OPINIÓN
Polarización

Opinión, por Miguel Ángel Anaya Martínez //
El que existan diferentes opiniones en una sociedad y que estas puedan expresarse sin temor a represalias es un síntoma de una democracia sana; cuando grupos políticos antagónicos son capaces de entablar diálogos sobre sus distintas visiones alrededor de una misma problemática generalmente se logran avances que llevarán a la creación de políticas de desarrollo integrales para la comunidad de la cual forman parte y a la que en teoría deberían de servir.
Estoy convencido de que si los partidos (y algunos gobiernos) se olvidaran del golpeteo político y dedicaran esos recursos para capacitar a sus militantes buscando tener mejores perfiles o para planear y promover políticas públicas adecuadas a la actualidad, otro gallo cantaría.
En política, polarizar es un término que se utiliza para mostrar la división de dos bandos, una acción que se utiliza para profundizar en sus diferencias, haciendo creer que unos son buenos y otros malos, que unos son honestos y otros no, así, sin matices, como si los valores de las personas como la honestidad o respeto dependieran de su identificación partidista. Cuando se busca polarizar a una sociedad generalmente se recalcan las discrepancias de izquierdas contra derechas, de liberales contra conservadores, de los nuevos contra los viejos y en los últimos años se han utilizado términos como fifís contra chairos.
Curiosamente, cuando se utiliza un discurso de polarización, aquellos que lo promueven argumentan defender la democracia, sin embargo hay pocas cosas que nos alejan más de ella pues por lo regular las personas que se identifican con uno u otro bando utilizarán cualquier excusa para maximizar las virtudes de los suyos y recalcar las fallas de los de enfrente.
Alrededor del mundo hemos visto que algunos actores políticos le han apostado a la polarización con evidentes fines electorales creyendo que la diferenciación y la base de sus votantes les darán la victoria en las urnas ya que su capital político es suficiente para ganar elecciones dividiendo o inhibiendo el voto opositor.
Tenemos varios ejemplos de cómo descalificar a los demás consigue triunfos inmediatos que posteriormente traen dolorosas derrotas. En Estados Unidos el proyecto del ex Presidente Trump logró la victoria en 2016 pero fue vencido en las urnas en 2020, en un inicio la polarización provocó un fuerte rechazo hacia los demócratas, esto llevó al “trumpismo” a la Presidencia de ese país, sin embargo, 4 años después la ola de estadounidenses que se unieron para votar en contra de ese personaje incluyó apáticos, abstemios y hasta republicanos, esto dio como resultado que los 70 millones de sufragios conseguidos por Trump no alcanzaran para vencer Joe Biden.
En Gran Bretaña el Brexit fue votado por una sociedad muy dividida, el 51.9% de los votantes decidieron la salida de la Unión Europea, el 48.1% restante pedían mantenerse tal y como estaban, hubo muchos incrédulos que se negaron a ir a votar, hoy, esos que no ejercieron su derecho en las urnas más los que mostraron su inconformidad en las mismas realizan continuas manifestaciones contra la salida de sus países de la Unión Europea.
Países latinoamericanos como Brasil, Colombia y Perú actualmente se enfrentan a una crisis de inestabilidad política, las elecciones y las decisiones de sus líderes se han dado en medio de campañas políticas de polarización que han llevado a un fuerte desgaste social, esto, aunado a la crisis sanitaria mundial ha creado un clima de irritación y desencanto en sus sociedades que vuelve muy complicado gobernar, en México no estamos lejos de ese escenario.
Lo mencionado anteriormente nos muestra cómo las campañas de contrastes y la guerra sucia (¿Hay de otra?) llevan a gastar una gran cantidad de recursos para señalar los errores de los contrincantes y volverlos virales. Ante estas situaciones muchas veces los espectadores del juego de la política caemos en el error de apoyar una corriente u otra ciegamente, como fanáticos de un equipo de futbol o como seguidores de una novela, dejando de lado el raciocinio, tal vez por eso en este proceso veremos varias candidaturas de ex futbolistas y actores de televisión.
