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MUNDO

Los odios en la era del COVID: Las visiones entre blanco y negro se apoderan de México y el mundo

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Política Global, por Jorge López Portillo Basave //

Expresión objetiva, modulando nuestra subjetividad. Ser objetivo dentro de nuestra subjetividad individual al compartir información que se ve impregnada por nuestras ideas particulares es muy difícil, pero quienes se dedican a difundir información tienen el deber de resguardar la objetividad e informar a sus interlocutores cuando la opinión se mezcla con las noticias que difunden, de lo contrario la información pierde valor objetivo y el lector se ve afectado por una realidad distorsionada.

En contraste quien emite su opinión como tal sobre hechos particulares tiene y debe gozar del derecho a expresarse sin que dicha manifestación de ideas le cause mayor daño, salvo en los casos en los que violente garantías y derechos de terceros afectados.

Los ciudadanos debemos estar atentos para resistir la ola de desinformación y de bloqueo noticioso que se está dando a nivel mundial por bloques ideológicos que de una u otra forma sabotean los datos para desacreditar a sus contrapartes. Pasando de la libertad de expresión al autoritarismo.

Me gustaría decir que es un tema de derecha o de izquierda pero no es así, es un tema de todos contra todos en una era en la que las redes sociales son el único vehículo por medio del cual las personas se están reuniendo a comentar temas de interés para evitar los riesgos del COVID19.

Seamos cuidadosos con la información que recibimos, pero también con la que desechamos y con el bullying o acoso que le hagamos a los que opinan distinto, porque podríamos afectarnos a nosotros mismos, al privarnos de conocer datos u opiniones que nos permitan enriquecernos intelectual y materialmente. Hay muchas oportunidades de cultura, de amistad y de negocio que se desarrollan entre personas de distintas ideologías o pensamientos.

Quiero aprovechar la oportunidad para agradecer a los editores de este medio por mantenerse al margen de las opiniones y permitir pluralidad de ideas, únicamente exigiendo que los hechos o datos que aquí se expresan sean reales y no distorsiones para avanzar una ideología como lo hacen muchos medios en la actualidad, que con el fin de cumplir una narrativa muy alejada del deber periodístico de reportar hechos concretos separando opinión de realidad dan rienda suelta a campañas de desinformación.

En este medio y en este espacio usted puede leer datos reales y opiniones plurales siempre con libertad de expresión y enfoques que buscan desafiar al conocimiento convencional, invitando al lector a despertar su curiosidad acerca de los temas abordados y cualquier otro que llegue a sus manos.

ACUSAN AL NEW YORK TIMES

Bari Weiss, ex directora editorial de la sección de Opinión Editorial del afamado medio estadounidense The New York Times presentó una extensa y muy elocuente carta de renuncia que se puede consultar en www.berweiss.com. La también escritora y líder feminista hizo acusaciones muy delicadas y serias en contra de sus superiores y colegas. Su separación se da en medio de un ambiente muy convulsionado y dividido en la historia del periodismo mundial en el que las redes sociales como Twitter podrían ser también llamadas “navajas sociales”.

La editora se comportó como una periodista de centro, abriendo el espacio editorial del “Times” a personajes de cualquier ideología incluyendo a minorías o pensadores controvertidos tanto de derecha como de izquierda, cristianos, musulmanes o ateos.

Parece que su amplitud de criterio en donde buscaba la confrontación de ideas para enriquecer el criterio del lector, fue lo que le causó más daño según sus propias declaraciones, “las lecciones acerca de la importancia sobre entender a otros (…) La necesidad de resistir actitudes de tribu y la centralidad del libre intercambio de ideas en una sociedad democrática, no han sido aprendidas (…) Un nuevo consenso ha emergido en la prensa, pero tal vez especialmente en ente medio -NYT-, en el que La Verdad no es un proceso que se descubre de manera colectiva, sino una que conocen unos cuantos iluminados cuyo trabajo es informar -educar- a los demás”.

