JALISCO
Un espejismo de un oasis en López Mateos
Opinión, por Ramiro Escoto Ratkovich //
El proyecto Ocelotes nació tras el pronunciamiento que destacaba la posibilidad de tener una avenida López Mateos más fluida, con presencia de elementos de la Policía Vial con perfiles de mecánica y auxilio en el camino, pero al cabo de un par de meses todo se esfumó, como un verdadero espejismo de un oasis. Hace unos días, la avenida mostró de nueva cuenta atorones y por momentos un verdadero estacionamiento sin que siquiera alguna unidad se aprestara para movilizar el tráfico.
Las estaciones que antes simulaban tener una carpa con lonas que establecían el operativo con los números de emergencia, simplemente desaparecieron, junto a las sillas y las mesas que buscaban servir como centro de control y operación. Los “cientos” de elementos que salieron en ese video promocional con las unidades que tendrían la ardua labor simplemente ya no están, y como todo en esa corporación es silencio y poco transparente, nunca sabremos que fue en realidad lo que nos quisieron vender.
La prueba está solamente el jueves pasado, cuando una camioneta colisionó a las 3 de la mañana debajo del puente de López Mateos e Inglaterra, ya había unidades de la Jalisco vial al pendiente, sin embargo a las 6 de la mañana permanecía ahí con dos autos más que habían colisionado con ella por no moverla.
Para las 7:45 apenas habían hecho las maniobras pero el operativo para algo tan simple hizo que cerraran la avenida logrando el colapso de toda una arteria, generando retrasos importantes en escuelas y centros laborales. Nadie dio la cara, ni si quiera las carísimas pantallas que parece sólo sirven para incentivar el negocio de la verificación sirvieron para informar de lo que sucedía adelante. Todo Mal.
Este ha sido un gran fracaso, al incluir a la Policía Vial de Jalisco dentro de las competencias de la Comisaría Estatal de Seguridad, quien hoy es coordinada por un funcionario que se encuentra bajo investigación de la Contraloría por no declarar en su 3 de 3 sus inversiones en Yox, y cuyas más recientes declaraciones son en base a disculpas y promesas, pero advierte siempre no transparentar lo que sucede con los “Miles” de agentes que presumen tener, pero nunca se ven.
Si algo tiene que informar la administración del Gobernador Alfaro, es justamente el presupuesto que se dentina a esta corporación, o al menos el resultado en gastos que se ha generado con este fallido operativo que no funciona al cien por ciento, al menos en los horarios que se supone están trabajando; la incongruencia de tener un programa que incentiva el cuidado del medio ambiente y tener grúas, cuatrimotos y patrullas bajo el esquema de constante circulación, mientras que los agentes en motocicletas cometen toda clase de faltas al reglamento vial, como estar viendo el celular mientras conducen, circular a altas velocidades por en medio de los autos o lo más reciente y donde se molestan más: rebasar por la derecha.
Ellos no son agentes, son policías, oficiales, se molestan y su trabajo lo hacen como no queriendo hacerlo, enfrente de su “autoridad” pasan vehículos sin placas, contaminando, polarizados y más y no hacen por hacer cumplir el reglamento, a menos de que se trate de alguien con quien se pueda negociar en el camino, a esos si se les puede tomar como parte de su trabajo, reclamarles te puede llevar a que te inventen un artículo que se verá reflejado en un folio que seguro te llegará en la próxima revisión que hagas en línea de tu vehículo.
Pero no, no todo es el tema de la Policía Vial, es cierto, la principal responsabilidad es del automovilista, sin duda no serían necesarios ni reglamentos, leyes o agentes, si nosotros tomáramos nuestra postura bajo el respeto de la cultura vial, esa no existe, y quizá por ello siempre buscaremos un culpable, pero sin duda tomemos nuestra parte en esto, y sólo así esta y otras avenidas podrán tener otro rosto y realidad, y quizá también más movilidad.