El Padre Chayo
La semana pasada falleció el Presbítero José Rosario Ramírez, un ícono jalisciense que presenció y fue parte importante de muchos eventos históricos de nuestro estado, un hombre que tenía la capacidad de entender a la sociedad actual y que actuaba como brújula moral, promoviendo valores de esos que hoy hacen mucha falta. Una persona siempre abierta al diálogo y dispuesta a instruir, guiar y construir proyectos de bienestar social de la mano de distintos sectores de la sociedad tapatía. Sin duda, dejó una huella importante en muchos de los que lo conocimos. Hay vacíos que son difíciles de llenar y su ausencia física es uno de ellos pues personalidades como la suya cada día son más escasas. En paz descanse el Padre Chayo.
NACIONALES
Vecinos y socios: Entre visas y desigualdad, la otra frontera entre México y Estados Unidos

– Opinión, por Pedro Vargas Ávalos
Los Estados Unidos Mexicanos, —-nombre oficial de nuestra nación—, comúnmente conocida como México, tienen una relevante relación con su vecino del norte, los Estados Unidos de Norteamérica, sencillamente Estados Unidos (EEEUU) y vulgarmente identificado con el alias de “Tío Sam”.
Para darnos idea de esa intensa conexión, diremos que en ese país residen alrededor de cuarenta millones de mexicanos, —muchos de ellos maltratados, acosados y explotados— en tanto que en la tierra azteca habitan entre 1.5 y 1.6 millones de estadounidenses, de los cuales cerca de 800,000 tienen calidad migratoria matriculada y los demás viven entre nosotros de modo irregular, pero muy apapachados y generalmente sin restricciones.
Por cierto, en Jalisco, tenemos núcleos de vecinos gringos muy numerosos, destacando Chapala (en su ribera y el pueblo mágico de Ajijic) y el paradisíaco Puerto Vallarta, los cuales disfrutan a sus anchas nuestro clima y nuestra hospitalidad.
Por lo que ve a los trabajos que desempeñan la mayoría de los compatriotas en tierras del Tío Sam, son de señalar el ramo agrícola, el restaurantero, la construcción, el ámbito manufacturero, el de alojamiento y los servicios incluyendo las tareas en ventas minoristas, así como el cuidado y la asistencia social.
En cuanto a la economía, las transacciones entre los dos países son extraordinarias, a tal grado que México es ya el primer socio comercial de Estados Unidos, superando a Canadá y China. Y esto no es de ayer, sino que se ha mantenido por varios años, impulsada dicha economía, por el dinamismo comercial de ambas naciones del norte, su proximidad geográfica, recalcando cadenas de suministro como las que imperan en el sector automotriz y el renglón manufacturero.
Debido a lo anterior, es que haya la imperiosa necesidad de tramitar visas por los habitantes de entrambas naciones vecinas. Este documento regulatorio es la autorización que el gobierno de un país otorga a una persona extranjera para ingresar a su territorio con un propósito concreto: turismo, trabajo, estudio y hasta inversión o residencia. Ordinariamente, puede consistir en un sello en el pasaporte, pero en el caso de los colindantes norteños, es todo un documento que denominamos para distinguirlo de la visa de otros Estados, “visa norteamericana”.
Desde luego que, si de clases de visas hablamos, los EEUU tienen dos principales: para inmigrantes y para no inmigrantes: Cada una de estas categorías se subdivide en múltiples tipos, como visas de trabajo, visas de visitante, etc., etc., según se acredite a los ojos escrutadores de los oficiales consulares, los cuales laboran en alrededor de nueve oficinas que pueden expedir esos documentos en nuestra república mexicana.
Cada año, y especialmente cada vez que hay nuevo presidente de Estados Unidos, suelen modificar sus administraciones los requisitos para expedir visas norteamericanas. Y podemos afirmar que cada vez son mayores esos requerimientos, comenzando con su elevado costo: hasta septiembre de este año de 2025, costaba $185 dólares, y a partir de octubre, se elevó a la cantidad de $435 dólares, advirtiendo que pagar tal suma -por elevada que sea- no garantiza se otorgue la visa, sino solo tener una cita en el consulado de EU para gestionarla; si no se concede, no hay devolución alguna.