«He sido constantemente acosada, insultada y llamada, racista, nazi y mentirosa por mis compañeros de trabajo. La ética y conducta de la plataforma -Twitter- se han convertido en la propia del periódico (…) Las historias son seleccionadas y descritas para satisfacer a esa pequeñísima audiencia (…) Siempre pensé que el periodismo estaba a cargo de escribir la primera versión sin pulir de la historia pero ahora parece que la propia Historia –de la Humanidad-, es algo efímero que debe moldearse para satisfacer una narrativa predeterminada. El periódico se ha convertido en un ambiente contraliberal…Algunos compañeros insistieron en que yo debía dejar el periódico para que éste fuese verdaderamente incluyente, mientras que otros ponían emojis con figuras de hachas junto a mi nombre acosándome e insultándome en Twitter sin temor a ser sancionados, lo que nunca sucede”, denunció la periodista Weiss. Los extremistas tanto de derecha como de izquierda recientemente han exhibido una conducta de intolerancia en contra de todos aquellos que no piensan u opinan exactamente igual que ellos.

En nuestro país está ocurriendo algo similar con la polarización anti o pro AMLO, parece que si alguien reconoce que AMLO hizo algo bueno de inmediato se le señala como chairo-amlover. De igual manera si uno critica errores del Ejecutivo, pasa a ser fifí de la mafia del poder. Naturalmente podemos alegar que algunos candidatos fueron igualmente escandalosos, pero no creo que debamos correr para ver quién cae primero al precipicio.

Es bien sabido que hay quienes dentro y fuera del gobierno extrañan al régimen autoritario que la senadora Beatriz Paredes describió el pasado 20 de febrero, pero también es cierto que hay otros que no dan oportunidad al reconocimiento de aciertos pasados o presentes, porque no son partidarios del gobierno pasado o del que está en turno según sea el caso. Todo eso está muy bien en el ambiente de la libertad de expresión, lamentablemente así como en el régimen pasado, actualmente en México y parece que en Estados Unidos, se está tratando de silenciar a los que no comulgan con lo que la ortodoxia social del momento opina.

En muchas ocasiones son los propios gobiernos los que descalifican a los medios o pensadores que señalan sus errores sin darse cuenta de que esa actitud les genera daños a muchos de sus propios seguidores, quienes se ven obligados a callar errores que podrían solucionarse antes de acumular más agravios.

Esta conducta de neo fanatismo acentuada en el ciberespacio afecta a los gobiernos de varias partes del mundo porque suprime la opinión centrada o plural perdiendo una valoración equilibrada de la realidad. Los medios de comunicación también se ven muy afectados porque muchos periodistas son acosados por sus posturas u opiniones bajo la amenaza de perder el empleo por expresar sus opiniones a favor o en contra del gobierno, pero los más afectados son los ciudadanos comunes, porque no sólo les priva de información plural, sino que los orilla a silenciar sus propias opiniones para evitar cacerías o acosos.

A todo esto hay que incluir el ignorado efecto de campañas electrónicas coordinadas lanzadas para desacreditar a una persona o a una idea, o de interferir en la política de algún país. Lamentablemente esas campañas tienen un profundo impacto psicológico en las relaciones humanas de comunidades y de familias, especialmente en la era del COVID-19 en la que convivimos encerrados por largas horas.

La violencia en el discurso pronto pasa a la violencia en la acción

En México sabemos que la impunidad es campo fértil para los asesinatos en contra de mujeres y de periodistas, pero el acoso intelectual en redes sociales podría disparar estas conductas. Tomemos como ejemplo los acontecimientos de la semana pasada en EEUU, donde media docena de iglesias católicas fueron atacadas, se encontraron imágenes de Jesús decapitadas e incluso un templos incendiados y destruidos como fue el caso de la hermosa e histórica Misión de San Gabriel en California que fue fundada en 1771 por el misionero San Junípero Serra cuya estatua también había sido derrumbada unos días antes en otra Misión ubicada en el pintoresco y elegante pueblo de Carmel en la alta California cercano a San Francisco.

