OPINIÓN
Los abusos del poder; el caso Nancy Gómez

Luchas Sociales, por Mónica Ortiz //
Jalisco sin institucionalidad, con fiscalías al servicio de acosos, venganzas y ajustes absurdos; así fue que durante la semana una ex ministerio público fue detenida por elementos de la fiscalía anticorrupción en un exagerado y desmedido operativo, la mujer quién iba en compañía de su menor hija, denunció al momento vía redes sociales lo que sucedía y consiguió una gran difusión local y nacional, lo que mantuvo el pusilánime evento en tendencia, observación y movimiento mediático, la historia de Nancy Gómez y su lucha a favor de la denuncia contra la corrupción de las fiscalías de la entidad, ha dejado claro que estás son deliberadamente manipuladas para combatir posibles amenazas contra el propio gobierno local o grupos de poder.
Resulta incompresible, advertir mediante un par de twittees lo que sucedía durante la detención del ex ministerio público que había denunciado con anterioridad a las autoridades y a la sociedad de manera abierta su caso, por el manejo corrupto de la Fiscalía durante su desempeño como MP, consecuencia inclemente de la víctima denunciante de acoso laboral y corrupción, fue detenida como un delincuente, en un desatinado uso de recursos y elementos de la Fiscalía Anticorrupción excesivo con el fin de intimidación, dejando asentado que las prioridades de las fiscalías, nos son nada claras ni congruentes, ¿cuántos procesos están cómodamente estancados, en las fiscalías de graves delitos?.
En este sentido, habrá que analizar que en Jalisco la actividad de la denuncia abierta es un riesgo, no obstante, de vivir todos los días el abuso y el miedo de una sociedad sordomuda a la violencia de género en todos sus escenarios, también debemos observar el terror que viven las mujeres que levantan la voz y que dicen no al silencio o la resignación de lo que culturalmente es normal.
Sin embargo la valentía de quiénes en busca de la dignidad humana y el señalamiento directo de la violencia, la impunidad y la corrupción emprenden un camino al activismo social, dejará sin duda grandes ejemplos benéficos, debiendo advertir la importancia del respeto a los derechos humanos y al uso correcto de poder, siempre en favor de la sociedad que se gobierna.
Jalisco, no vive precisamente un momento mágico de estado de derecho, sino un abrumador abuso de poder, incluyendo el uso de instituciones a favor de la contención, el acoso y sometimiento. Nancy Gómez no es la única mujer en Jalisco que se enfrenta a todo un aparato político gubernamental, para rescatar la dignidad humana, combatiendo en voz alta contra la impunidad y la corrupción; la violencia de género en muy alta y lastimosamente visible en nuestros gobiernos y autoridades, las activistas locales tienen actualmente una guerra férrea contra quienes ostentan poder político, gubernamental o social, evidente al final debe apreciarse como una lucha necesaria que imprima un precedente valiente, sobre el costo de la denuncia.
Es un hecho que la sociedad ya no está dispuesta al silencio, se incrementa la cultura de la denuncia y la exigencia de labores transparentes y apegadas a sus obligaciones como gobierno y autoridad; el activismo en México implica fortaleza y ausencia de miedo, pero deja grandes resultados de lucha, es necesario para acabar con los abusos y los excesos, es indispensable para generar el respeto a la dignidad humana, por lo que todas aquellas mujeres que todos los días salen a mantener su lucha contra sus intimidadores y agresores son las que conservan la esperanza de vivir en una sociedad libre y de absoluto respeto a las personas, no deben quedarse solas, tiene que ser escuchadas y percibidas, más no utilizadas para fines distintos y contrarios a sus querellas.
Que las instituciones y sus grandes aparatos operacionales, no sean utilizados en contra de las víctimas denunciantes, nunca se debe invertir el papel, los protectores contra las víctimas, habrá que entender que esta sociedad está despierta, tiene manera de comunicarse de forma asertiva, oportuna e inmediata; la corrupción y la impunidad cada vez son más expuestas y deben ser directamente señaladas, para lograr un cambio social, político y gubernamental que implique el respeto a las personas y la ausencia de violencia, al final es lo que dejaremos a las siguientes generaciones, gobiernos capaces de cumplir con sus funciones, lejos de las violencias y las simulaciones, dedicados a sus labores de cara a la sociedad con absoluta vocación y honestidad.
