JALISCO
Un adiós que no es definitivo: El fin de la era Alfaro, entre lágrimas y un legado inconcluso

Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //
En el centro de un palenque en el que alguna vez peleaban gallos, el gobernador Enrique Alfaro ofreció su último espectáculo político, pero esta vez, las plumas no volaban. Adornado por luces y sombras que parecían más apropiadas para la farsa que para el acto de rendición de cuentas de un gobernador, rodeado de su corte naranja y burócratas leales, el evento no dejó espacio para la pluralidad.
Ni un solo representante de otras fuerzas políticas; ni un asiento para la diversidad ideológica. Los espacios estaban reservados, exclusivamente, para los rostros familiares del mismo circo de siempre: el exgobernador Emilio González, que en otros tiempos agitaba banderas del PAN, algunos empresarios que, al parecer, no pueden resistirse al perfume del poder y el rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva, figura de presencia estratégica, aunque cuidadosamente neutral.
Fue un espectáculo naranja, coronado con lágrimas, reverencias religiosas y la inesperada música de Caifanes, todo cuidadosamente orquestado para proyectar la imagen de un caudillo agotado pero firme en sus ideales.
Vestido de negro, como si su etapa política demandara un luto simbólico, Alfaro presentó un autobalance triunfalista, un recorrido mediático y propagandístico de su administración que pretendió elevar a Jalisco como modelo de progreso. No obstante, más allá del brillo de las luces, su informe fue una coreografía diseñada para cerrar un ciclo y abrir uno nuevo: la carrera hacia la elección presidencial de 2030, como él mismo insinuó.
Con palabras de agradecimiento y promesas de “seguir luchando”, Alfaro encomendó a su sucesor, Pablo Lemus, seguir defendiendo el sistema educativo y de salud que, según él, colocan a Jalisco a la vanguardia nacional. Lejos quedan los grandes ideales de «refundación» con los que inició su gobierno, así como la promesa de una nueva Constitución para el estado, un compromiso que se desvaneció en la pandemia y otros pretextos. Y como herencia política, le dejó a Lemus la encomienda de continuar una lucha fiscal contra la federación, una cruzada que en sus seis años no llegó a concretarse.
Alfaro proclamó que las cifras de seguridad en Jalisco han mejorado. Sin embargo, la realidad de Jalisco, especialmente en municipios controlados por el crimen organizado como Jilotlán de los Dolores, refleja una paradoja oscura: un lugar sin denuncias, no porque no existan delitos, sino porque el miedo y la falta de control estatal son tan profundos que no se registran. La violencia no ha cesado; el propio promedio diario de homicidios en el estado ha subido de 4.4 a 5.7, una cifra alarmante que desnuda el optimismo gubernamental. Alfaro presume una baja de percepción de inseguridad en 10 puntos, pero esta disminución se difumina en un contexto donde seis de cada diez ciudadanos aún sienten miedo en las calles.
La cifra de desaparecidos en Jalisco es, sin duda, la mancha más oscura en el legado de Alfaro. La indiferencia del gobierno ante las miles de familias que siguen buscando a sus seres queridos es un recordatorio brutal de que la “refundación” que prometió fue, en muchos casos, solo retórica vacía. En lugar de afrontar el problema, Alfaro optó por señalar que estos jóvenes “se van porque quieren”. La realidad es otra: el fenómeno de las desapariciones está vinculado al crimen organizado y al abandono gubernamental, y Jalisco, lamentablemente, lidera esta trágica estadística a nivel nacional y eso, ¡No se puede ocultar pagando pautas comerciales en medios de comunicación a modo!
La gestión alfarista innovó, sí, pero no como sus ideólogos lo hubieran deseado. Las estructuras paralelas en su administración, con coordinadores sectoriales y dependencias duplicadas, lejos de mejorar la eficiencia, solo engrosaron la burocracia y dificultaron la ejecución de proyectos. En sectores críticos como el agua y el transporte, la administración tropezó, y el Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) dejó mucho que desear en cuanto a calidad y transparencia, podemos decir que: es el peor servicio de agua potable que recibimos en muchos años.
