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OPINIÓN

Pandemia electorera

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Luchas Sociales, por Mónica Ortiz //

Son tiempos electorales en el país, en Jalisco tendremos elecciones intermedias en las cuales renovaremos el día 6 de junio del 2021 a los integrantes del Poder Legislativo y los Ayuntamientos, es por esta razón que en Jalisco y el país se someterá a tres meses de intensas campañas electorales para contender por el voto ciudadano, mismo que al final resulta en la voluntad del pueblo y decide los cambios de los poderes legislativos y gobiernos municipales 2021, sin embargo la visión del ciudadano se ha modificado drásticamente en los últimos 12 meses de pandemia y nada es ya lo mismo, quizás las campañas no resulten como se esperan en la clase política.

En este sentido, la visión política tanto en Jalisco con en el resto del país posee aún más tintes de hartazgo y reclamo social que en el 2018, cuando llegaron las supuestas izquierdas al poder con el argumento de cambiar las condiciones de vida de nuestra sociedad, producto del voto emitido casi de manera general en toda la república mexicana, el voto fue en mayoría por el cambio de ideología política a las izquierdas simuladas; actualmente las circunstancias sociales podrían otra vez marcar una variación en las urnas, fruto del manejo que se le dio a la pandemia por COVID-19 y claro, sumando lo que causaron negativamente o no cumplieron los partidos políticos.

Durante las próximas semanas, los ciudadanos deberemos por obligación cívica y social preparar el análisis profundo y minucioso de lo que implicará la emisión de nuestro voto en las urnas el 06 de junio, quizás en realidad todavía más enfrascados en el hartazgo y el reclamo a la simulación gubernamental que hace tres años atrás y es que el incumplimiento u omisión de obligaciones ocasionó graves consecuencias a cada ciudadano o familia que sobrelleva lo que facturó la pandemia y la conducción de los gobiernos; ahora seremos duramente sometidos a la presión y a la confusión producto de guerras políticas, acusaciones, declaraciones vacías y discursos sosos sobre la política gubernamental ideal, pero no debemos perder de vista que es la circunstancia adecuada para cambiar las condiciones legislativas y municipales, haciéndonos escuchar quitando y equilibrando el poder en el Estado de Jalisco.

Recordemos que Jalisco, tiene un comprometido problema en materia de seguridad pública, de cárteles y organizaciones delictivas que nos tienen en un proceso insano de normalización de la violencia y de situación de alarma ante la criminalidad que vivimos, no es correcto para ninguna sociedad vivir en pánico y no existe justificación válida, no es la sociedad a la que se debe culpar, es un pésimo manejo de la seguridad pública y del combate a la delincuencia organizada de este Gobierno Estatal, es la falla de todos los que se ostentan como autoridades y gobernantes, ahora somos una sociedad víctima de un gobierno local que usa conductas propias de agresores al no aceptar su responsabilidad y culparnos constantemente, es esa política que podríamos llamarla «durmiendo con el enemigo».

Jalisco tiene otra enorme deuda con la sociedad, producto del desinterés de esta administración gubernamental, al no resultar empática con ninguna de las problemáticas de nuestra sociedad jalisciense que soporta entre muchas la desaparición de miles de personas en Jalisco, es un gravísimo problema que no tiene la atención debida y que rompe con la racionalidad social al evidenciar la franca omisión de las autoridades, igualmente sucede para quienes buscan incansablemente la justicia en tribunales para sus dolorosos casos de feminicidio, además de todos los menoscabos generalizados que ambos sucesos criminales producen al interior de las familias víctimas de estos delitos, pero igual han sido ignorados, por lo que viven lo mismo de los días en que todo sucedió y lo vuelven a sentir con cada marcha, con cada reclamo a las autoridades o la administración pública, se entiende y está latente que no llegaron al Estado a ver por su sociedad, sino a obtener poder público sin responsabilidad u obligación.

En ese contexto, nada ha cambiado y todo se amplifica en Jalisco, de ejemplo es la pandemia de Covid-19 igualmente manejada bajo estándares de protección a grupos sociales o de poder industrial y comercial para asegurar el próximo voto como respaldo, todo sobrellevado en completa ausencia de la protección y garantía hasta de los derechos humanos de los grupos vulnerables como los adultos mayores.

La guerra de los partidos en el poder federal y estatal la podemos observar en la aplicación de la vacuna de Covid-19 que resultó politizada. La organización pertenece al Gobierno Federal solo en la aplicación de las dosis, pero la logística al exterior de los módulos es del Gobierno Municipal y en Jalisco Movimiento Ciudadano es mayoría, por lo que deliberadamente desorganizan procurando el caos para generar una percepción social que les favorezca; así cada uno de estos gobiernos están perfectamente posicionados para confundir las obligaciones de cada uno de ellos y la aplicación de la vacuna se cuelgue para bien o para mal según sea el caso, así los próximos tres meses viviremos en una tensa ofensiva por el voto, recuerden que nosotros decidimos y el voto es secreto.

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