Los acontecimientos se dieron días después de que el líder de la poderosa asociación civil Black Lives Matter declarase que habría que incendiar “literalmente” a las ciudades para lograr el cambio y que habría que derribar las imágenes occidentales de Jesús y María. Nos preguntamos ¿dónde está la tolerancia y la pluralidad de dicha agrupación?, que incluso permite ataques racistas perpetrados por sus propios agremiados durante las manifestaciones “pacíficas” en contra de policías negros o de comerciantes hispanos.

El autoritarismo se ha dado en todas las culturas e ideologías, por lo que una mente y sociedad sanas, deben cuidar no caer en fanatismos o fobias infundadas que terminan por afectarnos directa e indirectamente.

AMLO, ALFARO y TRUMP

Estos personajes ganaron por sus alianzas y por los errores de sus adversarios. Los ciudadanos y los gobernantes estamos siendo presionados al límite de la fuerza humana por la crisis sanitaria y económica que se suma a la de seguridad pública en ambos países, pero sus promotores y sus críticos debemos ser objetivos para evitar falsas desilusiones o esperanzas que dividan y afecten más a una sociedad occidental muy dividida. Para los políticos es muy fácil decir frases incendiarias que simplemente se dan o se quitan dependiendo la ocasión, pero los daños a terceros son muchos más difíciles de curar.

El mundo saldrá adelante, pero debemos preservar nuestra cultura que alcanzó libertades por la evolución del pensamiento y de aprendizaje sacándonos de la esclavitud y de los sacrificios humanos de la América precolombina, mismos que también se practicaban en África hasta el siglo antepasado.

El pensar que una persona es mala, ignorante o incapaz por su color de piel, religión, origen, condición social o sexual es racismo, clasismo, sexismo e inaceptable para nuestra ideología, pero podría ser que estemos cayendo en esa misma intolerancia al sancionar o pedir que se sancione a otros por no opinar como nosotros. Exijamos y demos respeto a las ideas propias y ajenas.

No odiemos a los que opinan o piensan distinto a nosotros, tratemos de entender y si no coincidimos respetemos nuestra diferencia pero no mintamos o difamemos para lograr probar nuestra opinión.

Hace unos días leí que la congresista americana Ocasio Cortez decía que la gente roba porque no tienen para la renta o para comer en esta crisis, pero creo que el ser pobre no es sinónimo de ser ladrón, ella busca disculpar los saqueos a las tiendas en Nueva York por lo que decidió que saquear  tiendas de Gucci, Nike, Apple y otras marcas era correcto si uno era pobre, lo que es un insulto en general y en especial a los paisanos trabajadores.

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MUNDO

El nacionalismo de Donald Trump: ¿Una solución o un riesgo?

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Opinión, por Samantha Contreras Guerrero //

La victoria de Donald Trump, basada en un mensaje de fuerte nacionalismo, marca un cambio que impactará tanto a Estados Unidos como al resto del mundo. Sus promesas de traer empleos de vuelta y proteger la economía estadounidense responden al descontento de muchos de sus votantes.

Su idea de “América Primero” busca hacer que Estados Unidos sea más independiente y fuerte, pero en un mundo tan conectado, esta visión enfrenta muchos retos y posibles problemas.

Para los estadounidenses, en un mercado donde casi todo se produce a través de cadenas internacionales, enfocarse en lo nacional podría hacer que los precios aumenten y haya menos opciones para los consumidores. Este tipo de enfoque proteccionista no solo implica costos altos para las empresas, sino que podría dar una falsa idea de seguridad económica, ya que el crecimiento estaría limitado solo al mercado interno, dejando de lado oportunidades con otros países.

En el ámbito internacional, el enfoque nacionalista de Estados Unidos genera preocupación entre sus aliados. Países como México, que dependen en gran medida del comercio y la inversión estadounidense, ven en riesgo la posibilidad de mantener relaciones estables e igualitarias.