JALISCO
Producción de maíz en caída libre

– Opinión, por Gerardo Rico
Con la promesa que el próximo 27 de octubre tendrán respuesta oficial a sus peticiones de aumento al precio de la tonelada de maíz, a 7 mil 200 pesos por tonelada, productores de este grano en Jalisco y diferentes Estados de la República advirtieron que de no obtener respuesta favorable bloquearán nuevamente las carreteras del país.
“Ahora que China dejó de comprar maíz a Estados Unidos, este país quiere acomodar su producción a cómo dé lugar en México y en todo el mundo. De ahí que es notorio el incremento de importación de maíz en los últimos años y eso no nos favorece a los productores mexicanos”, señala René Beas, veterano dirigente y luchador social del agro en Jalisco, con quien conversé sobre el tema. Advierte que si no hay respuestas favorables en la fecha acordada con la Secretaría de Gobernación, además de carreteras, podrían bloquear el Aeropuerto Internacional de Guadalajara.
Los productores de maíz en México enfrentan problemas graves como el cambio climático -sequías e inundaciones-, el aumento de los costos de producción -insumos como fertilizantes y combustible-, la competencia desleal del maíz importado y la falta de apoyos gubernamentales efectivos para la productividad, incluyendo la desaparición de programas de financiamiento y comercialización.
Estas dificultades originaron una caída en la producción nacional, obligando a los agricultores a enfrentar precios bajos, bajos rendimientos y, en muchos casos, a abandonar sus actividades. El impacto limitado de programas claves para el apoyo al campo es uno de los factores que merman cada vez más la producción de alimentos en México, al grado de que para este 2025, especialistas prevén que se obtengan las peores cosechas, con niveles de emergencia en granos, especialmente los que son históricamente más consumidos por los mexicanos.
En 2018, la producción de maíz en México fue de aproximadamente 27.1 millones de toneladas, según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP). Esta cifra representa un descenso con respecto a años anteriores, pero fue el punto de partida para un periodo de baja en la producción en los años recientes. Para el 2024, apenas llegó a poco más de 23.6 millones de toneladas. Y la tendencia sigue a la baja.
“En los últimos 10 años, México pasó de ser el cuarto productor a nivel mundial, a ser el séptimo; además, para el 2025 seremos el importador más grande en cuanto a maíz se refiere”, advierten especialistas del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA). Y sí, entre enero y agosto de este año se registró una compra acumulada récord de este grano básico para la población mexicana, tanto en volumen como en valor, revelan datos oficiales.
Cifras de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), recopilados por el GCMA, confirmaron que en los primeros ocho meses del año se han importado 16 millones 800 mil toneladas de maíz, cifra sin precedente para un periodo similar y 0.8 % superior a las 16 millones 200 mil toneladas de un año antes.
En lo que se refiere a valor, las compras internacionales de maíz, principalmente amarillo y transgénico desde Estados Unidos, representaron un desembolso de 3 mil 573 millones de dólares, 2.4 por ciento más en comparación con los 3 mil 488 millones de dólares de igual lapso de 2024.
AY JALISCO…
Jalisco produjo poco más de 3 millones 945 toneladas de maíz grano, según datos recientes, adicionalmente es el principal productor nacional de maíz forrajero -destinado al consumo animal-, con aproximadamente 4 millones de toneladas en 2024. René Beas considera que más del 90% de productores maiceros en nuestro Estado están en números rojos, “cada vez se paga menos por cada tonelada de maíz que se produce”.
“A nosotros los productores nos quieren pagar por debajo de los cinco mil pesos la tonelada, teniendo costos por arriba de 50 mil y rendimientos por debajo de ocho toneladas. Con el comienzo de importar maíz transgénico, estamos destinados al fracaso”, precisa.