Los oficiales consulares son penetrantes indagadores y si sospechan que el solicitante no es apto para visitar EU, niegan la autorización respectiva: ellos suelen creer que muchísimos mexicanos utilizan la visa de turista para quedarse a trabajar en el país de las barras y las estrellas, lo cual en no pocas ocasiones así es, pero esa característica es típica de todos los pueblos.
Tanto nuestra nación como la de los gringos, son grandes potencias turísticas. De allí que tengan que expedir visas de ese ramo. Sin embargo, ni costos ni tratos son recíprocamente igualitarios. Para los mexicanos es todo un calvario obtener la tarjeta o visa americana, dificultosa, tarda y onerosa, mientras que, para los visitantes yankis, todo es facilidad y baratura.
Un grave problema para los viajeros de México hacia el extranjero (EU o cualquier otro destino internacional) es que muchas líneas aéreas, hacia los cuatro vientos, despegan de territorio estadounidense y, por lo tanto, se exige la visa correspondiente.
De no tenerse, debe hacerse costosísimo y largo rodeo. La cuestión se agrava si lo que se desea es realizar algún viaje crucero, o sea en barco, ya para conocer lugares caribeños, centroamericanos o del lejano viejo mundo: todos los puertos de salida están domiciliados en Estados Unidos.
Hasta hace tres o cinco años, de México salían esos cruceros, siendo los más típicos apostaderos Cozumel o Puerto Progreso, cercas de Mérida. Pero aduciendo precaria infraestructura portuaria, dizque insuficiente para los grandes barcos, la siempre nociva burocracia política, la inseguridad y la implementación de nuevos impuestos encarecedores del turismo, pero sobre todo el interés de las navieras en otros puertos, se acabaron las salidas desde nuestros mares. Eso sí, muchos puntos de gran turismo siguen siendo visitados por los cruceros: Cancún y Puerto Vallarta son ejemplo de ellos.
Existen programas en diversas naciones, para que, sin necesidad de visa, se pueda transitoriamente entrar en los países que los practican. México tiene un programa y no es difícil utilizarlo. Los Estados Unidos también lo poseen, le llaman el Programa de Exención de Visa (VWP por sus siglas en inglés: Visa Waiver Program), administrado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en consulta con el Departamento de Estado.
Por medio de este sistema, se permite a las personas de países designados viajar a los Estados Unidos para estadías de hasta 90 días sin visa. A cambio, esos países deben permitir que los ciudadanos y los nacionales estadounidenses viajen a sus países por un período de tiempo similar sin una visa con fines comerciales o turísticos. El programa fue creado en 1986.
La pregunta que se hace el mexicano es por qué ese sistema, convertido en una especie de mutualidad con muchos de los aliados más cercanos de Estados Unidos, no incluye a México, el principal socio comercial de ese país, su vecino y la nación con más connacionales residiendo en dicha potencia, además de otorgarles a los ciudadanos de EU un trato preferente.
La respuesta debemos buscarla, ya sea porque nuestros gobiernos no se han preocupado por ser parte de ese grupo de naciones (entre ellas España, Alemania, Francia, Italia, Portugal, Reino Unido, Grecia, Hungría, Irlanda, Países Bajos, Polonia, Suecia, Suiza y Chile).
O la segunda contestación, es porque fieles a su frase de que “Estados Unidos no tiene amigos, sino socios”, nosotros solo les convenimos de agremiados desiguales, en cuyo caso -contrariando la fraternidad y sentido solidario-la desconfianza es común denominador para regular nuestros vínculos.
OPINIÓN
Equilibrio entre lo humano y lo tecnológico: Liderazgo en la era de la inteligencia artificial

– Actualidad, por Alberto Gómez R.
En el panorama empresarial actual, marcado por la disrupción tecnológica de la Inteligencia Artificial (IA), los líderes organizacionales enfrentan una paradoja fundamental: gestionar la eficiencia operativa que aporta la automatización mientras cultivan las cualidades esencialmente humanas que la tecnología no puede replicar. Contrario a la creencia popular de que la IA volverá obsoletas las habilidades directivas, la realidad es que las está redefiniendo.
Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) concluye que «la transformación, y no la sustitución, es el resultado más probable» del impacto de la IA en el empleo. Este escenario exige un nuevo tipo de líder, uno que no solo comprenda el lenguaje de los datos y los algoritmos, sino que también posea la agilidad emocional, la creatividad y la visión estratégica necesarias para guiar a sus equipos y organizaciones en un futuro incierto.
LAS HABILIDADES HUMANAS EN LA ERA IA
El pensamiento analítico y crítico se erige como el antídoto fundamental contra la automatización indiscriminada. En un mundo inundado de información y soluciones algorítmicas, la capacidad de interpretar, contextualizar y cuestionar los insights generados por la IA se ha convertido en la habilidad reina.
El Foro Económico Mundial (WEF) sitúa al pensamiento analítico en el primer lugar de las competencias más demandadas para 2025, con un 69% de las empresas priorizándolo. Si bien la IA puede procesar millones de datos en segundos, el juicio humano es insustituible para aplicar esos conocimientos de manera estratégica y ética.
Los líderes deben cultivar esta habilidad para hacer las preguntas correctas a las herramientas de IA, detectar sesgos en los resultados y tomar decisiones finales basadas en una combinación de datos y criterio experiencial. Es la fusión entre la capacidad de cálculo de la máquina y la perspicacia humana la que genera una verdadera ventaja competitiva.
Contrario a lo que muchos temen, la creatividad no ha sido suplantada; se ha reposicionado. Según LinkedIn, los profesionales con un alto nivel de pensamiento creativo tienen un 30% más de probabilidades de ser promovidos. La IA generativa, lejos de acabar con la creatividad, puede convertirse en un aliado para potenciarla, siempre que esté dirigida por una mente humana innovadora. Borja Castelar, autor de «Power Skills», afirma que la creatividad «va a ser mejor pagada que nunca» en la era de la IA.
El rol del líder, por tanto, es fomentar una cultura donde se premie la experimentación, se tolere el fracaso como parte del aprendizaje y se desafíen continuamente los modelos mentales establecidos. En un mercado saturado de soluciones similares, la capacidad de imaginar futuros disruptivos y conectar ideas aparentemente inconexas es lo que marcará la diferencia.
La automatización de tareas repetitivas ha puesto en evidencia que las habilidades más difíciles de codificar son las interpersonales. Un estudio de Harvard Business Review reveló que los empleados con alta inteligencia emocional tienen un 47% más de productividad y un mejor desempeño en roles de liderazgo. En un entorno donde la IA puede generar informes o código, la capacidad del líder para conectar emocionalmente con su equipo, entender motivaciones profundas y gestionar conflictos se vuelve primordial.
Castelar anticipa que la IA generará un futuro corporativo incierto, un panorama que exigirá un desarrollo excepcional de la inteligencia emocional para gestionar el miedo al cambio y la ansiedad laboral. El líder del mañana es, ante todo, un gestor de experiencias y culturas, roles para los que la empatía y la escucha activa son la base.
El conocimiento técnico tiene una fecha de caducidad cada vez más corta. El Foro Económico Mundial estima que, para 2025, el 50% de los trabajadores necesitará recapacitarse. En este contexto, la curiosidad intelectual y la capacidad de aprender constantemente dejan de ser opcionales para convertirse en un requisito fundamental para la supervivencia laboral.
Los líderes deben ser los primeros en adoptar esta mentalidad, dedicando tiempo de forma deliberada a aprender sobre nuevas tecnologías, tendencias de mercado y, por supuesto, sobre el propio funcionamiento y las implicaciones de la IA. Castelar recomienda desarrollar el hábito de dedicar un tiempo diario o semanal para aprender algo nuevo y leer, ya que en la era de la IA «el aprendizaje autodidacta tendrán un gran valor». Un líder que deja de aprender es un líder que se queda obsoleto.
No se espera que los líderes se conviertan en científicos de datos, pero sí que comprendan el lenguaje y las posibilidades de la tecnología. La alfabetización tecnológica es la habilidad que permite a un directivo dialogar con sus equipos técnicos, evaluar propuestas tecnológicas y anticipar el impacto estratégico de la IA en su sector.
