OPINIÓN
La solución de fondo es el transporte público: La vialidad ahoga a la metrópoli

A título personal, por Armando Morquecho Camacho //
Hay un tema de gran importancia del que mucho se habla, pero poco se hace: la vialidad y la movilidad en la ciudad. Una de las quejas más recurrentes de un gran número de ciudadanos, y me incluyo, es que resulta preocupante la forma en la que nuestras vialidades se han saturado abruptamente en los últimos años.
Vialidades alternas que antes eran una opción para escapar de las avenidas saturadas hoy ya no son una opción, y tal y como lo mencionó Gabriel Ibarra en su columna del 20 de diciembre llamada: ‘’El colapso de la vialidad’’, las estrategias que las autoridades han tratado de implementar para atender esta problemática, simplemente no han dado los resultados esperados y han aumentado considerablemente los cuellos de botella en puntos cruciales para el desplazamiento a través de la ciudad.
Aunque este tema, en gran medida se atribuye al importante número de automóviles que circulan por las avenidas, no podemos dejar pasar desapercibido, que también se debe a la mala planeación y a la mala ejecución de algunos proyectos de infraestructura vial que se han realizado en los últimos años.
En ese sentido, temas relacionados con nuestras vialidades y con la movilidad son un foco de atención que nuestras autoridades deben atender con seriedad, con visión a largo plazo y considerando los errores que se cometieron en el pasado.
De igual manera, es importante que se entienda que trabajar en mejorar las vialidades va más allá de disminuir los tiempos de traslado de un punto de la ciudad a otro, sino que cuando se aborda este tema, también debemos pensar en los problemas demográficos que implican estas situaciones y en los problemas ecológicos que generan.
En ese tenor, les comparto los siguientes datos:
En México, de 1950 al 2010, el número de habitantes en las zonas urbanas incrementó en un 43% y si se toma este número como un parámetro, y el crecimiento urbano continúa a ese ritmo, según datos de la ONU, se estima que para el 2030, el 83% de la población vivirá en zonas urbanas.
Si usted cree que el transporte público es insuficiente, que las vialidades no pueden estar más saturadas y que la calidad del aire no puede empeorar más, basta con esperarnos un sexenio para darnos cuenta que estábamos equivocados.
Por ello, ante esas alarmantes cifras que no solo impactaran en el desarrollo de actividades cotidianas como acudir al trabajo o la escuela, sino que también impactaran fuertemente en nuestro ya percudido ecosistema, es necesario que se comiencen a gestar proyectos de infraestructura vial adecuados para los diferentes hábitos de transporte de todas las personas.
En ese orden de ideas, es necesario diseñar estrategias que mejoren el transporte público no solamente en cuanto al servicio que se otorga a los usuarios y las instalaciones que se ponen a su disposición, sino que también se deben de buscar alternativas de transporte público que contribuyan al cuidado del medio ambiente a través de la reducción de emisiones contaminantes de tal manera que el desarrollo vial vaya de la mano con la tan necesaria transición energética.
Por otro lado, un tema que tampoco se debe descuidar, es el que atañe a las ciclovías, las cuales juegan un papel fundamental a la hora de pensar un nuevo modelo de movilidad, toda vez que este tipo de proyectos viales incentivan el uso de medios de transporte no motorizados con lo que se puede reducir importantemente la cantidad de emisión de gases contaminantes.
Pero primero, para que esto suceda, se requiere que esta alternativa vial se eficiente y funcional para la ciudadanía.
No obstante, en los últimos años ha sido evidente como no se les ha dado la seriedad que requieren, ya que en muchas ocasiones, su instalación carece de los estudios logísticos adecuados, lo que provoca que en lugar de solucionar un problema de movilidad y desplazamiento a los ciclistas, o bien, en lugar de crear una alternativa de circulación atractiva para la ciudadanía, se terminan creando rutas que complican la vida de los usuarios.