Lo que comenzó como un informe de logros terminó convertido en un íntimo ritual de agradecimiento, donde Alfaro se prodigó en elogios a sus colaboradores, incluso a aquellos que ya tomaron otros caminos, como Alberto Uribe, hoy en Morena, y Rafael Valenzuela, que ahora opera desde el Gobierno de Nuevo León. Era una despedida camuflada de homenaje, un cierre de filas en el que, lejos de celebrarse la diversidad de voces de Jalisco, se consolidaba el silencio cómplice de quienes compartieron el proyecto de Alfaro.
Mientras el gobernador hablaba, el eco de los ausentes resonaba con fuerza. Quizá la falta de voces opositoras fue intencional; después de todo, la autocrítica nunca ha sido parte del libreto de quienes ejercen el poder en solitario. Con su entorno fiel en primera fila y entrenados para aplaudir cada que el gobernador guardaba silencio, Enrique Alfaro pareció olvidarse de que un estado se construye con todas sus voces, no solo con los aplausos de quienes ocupan los asientos reservados.
El acto terminó como empezó: con el gobernador hincado, persignándose y llorando. Se despidió con la promesa de un posible regreso en 2030, dejándonos con la sensación de que el adiós de Enrique Alfaro no es definitivo. Tal vez vuelve; tal vez, como en el palenque, regrese en un escenario mayor, buscando extender su influencia más allá de Jalisco… O con el tiempo, solo alcance a llenar pequeños teatros ambulantes de pueblo, pues la gente olvida pronto a quien no fue cercano ni importante en su historia.
Entre lágrimas y promesas incumplidas, lo que queda claro es que el legado de Alfaro se construyó, en gran medida, sobre la simulación.
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JALISCO
Entregan la presea “La Paz hecha a mano”

– Por Francisco Junco
En el marco del Sexto Congreso de Cultura de Paz, celebrado en el Congreso del Estado de Jalisco, la asociación civil Conciencia y Acción México, Educación para la Paz, que preside Dolores Patricia Alvarado, entregó la presea La Paz hecha a mano.
El reconocimiento busca visibilizar proyectos comunitarios que fomentan la convivencia pacífica, la dignidad humana y la construcción de una sociedad más justa.
Entre las galardonadas se encuentra Cointa Sotomayor Reyna, distinguida por su proyecto Clan de Abus Excursionistas de Jalisco, iniciativa que promueve el derecho al esparcimiento y la vida plena de mujeres adultas mayores mediante viajes y actividades culturales, fortaleciendo con ello la convivencia pacífica y la participación activa.
También fue reconocida Josefina Acosta Rivera por su proyecto de arte por la paz Bodypaint en mujeres y hombres que luchan contra el cáncer de mama.
La iniciativa utiliza el arte corporal como herramienta de resiliencia, dignificando la vida de las personas que enfrentan esta enfermedad y proyectando un mensaje de esperanza y fortaleza.
La presea fue entregada igualmente a Liliana Pascual Bautista por su contribución a la paz a través de la confección del rebozo, símbolo de identidad, resistencia y memoria colectiva.
Su trabajo rescata la tradición textil mexicana como vehículo de cultura, dignidad y esperanza.
Otra de las galardonadas fue Epifanía Rosas Antonio, quien impulsa el proyecto Huipiles de mi pueblo. Esta propuesta resalta el arte textil indígena como un acto de resistencia e identidad, al tiempo que fortalece la economía de las artesanas y empodera a las comunidades a través de la revaloración de su patrimonio cultural.
También, el artista Enrique Chiu recibió el galardón por su proyecto Corazón Migrante, una obra de arte por la paz que busca recordar que la humanidad trasciende fronteras.
