LOS PELOTEROS
Los 12 peloteros mexicanos más sobresalientes en la MLB

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
¿Quiénes son los peloteros mexicanos nativos más sobresalientes este año en Grandes Ligas?
Durante esta temporada han debutado varios peloteros nativos de México, pero la mayoría han tenido pocas oportunidades y otros se han lesionado, lo que no les permite tener una regularidad, como es el caso del hermosillense Luis González, que se convirtió en el primer bat de Gigantes, pero tiene ya dos semanas fuera de acción por lesión, sin embargo, su actuación ha sido notable.
Otro es el caso del lanzador jalisciense Humberto Castellanos que se había ganado un lugar en el cuerpo de inicialistas de Arizona, pero también sufrió una lesión que lo tiene fuera de la acción.
Presento clasificaciones, entre bateadores y lanzadores.
BATEADORES
- Alejandro Kirk, receptor de Azulejos de Toronto. 2. Isaac Paredes, infield de Rays de Tampa Bay. 3. Luis Urías, infield de Cerveceros de Milwaukee. 4. Alex Verdugo, jardinero izquierdo de Boston. 5. Ramón Urías, infield de Orioles. 6. Luis González, jardinero de Gigantes de San Francisco.
LANZADORES
- Julio Urías, lanzador de Dodgers de los Ángeles. 2. José Urquidy, lanzador de Astros de Houston. 3. Giovanny Gallegos, lanzador de relevo de Cardenales de San Luis. 4. Andrés Muñoz, relevista de Marineros de Seattle. 5. Luis Cessa, relevista de Rojos de Cincinnati. 6. Sergio Romo, relevista de Azulejos de Toronto.
El tijuanense Alejandro Kirk es el mexicano nativo más destacado en esta primera mitad de temporada de la Gran Carpa a tal grado que ha sido premiado por la afición para formar parte del Juego de Estrellas que tendrá como escenario nada más y nada menos que el Dodgers Stadium y lo que le dará una gran proyección. El carismático y joven receptor llega a media temporada con .310 de porcentaje de bateo, con 10 vuelacercas y 33 carreras producidas.
El segundo lugar es para el hermosillense Isaac Paredes que ha sorprendido gratamente a propios y extraños por su gran poder. El nacido en el popular barrio de La Mosca en la capital de Sonora se ganó los reflectores el pasado mes al conectarle 3 jonrones en un juego al pitcheo de Yankees, al día siguiente conectaría un jonrón más para sumar 4 en dos encuentros. Paredes que ha jugado la primera y la tercera base con Rays de Tampa Bay en 138 turnos al bat lleva 13 jonrones y 28 carreras remolcadas con un porcentaje de bateo de .246 milésimas. Ha conectado 1 jonrón en cada 10 turnos al bat de promedio.
En tercer sitio de los más sobresalientes ubicamos al jardinero izquierdo de Boston, Alex Verdugo con .253 de porcentaje de bateo con 6 jonrones, pero con 43 carreras producidas. Muy oportuno y productivo su bat.
En cuarto sitio el infield de Cerveceros de Milwaukee Luis Urías que ha participado en 58 juegos con 10 jonrones, 27 carreras remolcadas y .230 milésimas de porcentaje. Gran poder de este chamaco orgullo de Magdalena de Kino, Sonora.
En quinto el mayor de la familia Urías, Ramón, infield de Orioles que estuvo un mes fuera de actividad por lesión. Sus números: 6 vuelacercas, .234 porcentaje de bateo y 21 carreras impulsadas. Ramón este año se ha ganado la titularidad con Orioles dentro del cuadro.
En sexto lugar el novato de Hermosillo Luis González, que juega de jardinero, pero hace dos semanas pasó a la lista de lesionados, sin embargo, antes, había logrado ganarse la titularidad en el equipo grande; en 159 turnos al bat logró un promedio de .302 de porcentaje de bateo, con 3 jonrones y 24 carreras producidas. Llegó a ser el primer bat del line up de Gigantes.
LOS LANZADORES
Entre los lanzadores, me pregunto quién debe estar como el más sobresaliente, ¿Julio Urías o José Urquidy?. Si es por ganados y perdidos, estaría Urquidy que lleva 8-3, pero por efectividad, el de Culiacán considero que es el número 1, toda vez que su PCL es de 2.57 con un WHIP de 1.03, en 87.2 IP, 83 K y un record de 7-6, después de haberse ubicado con un negativo de 3-6, pero que no reflejaba el trabajo que Julio había logrado en el montículo al faltarle el apoyo de la ofensiva de Dodgers.
Con esta lógica el número 2 de lanzadores más sobresalientes es para el de Mazatlán que tiene 8-3 en ganados y perdidos con 4.08 en efectividad, 88.1 IP, 65 K y un WHIP de 1.27.