El decremento en sectores como el nearshoring —donde América Latina ha visto una oportunidad de crecimiento— podrían ser afectados con este tipo de políticas. Además, al alejarse de acuerdos internacionales, Estados Unidos podría debilitar el sistema de cooperación global, necesario para enfrentar problemas complejos como el conflicto en Oriente Medio o la crisis climática.

La gran pregunta es si este regreso al proteccionismo es una solución real a los problemas económicos actuales. La inflación y la desigualdad están en aumento en todo el mundo, y Estados Unidos no es la excepción. En lugar de cerrarse, podría beneficiarse de una política que tome en cuenta las necesidades de todos sus sectores, buscando reducir las diferencias internas como la acumulación de riquezas, sin renunciar a los beneficios del comercio global.

El nacionalismo de Trump es una reacción a los problemas de un sistema económico que ha dejado atrás a muchas personas en Estados Unidos. Sin embargo, en un mundo hiperconectado, el aislamiento no puede evitar generar preocupación. Aunque la intención de proteger a los ciudadanos es válida, esta ideología corre el riesgo de afectar a largo plazo a aquellos mismos sectores que busca ayudar, reduciendo la capacidad de Estados Unidos para influir y crecer en la economía global.

E-mail: samcg2002@gmail.com

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MUNDO

Querámoslo o no, Donald Trump ha vuelto

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Desde los campos del poder, por Benjamín Mora Gómez //

Lo recuerdo, era mi cumpleaños 20 y también domingo, y corría el año de 1973, y mi padre me regalaba “El Gran Gatsby”, la muy apasionante novela de F. Scott Fitzgerald, dos de sus ejes contenidos me cautivaron: La alienación y el impulso de Jay Gatsby por sentirse aceptado por una alta sociedad segregante, aun y a pesar de ser inmensamente rico, realidad que quizá se expresa más claramente en una frase de la obra: “La vida es una lucha de apariencias, una lucha de lograr y de tener más de lo que uno merece”.

Donald Trump es un claro ejemplo, muy actual y presente en el mundo, de la fuerza del impulso de tenerlo todo: Poder económico y poder político. Donal Trump está entre los hombres más ricos de Estados Unidos, y fue el 45º y será el 47º presidente de aquella nación.

Donald, quien perdió en 2020 ante Joe Biden al buscar reelegirse como presidente de Estados Unidos, cuatro años después descarriló a Biden en su también anhelada reelección, obligándolo a abandonar la carrera presidencial, y derrotó ampliamente a Kamala Harris, la relevo en el Partido Demócrata.

Donald Trump ha vuelto al poder más fuerte de lo jamás imaginado para cumplir con sus planes de preeminencia y grandeza norteamericana e imponer su visión conservadora de Estados Unidos ante sí mismo y ante el mundo. Trump es un hombre transparente; jamás deja nada a la imaginación y dudas de sus seguidores y detractores. Así, por ejemplo, para él, la Teoría de Género tiene los días contados en EEUU y sus promotores sabrán que tienen ante sí a su peor pesadilla.

El presidente Donald Trump, a partir del 20 de enero próximo, actuará con todo el poder para poner orden en su frontera con México en dos temas fundamentales, las acciones de los cárteles de la droga, declarándolos terroristas, y el tráfico humano, ambos vistos como gravísimas omisiones del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Marco Rubio, próximo secretario de Estado norteamericano, lo ha acusado públicamente, y nos lo recordará todos los días. Rubio es de palabra dura y mano aún más dura. Para Trump y Rubio los narcotraficantes son terroristas y los perseguirá con toda la fuerza del Estado norteamericano.

La esperanza nunca debería sustentarse en la venganza. No entiendo a quiénes cifran la satisfacción de su venganza hacia López Obrador en Marco Rubio. Sea cual fuere el resultado de la dureza del nuevo secretario de Estado norteamericano, es mi deseo que México vuelva, de mutuo propio, al orden y la paz, y que el gobierno y el congreso mexicanos no nos convoquen a rasgarnos las vestiduras ante las exigencias norteamericanas. Son justas.