Business Insider reporta que las vacantes que requieren competencias tecnológicas básicas crecen un 30% más rápido que el resto. Esta alfabetización incluye entender conceptos fundamentales de IA y big data, no para codificar modelos, sino para gestionar proyectos, asignar recursos y tomar decisiones informadas sobre su implementación. Es la capacidad de traducir el potencial tecnológico en valor de negocio.
TRANSFORMACIÓN ORGANIZACIONAL
La implementación de la IA no puede ser improvisada ni dejarse en manos de la experimentación individual. Una encuesta global de McKinsey revela que, si bien el 91% de los empleados ya usa IA generativa en su trabajo, solo el 13% de las empresas han implementado múltiples casos de uso de manera estructurada. Esta brecha representa una enorme oportunidad perdida.
Para capturar el valor de la IA, las empresas deben reinventar su modelo operativo, traduciendo la visión en valor concreto. McKinsey sugiere un enfoque basado en dominios específicos (como marketing, desarrollo de software o servicio al cliente), lo que permite una transformación de extremo a extremo que integra múltiples casos de uso dentro de un flujo de trabajo único. Por ejemplo, en el área de desarrollo de software, la IA puede acortar los plazos de ideación a prototipo de meses a días, pero esto requiere cambios en todo el ciclo de vida del producto.
En este contexto de transformación acelerada, se hace imprescindible incorporar expertos profesionales en planeación prospectiva estratégica y gestión de la innovación dentro de los equipos de liderazgo. Estos especialistas aportan metodologías sistemáticas para anticipar escenarios futuros, identificar tecnologías disruptivas emergentes y diseñar rutas estratégicas para surfear la ola del cambio en lugar de ser arrastrados por ella. Su contribución resulta invaluable para navegar la complejidad actual, donde las discontinuidades tecnológicas pueden reconfigurar industrias enteras en cuestión de meses.
La planeación prospectiva permite a las organizaciones moverse de la reactividad a la proactividad, construyendo futuros deseables en lugar de simplemente adaptarse a los cambios cuando estos ya son inevitables.
La estrategia de IA de una organización solo es tan sólida como el talento que la ejecuta. Abordar la brecha de habilidades requiere un enfoque dual: recapacitación del personal existente y adquisición de nuevo talento especializado. Es fundamental invertir en la formación de los empleados para que comprendan cómo funciona la IA y cómo puede beneficiar su trabajo, lo que ayuda a reducir la resistencia al cambio.
Simultáneamente, la demanda de expertos en IA y big data sigue batiendo récords; un medio reportó que 1 de cada 4 ofertas en TI está relacionada con la IA, y casi la mitad de estas vacantes no se cubren por falta de talento calificado. Las empresas deben, por tanto, crear programas de formación continua internalizados y asociarse con instituciones educativas para asegurar un flujo constante de profesionales con las competencias técnicas y humanas requeridas.
Uno de los mayores impedimentos para la adopción de la IA no es técnico, sino cultural. Los empleados a menudo temen que la IA haga su trabajo redundante. Las empresas deben abordar estas preocupaciones ofreciendo formación y destacando cómo la IA puede aliviar la carga de tareas repetitivas, permitiendo que el personal se enfoque en actividades más significativas. Para superar estas barreras, es necesario fomentar una mentalidad abierta a la innovación, comunicando claramente cómo la IA complementa el trabajo humano en lugar de reemplazarlo.
Esta cultura debe ir acompañada de un marco ético robusto que garantice el uso responsable de la tecnología, previniendo sesgos algorítmicos y protegiendo la privacidad de los datos. La gobernanza ya no es un accesorio, sino una parte fundamental de la estrategia.
La IA generativa tiene el potencial de actuar como «tecnología de entrada» para todas las demás transformaciones digitales. Su integración exitosa exige repensar los procesos y, en muchos casos, la propia estructura de la organización. Por ejemplo, en el ámbito del marketing, la IA puede romper los silos entre los equipos creativos y analíticos, exigiendo una colaboración más estrecha y multidisciplinaria.
De manera similar, en el servicio al cliente, los humanos empoderados por agentes de IA generativa trabajarán más estrechamente con los equipos de producto y experiencia del cliente. Los líderes deben estar dispuestos a desmantelar barreras internas y rediseñar flujos de trabajo heredados que frenan la agilidad y la sinergia entre humanos e inteligencia artificial.