Con su propuesta, promueve el diálogo y la solidaridad, subrayando la necesidad de construir un mundo más justo e inclusivo.
JALISCO
Realizan Sexto Congreso de Cultura de Paz, reúne voces por la justicia y la igualdad en Jalisco

– Por Francisco Junco
El Sexto Congreso de Cultura de Paz, celebrado en el Congreso del Estado de Jalisco bajo el lema “Cosmovisión, Justicia y Paz”, reunió a autoridades, representantes de pueblos originarios, defensores de derechos humanos y sociedad civil, quienes coincidieron en que la paz no es sólo ausencia de violencia, sino un proceso colectivo basado en justicia, igualdad, respeto y diálogo, donde cada acción individual contribuye a transformar comunidades y construir un México más humano y solidario.
El Congreso de Jalisco, fue sede de este encuentro, organizado por la asociación civil Conciencia y Acción México, Educación para la Paz, donde representantes de instituciones, autoridades y sociedad civil coincidieron en la necesidad de construir un país más justo, humano y solidario.
Bianca América Enríquez, titular del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, destacó que el evento buscó generar un espacio de igualdad simbólica entre todos los asistentes.
“Lo importante no son los cargos o reconocimientos, sino la dignidad de cada individuo”, señaló.
Subrayó también los avances en materia de derechos sociales alcanzados a nivel nacional, como el derecho universal a la salud y la educación, así como el reconocimiento legal de los pueblos y comunidades indígenas.
Bianca América Enríquez recordó la cosmovisión wixárika al hablar de paz como un valor comunitario transmitido desde la infancia, donde se enseña a respetar la palabra de los abuelos, los acuerdos colectivos y la naturaleza.
Añadió que desde el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas se impulsan proyectos para fortalecer la identidad, lengua y patrimonio cultural de los pueblos originarios, al tiempo que llamó a la sociedad a reconocer y respetar sus distintas formas de vida.
Por su parte, Luz del Carmen Godínez González, presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, advirtió sobre los retrocesos en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU hacia 2030.
“Si tenemos el marco normativo y los presupuestos, ¿qué es lo que está fallando al ser humano? Lo que está fallando es volver a retomar la esencia del ser humano”, expresó, al tiempo que instó a reconocer la dignidad de cada persona y trabajar desde lo cotidiano para transformar la sociedad.
Godínez González enfatizó la importancia de la responsabilidad individual y colectiva en la construcción de paz, al señalar que cada acción puede generar un efecto multiplicador en familias, comunidades y municipios.
“Los buenos somos más, tenemos que hacer de verdad ese frente común”, afirmó, subrayando el compromiso de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de trabajar de manera conjunta con la sociedad civil.
En su intervención, Dolores Patricia Alvarado Corona, presidenta de Conciencia y Acción México, y encargada de inaugurar este encuentro, recordó que México enfrenta graves problemáticas como desapariciones, violaciones a derechos humanos y violencia estructural. Aún así, insistió en que la paz es un proceso activo que implica diálogo, justicia, libertad y respeto.
“La paz se construye en colectivo, no la podemos construir solitas ni solitos”, expresó y concluyó que este congreso busca no solo reflexionar, sino actuar en favor de una cultura de paz que se construya en lo cotidiano, desde decisiones individuales hasta transformaciones colectivas.
“La paz no es un destino lejano, la paz está aquí, cerquita de nosotros”, afirmó, invitando a los participantes a convertirse en promotores de un México más justo, equitativo y pacífico.
JALISCO
Mensaje a comunidad de la UdeG: Dentro del marco legal se respetará la libre expresión y se atenderán necesidades, Karla Planter

– Por Redacción Conciencia Pública
En un mensaje en video dirigido a toda la comunidad universitaria, la rectora de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Karla Planter, enfatiza el compromiso de la institución con la libertad de expresión y el respeto a la diversidad de opiniones dentro de la comunidad universitaria.