En México, muchos de quienes estaban a favor de Kamala Harris, hoy se muestran muy a favor de Donald Trump. Su nacionalismo se mantiene muy firme; sin embargo, aceptan que ya es tiempo de poner en orden las cosas en México pues el estado mexicano, sin duda, está doblegado y resquebrajado ante los cárteles de la droga. Claudia Sheinbaum no ha demostrado estar dispuesta a cumplir a cabalidad con su mandato presidencial en materia de seguridad a pesar de los buenos oficios de Omar García Harfuch pues, peor, no desea tomar el mando que aun detenta López Obrador.

Sheinbaum deberá entender que solo tiene de dos sopas, o se arma de valor ante los cárteles y los traficantes de gente y los combate con toda la fuerza del Estado mexicano, o los gringos cumplirán con esa su obligación constitucional, interviniendo aun en nuestro territorio. Que de nada le valdrán las bravatas de Marcelo Ebrard en materia económica ante los gobiernos norteamericano y canadiense.

Que esto nos es pleito entre escolapios en donde uno echará al otro a su padre que es bombero y lo mojará con su manguera, y el otro a su padre que es policía y lo llevará a la cárcel. Que en cosas de gobierno se actúa conforme a la ley y se cumple con los tratados internacionales. Que Naciones Unidas tiene un centro en contra del terrorismo que a México obliga.

Un adelanto de la presión internacional que el gobierno de México enfrentará en los años próximos ya lo recibimos en esta semana. La calificadora Moody’s cambió de estable a negativa la perspectiva económica de México por el debilitamiento de nuestro Estado de derecho por la reforma judicial y el deteriorado entorno institucional gubernamental, el esperado aumento en el costo de la deuda internacional de México y la mayor rigidez del gasto público, que podrían socavar nuestros resultados fiscales y económicos.

Tanto Moody’s, como los principales analistas de los futuros económicos en el mundo, coinciden en calificar como de muy alto riesgo la reciente reforma aprobada por Morena, PT y Verde al Poder Judicial. Sheinbaum, obedeciendo a López Obrador, ha decidido alterar los controles y equilibrios del poder político y económico en México, y eso se le, se nos, cobrará muy caro.

Quiero invitarte a pensar en que Trump no está para salvarnos, ni Rubio para vengarnos. Ellos tienen sus tareas más allá del Rio Bravo. De este lado, todo depende de nosotros. Vamos, ni Sheinbaum hará nada para salvarnos; a ella solo le interesa obedecer a López.

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MUNDO

En riesgo la hegemonía estadounidense: El retorno de Donald Trump; retos económicos y sociales

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Actualidad, por Alberto Gómez R. //

En los últimos cuatro años, la economía y la cohesión social de Estados Unidos han enfrentado un deterioro significativo, marcando uno de los periodos más complicados en su historia reciente.

La administración de Joe Biden, aunque intentó implementar políticas para estimular la recuperación tras la pandemia de COVID-19, dejó profundas brechas económicas y sociales que ahora desafían al presidente electo Donald Trump. Con un escenario global en transformación y un entorno interno polarizado, Estados Unidos se encuentra en un momento crítico de redefinición de su papel como potencia mundial.

LA ECONOMÍA BAJO LA ADMINISTRACIÓN DE BIDEN

La inflación se convirtió en uno de los mayores retos durante la administración Biden. La epidemia de Covid-19 dejó tras de sí trastornos económicos; en junio de 2022, la inflación alcanzó un pico histórico del 9.1%, las tasas más altas que los estadounidenses han experimentado en 40 años, según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) lo que, por supuesto, en la práctica suponía un recorte salarial. La explosión del gasto militar para apoyar las guerras en Ucrania y Gaza también ha alimentado la inflación.