HACIA UN LIDERAZGO HÍBRIDO
El mercado laboral de 2025 no busca solo técnicos ni solo humanistas, sino líderes que combinen ambas dimensiones. La travesía hacia un liderazgo efectivo en la era de la IA no consiste en elegir entre lo humano y lo tecnológico, sino en integrar ambos dominios de manera sinérgica y estratégica. Como bien señala Borja Castelar, «suena irónico, pero el futuro con IA va a ser más humano que nunca». Los líderes que triunfen serán aquellos que, armados con un pensamiento analítico agudo, una creatividad desbordante y una empatía profunda, sean capaces de orquestar el potencial de la IA para amplificar, y no suplantar, el talento humano.
La incorporación de expertos en prospectiva estratégica e innovación se convierte en un componente crítico para anticipar y capitalizar las disrupciones tecnológicas, permitiendo a las organizaciones no solo adaptarse al cambio sino liderarlo. Las organizaciones que apoyen este nuevo perfil de líder, mediante una transformación holística que incluya estrategia, talento y cultura, no solo se mantendrán vigentes y competitivas, sino que estarán definiendo el futuro del trabajo y la industria en las próximas décadas.
La inversión en el desarrollo de estas habilidades críticas y en la transformación organizacional no es un gasto, sino el mejor seguro para la relevancia futura en un mundo impulsado por la inteligencia artificial.
Deportes
El equipo tricolor en construcción: Entre dudas y críticas, México y su preparación para el Mundial

– Miscleánea Deportiva, por Esteban Trelles Meza
La preparación del Tricolor pre mundialista sigue su marcha en el que el director técnico nacional sigue rotando jugadores sin definir un once titular, por cuestiones de los propios protagonistas que no rinden como se esperaba según la idea y estilo de juego que se pretende implementar por parte del “Vasco” Aguirre.
Tocó el turno a los colombianos que hicieron ver mal a los nuestros con errores puntuales en táctica fija y algunas transiciones, producto de la poca aplicación empezando por el guardameta Malagón propiciando la goleada de 4 a 0 que por supuesto un sector de la prensa negativa y neófita, prácticamente hicieron “pedazos” al DT nacional dramatizando el asunto y pidiendo su “cabeza” para cesarlo de inmediato (absurdo) Gustavo Mendoza, Rubén Rodríguez, Alex Blanco (Fox Sports), y como siempre David Faitelson de Televisa.
La realidad es que los comentaristas negativos son los menos, pero hacen mucho ruido, ante una goleada poco es lo que se puede decir por lo abultado del marcador en el que los “chilangos” comentaristas no tocan ni con el pétalo de una rosa a la pésima actuación del guardameta en cuestión por tratarse del tricampeón americanista que defienden a “capa y espada” (3 goles fueron su culpa).
Como siempre sucede, el equipo mexicano no es el peor cuando pierde o el mejor cuando gana. Simple y sencillamente, es ahí que solo los conocedores tienen la capacidad de la objetividad en el punto medio de las cosas sin exagerar el asunto. Colombia y Ecuador de ninguna manera son potencias como lo son Brasil, Argentina y Uruguay en la Conmebol.
Algunos países como Chile fueron sensación en su momento, Paraguay con los guaraníes también hicieron ruido, Perú con altibajos es un buen equipo, Venezuela considerado el “patito feo” de repente despertó y es ahora un equipo competitivo y así sucesivamente cada país tiene tarde o temprano qué equipararse por la simple razón de jugar contra las potencias, la mentalidad argentina y uruguaya los hace mantenerse como los mejores apoyados por la “garra”. En realidad son rudos en exceso, metiendo fuerte la pierna ante la complacencia de los árbitros que los dejan excederse en sus entradas.
Este fue un mini ciclo de Colombia y Ecuador contra los nuestros, en este momento en el que ambos están en su zona de Conmebol ranqueados dentro de los mejores, la Copa América y la Libertadores, tienen un nivel competitivo de excelencia, México de invitado como representativo nacional y entre equipos ha tenido logros importantes en su momento, ya lo establecimos en este mismo medio.