Pero aquí se presenta otro fenómeno: tan solo el año pasado se tiene registro que el 30% de los agricultores de maíz en Jalisco dejaron de sembrarlo para plantar agave y otros cultivos. El problema que enfrentan miles de productores maiceros en Jalisco y a nivel nacional desafortunadamente tiende a empeorar con el riesgo de incremento a la importación de maíz transgénico en el marco de las negociaciones que vienen del T-MEC.
No existe un número exacto de productores de maíz en nuestro Estado, pero se estima que hay alrededor de 19 mil ,657 unidades de producción agropecuaria, de las cuales un porcentaje significativo se dedica al cultivo de maíz.
La producción de maíz es muy importante en México por su importancia alimentaria, es la base de la dieta nacional y de más de 600 platillos tradicionales como tortillas, tamales y atole. “Es muy fácil de resolver, si las grandes empresas acaparadoras de maíz en México otorgan un peso de subsidio por tonelada y los gobiernos estatal y federal 50 centavos cada uno, le aseguro que se acaba el problema de miles de maiceros”, precisa Renés Beas.
CULTURA
Entre la traducción y la creación: Dulce María Zúñiga, cuatro décadas de letras y docencia

– Conciencia en la Cultura, por Luis Ignacio Arias
En el marco del 4to Coloquio de Escritoras se rindió homenaje a la doctora Dulce María Zúñiga por su trayectoria como escritora, ensayista, promotora cultural, docente y directiva, pero sobre todo como traductora, su gran pasión.
Gracias a esta faceta ha recorrido el mundo y ha tenido contacto con escritores e investigadores como el Nobel de Literatura 2025 László Krasznahorkai, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, José Saramago y Tzvetan Todorov; pero, sobre todo, se ha convertido en la traductora del escritor italiano Ítalo Calvino, su mayor influencia e inspiración.
La ceremonia se realizó en la Biblioteca Octavio Paz y fue presidida por Ruth Escamilla Monroy, jefa del área de Lengua y Literatura de la Secretaría de Cultura Jalisco, acompañada de Carmen Villoro, escritora y directora de la biblioteca. Villoro recordó que “entre la traducción y la traición hay una línea muy delgada, ya que los traductores caminan por las líneas de una novela infinita”, corriendo el riesgo de perderse y traicionar la obra original. En el caso de la doctora Zúñiga ha sabido adaptar a nuestro idioma lo que el autor plasmó en su lengua. Tras la intervención de ambas presentadoras, fue turno de la homenajeada para tomar la palabra.
Nacida en Culiacán, Sinaloa, Dulce María comentó: “yo me escudo detrás de que como no sé escribir ficción, pues escribo crítica o traduzco lo que los otros escriben, pero es una labor modesta, muy modesta, pero a la vez es algo que impulsa y mueve y trae a esta lengua a otros autores”. Posteriormente, recordó su paso por la Biblioteca Octavio Paz como administradora bajo la dirección del escritor Fernando del Paso “nunca he vuelto a tener un jefe como él”.
Sobre su infancia, la doctora comentó: “no podría decir cuándo decidí dedicarme a escribir literatura… en mi casa había libros, pero de esoterismo y ciencias ocultas, pero no de literatura”. Su madre, doña Paulina, decidió mudar a la familia a Guadalajara, y en una casa de la calle España, en la Colonia Moderna, fue donde encontró una edición de La Celestina, de ella recuerda “No entendí casi nada, lo confieso y lo recuerdo; sin embargo, me gustó la sensación de estar conectada con una voz lejana que narraba algo y me obligaba a imaginar espacios y personajes que se concretaban para mí en esos momentos de soledad frente al libro”.
Potenciado por su carácter tímido, que le dificultaba relacionarse con las personas, incluso con su familia, encontró en la lectura el refugio y una vocación. En 1980, al terminar la preparatoria, viajó a Montpellier, Francia, para estudiar en la Universidad Paul Valéry, donde cursó la licenciatura, maestría y especialización en Estudios de Lenguas Romances.