Como resultado, el nivel de vida de las y los trabajadores estadounidenses ha disminuido bajo la administración Biden, mientras que el auge del mercado de valores ha ayudado a las y los estadounidenses más ricos a hacerlo bastante bien. Este fenómeno, impulsado por interrupciones en las cadenas de suministro globales, estímulos fiscales masivos y el aumento de los precios de la energía, erosionó el poder adquisitivo de las familias estadounidenses. Aunque las medidas de la Reserva Federal lograron reducir la inflación a un 3.7% al cierre de 2024, esta cifra seguía por encima del objetivo del 2%, lo que refleja un entorno económico aún frágil.

El aumento del costo de vida se manifestó en productos esenciales. Según la Administración de Información Energética (EIA), el precio promedio de la gasolina aumentó un 40% entre 2020 y 2024. Asimismo, los alimentos básicos experimentaron un incremento promedio del 25%, afectando especialmente a las familias de ingresos medios y bajos. Esta situación exacerbó la desigualdad, ya que los salarios reales apenas crecieron un 3% durante el mismo periodo, según el Economic Policy Institute.

DÉFICIT FISCAL Y DEUDA PÚBLICA

El déficit fiscal alcanzó los $1.7 billones en 2024, mientras que la deuda pública superó los $36 billones, según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), un incremento alarmante respecto a los $27 billones reportados al inicio de la administración Biden. Este nivel de endeudamiento, alimentado por programas de estímulo económico y políticas de infraestructura, limita la capacidad del gobierno para responder a futuras crisis económicas. Además, el creciente costo del servicio de la deuda, derivado del aumento de las tasas de interés, se ha convertido en una carga significativa para el presupuesto federal.

La brecha económica continuó ampliándose durante la administración Biden. El 1% más rico de la población concentró el 38% de la riqueza total en 2023, mientras que los sectores más vulnerables enfrentaron mayores dificultades para acceder a empleos estables, y apenas aumentaron un 4% en términos reales, según un informe de la Oficina del Censo. Según el Departamento de Trabajo, el empleo precario representó el 30% de los nuevos puestos creados entre 2020 y 2024, con un aumento notable en los contratos temporales y trabajos a tiempo parcial. Esto ha exacerbado la pobreza en comunidades vulnerables, con un índice de pobreza que aumentó del 11.4% en 2020 al 14.7% en 2024.

En 2016, Hillary Clinton demostró su desprecio por los partidarios de Trump, entonces abrumadoramente blancos, etiquetándolos como “los deplorables”, en lugar de tratar de reconocer la fuente de su ira: la gran desigualdad en el statu quo económico. Ocho años después, con un apoyo a Trump mayor en prácticamente todos los grupos demográficos, es imposible ignorar la desesperación económica que alejó del Partido Demócrata a las y los electores, cuando Biden seguía presumiendo de que la economía estadounidense durante su mandato es “la más fuerte del mundo”.

FACTORES SOCIALES: POLARIZACIÓN Y RADICALIZACIÓN

La polarización política se ha intensificado, dando lugar a movimientos separatistas que, aunque minoritarios, representan una amenaza para la unidad del país. Uno de los fenómenos más alarmantes es el resurgimiento de movimientos secesionistas en estados como Texas y California.

Líderes locales y organizaciones políticas han planteado referendos para separarse de la unión federal, alegando incompatibilidades políticas y económicas. Aunque estos movimientos no tienen un apoyo mayoritario, su existencia refleja una fragmentación preocupante en la unidad nacional. Grupos como «Texit», que abogan por la independencia de Texas, han ganado tracción en sectores conservadores descontentos con las políticas federales. Estas iniciativas reflejan el creciente desencanto con el sistema político.

La radicalización ideológica también se ha intensificado. Los crímenes de odio aumentaron un 18% entre 2020 y 2024, según el FBI, afectando principalmente a comunidades afroamericanas, asiáticas, judías y musulmanas. Este aumento está vinculado al resurgimiento de grupos extremistas y al uso de las redes sociales como plataformas para propagar discursos de odio.