El tema de vialidad y movilidad es robusto, existen miles de problemas y existen miles de posibles soluciones, pero la realidad es apremiante y las consecuencias de este problema nos están alcanzando.
Por eso, es importante que se amplíe esta discusión y que no solo se cuestione el papel que juegan nuestras autoridades, sino que también, comencemos a cuestionar el papel que puede llegar a jugar el sector privado en un problema que también requiere de su visión y de su contribución en muchos aspectos.
En el pasado, nuestro estado perdió la oportunidad de innovar y mejorar exponencialmente el transporte público, pero hoy en día, con proyectos como el Peribús y la Línea 4 en puerta, es posible corregir un poco el rumbo, y adecuarlos a una nueva visión de movilidad para nuestra ciudad, una que sea capaz de crear un entorno en el que los distintos medios de transporte puedan coexistir sin menoscabar la capacidad de circulación de los demás.
Realmente una de las preguntas más frecuentes en la cabeza de los ciudadanos es: ¿Qué se puede hacer para mejorar el entorno?, muchos, con éxito, logran responder atinadamente esta pregunta, pero lamentablemente, no basta con eso, ya que también es necesario que nuestras autoridades comiencen a preguntarse, primero, si lo que están haciendo es suficiente para mejorar el entorno, para que después, puedan preguntarse qué pueden hacer para mejorar el entorno.
Por lo pronto, y mientras se responden esas interrogantes, tendremos que hacer de tripas corazón al transitar por nuestra bella ciudad.
JALISCO
El regreso de Alfaro y el papel de MC

-Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac
¿A qué vino el exgobernador Enrique Alfaro a Guadalajara después de siete meses de ausencia?
¿Terminó ya su autorretiro político? ¿Prepara su regreso a la actividad pública?
La foto que Alfaro subió a sus redes en la semana desayunando con su esposa Jovanna y su pequeña hija en la popular Menudería Chito en Providencia, no dejó de sorprender al mundo político, surgiendo las diversas especulaciones sobre el motivo de su visita.
Y es que, en forma simultánea, el senador Clemente Castañeda el jueves se reunió con más de 500 integrantes de Movimiento Ciudadano para hablar de la importancia de ser una verdadera alternativa de futuro para México, evento organizado por la coordinadora del partido naranja en Jalisco, Mirza Flores, dentro del programa que denomina jornadas de capacitación, donde se conectan a través de Zoom cerca de 500 regidores y funcionarios de ese organismo político. Antes, Enrique Ibarra Pedroza había participado como expositor en estas jornadas.
Clemente resaltó en su mensaje político que la tarea de Movimiento Ciudadano no es solo criticar al oficialismo, sino construir soluciones, formar liderazgos y prepararnos para gobernar.
Es significativa la reaparición también de Clemente, ya que había estado ausente de ser protagonista en eventos en Jalisco, después del triunfo de Pablo Lemus en las elecciones para gobernador y ha sido Mirza Flores quien lleva la estafeta de este partido que domina la política de Jalisco durante las últimas dos elecciones para la gubernatura de Jalisco, así como en los principales gobiernos metropolitanos.
¿A QUÉ VINO ALFARO?
Volviendo con la visita de Alfaro, abundan las especulaciones en torno a qué vino. Recordemos que antes de que concluyera su sexenio de gobernador, el fundador de Movimiento Ciudadano en Jalisco anunció que se retiraba de la política y que su siguiente proyecto de vida sería buscar convertirse en entrenador de futbol profesional y que tomaría un curso para recibir el título de entrenador.
Obviamente, eso de que se retira de la política no es creíble, ya que un político profesional nunca se retira; podrá tener pausas para luego retornar cuando las condiciones lo permitan.
Por redes sociales nos enteramos por el propio Alfaro que recientemente se había titulado como entrenador y se entiende que buscaría una oportunidad que le permita cumplir ese sueño.