El empate contra Ecuador a un gol en el Estadio de Chivas, los aztecas fueron superiores con la defensa con menos goles en las recientes eliminatorias sudamericana (segundo lugar), el árbitro les regaló un penal que jamás existió, el colmillo por no decir deshonesto del delantero ecuatoriano dejó atrás el balón controlado para chocar contra el “Tala” Rangel que, entre paréntesis, jugó excelente y así engañar al árbitro y conseguir su anotación (como siempre los malinchistas comentaristas calificaron que si fue penal).
Berterame dejó ir una clara de cabeza a “bocajarro” en centro de “Chucky” Lozano a pesar de anotar el único gol de los nuestros. Lozano jugó bien culminado las jugadas con peligro de gol disparando y los centros que los delanteros desperdiciaron.
Dentro del universo de los jugadores mexicanos, son un ejército que, con poco por no decir nada, Javier los convoca. Algunos jamás jugaron o lo hicieron pocos minutos que no se puede determinar quiénes son los mejores. Por supuesto, que hay ya una base de más de 30 jugadores con posibilidades, unos más y otros menos, aunque Javier les da oportunidad prácticamente a todos.
Ahora bien, la prensa deportiva tampoco es gran conocedora, principalmente los que aparecen en la pantalla casera, iniciando con Televisa, TV Azteca, los locales, y las cadenas internacionales ESPN y Fox Sports. Tienen algunos comentaristas malcriados en serio que, aparte de negativos amargados y acomplejados, son manipuladores y tendenciosos.
Destaca el programa de “La Última Palabra” con personajes impresentables como Gustavo Mendoza, el más patán, vulgar y prosaico, oriundo de Torreón, “científico de la tablet”, que no la suelta, siempre pidiendo de favor que Javier Aguirre renunciara voluntariamente para hacer un bien al fútbol mexicano.
Su ídolo Almada lo promovía para la Selección Nacional lo mismo que para Chivas en su momento, enamorado de él porque estuvo en Santos de Torreón, obviamente en la goleada de Colombia duró 3 minutos despotricando contra Javier, según él a través de la cámara, lo peor y absurdo fue que tras su “discurso barato” contra Aguirre los villamelones de Alex Blanco le aplaudieron y el “tronco” de Carlos Hermosillo lo elogió por sus disparates y boberías expresadas como el mejor discurso de muchos programas.
Yo me pregunto, qué autoridad es Gustavo Mendoza para ofender y descalificar a un entrenador y pedirle que le haga un favor a México por “inoperatividad e incapacidad” para dirigir a la Selección Nacional y pedirle que se haga a un lado como si fuera un directivo de la FMF o un vocero del Supremo Tribunal de Justicia o el propio Gobierno Federal, por supuesto nadie tiene poder o injerencia en una actividad empresarial privada.
Por otro lado, no quiero dejar pasar la sobresaliente actuación de la selección Sub-20 pasando dos instancias y le tocó en suerte enfrentar a la seis veces campeona de esa categoría, Argentina.
Somos tan limitados para analizar y determinar qué perdemos la objetividad, ciertamente los argentinos son potencia en casi todas sus categorías y su calidad es indiscutible, es un equipo “leñador” que afloja a sus rivales con fuerza desmedida, los comentaristas nacionales le llaman “colmillo”, simple y llanamente son extremadamente rudos por decirlo elegante, varias tarjetas amarillas debieron ser rojas.
La plancha con los “tacos” por delante que le infligieron a Gilberto Mora, la agresión del “empellón” sin balón del argentino que era de expulsión. El árbitro infame, africano o asiático, no recuerdo, amonestó a los mexicanos por conato de bronca, sacaron amarillas para los nuestros (increíble). La penal del delantero centro en el 2do tiempo fue al VAR y no la marcó, tumbaron los defensas argentinos al azteca.
Los Sudamericanos marcaron más de 30 faltas varias de roja repetimos, que la ineptitud del árbitro dejó de marcar con sólo menos de la mitad los nuestros que resultan dos expulsados por México, cuando los mencionados se cansaron de pegar a los nuestros, el comentarista Rafa Márquez Lugo de Fox Sports dijo, que no eran de “mala leche” seguramente fueron caricias, claro que lo son con todas las agravantes de premeditación alevosía y ventaja.