El número 3 es para el orgullo de Ciudad Obregón, Giovanny Gallegos cerrador de Cardenales de San Luis con 9 salvamentos, record de 2-3 en ganados y perdidos, 3.27 PCL, 33 IP, 40 K y 1.06 en WHIP.
El número 4 más sobresalientes de lanzadores es el relevista con bola de fuego Andrés Muñoz que viste el uniforme de Marineros de Seattle, ha subido a la lomita este año en 32 ocasiones con 1-3 en ganados y perdidos, 3.31 en efectividad en 32.2 IP, 51 ponches y 1.10 en WHIP.
En quinto lugar es el relevista de Cincinnati, Luis Cesa que ha lanzado en 31 juegos con 3-1 en ganados y perdidos, pero con una efectividad de 6.68 en 31 IP, 25K y un WHIP de 1.65.
Sexto el experimentado Sergio Romo que aterrizó recientemente con Azulejos de Toronto, ha visto acción en 22 juegos con 0-1 en ganados y perdidos y una efectividad por las nubes de 7.64 en 17.1 IP, con 14K y un WHIP de 1.42
Estas son las consideraciones que hemos hecho, hemos tratado de ser lo más objetivo posible. Se puede estar o no de acuerdo. Su opinión es la que importa.
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LOS PELOTEROS
Charros, el orgullo tapatío que sueña con la gloria

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Los Charros de Jalisco están sorprendiendo en los playoffs de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) 2025, emergiendo como un auténtico caballo negro.
Tras una temporada irregular, con rachas brillantes opacadas por caídas abruptas, lograron el sexto boleto a la postemporada con un cierre espectacular. Ahora, en las semifinales, están a un paso de la final de la Zona Norte, demostrando que tienen la garra para pelear por la Copa del Rey en el Centenario de la LMB.
En la primera ronda, Charros enfrentó al líder de la División Norte, Sultanes de Monterrey, un bicampeón que parecía imbatible. Con una ventaja de 3-0, los jaliscienses estuvieron cerca de barrer, pero Sultanes remontó y forzó un séptimo juego.
En el Palacio Sultán, Charros mostró temple y aseguró la serie 4-3, avanzando como un equipo transformado. Sultanes, gracias a su promedio, regresó como el mejor perdedor, prometiendo un posible reencuentro.
En las semifinales, Charros se mide contra Algodoneros de Unión Laguna en el Estadio Francisco I. Madero de Torreón. Lejos de la irregularidad de la temporada regular, el equipo exhibe un juego colectivo inspirado: todos corren, batean y fildean con precisión. El pitcheo, liderado por figuras como el guasavense Luis Armando Payán (suma 3 victorias en play-offs), el estadounidense Zac Grotz y el ocotlense Luis Iván Rodríguez, han sido clave.
En los primeros dos juegos contra Algodoneros, Charros dominó con victorias contundentes de 9-3 y 7-4, impulsado por el bateo explosivo de Willie Calhoun, Kyle Garlick y Mateo Gil, quien despertó de un slump con tres jonrones en la serie.
De regreso en el Estadio Panamericano de Guadalajara, Charros buscó barrer a Algodoneros con una ventaja de 2-0. El sábado, el guasavense Luis Armando Payán brilló en la loma, lanzando siete entradas magistrales, con siete ponches, tres hits y una sola carrera limpia, asegurando un triunfo de 8-1 que puso la serie 3-0.
Mateo Gil, apodado “el hijo del papá”, volvió a destacar, consolidándose como un motor ofensivo. La afición, respondiendo al llamado del mánager Benjamín Gil, llenó el estadio con cerca de 11,000 almas, un respaldo que refleja el orgullo tapatío por su equipo.
El domingo, sin embargo, Tláloc interrumpió la fiesta. El cuarto juego, con Algodoneros liderando 1-0 en el tercer inning, fue suspendido por lluvia, postergando la acción para el lunes.
A pesar de este contratiempo, Charros está a una victoria de la final de la Zona Norte, donde podría reencontrarse con Sultanes de Monterrey, un rival experimentado al que ya vencieron.
La serie promete ser un duelo de titanes, pero los jaliscienses han perdido el miedo y juegan con la confianza de un equipo destinado a hacer historia.
DIABLOS, GRANDES FAVORITOS
En el otro frente, los Diablos Rojos del México avanzan como favoritos al título. Tras barrer 4-0 a los Leones de Yucatán y tomar una ventaja de 3-0 sobre Pericos de Puebla con un triunfo de 13-6 el domingo, suman siete victorias en los playoffs de 2025, tras ocho en su campeonato de 2024. Su paso arrollador los perfila como el rival a vencer, con 17 gallardetes en su historia.
Una final entre Diablos y Charros sería un sueño para los aficionados, un choque de titanes que elevaría el béisbol en Guadalajara.