Ahí conoció al escritor Franc Ducros, quien, además de ser su director de tesis del doctorado, se convirtió en su amigo entrañable. Gracias a esta amistad, Ducros viajaba cada año a Guadalajara para dar conferencias sobre diversos temas. Fruto de estas conferencias nació el libro Claves poéticas de la Divina Comedia, traducido por la doctora Zúñiga.
Sobre su etapa en Montpellier Dulce María recuerda “en Francia aprendí a leer con método y a analizar textos con bases teóricas” lo que le permitió, a su regreso a Guadalajara, ingresar como docente en la Universidad de Guadalajara y, años después, al Centro de Estudios Literarios de la Facultad de Filosofía y Letras como investigadora.
De Ítalo Calvino se ha traducido: Cartas a Chichita 1962-1963, así como He nacido en América, un optimista en América y Marcovaldo. Aunque no pudo conocer al escritor en vida, formó una amistad con Esther Judith Singer, conocida como Chichita Calvino, viuda del escritor. La relación inició cuando Chichita leyó la traducción de Cartas a Chichita, la cual consideró la mejor traducción que se ha hecho de la obra del escritor italiano. Así fue como Chichita la invitó a traducir los siguientes libros de Calvino en la editorial española Siruela.
A lo largo de su trayectoria ha coincidido con autores tan diversos como Todorov, Umberto Eco, José Saramago, László Krasznahorkai y Luisa Valenzuela. Con ellos y con todos los autores que admira no habla de literatura, sino de las cosas sencillas de la vida.
Amante de su trabajo, con 39 años en la UdeG, actualmente es rectora del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, coordinadora de la Cátedra Julio Cortázar y de la Cátedra Primo Levi además de directora de la asociación civil que entrega el Premio FIL de literatura en lenguas romances.
Para finalizar agradeció a su esposo, a sus hijas e hijo, su familia y sus nietas, pero sobre todo a su madre, Doña Paulina, en el momento más emotivo de la noche, donde sus emociones se escaparon no a través de sus palabras, sino en su voz entrecortada, a la cual no le permitió romperse, pero que dejó muestra de pertenecer a una mujer de familia, que ama y crea.
Este coloquio se lleva a cabo en el marco del Día de las Escritoras, que se celebra el lunes más cercano al 15 de octubre, fecha que coincide con la festividad de Santa Teresa de Jesús, considerada una de las grandes autoras de la literatura mística y espiritual en lengua española.
Esta conmemoración surgió como iniciativa de la Biblioteca Nacional de España y otras instituciones para visibilizar y compensar la discriminación histórica de las mujeres en la literatura. Desde 2022, la Secretaría de Cultura de Jalisco se unió a este movimiento.
NACIONALES
Vecinos y socios: Entre visas y desigualdad, la otra frontera entre México y Estados Unidos

– Opinión, por Pedro Vargas Ávalos
Los Estados Unidos Mexicanos, —-nombre oficial de nuestra nación—, comúnmente conocida como México, tienen una relevante relación con su vecino del norte, los Estados Unidos de Norteamérica, sencillamente Estados Unidos (EEEUU) y vulgarmente identificado con el alias de “Tío Sam”.
Para darnos idea de esa intensa conexión, diremos que en ese país residen alrededor de cuarenta millones de mexicanos, —muchos de ellos maltratados, acosados y explotados— en tanto que en la tierra azteca habitan entre 1.5 y 1.6 millones de estadounidenses, de los cuales cerca de 800,000 tienen calidad migratoria matriculada y los demás viven entre nosotros de modo irregular, pero muy apapachados y generalmente sin restricciones.
Por cierto, en Jalisco, tenemos núcleos de vecinos gringos muy numerosos, destacando Chapala (en su ribera y el pueblo mágico de Ajijic) y el paradisíaco Puerto Vallarta, los cuales disfrutan a sus anchas nuestro clima y nuestra hospitalidad.
