OPINIÓN
La sombra que acecha a «Va por México»: El ego es el verdadero rival
A título personal, por Armando Morquecho Camacho //
Después de ver a la oposición presumir en redes sociales su unidad inquebrantable y decirse listos para enfrentar el proceso electoral del 2024 y arrebatarle a Morena la presidencia, esto tras votar en contra de la Reforma Eléctrica que propuso el Presidente López Obrador, se vino a mi mente una frase que leí hace tiempo de Dean Acheson, secretario de Estado de los Estados Unidos de 1949 a 1953: «El gran corruptor del hombre público es el ego. Mirar a los espejos distrae la atención de los problemas».
Dean Acheson como funcionario de los Estados Unidos jugó un papel muy importante en los comienzos de la guerra fría y además, su trabajo aparece en muchos de los momentos más relevantes de la historia del siglo pasado, por lo que creo este personaje tiene la relevancia suficiente como para que nos tomemos en serio su frase, sobre todo en esta etapa de la política en nuestro país que está llena de ‘’pactos’’ y/o ‘’alianzas por México’’.
Por ello, cuando las voces de la oposición aseguran que en el 2024 le arrebatarán la presidencia a Morena, deberíamos pedirles que se tomen las cosas con más calma, que dejen de mirar por un momento los espejos y que entienda que ese triunfalismo que les calienta la sangre, puede que sea solamente un efecto placebo, ya que hay mucho que analizar del panorama político electoral de aquí al 2024, como por ejemplo, quién tiene mayor representación social.
La respuesta de esta pregunta es importante y debería tomarse en serio por parte de la oposición porque la respuesta que le den puede ser un factor fundamental para determinar el futuro que le depara a esta alianza toda vez que probablemente esto provoque un choque de intereses, de visión y de ego entre el PRI y el PAN.
En ese tenor, es necesario analizar un poco los datos de las elecciones que tuvieron lugar el pasado 2021, ya que si se analizan detenidamente, circunscripción por circunscripción, y estado por estado, se puede llegar a la conclusión que en la alianza electoral ”Va por México” conformada por los tres partidos mencionados anteriormente, el más fuerte es el PAN.
Esto en virtud de que en la mayoría de los distritos electorales pertenecientes a los estados que conforman las 5 circunscripciones en las que se divide electoralmente el país y en los que el PAN, el PRI y el PRD fueron por separado, el PAN sacó un mayor porcentaje de votos que sus aliados, lo cual los dota de una mayor representatividad social.
Solo por dar un ejemplo, en la segunda circunscripción que comprende Aguascalientes, Coahuila, Guanajuato, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas, el Partido Acción Nacional obtuvo un porcentaje de votos del 26.4%, que le permitió consolidarse, en las elecciones legislativas, como primera fuerza sin la coalición en Aguascalientes, Guanajuato y Querétaro, mientras que en Nuevo León y Tamaulipas se consolidó como segunda fuerza bajo las mismas condiciones.
En cuanto al PRI, en la misma circunscripción solo lograron consolidarse como primera fuerza sin la necesidad de la alianza en Coahuila, entidad que actualmente cuenta con un gobierno priísta.
Por otro lado, si bien es cierto que ésta hasta ahora inquebrantable alianza tuvo éxito en algunas circunscripciones, como por ejemplo, la primera que comprende Durango, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y Sonora, región donde la coalición obtuvo un porcentaje de votos total superior al de la alianza entre Morena, Partido Verde y PT, la creencia de que este resultado es un reflejo de lo que sucederá en el 2024 se suma a la lista de errores que la oposición puede estar cometiendo.
Esto es así debido a que para que existan posibilidades de que esto se replique, lo primero que se debe de asegurar es que la coalición se mantendrá firme los próximos dos años, y lo segundo que necesita asegurar es que estos partidos tengan la voluntad suficiente y la humildad necesaria para ponerse de acuerdo en la designación de las candidaturas más importantes para el 2024.
Aunado a esto, otro factor que probablemente los protagonistas de esta alianza no se han dignado a voltear a ver es Movimiento Ciudadano, partido en crecimiento que tan solo en Jalisco y sin necesidad de coaliciones, obtuvo un porcentaje de votos superior al de la alianza Va por México y que ahora tiene la oportunidad de aprovechar el impulso que el eslogan ‘’Ahora sí, Colosio Presidente’’ puede darles.
Sin embargo, el movimiento naranja también deberá definir su ruta con claridad y resolver si se sumarán a estos partidos que tachan de corruptos, o si cometerán el posible suicidio político de ir solo esperanzados en Colosio.
En razón de lo anterior, asegurar entre líneas que la candidatura a la presidencia de la república por parte de los grupos opositores está definida, es un error más, principalmente porque para el PAN, partido miembro de esta alianza, aceptar esto sería un error político y de calculo que terminaría por borrarlos del panorama político de relevancia nacional en el que han sido protagonistas desde el 2000, pero no solo eso, sino que también, estarían un paso más cerca de convertirse en un partido satélite más de nuestro sistema.
En ese orden de ideas y retomando el nombre que lleva esta columna, el verdadero rival a vencer para la oposición no es Morena, sino el ego que dominará en gran medida la discusión para seleccionar al abanderado o abanderada que encabezará el proyecto de nación que esta quimérica alianza que aglomera ideologías totalmente distintas intentará diseñar para contrarrestar el proyecto de nación del partido del presidente, que pese a sus errores y deficiencias, ha logrado penetrar en un sector de la población que se siente identificado con su narrativa.
Por esta razón, esta etapa tan activa, llena de debates y posicionamientos por parte de la oposición, debe de ser el momento perfecto para que cada uno de los líderes de estos grupos empiece a poner las cartas sobre la mesa para que de una manera verdaderamente pragmática, proponga una ruta a seguir con el objetivo de obtener mayor aprobación social de cara al 2024 y convertirse así en una opción para la ciudadanía, ya que si algo queda claro es que, como dirían por ahí, con las canicas que traen ahorita, se quedan cortos.
O bien, es el momento perfecto para que como en las relaciones sentimentales, cada uno diga qué es lo que quiere y lo que necesita, para que si los caminos no coinciden, cada uno pueda seguir su rumbo y trabajar en lo que considere pertinente para alcanzar el éxito.
Lo que sí es una realidad hoy, es que los tiempos apremian y mientras el Presidente aprovecha el momento y sus fracasos para comenzar a construir una narrativa política centrada en la idea de ‘’traición a la patria’’, la oposición sigue en la nubes soñando con su efímero triunfo en las tribunas del Congreso de la Unión al rechazar una reforma que ya estaba muerta.