Uno de los motivos para que Alfaro hiciera su viaje a Guadalajara fue el cumpleaños de su esposa Jovanna, que quería festejarse con su familia y su gente querida, lo que seguramente el político meditó sobre la conveniencia de hacer esta visita, lo pudo incluso haberlo comentado con el gobernador Pablo Lemus, quien coincidentemente en esos días estuvo fuera de la ciudad para festejar a su vez su cumpleaños.
Creo que a Alfaro, con su visita, le permite medir el agua a los camotes, ver las reacciones, cómo lo tratan en redes sociales, para en un futuro decidir cuándo se regresa.
EL CASO DEL RANCHO IZAGUIRRE
Sin embargo, estos últimos siete meses no han sido tan tranquilos para el controvertido ex gobernador derivado de sucesos que se registraron durante su gobierno, en especial en materia de seguridad, los desaparecidos y del gran poder que alcanzó el crimen organizado durante su sexenio, convirtiéndose Jalisco en el nada honroso primer lugar nacional con miles de desaparecidos, con el descubrimiento de cientos de tumbas clandestinas donde se han localizado miles de partes desmembradas de osamentas.
Allá por el mes de marzo, seguramente el exgobernador vivió semanas de incertidumbre, provocado por el descubrimiento en el rancho donde se identificó un centro de reclutamiento forzado y adiestramiento operado por el crimen organizado.
Durante cerca de tres semanas se debatió si ese predio también fue campo de exterminio. El tema amenazaba con alcanzar dimensión global, ya que se comparaba con los campos de exterminio nazi y en esa vorágine se habló de que podría ser citado a declarar el exgobernador Enrique Alfaro que permanecía en España.
Fue el propio fiscal general de la república, Alejandro Gertz Manero, quien frenó esas especulaciones y precisó que se trató de un campo de adiestramiento operado por el crimen organizado, descartando la versión del campo de exterminio que propagó el Colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, ya que no tenían indicio de que hubiera hornos que tuvieran esa capacidad.
SE REGRESA A ESPAÑA
Alfaro se regresa a España, continuando con su año sabático -podría ser más tiempo-, pero ya dio el primer paso de lo que podría tener planeado en el futuro, que es su regreso a Guadalajara.
Habría que ver si se dan cambios en la relación con el gobernador Pablo Lemus, esto es que pudiera registrarse un rompimiento, lo que no veo en el horizonte a corto plazo a pesar de que algunos quisieran que ya se diera ese desmarque.
Pablo Lemus, actual gobernador, parece estable por ahora, sin señales de ruptura a corto plazo, aunque algunos observadores desearían un distanciamiento que reconfigure el equilibrio de poder dentro de MC.
El tiempo será el juez definitivo de las intenciones de Alfaro y de cómo evolucionará su vínculo con el partido y el gobierno estatal. Mientras tanto, Clemente Castañeda tendrá mayor protagonismo y Mirza Flores va consolidando su liderazgo en MC, preparando el terreno para los próximos retos electorales. El tablero político jalisciense está en movimiento, y las jugadas de estos actores podrían redefinir el panorama en los próximos meses.
¿Regresará Alfaro con un rol activo o su retiro será más prolongado? ¿Consolidará Clemente Castañeda su influencia o surgirán nuevas figuras? Las respuestas están en el aire, pero lo cierto es que los juegos del poder en Jalisco están lejos de concluir.
JALISCO
Guadalajara bajo el agua y sobre la alfombra roja del Mundial

-Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco
Mientras los funcionarios públicos de Jalisco inflan el pecho, hacen cuentas alegres y se toman selfies bajo el flamante reloj mundialista recién inaugurado en el Centro Histórico, el agua —la real, la que arrastra, ahoga y derrumba— sigue entrando sin permiso a las casas de miles de jaliscienses.
Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá: zonas donde los vecinos no cuentan los días hacia el Mundial, sino las lluvias, los deslaves y las muertes. Así está la ciudad que se venderá al mundo como sede de cuatro partidos de fútbol en 2026.