Por lo que ve a los trabajos que desempeñan la mayoría de los compatriotas en tierras del Tío Sam, son de señalar el ramo agrícola, el restaurantero, la construcción, el ámbito manufacturero, el de alojamiento y los servicios incluyendo las tareas en ventas minoristas, así como el cuidado y la asistencia social.
En cuanto a la economía, las transacciones entre los dos países son extraordinarias, a tal grado que México es ya el primer socio comercial de Estados Unidos, superando a Canadá y China. Y esto no es de ayer, sino que se ha mantenido por varios años, impulsada dicha economía, por el dinamismo comercial de ambas naciones del norte, su proximidad geográfica, recalcando cadenas de suministro como las que imperan en el sector automotriz y el renglón manufacturero.
Debido a lo anterior, es que haya la imperiosa necesidad de tramitar visas por los habitantes de entrambas naciones vecinas. Este documento regulatorio es la autorización que el gobierno de un país otorga a una persona extranjera para ingresar a su territorio con un propósito concreto: turismo, trabajo, estudio y hasta inversión o residencia. Ordinariamente, puede consistir en un sello en el pasaporte, pero en el caso de los colindantes norteños, es todo un documento que denominamos para distinguirlo de la visa de otros Estados, “visa norteamericana”.
Desde luego que, si de clases de visas hablamos, los EEUU tienen dos principales: para inmigrantes y para no inmigrantes: Cada una de estas categorías se subdivide en múltiples tipos, como visas de trabajo, visas de visitante, etc., etc., según se acredite a los ojos escrutadores de los oficiales consulares, los cuales laboran en alrededor de nueve oficinas que pueden expedir esos documentos en nuestra república mexicana.
Cada año, y especialmente cada vez que hay nuevo presidente de Estados Unidos, suelen modificar sus administraciones los requisitos para expedir visas norteamericanas. Y podemos afirmar que cada vez son mayores esos requerimientos, comenzando con su elevado costo: hasta septiembre de este año de 2025, costaba $185 dólares, y a partir de octubre, se elevó a la cantidad de $435 dólares, advirtiendo que pagar tal suma -por elevada que sea- no garantiza se otorgue la visa, sino solo tener una cita en el consulado de EU para gestionarla; si no se concede, no hay devolución alguna.
Los oficiales consulares son penetrantes indagadores y si sospechan que el solicitante no es apto para visitar EU, niegan la autorización respectiva: ellos suelen creer que muchísimos mexicanos utilizan la visa de turista para quedarse a trabajar en el país de las barras y las estrellas, lo cual en no pocas ocasiones así es, pero esa característica es típica de todos los pueblos.
Tanto nuestra nación como la de los gringos, son grandes potencias turísticas. De allí que tengan que expedir visas de ese ramo. Sin embargo, ni costos ni tratos son recíprocamente igualitarios. Para los mexicanos es todo un calvario obtener la tarjeta o visa americana, dificultosa, tarda y onerosa, mientras que, para los visitantes yankis, todo es facilidad y baratura.
Un grave problema para los viajeros de México hacia el extranjero (EU o cualquier otro destino internacional) es que muchas líneas aéreas, hacia los cuatro vientos, despegan de territorio estadounidense y, por lo tanto, se exige la visa correspondiente.
De no tenerse, debe hacerse costosísimo y largo rodeo. La cuestión se agrava si lo que se desea es realizar algún viaje crucero, o sea en barco, ya para conocer lugares caribeños, centroamericanos o del lejano viejo mundo: todos los puertos de salida están domiciliados en Estados Unidos.
Hasta hace tres o cinco años, de México salían esos cruceros, siendo los más típicos apostaderos Cozumel o Puerto Progreso, cercas de Mérida. Pero aduciendo precaria infraestructura portuaria, dizque insuficiente para los grandes barcos, la siempre nociva burocracia política, la inseguridad y la implementación de nuevos impuestos encarecedores del turismo, pero sobre todo el interés de las navieras en otros puertos, se acabaron las salidas desde nuestros mares. Eso sí, muchos puntos de gran turismo siguen siendo visitados por los cruceros: Cancún y Puerto Vallarta son ejemplo de ellos.