Destaca la importancia de escuchar las inquietudes de estudiantes, maestros y trabajadores, pero garantizando un ambiente de convivencia democrática y en forma pacífica, dentro del marco normativo vigente.
Anuncia que dirigen todos sus esfuerzos para atender las necesidades de infraestructura y bienestar social que han sido expresadas por comunidad universitaria, mientras mantiene una postura firme en contra de propuestas que comprometan la integridad y la autonomía de la universidad. Su liderazgo se fundamenta en la colaboración, el diálogo y la defensa de los derechos universitarios.
Planter reafirma la legalidad del proceso electoral del Consejo General Universitario, el cual representa la voz de una comunidad de más de 360,000 personas. Cancelar este proceso sería una violación de los derechos de la comunidad universitaria y de la normatividad vigente.
JALISCO
Encapuchados, violencia y la Unión de la Juventud Revolucionaria de México: ¿Qué hay detrás del conflicto en la UdeG?

– Por Raúl Cantú
¿Qué hay detrás del conflicto entre estudiantes de la Universidad de Guadalajara en el CUCSH? ¿Quiénes son los encapuchados que participaron en el choque? ¿Qué origen o vinculación tienen algunos de los participantes en el acto violento registrado la pasada semana en Rectoría de la UdeG?
Mucho se ha hablado de este suceso en el que existen demandas justas de los estudiantes de democratización en las elecciones y que las autoridades universitarias deben atender a través del diálogo, pero también hay una mezcla de participación de organizaciones radicales que se pregonan como marxistas leninistas, así como la mano de la criminalidad que acecha a la UdeG.
Uno de los personajes con el rostro cubierto, involucrado e identificado en los actos de violencia, es Gustavo Morales Valdivia, quien en un video acepta su participación en las agresiones a trabajadores administrativos y maestros de la UdeG, justificando que lo hizo como respuesta a agresiones que recibió dentro de rectoría.
En este video, Morales Valdivia llega y le pega por la espalda al trabajador, que luego le responde con una cachetada. No obstante, ni una ni otra cosa derivaron afortunadamente en ninguna lesión. Hay otros personajes violentos con el rostro tapado que aún no han sido identificados.
Gustavo Morales Valdivia, uno de los líderes visibles de este grupo y el que empezó la trifulca, forma parte de la Unión de la Juventud Revolucionaria de México (UJRM), y en un video que subió a redes, se queja de la difusión de otro video de las agresiones que él hizo a personal administrativo y maestros de la UdeG.
Gustavo Morales Valdivia es egresado de Historia del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), aunque él afirma ser estudiante.
La Unión de la Juventud Revolucionaria de México en Facebook e Instagram tiene páginas de contacto cuyo símbolo es la hoz y el martillo, y es identificada como un movimiento marxista leninista, encuadrado en la izquierda radical, y se ha significado por su posición crítica contra las autoridades de la universidad y la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU).
Para este miércoles 17 de septiembre, UJRM está convocando a una asamblea interuniversitaria en la explanada del CUCEI.
La unión precisa que “la lucha también está encaminada a recuperar los derechos laborales de los docentes que han sido vulnerados por la Universidad de Guadalajara». A ellos les mandaron además un mensaje: «maestro, escucha, también esta es tu lucha».
En el comunicado aseguran que en la UJRM Jalisco no existe fragmentación interna, que su trabajo se sostiene en la unidad, la organización y la lucha conjunta de la juventud estudiantil y popular.
“Reconocemos y respaldamos que el paro estudiantil realizado fue un acto legítimo de presión hacia la Universidad de Guadalajara para que atienda las demandas de las y los estudiantes, el cual ha contado con el apoyo y el acuerpamiento de distintas asambleas universitarias”, señala la agrupación.
Reafirman que su militancia se mantiene firme, combativa y organizada, sin dar cabida a intentos de división o suplantación de nuestra identidad política.