Dicen que Jalisco está listo para recibir al turismo global, pero no para contener una tormenta. Que habrá luminarias de diseño europeo, pero no drenajes de tercera. Que viene la derrama económica… pero la única que ya conocen los vecinos de La Martinica es la del canal que, desbordado, les arrebató sus casas, sus coches y —en el caso más trágico— la vida de un bebé de meses.
Los jaliscienses somos, dicen algunos con desparpajo, candil de la calle y oscuridad de la casa. Pero esta vez, la frase no alcanza a cubrir la indignación: mientras Pablo Lemus y Verónica Delgadillo posan con la sonrisa de catálogo junto a emisarios de la FIFA, el agua sigue marcando líneas de lodo en las paredes de cientos de hogares.
Los mismos que no aparecen en las promociones del Airbnb oficial del Mundial, pero que sí figuran en la lista de daños materiales, pérdidas humanas y negligencia institucional.
Nueve personas han muerto, seis de ellas por causas directas de las lluvias: niños, bebés, jóvenes, adultos mayores. ¿Y qué ha dicho el gobernador? ¿Qué palabras ha ofrecido la presidenta municipal de Guadalajara? Nada. Ni un mensaje para las familias, ni un reconocimiento del fracaso institucional. Pero sí hubo tiempo para correr con Bora Milutinovic, dar las condolencias a los dueños de emporios panificadores y viajar para festejar su cumpleaños. Prioridades, le llaman.
A los muertos los calla el silencio oficial. A los vivos los quiere callar el maquillaje urbano: 450 millones de pesos en luminarias, adoquines, árboles de ornato y banquetas impermeables. Todo para que las cámaras de la FIFA y los influencers internacionales se lleven la mejor postal. Aunque detrás de las cámaras, las filtraciones sigan brotando —literal y figuradamente— en cada rincón de la ciudad.
Y no es un fenómeno reciente. El temporal de lluvias de 2025 es uno de los más letales de la última década, pero los problemas son estructurales. Las zonas donde ocurren las tragedias son las mismas que año con año padecen lo mismo: drenajes colapsados, canales olvidados, obras postergadas. Son las colonias que no están en el mapa de Airbnb, pero que sí aparecen en los expedientes de Protección Civil, y que volverán a inundarse, porque aquí la prevención, políticamente, vale menos que una fotografía en redes sociales.
Mientras tanto, la especulación inmobiliaria avanza como deslave. La diputada Mariana Casillas lo dijo sin rodeos: lo que se está gestando en Guadalajara es un modelo de ciudad como mercancía, donde la expulsión de sus habitantes forma parte del “desarrollo”. Ella misma presentó una iniciativa para regular el Airbnb y otra para tipificar la especulación inmobiliaria. Pero esas propuestas no figuran en la narrativa de éxito del gobierno estatal. En esa historia, los barrios no existen, solo los desarrollos de renta corta.
¿Y qué decir de la movilidad? Las líneas del tren ligero no siguen el trazo de las necesidades populares, sino el de la plusvalía. Tonalá sigue esperando una solución real a su movilidad, pero el proyecto que se presentó con bombo y platillo ante la presidenta Sheinbaum es la Línea 5: una combinación de autobús con nombre de tren que —otra vez— responde más a intereses inmobiliarios que a derechos ciudadanos.
El Mundial será, nos dicen, una vitrina para Jalisco. Y es cierto: mostrará al mundo lo que somos capaces de aparentar, pero también lo que no queremos que se vea. Será, en resumen, un espectáculo montado sobre ruinas invisibilizadas, sobre escombros familiares, sobre tumbas sin nombre.
Y cuando ruede el balón en el estadio de las Chivas, los asistentes —tapatíos y turistas por igual— deberían mirar más allá de la cancha. Porque fuera del estadio hay calles que se vuelven ríos, casas que se vienen abajo, y familias que, mientras los funcionarios brindan con champagne mundialista, todavía buscan a sus desaparecidos.
