JALISCO
MC Jalisco: Institucionalización inconclusa
Opinión, por Iván Arrazola //
Los calendarios electorales marcan pautas y generan ciertas dinámicas que afectan las decisiones tanto de actores como de instituciones políticas.
En los sistemas presidenciales la segunda mitad de los mandatos se convierten en periodos de parálisis gubernamental y legislativa ya que los actores se preparan para la gran elección en la que estarán en juego las posiciones políticas más importantes, entre ellas, la presidencia de un país o la renovación del poder local como puede ser una gubernatura, por lo tanto, los actores políticos tienen pocos incentivos para cooperar, nadie quiere brillar más que otro porque al mismo tiempo son rivales políticos.
Eso es lo que parece experimentar el partido Movimiento Ciudadano en el estado de Jalisco, el partido dominante desde hace ocho años en esta región del país hoy parece vivir una crisis interna que podría tener consecuencias para el futuro de esta institución política en el estado.
Durante la semana que concluye se dieron cruces de declaraciones entre dos de sus más destacados representantes, el alcalde del municipio de Guadalajara, Pablo Lemus, que es además el mejor posicionado en las encuestas para encabezar la candidatura del partido naranja a la gubernatura del estado de Jalisco, y Alberto Esquer secretario del Sistema de Asistencia Social también señalado como el candidato favorito del gobernador del estado para relevarlo en el poder por su cercanía.
La guerra de declaraciones se da en medio del conflicto que mantiene el gobernador del estado de Jalisco con la máxima casa de estudios del estado, la Universidad de Guadalajara, el conflicto derivado del recorte de recursos presupuestales destinados a la construcción de obras en la UdeG, ha generado un fuerte conflicto que ha derivado, en protestas, marchas y cruces de declaraciones entre el gobernador Enrique Alfaro y el rector Ricardo Villanueva.
El diferendo entre Esquer y Lemus se dio en el contexto de una marcha a la que convocó el partido Movimiento Ciudadano en Jalisco para protestar en contra de los organizadores del Feria Internacional del Libro, evento organizado por la Universidad de Guadalajara. El edil tapatío decidió no asistir a la marcha encabezada por su partido para no aumentar el clima de polarización según mencionó Lemus. Esta posición de Lemus fue criticada por el secretario Esquer que acusó de ofender y despreciar a las estructuras y liderazgos del partido, mientras que Lemus respondió que no es un “arrastrado de nadie” y que no marchó para no quedar bien con nadie, en alusión directa a Esquer que trató de quedar bien con el gobernador.
Lo que refleja este diferendo es la poca institucionalización que tiene Movimiento Ciudadano para procesar el conflicto y que en realidad Movimiento Ciudadano como el resto de los partidos políticos en México concentra en ciertos liderazgos, los cuales están fuera de las estructuras formales, estos liderazgos son los que establecen las normas y las reglas bajo las cuales se premia y se castiga la disidencia.
El liderazgo real del partido recae en el gobernador del Estado y de cierta forma el futuro político de cualquier actor se encuentra ligado al de este actor que es más importante que todos los liderazgos formales del partido. Al final Movimiento Ciudadano ha crecido como partido político de la mano de Alfaro Ramírez, primero como alcalde en Tlajomulco y Guadalajara y posteriormente en la gubernatura del estado de Jalisco.
Sin embargo, Movimiento Ciudadano ha vendido la idea de que es un partido diferente al resto de los partidos tradicionales, de esa forma se esperaría que este diferendo se resolviera de acuerdo con las propias normas internas del partido y no por la voluntad de una persona. En un partido democrático el derecho de cualquier militante a poder disentir debe ser la norma y no la excepción.
El reto que el partido naranja enfrentará en Jalisco en los próximos años será altamente complejo, por una parte, pueden seguir dependiendo de un liderazgo carismático como el del gobernador, Enrique Alfaro, que ha alcanzado la cúspide del poder político a nivel local con la gubernatura pero que al mismo tiempo seguirá desempeñando un papel protagónico como el principal liderazgo del partido en la entidad, el liderazgo de Alfaro ha entrado en una fase de desgaste acelerado por las disputadas que mantiene con diferentes actores, incluido la UdeG y algunos medios de comunicación.
El partido tiene tres rutas, la primera es apostarle a la popularidad y elegir a Lemus como su candidato, la segunda ruta es apostarle a la política del gran elector y que sea el liderazgo real del partido, en este caso el gobernador, el que determine quien obtendrá la candidatura y las condiciones en que lo hará, o bien elegir la ruta democrática en la que ya sea que a través de un proceso abierto y transparente en el que participe la militancia o bien se abra a la población, se realice una elección para determinar quién obtendrá la candidatura. De cualquier forma, un proceso que tendrá que realizar el partido es establecer qué significa exactamente su movimiento y hacia donde pretenden encauzarlo más allá de las coyunturas y la popularidad de los candidatos.


