OPINIÓN
Neuromarketing, el control social
Bioética, por Omar Becerra Partida //
¿Nos manipulan gobiernos y corporaciones a través de las emociones? Las redes sociales, la resonancia magnética y los bots son parte del derecho cibernético, así como del derecho sanitario, no legislados en México y mucho menos en el estado de Jalisco, en ese orden de ideas observamos una gran manipulación de emociones a través de la inteligencia artificial tampoco legislada y sin código de ética en nuestro país.
Definimos el Neuromarketing como la unión entre la ciencia y las técnicas de marketing, con base en los estudios relativos a los procesos cerebrales y cómo se desencadenan, el neuromarketing busca medir actividades neurobiológicas cuando hay exposición a marcas, propagandas y otras estrategias de marketing, utilizadas por gobiernos y corporaciones centrándose en una biopolítica a través de las emociones.
Las tiendas, los gobiernos y las marcas siempre intentarán llamarnos la atención, ya que están destinadas a que compremos más de sus productos, su ideología política, y hasta su candidato.
Todo esto a través de la optimización de la experiencia de la persona a través del inconsciente por medio de sus colores, sonidos, sensaciones y olores.
Expertos en neurobiología y emociones investigaron, que las personas revelaron sus emociones al comprar algún producto o votar por algún político.
El estudio de Neuromarketing se basa en la resonancia magnética funcional que puede visualizar todas las emociones y procesos inconscientes del cerebro, como sabemos en México la norma oficial solo se quedó en un proyecto respecto a la resonancia magnética, ya que muchos países en Europa y América solo será utilizada para fines médicos, pero en varios países como el nuestro, se puede llevar acabo estos estudios de mercado a través de algo tan íntimo como las emociones o nuestro inconsciente.
Mediante la resonancia magnética podemos medir la actividad cerebral en detalle con diferencia de pocos milímetros las neuronas activadas provocan mayor irrigación sanguínea en algunas áreas del cerebro de este modo se puede mapear todos los procesos de cerebro durante la sesión de resonancia magnética funcional.
Se utiliza una receta muy eficaz en este sentido, primero se trabaja con el miedo y la solución con esto aparecen las emociones básicas como el miedo y la ira.
Esas emociones básicas son fáciles de despertar, pero también hay emociones que sólo se manifiestan en la interacción con los demás, las denominadas emociones sociales como la vergüenza y la culpa.
Con ello se observa el comportamiento de las personas al exponerla alguna situacion que se le quiere vender a su persona, pero a través de la medición de sus ondas neuronales por medio de la resonancia magnética.
Con ello las ciencias del comportamiento estudian cómo las emociones de una persona pueden influir al prójimo y afectar a un grupo.
Por ejemplo, emociones como la confianza y la ansiedad, son muy utilizadas en las noticias falsas que se propagan muy de prisa.
Un estudio a gran escala demuestra que las noticias falsas tienen más probabilidades de difusión que las reales, aparentemente porque las noticias falsas apelan a las emociones y han de provocar indignación, ira, tristeza o alegría. Ese contenido emocional ayuda a que tenga un “boom” en el cerebro por que le causa mas interés y secreta sustancias adictivas para el mismo.
Según estudios, se difunden seis veces más rápido en internet que la información convencional. Casi todos nos hemos dejado engañar por ellas en algún momento, porque nuestro cerebro se deja tomar el pelo.
Lo vemos en los twits de los políticos, por ejemplo: en el caso de las marchas, tan de moda vemos como juegan con los números de asistentes a su antojo para poder tener un impacto emocional entre sus feligreses.
También son utilizados medios digitales para seguir probando su teoría y así jugar con las emociones básicas y sociales de nuestra sociedad.
Por medio de nuestros datos biométricos y softwares tienen el control de nuestras emociones, ya que cada expresión facial o comportamiento pueden prevenir nuestra conducta.
Que en cuestión criminalística sería muy interesante para evitar conductas delictivas, pero con el fin de negocio es un barril sin fondo de ganancias para las empresas trasnacionales y gobiernos.
El seguimiento permanente de nuestras emociones es una forma de violación de nuestra intimidad, es peligroso porque se trata de un límite que no hay que cruzar las todas las formas de interacción humana.
Si usted se da cuenta la manera de interactuar de los gobiernos de México, y en el estado es a través de sus redes sociales, magnifican su actuación o tratan de aplastar a sus enemigos dentro de las mismas.
La interacción con bots, ha sido una de las grandes maniobras de este gobierno para manipular a la población a través de las emociones y somos víctimas del neuromarketing no legislado porque es poco conveniente para los que la utilizan.
Nos influimos mutuamente mediante las emociones, pero hoy el progreso tecnológico nos brinda herramientas poderosas y peligrosas.
Todavía tenemos la opción de limitar el uso de esas tecnologías y la posibilidad de contrarrestarlo con una media por protección de nuestras emociones.