Y mientras eso ocurra, esta ciudad no será sede del futuro: será sede del olvido.
En X @DEPACHECOS
NACIONALES
El reino del espejo roto

-Opinión, por Miguel Anaya
Había una vez, en una tierra llamada Vitralia, un reino brillante construido sobre cristales. Las calles relucían con luz reflejada, y las torres del palacio eran espejos altos donde todos podían ver, desde cualquier rincón, el rostro del trono.
La Reina Laya, astuta y de verbo afilado, había llegado al poder tras prometer que nadie volvería a ser callado. Dijo: “Yo soy el pueblo y el pueblo tiene voz. La verdad no necesita maquillaje”.
Pero una vez sentada en el trono, algo cambió. Su reflejo, antes claro, empezó a deformarse. Un día, notó que un espejo, el más viejo del reino, mostraba cosas que ella no quería ver: arrugas en las decisiones, manchas en los decretos, grietas en la justicia.
Ese espejo tenía nombre: Don Vidrio, un viejo cronista del reino, que cada semana narraba en voz alta lo que los demás solo murmuraban. La gente se reunía en la plaza a escuchar su columna: “La Esquirla del Espejo”.
Una mañana, la reina ordenó: “Que se coloque un velo- No quebraremos el espejo, pero tampoco se lo permitirá reflejar”.
Un juez del castillo cumplió la orden. Don Vidrio fue silenciado: no podía narrar sin permiso. Un supervisor real revisaría cada palabra antes de que saliera de su boca o de su tinta. Incluso en sus sueños, sentía que le corregían los pensamientos.
Al principio, muchos en Vitralia callaron. “No es para tanto”, decían. “Quizá exageraba.” Pero con el paso de los días, el reflejo del trono comenzó a desvanecerse. Sin el viejo espejo que mostraba lo incómodo, los demás se llenaron de bruma.
Los campesinos dejaron de saber qué pasaba en el castillo. Los comerciantes no entendían por qué subían los tributos. Los niños crecían sin historias que cuestionaran, solo escuchaban cuentos donde la reina siempre ganaba.
Y fue entonces cuando comenzó a desquebrajarse la ciudad. Sin verdad, los espejos se agrietaron desde adentro y más de uno se rompió. Nadie sabía qué ocurría, pero todos lo sentían: la luz ya no rebotaba igual. Vitralia se volvió opaca, no por falta de cristal, sino por exceso de silencio.
Una noche, una niña pequeña —que nunca conoció la voz de Don Vidrio— halló en la plaza una hoja vieja de sus columnas. La leyó, la entendió, y la gritó. Y otros espejos, que también recordaban lo sucedido, comenzaron a reflejar de nuevo lo que veían.
Y así, en Vitralia, la historia del espejo prohibido empezó a resonar más allá del reino. En tierras vecinas, algunos monarcas aplaudieron la mordaza; unos pocos, en cambio, empezaron a preguntarse si no estaban repitiendo el error.
Epílogo: Cuando el poder no refleja.
En el mundo real, la gobernadora Layda Sansores ha decidido cubrir con un velo judicial al periodista Jorge Luis González, aplicando medidas que prohíben su opinión, imponen la censura y coartan la libertad de expresión de un periodista que por décadas ha sido crítico.
Frente a esta “ley mordaza”, la presidenta Claudia Sheinbaum, reconoció públicamente que se deben “evitar los excesos”, abriendo así una brecha de sensatez en medio de la opacidad. Es un gesto importante, pero insuficiente.
Porque en democracia, no basta con reconocer que un espejo fue cubierto; hace falta destaparlo. Hace falta que el poder, si quiere ser legítimo, se atreva a verse reflejado incluso en los cristales que no lo adulan.
Y sobre todo, hace falta recordar que el silencio puede durar un tiempo. Pero los espejos, cuando se rompen, cortan.