OPINIÓN
La única alternativa para salvar tiempo completo
Metástasis, por Flavio Mendoza //
Y se sigue mintiendo sobre el destino de las escuelas de Tiempo Completo, primero fue la titular de la sección “quién es quién es las mentiras”, Ana Elizabeth García Vilchis, quien al referirse de una nota del Universal como falsa, agregó que no se terminaron los beneficios de las Escuelas de Tiempo Completo, sólo la forma de entregar los recursos, ahora, se hará sin intermediarios, una declaración desafortunada de una sección que determina cual es la verdad en este país, sin mayor fundamento solo dice que seguirá y que los recursos se entregarán directo.
Dos días después el presidente, Andrés Manuel López Obrador, en el mismo show matutino dijo algo similar, que las Escuelas de Tiempo Completo no desaparecen, solo que se entregarán directo a los padres de familia, pero se va a incrementar a 100 mil escuelas y se va a incluir lo de tiempo completo, pero en seguida se pregunta y responde el mismo, ¿por qué no se continúa con la Escuela de Tiempo Completo?, porque se encontraron malos manejos, culpando a los gobiernos estatales de no bajar el recurso a los beneficiarios, incluso reclamando que en 2020 en plena pandemia los gobiernos reclamaron los recursos.
Lo que no dice es que ese año el presupuesto del programa tenía una reducción que el presidente sugirió y su mayoría aprobó en el Congreso del 53% menos, para pasar más de la mitad de estos fondos al Programa La Escuela es Nuestra, de casi 11 mil millones de pesos se redujo a un poco mas de cinco mil millones , de los cuales no se entregaron por los primeros tres meses de operación para las escuelas, es decir, de los tres rubros que abarcaba el programa, mientras se estaba todavía en la presencialidad, no se transfirió nada a los estados, sino que el recurso lo entregó en el mes de junio, tres meses después de que se decretó la suspensión de clases por pandemia con la promesa que a la distancia todo seguiría Igual incluyendo el sueldo de los docentes.
Dicho presupuesto al tener la reducción de la mitad, por lógica alcanzaría solo para la mitad del año, es decir hasta junio, ni siquiera alcanzó para el cierre del ciclo escolar 2019 – 2020, porque recordemos que la operación del sistema educativa va discordante con la operación del año fiscal.
Fue entonces que la Secretaría de Educación Pública para el arranque de nuevo ciclo escolar 2020-2021, en el mes de agosto notificó de palabra la suspensión temporal del programa Escuelas de Tiempo Completo, notificado así por las Coordinaciones en los Estados, algo que resultaría lógico pensando en que no se estaba en la presencialidad escolar, sin embargo, para la discusión del presupuesto 2021 en el mes de octubre de 2020, el presidente decidió quitar los recursos por completo a las Escuelas de Tiempo Completo, dejando en entredicho su existencia, mientras la Comisión de Educación en el la Cámara de Diputados rescataba a través del artículo transitorio Deécimo Octavo que el Programa Escuelas de Tiempo Completo pasaría a formar parte del Programa La Escuela es Nuestra, aunque en la realidad jamás operó así, no se entregó ni un solo peso cuando aún estaba considerado en la ley de egresos y los lineamientos del nuevo programa.
Como anillo al dedo le vino la pandemia al Presidente para desmantelar el programa Escuelas de Tiempo Completo, confirmado por el mismo, ya no habrá marcha atrás, la decisión -como otras- está tomada, se termina el programa Escuelas de Tiempo Completo y se prioriza el de la Escuela es Nuestra, para el que las reglas de operación 2022 prohíben la compra de alimento, el pago a docentes por la extensión de la jornada y el recurso para ejercer la Autonomía de Gestión aplicada a la Autonomía Curricular que tenían estas escuelas, esta es la realidad, lo demás, serán sólo dichos presidenciales para esquivar la presión mediática sobre el tema.
El desmantelamiento de la educación pasa por un objetivo central de la 4T para terminar con el aspiracionismo y transformarlo al conformismo a través de un adoctrinamiento ideológico que rinda culto a la personalidad del primer mandatario, este es el programa número 14 que se extingue para educación, seguramente el siguiente será PRONI.
La única alternativa de rescatar el programa ahora está en manos de los estados. Para Jalisco se requiere voluntad política y empresarial, pues la solución está en incluir a las Escuelas de Tiempo Completo dentro del fideicomiso que recientemente se firmara entre el sector empresarial y el Gobernador Enrique Alfaro a partir del incremento al impuesto a la nómina en el estado.
Sin que ese sector soporte completamente el programa, sino que además se busquen esquemas de participación estatal, municipal y de padres de familia donde la condición lo permita. Un esfuerzo de unidad que podría ser ejemplo a nivel nacional para que, más allá de salvar las Escuelas de Tiempo Completo, se envíe un mensaje contundente por la defensa de la escuela pública de calidad.
Twitter: @FlavioMendozaMx
