como un rescate y oportunidad para una reorientación de una organización que iba al precipicio, cuando dos fuerzas buscan anularse.
Si este cambio no se hubiera realizado, la viabilidad de Charros estaba en peligro por varias razones. Una muy importante, el uso del estadio que en comodato había sido concesionado por el Gobierno de Jalisco a través del Code y el Ayuntamiento de Zapopan, el pleito y el escándalo que se hizo público al trasladarse a los medios y redes sociales, lo único que logró es que el Gobierno del Estado les quitara el estadio como mensaje de total desacuerdo con lo que estaba sucediendo.
El exceso de soberbia suele ser muy dañino, producto de la desubicación, cuando se sube al ladrillo, se pierde piso y se sufre mareo de montaña.
Muy lamentable la forma como terminó una relación de dos grupos que hicieron una sinergia exitosa y que ya está en plena vía de superación. Vaya que a los humanos nos gusta complicarnos la existencia, cuando la avaricia se apodera de nuestros sentidos y empaña la visión.
EL BENEPLÁCITO DE LA LMP Y GOBIERNO DE JALISCO
Los nuevos accionistas de Charros llegan con el pleno respaldo de la Liga Mexicana del Pacífico que dieron el visto bueno a la franquicia y el Gobierno del Estado para el uso del Estadio Panamericano, requisitos fundamentales para que se pueda dar la transición.
A los Hermanos González Iñigo les tocará ahora escribir una nueva página en el béisbol de México y ver cumplir un sueño de ser actores de primera línea en el mundo del rey de los deportes, considerando su gran pasión por la pelota caliente que les nació en su natal Hermosillo, de donde salieron hace cerca de medio siglo para estudiar sus carreras profesionales, José Luis en el Tecnológico de Monterrey y Juan Carlos en la UNAM.
Fue el destino el que los trajo a Guadalajara donde tuvieron su desarrollo profesional, participando en el campo de los negocios, pero siempre conectados al mundo del béisbol, jugando en las ligas locales y viajando a Estados Unidos, cuando las condiciones lo permitían, para disfrutar la Serie Mundial, con preferencias muy diferentes: José Luis seguidor de Dodgers y Cardenales y Juan Carlos leal a Yankees de Nueva York. Allá se encontraron varios años los cuatro hermanos (los otros dos son Toño, ya fallecido y Kiko, el autor de Las Lupas).
Por cierto Juan Carlos hace tres temporadas movido por su pasión por el béisbol, fundó la revista Cuarto Bat, dedicada al rey de los deportes y ahora, quién lo diría, estará en la nueva directiva de Charros, cumpliendo uno de sus grandes sueños, formar parte de la organización del béisbol organizado.
Por fortuna el espectáculo del béisbol continuará, con empresarios que tienen una pasión por el béisbol, que le entienden al juego, ahora el desafío es mejorar lo que hemos visto, lograr que Charros logre su segundo campeonato en la Liga Mexicana del Pacífico.
¡Bienvenidos José Luis y Juan Carlos a Charros y a la Liga Mexicana del Pacífico!