Existen programas en diversas naciones, para que, sin necesidad de visa, se pueda transitoriamente entrar en los países que los practican. México tiene un programa y no es difícil utilizarlo. Los Estados Unidos también lo poseen, le llaman el Programa de Exención de Visa (VWP por sus siglas en inglés: Visa Waiver Program), administrado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en consulta con el Departamento de Estado.
Por medio de este sistema, se permite a las personas de países designados viajar a los Estados Unidos para estadías de hasta 90 días sin visa. A cambio, esos países deben permitir que los ciudadanos y los nacionales estadounidenses viajen a sus países por un período de tiempo similar sin una visa con fines comerciales o turísticos. El programa fue creado en 1986.
La pregunta que se hace el mexicano es por qué ese sistema, convertido en una especie de mutualidad con muchos de los aliados más cercanos de Estados Unidos, no incluye a México, el principal socio comercial de ese país, su vecino y la nación con más connacionales residiendo en dicha potencia, además de otorgarles a los ciudadanos de EU un trato preferente.
La respuesta debemos buscarla, ya sea porque nuestros gobiernos no se han preocupado por ser parte de ese grupo de naciones (entre ellas España, Alemania, Francia, Italia, Portugal, Reino Unido, Grecia, Hungría, Irlanda, Países Bajos, Polonia, Suecia, Suiza y Chile).
O la segunda contestación, es porque fieles a su frase de que “Estados Unidos no tiene amigos, sino socios”, nosotros solo les convenimos de agremiados desiguales, en cuyo caso -contrariando la fraternidad y sentido solidario-la desconfianza es común denominador para regular nuestros vínculos.
OPINIÓN
Equilibrio entre lo humano y lo tecnológico: Liderazgo en la era de la inteligencia artificial

– Actualidad, por Alberto Gómez R.
En el panorama empresarial actual, marcado por la disrupción tecnológica de la Inteligencia Artificial (IA), los líderes organizacionales enfrentan una paradoja fundamental: gestionar la eficiencia operativa que aporta la automatización mientras cultivan las cualidades esencialmente humanas que la tecnología no puede replicar. Contrario a la creencia popular de que la IA volverá obsoletas las habilidades directivas, la realidad es que las está redefiniendo.
Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) concluye que «la transformación, y no la sustitución, es el resultado más probable» del impacto de la IA en el empleo. Este escenario exige un nuevo tipo de líder, uno que no solo comprenda el lenguaje de los datos y los algoritmos, sino que también posea la agilidad emocional, la creatividad y la visión estratégica necesarias para guiar a sus equipos y organizaciones en un futuro incierto.
LAS HABILIDADES HUMANAS EN LA ERA IA
El pensamiento analítico y crítico se erige como el antídoto fundamental contra la automatización indiscriminada. En un mundo inundado de información y soluciones algorítmicas, la capacidad de interpretar, contextualizar y cuestionar los insights generados por la IA se ha convertido en la habilidad reina.
El Foro Económico Mundial (WEF) sitúa al pensamiento analítico en el primer lugar de las competencias más demandadas para 2025, con un 69% de las empresas priorizándolo. Si bien la IA puede procesar millones de datos en segundos, el juicio humano es insustituible para aplicar esos conocimientos de manera estratégica y ética.
Los líderes deben cultivar esta habilidad para hacer las preguntas correctas a las herramientas de IA, detectar sesgos en los resultados y tomar decisiones finales basadas en una combinación de datos y criterio experiencial. Es la fusión entre la capacidad de cálculo de la máquina y la perspicacia humana la que genera una verdadera ventaja competitiva.
Contrario a lo que muchos temen, la creatividad no ha sido suplantada; se ha reposicionado. Según LinkedIn, los profesionales con un alto nivel de pensamiento creativo tienen un 30% más de probabilidades de ser promovidos. La IA generativa, lejos de acabar con la creatividad, puede convertirse en un aliado para potenciarla, siempre que esté dirigida por una mente humana innovadora. Borja Castelar, autor de «Power Skills», afirma que la creatividad «va a ser mejor pagada que nunca» en la era de la IA.