Algo semejante sucede con un equipo llamado América de la liga mexicana, que son campeones por decreto presidencial, no del Poder Ejecutivo, sino del poder de Televisa, quien manda en la FMF desde siempre con el apoyo incondicional de los árbitros que decretan penales que ganan campeonatos.
Lo más triste y lamentable es que los comentaristas televisivos no sean más objetivos en sus apreciaciones que jamás nunca señalan las artimañas de los campeones. Lo que no es correcto es manipular y engañar a la afición, no señalando las trampas y artimañas que todos vemos y que callan y ocultan la crítica deportiva, máxime tratándose de extranjeros.
Finalmente, volviendo al tema de la Selección Mayor, los procesos son de altibajos que no definen nada en absoluto, puesto que los encuentros mundialistas se juegan todo prácticamente y dan el cien por ciento. Nuestro pronóstico personal, sin mostrarnos nacionalistas y patrióticos, es para la mejor actuación, superando el México 70 y México 86.
Este nuevo Mundial, como todos sabemos, tendrá un mayor número de países. Quizás algunas naciones no tengan las condiciones, pero la apertura es para dar cabida a los que nunca pueden lograrlo en eliminatorias.
Javier Aguirre es el técnico idóneo, independientemente de la nacionalidad, siente en carne propia las victorias o las derrotas, no así los mercenarios extranjeros como Martino, que fue un gran fracaso.
E-mail: etrememodelos@hotmail.com
JALISCO
A más de 79 mil jaliscienses llega “Yo Jalisco” en 39 municipios

– Por Mario Ávila
Desde su inicio en mayo, las Brigadas “Yo Jalisco” han acercado servicios de salud, asesoría legal y programas sociales a 79 mil 880 personas en 39 municipios del estado, consolidándose como una estrategia integral para reducir desigualdades y atender a comunidades de difícil acceso.
El esfuerzo coordinado entre distintas dependencias estatales ha permitido otorgar más de 39 mil atenciones médicas, 2 mil 962 servicios de la Procuraduría Social, 28 mil 390 trámites del Registro Civil, mil 323 del INEEJAD, 5 mil 344 apoyos del DIF Jalisco y 2 mil 34 refrendos de licencias por parte de la Secretaría de Transporte.
Andrea Blanco Calderón, coordinadora general estratégica de Desarrollo Social, resaltó que las brigadas buscan garantizar el acceso a servicios públicos esenciales, desde la expedición de actas de nacimiento hasta la renovación de licencias de conducir. “Cada persona que participa tiene una meta compartida: reducir la brecha de desigualdad en el acceso a los servicios”, expresó.
Por su parte, Karina Hermosillo Ramírez, coordinadora general de Gestión del Territorio, destacó que el componente de movilidad y conectividad también se fortalece con proyectos como el Plan Carretero Estatal, que en 2025 habrá intervenido 3 mil 500 kilómetros de los más de 4 mil 500 que integran la red estatal.
Entre los nuevos servicios, se anunció la incorporación de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS), que brindará asesoría jurídica y vinculación laboral. Su titular, Ricardo Barbosa Ascensio, explicó que la dependencia busca acercar la justicia laboral a todos los municipios, especialmente a aquellos que no cuentan con centros de conciliación.
El director del OPD Servicios de Salud Jalisco, Héctor Hugo Bravo Hernández, informó que las brigadas han proporcionado consultas médicas, detecciones de cáncer, pruebas de VIH y sífilis, vacunación, salud bucal y esterilización de mascotas, entre otros servicios.
Asimismo, Héctor Pizano Ramos, procurador Social del Estado, subrayó el valor humano detrás de cada atención brindada: “Cada servicio no solo es un trámite; es una persona que recupera su identidad o una familia que accede a la justicia”, señaló.
El Registro Civil de Jalisco ha expedido 26 mil 370 actas gratuitas, mientras que el INEEJAD ha ofrecido más de mil servicios educativos mediante su “camión escuela”, que permite certificar estudios de primaria y secundaria.