RETOS ECONÓMICOS Y SOCIALES

Con la reelección de Donald Trump, Estados Unidos se adentra en un periodo de grandes desafíos. Su promesa de «recuperar la grandeza estadounidense» enfrenta múltiples obstáculos, tanto internos como externos.

Trump ha anunciado un ambicioso plan para reindustrializar Estados Unidos y reducir la dependencia de las cadenas de suministro globales. Sin embargo, implementar esta estrategia requerirá superar barreras como la resistencia de aliados comerciales y la necesidad de inversiones masivas en infraestructura. También deberá manejar las tensiones con China, el principal socio comercial de Estados Unidos, en un momento en que las relaciones bilaterales están en su punto más bajo en décadas.

El presidente electo ha prometido recortes de impuestos para estimular el crecimiento económico, pero esta medida podría agravar el déficit fiscal si no se acompaña de reducciones en el gasto público. Además, la capacidad de implementar estas políticas dependerá de su habilidad para negociar con un Congreso dividido, donde los demócratas probablemente resistirán cualquier iniciativa que reduzca programas sociales.

El enfoque de Trump en políticas ultraderechistas, incluida la restricción de la inmigración y la eliminación de regulaciones ambientales, podría generar más divisiones. Aunque estas medidas cuentan con el apoyo de su base electoral, enfrentan la oposición de sectores progresistas y moderados, lo que podría derivar en mayores tensiones sociales.

EL FIN DE LA HEGEMONÍA ESTADOUNIDENSE

El bloque BRICS+ ha emergido como un desafío significativo para la hegemonía estadounidense. Con la inclusión de nuevos miembros como Arabia Saudita, este grupo busca crear un sistema financiero alternativo que reduzca la dependencia del dólar. Según el Banco Mundial, el comercio intrabloque creció un 15% anual durante los últimos cuatro años, fortaleciendo su influencia económica y política.

El dólar, pilar del sistema financiero internacional, está perdiendo su posición dominante. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la proporción de reservas globales en dólares cayó del 61% en 2020 al 55% en 2024. Este descenso refleja una creciente diversificación hacia monedas como el yuan chino y el euro, impulsada por iniciativas del BRICS+ y otros bloques emergentes.

En el ámbito militar y geopolítico, Estados Unidos enfrenta el ascenso de China como potencia dominante en el Pacífico y la reactivación de Rusia en Europa del Este. Además, la influencia de potencias regionales como Irán y Arabia Saudita en el Medio Oriente limita la capacidad de Estados Unidos para mantener su dominio en esta región estratégica.

El futuro socioeconómico de Estados Unidos dependerá en gran medida de la capacidad de la administración Trump para manejar una economía debilitada, una deuda insostenible y una sociedad fracturada. La reconciliación política y la creación de un camino inclusivo para el desarrollo serán cruciales para evitar una crisis prolongada.

Aunque Trump tiene un historial de promover el crecimiento económico, los riesgos asociados con su estilo confrontacional y sus políticas divisivas no pueden ser ignorados. El equilibrio entre reformar el status quo y evitar una mayor radicalización será la prueba definitiva para su liderazgo.

Estados Unidos enfrenta uno de los periodos más complejos de su historia contemporánea. La administración Biden dejó un legado de desafíos económicos y sociales que el presidente electo Donald Trump deberá abordar en un contexto de polarización interna y competencia internacional.

El éxito o fracaso de las políticas de Trump determinará no solo el rumbo de Estados Unidos, sino también el equilibrio de poder en el mundo. Sin embargo, para superar estos retos, será necesario un liderazgo que trascienda la retórica divisiva y busque soluciones inclusivas y sostenibles. En un mundo cada vez más multipolar, el destino de Estados Unidos dependerá de su capacidad para adaptarse a las nuevas realidades globales sin perder de vista los principios democráticos y la cohesión interna que alguna vez lo definieron como nación.

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