OPINIÓN
Otro año más, pide el presidente
Metástasis, por Flavio Mendoza //
Se acerca el primer año en el ejercicio del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien parece estar más preocupado por el formato para la celebración nacional y el cuarto informe de gobierno en los primeros 12 meses, que en los resultados, la autocrítica y evaluación a su proyecto alternativo de nación, para el que pidió ya un año más para poder ver resultados.
Al cierre del primer año de gobierno en un balance objetivo, el presidente AMLO no ha disfrutado de claros, sino más bien de muchos oscuros en su gobierno, donde todos los días confronta al propio Andrés Manuel, es decir, la lucha permanente no es con los adversarios que él crea y los etiqueta a los grandes bandos de la historia, como el de los conservadores, sino él mismo, el que un día dice una cosa y al siguiente otra, las facetas de AMLO desde campaña y como el candidato presidencial por mas de 13 años consecutivos, etapa en la que se sintió tan bien que asumió el rol al grado de no darse cuenta que actualmente ya no es candidato, al menos hasta el momento, para el cargo máximo en este país, hasta el Presidente de las ocurrencias en las mañaneras.
Si las conferencias matutinas contarán como trabajo para resolver los graves y grandes problemas que padece el país, sin duda tendría el record como el Presidente más efectivo, pero la realidad es que el espacio sirve para pretender gobernar por aire, con datos que han sido comprobados como erróneos o mentiras, una palestra inquisidora para tratar de subordinar poderes y hasta vetar a adversarios políticos, desde el que se pinta un país tan alejado de la realidad.
Otro espacio es el mitin, llamado por él mismo así, son las concentraciones que hacen con acarreados que recibirán una tarjeta del bienestar por algún programa, espacio desde el cual se siente más cómodo, entre las masas del pueblo que sucumbe ante él, en el que igual se aplican encuestas a mano alzada como se envían recomendaciones para que la sociedad no cometa ningún delito, ahí ha gritado entre el cariño del pueblo que las cosas van muy bien en el país y casi sin reclamo alguno.
Pero, ¿a quién le pide un año más? Si él es quien ha puesto los plazos, en campaña, durante una entrevista televisiva el presidente argumentó que el país cambiaría desde el día 1, es decir desde el primero de diciembre, por el simple hecho de ser él quien asumiría la Presidencia de la República, posteriormente dijo que sería en 6 meses lo que le tomaría llevar la base de la trasformación para comenzar a pacificar al país y a crecer integralmente, porque sobre la economía también han sido diversas las estimaciones y compromisos del primer mandatario mexicano, promesa que hace unos días volvió a reprogramar, pidiendo un año más para tener paz y tranquilidad en el país, mientras que las estimaciones de crecimiento pasaron del 6% al 2%, que en la realidad se quedan en los porcentajes más mediocres de los últimos tiempos por debajo del 0.5%.
El Presidente no requiere un año más, sino entender que es el responsable de la política pública de este país y dejarse de ocurrencias. Quizá México tampoco necesita a un Presidente que se reúne a tomar café con un gabinete de seguridad todos los días y no están enterados de operativos tan importantes como el de Culiacán, o que trabaja con números alegres en las estadísticas de la criminalidad, tampoco nos sirve un Presidente que desperdicia hasta 3 horas en una conferencia que alimenta su ego, promueve y comercializa sus libros y platica hasta de béisbol.
Tampoco nos sirve un Presidente que justifique su pasado y presente culpando a anteriores administraciones, ni tampoco a uno que viva en la teoría del comploj, que crea adversarios y vive permanentemente la paranoia de sentirse victima de espionaje y persecución, sino que requerimos que ya se crea que es Presidente y actúe como tal.
@FlavioMendoza_