El rol del líder, por tanto, es fomentar una cultura donde se premie la experimentación, se tolere el fracaso como parte del aprendizaje y se desafíen continuamente los modelos mentales establecidos. En un mercado saturado de soluciones similares, la capacidad de imaginar futuros disruptivos y conectar ideas aparentemente inconexas es lo que marcará la diferencia.
La automatización de tareas repetitivas ha puesto en evidencia que las habilidades más difíciles de codificar son las interpersonales. Un estudio de Harvard Business Review reveló que los empleados con alta inteligencia emocional tienen un 47% más de productividad y un mejor desempeño en roles de liderazgo. En un entorno donde la IA puede generar informes o código, la capacidad del líder para conectar emocionalmente con su equipo, entender motivaciones profundas y gestionar conflictos se vuelve primordial.
Castelar anticipa que la IA generará un futuro corporativo incierto, un panorama que exigirá un desarrollo excepcional de la inteligencia emocional para gestionar el miedo al cambio y la ansiedad laboral. El líder del mañana es, ante todo, un gestor de experiencias y culturas, roles para los que la empatía y la escucha activa son la base.
El conocimiento técnico tiene una fecha de caducidad cada vez más corta. El Foro Económico Mundial estima que, para 2025, el 50% de los trabajadores necesitará recapacitarse. En este contexto, la curiosidad intelectual y la capacidad de aprender constantemente dejan de ser opcionales para convertirse en un requisito fundamental para la supervivencia laboral.
Los líderes deben ser los primeros en adoptar esta mentalidad, dedicando tiempo de forma deliberada a aprender sobre nuevas tecnologías, tendencias de mercado y, por supuesto, sobre el propio funcionamiento y las implicaciones de la IA. Castelar recomienda desarrollar el hábito de dedicar un tiempo diario o semanal para aprender algo nuevo y leer, ya que en la era de la IA «el aprendizaje autodidacta tendrán un gran valor». Un líder que deja de aprender es un líder que se queda obsoleto.
No se espera que los líderes se conviertan en científicos de datos, pero sí que comprendan el lenguaje y las posibilidades de la tecnología. La alfabetización tecnológica es la habilidad que permite a un directivo dialogar con sus equipos técnicos, evaluar propuestas tecnológicas y anticipar el impacto estratégico de la IA en su sector.
Business Insider reporta que las vacantes que requieren competencias tecnológicas básicas crecen un 30% más rápido que el resto. Esta alfabetización incluye entender conceptos fundamentales de IA y big data, no para codificar modelos, sino para gestionar proyectos, asignar recursos y tomar decisiones informadas sobre su implementación. Es la capacidad de traducir el potencial tecnológico en valor de negocio.
TRANSFORMACIÓN ORGANIZACIONAL
La implementación de la IA no puede ser improvisada ni dejarse en manos de la experimentación individual. Una encuesta global de McKinsey revela que, si bien el 91% de los empleados ya usa IA generativa en su trabajo, solo el 13% de las empresas han implementado múltiples casos de uso de manera estructurada. Esta brecha representa una enorme oportunidad perdida.
Para capturar el valor de la IA, las empresas deben reinventar su modelo operativo, traduciendo la visión en valor concreto. McKinsey sugiere un enfoque basado en dominios específicos (como marketing, desarrollo de software o servicio al cliente), lo que permite una transformación de extremo a extremo que integra múltiples casos de uso dentro de un flujo de trabajo único. Por ejemplo, en el área de desarrollo de software, la IA puede acortar los plazos de ideación a prototipo de meses a días, pero esto requiere cambios en todo el ciclo de vida del producto.
En este contexto de transformación acelerada, se hace imprescindible incorporar expertos profesionales en planeación prospectiva estratégica y gestión de la innovación dentro de los equipos de liderazgo. Estos especialistas aportan metodologías sistemáticas para anticipar escenarios futuros, identificar tecnologías disruptivas emergentes y diseñar rutas estratégicas para surfear la ola del cambio en lugar de ser arrastrados por ella. Su contribución resulta invaluable para navegar la complejidad actual, donde las discontinuidades tecnológicas pueden reconfigurar industrias enteras en cuestión de meses.