El esfuerzo de la directiva de la familia González Íñigo por mantener béisbol todo el año en Jalisco, con Charros compitiendo en la LMB (verano) y la Liga Mexicana del Pacífico (invierno), es digno de reconocimiento.
Sin embargo, la afición tapatía no ha respondido en verano como en invierno. Benjamín Gil, con su pasión característica, reclamó esta apatía, instando a los jaliscienses a llenar el Panamericano y apoyar al “gran equipo de Jalisco”.
La respuesta en la serie contra Algodoneros, con una entrada récord el domingo, muestra que el mensaje caló, aunque la lluvia frustró el clímax. Charros tiene la oportunidad de hacer historia. De eliminar a Algodoneros y superar a Sultanes, podría enfrentar a Diablos en una final épica. Guadalajara, única ciudad con béisbol profesional todo el año, merece vibrar con su equipo.
El llamado de Gil no es solo a llenar gradas, sino a ser parte de un legado. Que la afición tapatía se una a esta fiesta, empuje a Charros hacia la gloria y demuestre que Jalisco es la capital del béisbol mexicano.
LOS PELOTEROS
Un llamado a la grandeza de Benjamín Gil: “Hoy el gran equipo de Guadalajara es Charros”

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Benjamín Gil no es solo un manager de beisbol, es un líder que lleva la pasión por este deporte en la sangre y un amor profundo por Jalisco en el corazón.
Sus palabras, cargadas de sentimiento, no son un simple reclamo a la afición; son un grito de guerra que busca encender el alma de Guadalajara, una ciudad que tiene la oportunidad única de escribir su nombre en los anales del beisbol mexicano.
Los Charros de Jalisco, bajo la guía de Gil y el respaldo de la familia González Íñigo, están al borde de un logro histórico: ser campeones en verano y en invierno, un hito sin precedentes que puede cambiar el rumbo del deporte en México.
Pero este sueño no se construye solo en el diamante; se forja en las gradas, en el rugido de una afición que hace temblar el estadio y convierte cada juego en una experiencia inolvidable.
Tiene razón Gil cuando expresa que Guadalajara no es cualquier ciudad. Es la cuna del beisbol mexicano, la única en el país con dos equipos profesionales, uno en la Liga Mexicana del Pacífico y otro en la Liga Mexicana de Beisbol.
“Respeto a Chivas y Atlas, pero hoy el gran equipo de Guadalajara es Charros de Jalisco. Representamos a la gente tapatía, con su coraje, corazón y garra de trabajadores entregados. Guadalajara es única en México por tener dos equipos. Deberíamos ser la ciudad más beisbolera del país, pero en el estadio no lo demostramos”, expresó el timonel de Charros esta semana al solicitar el apoyo de la afición tapatía”.
Esta distinción debería traducirse en una afición inquebrantable, en estadios llenos de pasión, en un apoyo que se sienta desde el primer lanzamiento hasta la última jugada. Sin embargo, como Gil lo expresó con el corazón en la mano, la respuesta de la afición no ha estado a la altura.
En los juegos de play-off, el Estadio Panamericano, que debería ser una fortaleza inexpugnable, ha visto gradas con apenas 6 mil personas, mientras otras plazas del país reúnen a 15 mil o más por partido. Esta apatía duele, no solo al equipo, sino a todos los que creen en el potencial de Guadalajara para ser la capital indiscutible del beisbol.
A quienes critican desde la comodidad de los chats, a los que prefieren mirar hacia otras ligas o se pierden en la mezquindad de ignorar los logros de los Charros, les decimos: el beisbol es más que un juego, es unión, orgullo y comunidad.
Durante décadas, Guadalajara careció de un equipo profesional porque la afición no respondió. Hoy, gracias al esfuerzo de empresarios serios como la familia González Íñigo, los Charros son una realidad vibrante, un equipo que representa la garra, el coraje y el espíritu trabajador de esta gran ciudad.
No dejen que esta oportunidad histórica se desvanezca en el silencio. Este es el momento de despertar, Guadalajara. No se trata solo de llenar el estadio, sino de ser parte de un legado. Traigan a sus familias, vengan con sus amigos, griten por cada batazo, celebren cada out.
Hagan que los Charros sientan que no están solos en esta batalla épica. Que el Estadio Panamericano se convierta en un volcán de pasión, donde los rivales teman jugar y los jugadores se sientan invencibles. No esperen a la final para unirse a la fiesta; sean parte de ella desde ahora, desde esta serie, desde este preciso instante.
Guadalajara, esta es tu hora de brillar. Demuestra que eres la afición más grande, la más leal, la que nunca se rinde. Los Charros son el reflejo de tu carácter, de tu lucha, de tu grandeza. No dejes que te lo cuenten.
¡Vive la historia, sé parte de la leyenda! Que el próximo juego marque el inicio de una fiesta que resuene en todo México. ¡Arriba los Charros, arriba Guadalajara!