JALISCO
La reconstrucción de MC
Luchas Sociales, por Mónica Ortiz //
En Jalisco, el partido político Movimiento Ciudadano (MC) cambia, el grupo político al que llamamos “Alfarismo” parece llegó a su fin. Al anunciar el gobernador del Estado Enrique Alfaro Ramírez su retirada de la política electoral deja a todo un grupo sin las posiciones en las que ya se veían para el proceso electoral en puerta, es justo reconocer que logró posicionarlos aún después de haber perdido en el 2012 ante otro poderoso político, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz.
El arribo del “Alfarismo” a la cúpula del poder político fue consolidado en el 2018 con su llegada a Gobierno del Estado y marco para los ciudadanos la esperanza de cambiar la historia y para la política estatal la continuación de un nuevo paradigma público de adultos jóvenes tratando de incidir en la gobernanza de manera positiva; sin embargo, a cinco años de su oleada naranja alfarista, parece que no conseguirá apuntalar mínimo dos sexenios de su grupo en el poder público jalisciense.
En este sentido, la sociedad deberá entender que este tipo de renuncia pública al poder de la que la intención no es del todo lo que parece, para la sociedad no es infortunada, al contrario, la alternancia de líderes políticos y partidos en el poder, permiten dos escenarios sociales, uno no idealizar figuras públicas con poder que solo vienen a vender contextos de bienestar social que en realidad nunca suceden, y dos, que no se fabriquen grupos de poder posicionados durante décadas, imposibles de anular, pues ocupan gran mayoría de los espacios de poder y en realidad en su pequeña sociedad política lo que menos cuenta son las necesidades del ciudadano o la entidad.
Hoy a MC le corresponde reconstruirse y tiene la obligación de reagruparse o correr el riesgo de que el proceso electoral los exhiba ante la sociedad, como en partido dividido y sin organización; tomemos en cuenta que cada sexenio, la sociedad se afina mucho más en su elección, las nuevas y mejores tecnologías, la década llena de flujo constante y preciso de la información, provoca sin dudas una sociedad cada vez más dedicada a buscar lo correcto y lo beneficioso para su entorno inmediato, en la actualidad sabe que función tiene el gobierno, la ciudadanía demanda mucho más que hace 12 años, este periodo puede ser de variación ante el escenario nacional que vivimos y la desintegración del “alfarismo” en Jalisco.
El uso de las herramientas que los ciudadanos tenemos a la mano para ejercer nuestros derechos y exigir las obligaciones de gobernanza que tienen los cargos públicos, convierten a las elecciones en procesos cada vez más exigentes, respecto de quiénes llegan a los cargos; el derecho del acceso a la información pública, el tratamiento de archivos, la protección de datos personales, la garantía del respecto a los derechos humanos, las políticas públicas en materia de combate a la corrupción y los sistemas creados para la participación de la sociedad en la administración pública de las entidades públicas y el país, han permitido que suba el nivel para alcanzar el poder político y parece permiten que no se vuelva eterna la estadía de un partido, un líder o grupo político.
Este 2024, sin duda será de retos para la clase política y para la sociedad, el manejo de la gobernabilidad debe dejar de ser de ocasión y consolidarse la política de vocación, es un lujo que valemos y que debemos tratar de alcanzar, es sano que mueran los cacicazgos eternos de grupos de poder para dar paso a la realidad de una sociedad estrictamente representada y gobernada por perfiles de vocación al servicio público y a la sociedad; los tiempos van cambiando y debemos ver las sociedades en movimiento, en uso y disfrute de sus derechos, sus libertades de pensamiento y decisión, sin que grupos de interés político eternos muevan los hilos de lo público, sin cumplir con su papel de gobierno.
Esperemos entonces lo mejor para Jalisco, después de los sucesos políticos que marcarán las próximas elecciones del 2024, se abre la posibilidad de que el ciudadano se visualice ejerciendo su poder auténtico de voto secreto, quizás veamos estructuras políticas rotas y en su reconstrucción una total desorganización o reagrupamientos forzados a falta líder, después de la decisión de dejar la política electoral del gobernador, también se vive actualmente la inexistencia de líder político máximo en la UdeG o la creación de la coalición por México para hacer frente al partido Morena, sumemos que debe ser una mujer la que se postule para gobernadora en esta entidad, son sucesos que mueven piezas todo indica que será atípico el 2024, interesante y con grandes oportunidades para que la voz del pueblo coloque el rumbo, al final divide y vencerás, lo tenemos enfrente de nuestras narices, la política mexicana actual está hecha pedazos, está cambiando de piel.