La planeación prospectiva permite a las organizaciones moverse de la reactividad a la proactividad, construyendo futuros deseables en lugar de simplemente adaptarse a los cambios cuando estos ya son inevitables.
La estrategia de IA de una organización solo es tan sólida como el talento que la ejecuta. Abordar la brecha de habilidades requiere un enfoque dual: recapacitación del personal existente y adquisición de nuevo talento especializado. Es fundamental invertir en la formación de los empleados para que comprendan cómo funciona la IA y cómo puede beneficiar su trabajo, lo que ayuda a reducir la resistencia al cambio.
Simultáneamente, la demanda de expertos en IA y big data sigue batiendo récords; un medio reportó que 1 de cada 4 ofertas en TI está relacionada con la IA, y casi la mitad de estas vacantes no se cubren por falta de talento calificado. Las empresas deben, por tanto, crear programas de formación continua internalizados y asociarse con instituciones educativas para asegurar un flujo constante de profesionales con las competencias técnicas y humanas requeridas.
Uno de los mayores impedimentos para la adopción de la IA no es técnico, sino cultural. Los empleados a menudo temen que la IA haga su trabajo redundante. Las empresas deben abordar estas preocupaciones ofreciendo formación y destacando cómo la IA puede aliviar la carga de tareas repetitivas, permitiendo que el personal se enfoque en actividades más significativas. Para superar estas barreras, es necesario fomentar una mentalidad abierta a la innovación, comunicando claramente cómo la IA complementa el trabajo humano en lugar de reemplazarlo.
Esta cultura debe ir acompañada de un marco ético robusto que garantice el uso responsable de la tecnología, previniendo sesgos algorítmicos y protegiendo la privacidad de los datos. La gobernanza ya no es un accesorio, sino una parte fundamental de la estrategia.
La IA generativa tiene el potencial de actuar como «tecnología de entrada» para todas las demás transformaciones digitales. Su integración exitosa exige repensar los procesos y, en muchos casos, la propia estructura de la organización. Por ejemplo, en el ámbito del marketing, la IA puede romper los silos entre los equipos creativos y analíticos, exigiendo una colaboración más estrecha y multidisciplinaria.
De manera similar, en el servicio al cliente, los humanos empoderados por agentes de IA generativa trabajarán más estrechamente con los equipos de producto y experiencia del cliente. Los líderes deben estar dispuestos a desmantelar barreras internas y rediseñar flujos de trabajo heredados que frenan la agilidad y la sinergia entre humanos e inteligencia artificial.
HACIA UN LIDERAZGO HÍBRIDO
El mercado laboral de 2025 no busca solo técnicos ni solo humanistas, sino líderes que combinen ambas dimensiones. La travesía hacia un liderazgo efectivo en la era de la IA no consiste en elegir entre lo humano y lo tecnológico, sino en integrar ambos dominios de manera sinérgica y estratégica. Como bien señala Borja Castelar, «suena irónico, pero el futuro con IA va a ser más humano que nunca». Los líderes que triunfen serán aquellos que, armados con un pensamiento analítico agudo, una creatividad desbordante y una empatía profunda, sean capaces de orquestar el potencial de la IA para amplificar, y no suplantar, el talento humano.
La incorporación de expertos en prospectiva estratégica e innovación se convierte en un componente crítico para anticipar y capitalizar las disrupciones tecnológicas, permitiendo a las organizaciones no solo adaptarse al cambio sino liderarlo. Las organizaciones que apoyen este nuevo perfil de líder, mediante una transformación holística que incluya estrategia, talento y cultura, no solo se mantendrán vigentes y competitivas, sino que estarán definiendo el futuro del trabajo y la industria en las próximas décadas.
La inversión en el desarrollo de estas habilidades críticas y en la transformación organizacional no es un gasto, sino el mejor seguro para la relevancia futura en un mundo impulsado por la inteligencia artificial.