OPINIÓN
La violencia extrema cimbra al país: Las «barras» desbordadas y toleradas por la Femexfut
Futbol, por Esteban Trelles Meza //
El tema de la violencia en México es cada vez más alarmante donde no existe la mesura, cordialidad y mucho menos el entendimiento, desbordándose de manera extrema y negativa las emociones encontradas sin ninguna consideración, remordimiento y mucho menos respeto.
Prácticamente en casi todas las actividades vemos con suma tristeza y preocupación la violencia extrema y no solo físicamente sino también las agresiones verbales que están a la orden del día, iniciándose en el seno familiar donde los matrimonios están peleando de manera constante.
Los valores lamentablemente se van perdiendo donde los infantes y adolescentes crecen en un ambiente hostil y peligroso para ellos, que esta problemática se convierte en cotidianidad y forma parte de sus vidas.
Gracias a la tecnología moderna (celulares y redes sociales), nos damos cuenta de lo que ocurría que antaño sucedía enteramente, lo mismo en las escuelas de educación básica en primaria y secundaria mayormente de instituciones públicas de gobierno, donde los pleitos entre estudiantes son a golpes sin que los adultos intervengan siendo la responsabilidad compartida (Director, maestro, padres de familia), que en los centros educativos es la obligación y el cuidado de los directores, donde todos son cómplices puesto que se menciona enervantes que consumen los menores en el recreo y los prefectos que se suponen cuidan el orden, son pasivos e indiferentes además de ineficientes.
Todo ello aunado al estado de indefensión en el que se encuentra todo el país destacando Michoacán, Jalisco, Guanajuato, Aguascalientes, Zacatecas, Querétaro, Colima, Sinaloa, Sonora, Hidalgo, CDMX, Edo de México, Puebla, Morelos, Chihuahua, San Luis Potosí, Quintana Roo, Coahuila, etc.
No podemos sustraernos de un tema tan complejo de total impunidad en el que jueces, magistrados, políticos, funcionarios, policías, soldados, estudiantes, artistas, colectivos feministas y masculinos, sindicatos prácticamente todas las actividades están inmersas en la inseguridad en detrimento de todos.
La violencia en el futbol es multifactorial de quienes son los protagonistas directos con los jugadores violentos e indisciplinados dentro y fuera de la cancha, que continuamente simulan lesiones que reclaman airadamente incluso “con cortes de manga” hacia el árbitro que lo permite incluyendo los entrenadores con el cuarto árbitro, el público o aficionados que en coro agreden con groserías.
Al equipo Pachuca con Andrés Facci se le ocurrió la gran idea de importar una barra argentina que inició en tribuna con los cánticos y leyendas de su país. Como reguero de pólvora la copiaron todos los equipos propiciando la violencia verbal que se convirtió también en física como algo “natural”. Fue creciendo paulatinamente dando como resultado violencia extrema.
El sujeto tapatío aseador de calzado del barrio de Santa Tere de Guadalajara que “inventó” el grito homofóbico “heeeeee pu…”, que hasta lo entrevistan en televisión, lo deberían señalar y vetar de por vida a ingresar a un estadio de futbol, e incluso exhibirlo de una vergüenza nacional e internacional (multas).
Los poderosos intereses económicos de las empresas cerveceras, apoderados de los estadios en la venta y consumo de su producto, como las cantinas más grandes del mundo que debe erradicarse puesto que exasperan los ánimos de los jóvenes imberbes, inexpertos y arrojados en el desorden y relajo, que consumen en grandes cantidades sin control alguno.
Lo sucedido en Querétaro el pasado 5 de Marzo es el resultado de la tolerancia y aceptación de la propia FEMEXFUT de un grupo de personajes desadaptados, violentos y criminales refugiados en las mal llamadas oficialmente “grupos de animación” que son “barras” de la misma idiosincrasia de los sudamericanos que deben desaparecer de inmediato.
En la capital del país la llamada ”barra monumental” del equipo América tiene personajes con ficha signalética de cerca de 150 miembros, los “pumas” de la UNAM tienen 46 y Cruz Azul tiene solo 5 para dar un ejemplo de estos “angelitos”.
Las malas experiencias del pasado bastante graves como la ocurrida en C.U. entre Pumas y América que desató en una brutal pelea entre “barras”, con muertos al por mayor que de inmediato le dieron la vuelta a la hoja, recordamos la batalla campal entre Chivas y Águilas en un espectáculo denigrante y vergonzoso; San Luis Potosí y Cruz Azul incluso en las calles adyacentes del estadio con broncas espectaculares; las “barras” de la UANL y Monterrey despiadadas y salvajes; Chivas contra Atlas, recordamos una béngala incrustada en un ojo de un jovencito en el estadio Jalisco ante la desesperación e impotencia de su propia madre que estaba a un lado sin que nadie la auxiliara.
Plazas conflictivas de antes y ahora Veracruz, Tampico, Zacatepec, Celaya, Irapuato entre otras ; León, C.U. San Luis, Guadalajara, CDMX, Torreón, etc.
Los tiempos actuales que vivimos necesitan decisiones trascendentales en el renglón de la seguridad donde el deporte tiene que estar exento por ser una actividad familiar que se mancha sin necesidad por la negligencia y ambición empresarial del monopolio que se convierte el futbol mexicano, donde la FIFA voltea la mirada haciéndose el desentendido cuando se criticaba al otrora poderoso equipo América con su hermano Necaxa, que este último fue vendido al Estado de Aguascalientes en un negocio millonario para las arcas del América ya hace tiempo.
La astucia del club de “tobi” de los federativos del futbol mexicano imponen sanciones económicas risibles al equipo queretano de millón y medio de pesos, 5 años de castigo a directivos del equipo y para rematarlo la obligación de vender la franquicia este mismo año (2022) donde se ve de antemano la voracidad del monopolio de algunos para incrementar sus equipos en un espectáculo venido a menos por culpa de ellos mismos, que lo que menos les interesa es el desarrollo deportivo no mermando sus ganancias millonarias para seguir beneficiándose de una liga que deja mucho que desear.
El pueblo de Querétaro es ajeno a esta problemática delincuencial, que se menciona la Guardia Nacional estaba a 7 cuadras del estadio, que como siempre sucede la filosofía de “abrazos y no balazos”, pretendiendo que con su sola presencia se solucionen los conflictos, mucho tiene que ver el Ayuntamiento de Querétaro y el Estado mismo por la falta de policías en un evento masivo dejando “morir” solos a los directivos del equipo en mención, que no es justo que quieran culparlos de un vicio de formación de conducta negativa que dejaron crecer en el que repetimos el único culpable es la FEMEXFUT y la propia FIFA.
